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Cuando leo que un crítico de arte, literatura, música, cine, etc. alardea de ser objetivo al juzgar tal o cual obra, acostumbro a interrumpir la lectura. No me merece ninguna consideración. La crítica no puede ser imparcial de ninguna de las maneras. La opinión imparcial quizás podría darse sobre cosas que nos interesen un bledo o cuestiones científico-técnicas, pero nunca sobre temas que nos agradan, decepcionan, impresionan, impactan o llaman la atención de una u otra forma. El crítico tiene que trabajar con el único instrumento que posee, esto es, su propia sensibilidad y circunstancia. Que esta fórmula conduzca a errores lógicos no me preocupa en absoluto. Es humano. Por supuesto que la subjetividad desde la que se emite un juicio debe enriquecerse con una documentación rigurosa y atemperarse con una reflexión sosegada que evite apasionamientos impulsivos y emocionales. La opinión debidamente argumentada, sea cual fuere, tras este proceso, y coincida o no con mi propio criterio, si es que lo tengo, me merecerá todo el respeto y consideración del mundo, al margen de que pueda o no creérmela.
Siempre he pensado más o menos de esta manera sobre los críticos, pero no me atrevía a expresarlo. Hoy, sin embargo, ha caído en mis manos una definición que Oscar Wilde hace sobre los críticos y contemplo con pasmo, no exento de cierto orgullo, que él ya se expresó en terminos similares hace tiempo, aunque de una forma más breve:
“El crítico no puede ser imparcial en el sentido vulgar de la palabra”
Siempre he pensado más o menos de esta manera sobre los críticos, pero no me atrevía a expresarlo. Hoy, sin embargo, ha caído en mis manos una definición que Oscar Wilde hace sobre los críticos y contemplo con pasmo, no exento de cierto orgullo, que él ya se expresó en terminos similares hace tiempo, aunque de una forma más breve:
“El crítico no puede ser imparcial en el sentido vulgar de la palabra”
Tienes toda la razón, es mi opinión... objetiva.
ResponderEliminarDoncs sense paraules objectivament.
ResponderEliminarTotalment d'acord !!!!!
Petonetsssss Luis Antonio
Qué crítico es imparcial, qué árbitro es imparcial, qué juez es imparcial?... quién de nosotros puede ser totalmente objetivo?
ResponderEliminarEn mi opinión ni siquiera un científico... basta mirar atrar y observar hipótesis y luego teorías y más hipótesis y teorías...
Ni siquiera nadie será imparcial ante el maestro Wilde... gustará o no gustará, se le prestará atención o no a lo que dice...
Tampoco yo soy imparcial... a lo más que llegaré es a ser subjetivamente objetiva... desde mi modo... y cada uno desde el suyo...
Saludos
Estimado Luis, te he leído atentamente y quisiera dejarte mi opinión. Intentaré ser lo más clara posible:
ResponderEliminarA mi entender, la misión del crítico es penetrar en el secreto de las formas artísticas y traducir lo que en ellas se dice a un público poco informado, para ayudarlo a sentir la belleza de la obra.
En todo espectador hay un crítico cuando opina de una obra, es también crítico el artista cuando juzga su obra con la de otros artistas; es decir, la crítica puede ser una actividad general que atañe a todos los que intervienen en la contemplación de la obra, pero la crítica solo alcanza su perfección cuando desempeña una función especializada dentro de la vida artística, es entonces una labor completa que debe dar cumplimiento a múltiples finalidades.
A diferencia del contemplador, el crítico debe poseer una experiencia y un conocimiento tal del arte, que lo capacite para juzgarlo, para poner en claro los valores de la obra y para hacer un análisis y una interpretación de un sentido ajustándose a las condiciones objetivas de la obra de modo que no caiga en afirmaciones arbitrarias. El crítico debe, desde luego, poseer el conocimiento de los materiales con que se expresan las artes y no puede ignorar un aspecto tan fundamental como es la técnica que se sigue para la creación artística en sus diferentes formas, este es un factor importante para pronunciar el fallo sobre los méritos artísticos de la obra. Es cierto que la técnica perfecta no hace al artista, ni hace tampoco la obra perfecta, pero el verdadero artista no puede serlo sin la técnica; el conocimiento de ésta es, entonces, un elemento necesario para hacer posible una opinión estética justa.
En suma, el crítico debe poseer sensibilidad artística, para vibrar con la belleza de una obra; perspicacia, para encontrar el hilo de las conexiones filosóficas, sociales y aun religiosas de las obras de arte; cultura, para comprender todo lo que al arte atañe; audacia e impulso revolucionario, para acoger con entusiasmo y sin temor lo que es nuevo y para adivinar el germen que será el nuevo trazo del mañana; intrepidez, una sinceridad acrisolada para decir la verdad, duela a quien le duela; poesía, para expresar en forma poética lo que es poético, y emoción, para expresar en forma emotiva lo que es emocional; madurez, para que los halagos o amenazas no tuerzan su juicio y para no dejar que sus gustos, inclinaciones o estado de ánimo se reflejen en su juicio haciéndolo subjetivo.
Para mí, el concepto emitido por Oscar W. acerca de que "la crítica de una obra maestra tiene más valor que la obra maestra misma", ha sido superado ya que la influencia que la crítica ejerce en la sociedad es de suma importancia. La crítica varía desde la simple descripción que de una obra hace el redactor de eventos artísticos en periódicos y revistas, o el biógrafo de un artista, hasta la crítica profunda que juzga con razones debidamente fundadas acerca de los valores contenidos en una obra de arte, huelga decir que esta es la verdadera crítica.
El artista interpreta la vida; el crítico asume postura crítica ante la obra del hombre. Así, para que la critica sea fecunda para el arte, debe ser imparcial su juicio, objetivo, debe hacer abstracción de los propios gustos, de las inclinaciones y preferencias, y aun del estado de ánimo que tenga el crítico al emitir su juicio,de esta manera podrán conjugarse la crítica y la creación. Es sumamente difícil, desde luego, lograr un juicio absolutamente imparcial y objetivo, sobre todo en este tiempo en que el crítico se ha convertido en un agente de publicidad. Sin embargo, la vida artística de una sociedad resultaría incompleta sin la crítica, que es un órgano necesario para dotar a la sociedad de una conciencia de sí misma y del conocimiento de sus características propias, lo que es en definitiva la norma para saber qué valores pueden perfeccionarla.
Perdona que me haya alargado tanto, pero me entusiasmé..jajaja.
Te dejo un abrazo con el cariño de siempre
Estoy de acuerdo contigo.
ResponderEliminarYo llevo mal cuando oigo o leo una crítica en la que nos dicen categóricamente que tal obra simboliza no sé que historias íntimas que el autor o autora han plasmado de manera clara en este o en este otro matíz, color, estilo....Siempre me pregunto ¿cómo alguien ajeno a quien ha realizado la obra y sin haber hablado con él o ella, entre otras cosas porque está muerto, pueden sentenciar con total firmeza algo tán íntimo, tan etéreo?. No lo sé. A mi personalmente me parece una falta de respeto.
Yo creo que el arte en cualquier de sus manifestaciones es absolutamente subjetivo y su disfrute e interpretación también. Disfrutémoslo. Y si alquien quiere criticar, interpretar o elucubrar, está en su pleno derecho, pero que tenga la humildad de hacerlo desde la subjetividad y respetando que no tod@s lo hemos de ver de ese modo, y no sentando cátedra como hacen algun@s.
Besos.
Muy de acuerdo con lo que has comentado. Me molesta mucho cuando alguien va por ahí con aires de grandeza porque escucha X o Y artista y se considera lo más bien porque haya ganado muchos premios o porque escuche música indie o cualquiera de estas poco frecuentes y con eso cree sentirse más importante, más persona. Los demás si no escuchan lo mismo están en un segundo nivel. Igual con los libros, parece que tienes que seguir ciertos puntos y tener en tu estantería determinados tomos para ser un buen lector. Eso es el colmo. Como se suele decir: Respeta y serás respetado. Todos los gustos musicales, literarios... deben tener cabida.
ResponderEliminarUn abrazo.
El estudio de las artes es un tema complejo, muy controvertido, lleno de vericuetos y andariveles. Se han destinado ríos de tinta para discutir si en definitiva la belleza en el arte trata de algo objetivo o subjetivo. En realidad cuando hablamos de algo subjetivo estamos aludiendo a apreciaciones personales, de gustos y perspectivas individuales lo cual no desconoce los atributos y naturaleza de la cosa en si.
ResponderEliminarNada hay que discutir si a una persona le gusta el violeta antes que el colorado, si le atrae más tal o cual ornamento, si prefiere esa marca antes que aquella otra o si le resultan más los perros que los gatos. Nada de esto contradice el significado y las propiedades que definen los objetos de que se trate. Incluso cuando una persona dice que está observando el cielo azulado y otra sostiene que predomina el gris se debe a distintas posiciones, la captación de diferentes rayos solares y, sobre todo, retinas disímiles que captan de modo desigual los colores. Muchos ejemplos se pueden dar de formas diferentes de apreciar la misma cosa.
Sin embargo, cuando se trata de pronunciarse sobre la belleza de una obra de arte estamos refiriéndonos a una cualidad que hace a la cosa que, es cierto, captamos de modo desigual pero siempre con la intención de descubrir y describir del modo más ajustado aquello que tenemos delante de nuestra vista. Lo contrario sería referirse simplemente al gusto personal: si nos atrae o no la obra es una cuestión distinta de la descripción de sus atributos. Si dijéramos que arte es todo aquello que la gente estima es arte no habría tal cosa como especializados críticos de arte ya que sus juicios no diferirían en sapiencia del emitido por cualquier persona poco estudiosa en materia artística. Del mismo modo, los entendidos en música puede distinguir fácilmente una melodía de un simple ruido.
Lo que sostengo es que
el arte, la ciencia o una manifestación de cultura no radica en cualquier cosa en cualquier sentido y que las valoraciones subjetivas en cuanto a los gustos y preferencias deben distinguirse de la objetividad de la cosa sujeta a juicio.
Cariños.
Ahora depende mucho de como sea el crítico, sus inclinaciones, creencias, deberían incluir su currículo con cada crítica.
ResponderEliminarA P. Vázquez “Orientador”: Gracias...objetivas. también.
ResponderEliminarA Lisebe: Besos subjetivos y parciales, que son más intensos que los otros...
A Borraeso: Tienes razón y, sin embargo, siempre estamos usando el comodín de ser “objetivos” e “imparciales”...¿Por qué tanto miedo a llamar a las cosas por su nombre?
Saludos
Mi visión de los críticos:
ResponderEliminarhttp://suicidasperezosos.blogspot.com/2006/04/el-sr-crtico-y-el-coro-popular.html
Estimada Marysol:
ResponderEliminarTe agradezco muchísimo los dos comentarios que has hecho, extensos, profundos e idealistas. Pienso copiarlos y guardarlos en mi carpeta de cosas preciadas, de verdad. Sin embargo, creo que lo que tú expones es una concepción ideal de la crítica muy difícil de llevar a cabo. Cuando dices: “ajustándose a las condiciones objetivas de la obra”, no te entiendo. Una obra de arte, la que sea, ¿tiene condiciones objetivas? Creo, de verdad, que hacemos un uso indebido y frívolo de la palabra objetividad...
Respecto a la preparación que ha de tener un buen crítico, estoy de acuerdo con todo lo que manifiestas. Yo, con más brevedad, hago referencia a la necesidad de que esté debidamente documentado, que reflexione, que evite apasionamientos emocionales, y que argumente sus opiniones... Pero todo eso puede contribuir a evitar arbitrariedades excesivas, pero en modo alguno podrá emitir un juicio imparcial. Porque, ¿qué es la objetividad? ¿Se puede definir? Me temo que no, por eso resulta tan difícil alcanzarla.
Un crítico ante una obra puede sentir: admiración, indiferencia o decepción. Sólo la indiferencia le puede ayudar a reducir la parcialidad. Pero qué juicio crítico cabe esperar de una persona, por preparada que esté, ante una obra que le importa un “rábano”...
Quizás lo ideal sería que los críticos aportaran a sus lectores su código personal y desde qué posición estética, social, política, etc. desarrollan su labor, pero me temo que esto también es un tanto utópico y lo más realista sea prescindir de ello.
Yo, insisto, doy poco crédito a los que presumen de ser objetivos porque soy consciente de la dificultad de serlo. Por eso creo más en los que hacen juicios críticos sin ocultar su posible parcialidad por tales o cuales razones...
Mil gracias, Marisol, por tus riquísimas aportaciones. Estoy seguro de que muchos piensan como tú...
Muchos besos llenos de cariño
A Rosa:
ResponderEliminarSi , como bien dices, esas personas, a las que haces referencia, advirtieran que se trata de una interpretación personal, se podría admitir. Pero si dogmatizan, de ninguna de las maneras. Naturalmente, quienes ejercen de críticos profesionales están obligados a tener conocimientos técnicos sobre los géneros artísticos que abordan, experiencia, etc. pero eso no impedirá que hagan una valoración parcial de la obra.
Besos, estimada Rosa
A Caronte: Estoy de acuerdo contigo, lo cual no quita que siga considerando necesaria la existencia de los críticos...
ResponderEliminarSaludos
A Lluz de Gas: Deberían, pero no lo hacen. Si supiésemos de qué pie cojean, comprenderíamos más sus puntos de vista. Gracias por tu visita "Señor de las Ondas" y un cordial saludo
ResponderEliminarAl ÇDr. Krapp: Me he pasado por su casa con gran regocijo.
ResponderEliminarLuis
ResponderEliminarcoincido totalmente contigo. Pienso que no es posible posicionarse ante una obra de arte dejando de lado nuestras afinidades, nuestras proyecciones. Mucho menos cuando el mismo objeto se ha construído desde la subjetividad del autor.
Creo que el arte debe ser apreciado desde la sensibilidad, el disfrute o no que nos provoca y nunca ser explicado si no desde esos aspectos. Pienso que la recreación es tan intensa que la obra se independiza del autor las tantas veces que es penetrada por otra "mirada", tanto que la misma persona puede tener diferentes sentimientos hacia la misma obra en diferente circunstancia.
Besitos
Es tan así que no debería llamarse crítica, sino simplemente, opinión.
ResponderEliminarSe supone que un crítico es un amante del género al cual critica y por supuesto que en este caso no se puede ser objetivo.
Saludos
Bajo mi perspectiva, cuando hablamos de una crítica de un libro, película, obra de arte, etc, estamos refiriéndonos a información de tipo cualitativo y la crítica que se haga podrá incluir tanto aspectos relacionados con datos objetivos como subjetivos. Podremos apreciar, por ejemplo, que un cuadro está en color azul y verde, constatable por cualquier otro observador, pero lo que el autor ha querido manifestar con la utilización de ese colorido queda a la interpretación del que lo observa, que lo hará de acuerdo con una visión personal de esa realidad. Por supuesto, valores, prejuicios, etc, pueden incidir en la emisión de esa valoración crítica, por eso es importante no quedarse con la visión de un sólo intérprete; cuantas más críticas más rica será la información que como observador obtendré de aquello que se me presente y mi propia visión supondrá una nueva crítica del objeto en contraste con las emitidas por los demás.
ResponderEliminarA veces me hace mucha gracia que me digan lo que tengo que ver, porque ni de coña lo veo.
Para terminar, Luis Antonio, emocionada estoy de ver que has colocado mi beso haikuquero, cual estrella, iluminando el firmamento de tu bitácora.
Te abandono durante una temporadita que voy a estar muy liada.
Totalmente de acuerdo contigo y con Oscar Wilde. Cada persona al juzgar o criticar, parte de unos previos, de unos presupuestos estéticos, filosóficos, incluso políticos, y, apartir de ahí establece sus consideraciones, sus puntos de vista. Por tanto la objetividad es una quimera, pues cada uno tenemos nuestra propia mirada. ¿O no? Un abrazo fuerte, Luís Antonio.
ResponderEliminarCuanta razón tienes.
ResponderEliminarEl arte como tal, no admite imparcialidades, luego está el ser capaz de razonar tú opinión con criterios válidos.
Dicho esto desde la más absoluta parcialidad.
Un abrazo.
Pd. Te abrí un pasillo desde el túmulo, si no lo quieres lo vuelvo a tapiar.
Bueno, en los críticos igual es un "must", pero es que yo pienso que absolutamente nadie es imparcial. Nadie. En el momento en que tenemos percepción de una cosa, de un hecho, de una situación, juzgamos y valoramos de acuerdo con nuestros principio y conocimientos y emitimos un juicio o una valoración subjetivos.
ResponderEliminarEso pienso yo, vaya.
Un beso, Luís
A Mara y Cuyá:
ResponderEliminarAbordas el tema de la recreación que, a veces, hasta puede llega a superar a la obra misma que la provoca. Los aspectos de la obra artística que pueden ser mesurados con objetividad son de relativa relevancia: métrica, tipo de estrofa, recursos técnicos, colores, dimensiones, contrastes, etc. Pero lo que sugiere, transmite, simboliza...la obra ¿puede objetivarse? Por supuesto que no.
Gracias por tu comentario, gentil rosariña
A Gamar:
ResponderEliminarEncantado en saludarte de nuevo, colega. Estoy de acuerdo contigo, pero la palabra “opinión” está bastante desprestigiada desde el momento en que cualquiera puede opinar sin compromiso alguno de argumentar con un mínimo de rigor.
A Angie:
ResponderEliminarTu comentario pone un digno colofón a toda esta suerte de opiniones y comentarios que vienen a coincidir mayoritariamente en la misma idea. Gracias.
Mientras te ausentas temporalmente, me recrearé con tu haikú a la espera de que pronto vuelvas a enriquecer con tus aportaciones nuestras modestas entradas...La palabra que me ha impactado de tu comentario es “te abandono”. Si no te importa, la sustituyo por un sinónimo como “hasta luego” para atemperar el choque...
Espero que pronto puedas iluminar este firmamento, ahora un poco nublado, con tu presencia siempre deseada.
Besos haykuqueros
A Cristal:
ResponderEliminarLo de que “cada uno tenemos nuestra propia mirada” me ha traído el recuerdo de una muy estimada profesora de la Facultad de Filología Hispánica, Rosa Navarro –descubridora del autor del Lazarillo de Tormes- que acostumbra a decirlo con mucha frecuencia a la hora de comentar un texto, un libro...
Gracias por tu aportación, Cristal, y un abrazo cálido
A Tumulario:
ResponderEliminarEncantado con tu presencia por estos lares. Supongo que te refieres a esa cueva cargada de sugerencias excitantes, ¿no? Creo que podría transitar por ese pasillo controlando mi crónica claustrofobia.
Otro abrazo
A Novicia:
ResponderEliminarAl menos el 95 % de los comentaristas de esta entrada hemos venido a coincidir en esta idea. Y creo que es una muestra bastante aproximada a la realidad. Sin embargo, y ahí está la paradoja, los profesionales de la crítica si no presumen de imparcialidad parece que carezcan de autoridad...
Besos, Novicia y gracias por tu aportaciòn
Un crítico que alardea de ser objetivo no es un buen crítico. Bien sabe que su opinión se basa en sus criterios para valorar una obra, en sus preferencias, en su preparación y en su visión de las cosas, que siempre es personal. La crítica es un punto de vista, una apreciación, abierta a la controversia, a la polémica y a la confrontación de ideas, un ejercicio saludable que hay que admitir con honestidad y con la disposición a rectificar en función de las argumentaciones esgrimidas por el contrario. Un cordial saludo
ResponderEliminarFernando:
ResponderEliminarCreo que formulas con claridad y en pocas líneas lo que realmente se debe entender por crítica en general. Gracias por tu comentario.
Un cordial abrazo
¡Hale! Yo vengo a discrepar (sanamente). Al igual que por saber escribir no significa que se sepa redactar, o al saber escribir y redactar no significa que se sea escritor, o que escritores haya muchos pero buenos muy pocos, generalizar a los críticos por su subjetividad tan abundante me parece denostar y menospreciar la profesión que sí que es objetiva si el crítico es bueno; se basa en unos parámetros independientemente de su gusto, debe tener una preparación para ello muy completa y utilizarla, y sí que existe el crítico objetivo, aunque no abunde.
ResponderEliminarTambién existen buenos escritores :P
Saludos a todos y a ti un besito, Luis.
A Fauve: Bienvenido sea tu comentario subjetivo u objetivo. Aquí no se denosta a nadie, salvo a los que alardean de sabelotodo...
ResponderEliminarAhí me has dado, ya que de saberlo todo no podré alardear nunca. Pero... espera, espera, ¿sabelotodo y metomentodo tienen algo que ver?
ResponderEliminar(No hay como reirse hasta de la propia sombra :P)