La reciente aparición
del libro PERLES CATALANES (Salvador Avià, Jordi Avià y Joan-Marc
Pasada.- Viena Ediciones) ha tenido bastante eco en la prensa y ha indignado a más de uno, entre los
que me cuento, y, sin embargo, no descarto que esta obra tenga éxito de ventas
en la próxima celebración de la Diada de Sant Jordi en Cataluña...Los que no aceptan ni
respetan a los que piensan diferente, en este libro/libelo hallarán nombres a
los que dirigir sus dardos...
La
primera página lo deja bien claro: “Todos
conocemos a nuestros héroes, Guifré el Pilós, Macià, Pep Guardiola... Lo que
quizá no conocemos tan bien son los malvados (o, si queréis, los contrahéroes)
que han contribuido a que nuestro país haya permanecido cautivo durante siglos,
sometido a un régimen colonial, de amos (ellos) y esclavos (nosotros)”.
El libro, en
cuestión, hace un recorrido por los 300 años últimos de la historia de Cataluña hasta
llegar a nuestros días seleccionando a 70 personajes tachándolos de "esclavistas, colonizadores,
colaboracionistas y genocidas". Si alguien piensa que el afán
justiciero es el alma de esta obra está totalmente equivocado. La perspectiva independentista de los tres
autores es el alma y la sinrazón que les mueve para calificar a los personajes
con tales epítetos.
La reseña del libro dice que "los catalanes sabemos bastante bien
cuáles son nuestros héroes. Lo que quizás no tenemos tan claro es quienes
tendrían que ser nuestros contrahéroes, personajes oscuros de quienes más bien
nos tendríamos que avergonzar y a los cuales, sorprendentemente, todavía
rendimos homenaje en los espacios públicos, a través de monumentos y placas de
calle. Y tenemos muchos: traidores, colonialistas, esclavistas, genocidas, explotadores,
colaboracionistas con el franquismo... Una sarta de perlas muy variadas, pero
con un denominador común: todos son personajes que han apoyado a los opresores
de nuestro pueblo".
Entre los personajes
históricos despreciables, según los autores, encontramos nombres de políticos y
militares como el del general Primo,
Valeriano Weyler o Francesc Cambó.
También salen periodistas o escritores como Josep Pla o Eugeni d´Ors. además
están Juan Antonio Samaranch, Carlos
Sentís, Joan Ramon
Masoliver...
Sin embargo, lo más
chocante quizás son los once catalanes contemporáneos acusados de indeseables:
Félix de Azúa, Albert Boadella, Josep Borrell, Josep Ramón Bosch, Francesc de
Carreras, Carmen Chacón, Josep Antoni Durán Lleida, Arcadi Espada, Rosa Regàs, Miquel
Roca y Aleix Vidal-Quadras...
Cito algunas de las "perlas" que se les dedican:
Así, en el perfil del colaboracionista Francesc Cambó, los autores aseguran
que Francesca Bonnemaison era para el político una suerte de proxeneta. Bonnemaison fue una pedagoga
fuertemente implicada en la educación y en los derechos de las mujeres.
Bonnemaison mantuvo una intensa amistad con Cambó. En el libro Perlas
catalanas se dice: “Algunas
fuentes insinúan que [Bonnemaison] era quien le procuraba ciertas amistades
femeninas, la mayoría de las cuales, por lo que parece, eran mucho más
jóvenes”. El libro no especifica las fuentes consultadas.
Jaume Vicens Vives, como “historiador mutante, filonazi y oportunista”, a quien se le asume
un entusiasmo por el franquismo: “Rápidamente
se integró con los opinadores del momento, entusiastas del régimen
franquista"
Albert Boadella: “decidió
ponerse una cadena al cuello y pasar a ser el perrito del mandarín de la
capital del reino, y empezó a patinar (teatralmente, queremos decir) y a
hacernos boadellar. Mal
asunto para un comediante, pese a que la vida le va bien: parece que ahora vive
en la metrópolis y come friskies del
platito poco a poco. De vez en cuando dice alguna bestialidad, pero no se le
echa de menos. Fue uno de los fundadores del partido neocolonialista Ciutadans Ciudadanos”
De la escritora Rosa Regás
aseguran que “siempre se ha decantado por
los caminos agradecidos del poder colonial, cosmopolita y poco patriota”.
De Carme Chacón apuntan que su
madre se equivocó al parirla en Cataluña.
Josep Borrell, “a
quien Catalunya le importa un rábano” (A este no le han perdonado que tuviese la osadía de escribir "Las cuentas y los cuentos de la independencia". Supongo...)
Francesc de Carreras, “uno de los promotores del partido
colonialista Ciutadans”
Sostiene Jordi Avià, uno de los tres
autores del libro, que no se trata de una lista negra de malos catalanes
(malos considerados desde una óptica muy determinada, que incluye a Josep
Borrell pero no a Fèlix Millet, la xenofobia anticharnega de Carles Sentís pero
no la de Joan Sales, las opiniones filofascistas del Vicens Vives de 1939 pero
no el "soy amigo de ETA" de
Xirinachs, quien en cambio se propone como modelo de catalán a homenajear).“Podría parecer una lista inquisitorial,
pero a diferencia de la inquisición también recogemos los aspectos positivos de
un Cambó o un D’Ors; lo que hacemos es hablar no solo de la parte buena sino de
la parte negativa de la que no se habla”
Parece evidente que el criterio selectivo está algo más que sesgado. “Tenemos una inclinación: consideramos el
conflicto con España desde un punto de vista colonial y consideramos comocolaboracionistas a
quienes colaboran con el régimen español para joder a su país por afinidad
ideológica o beneficio económicos”, sostiene Avià.
Estoy, repito, tanto en contra de la catalanofobia como de la españolofobia. Ambas
existen, aunque afortunadamente no son mayoritarias. Este libro/libelo y el
reciente Manifiesto del monolingüismo
contribuyen a alimentar la división de la sociedad catalana en dos mitades que
pueden llegar a ser irreconciliables si no se impone la cordura, el sentido
común y el diálogo.
Por los personajes recogidos en este libro no siento especial afecto. De algunos me agradan algunas cosas y me disgustan otras. Hay para todos los gustos... No
tengo la menor duda de que los históricos tienen partidarios y detractores.
Hasta admito que algunos se hagan acreedores de los epígrafes que se les
dedican (Maristany, Weyler y otros) Ahí están sus hechos que los
retratan...
Lo que no admito, y me indigna en grado
sumo, es que se tache a los once catalanes
contemporáneos de "malos catalanes,
esclavistas, colonizadores,
colaboracionistas y genocidas" por el mero hecho de no ser independentistas o
pensar diferente. “Hay una lógica de continuidad postcolonial, desde el momento en que todos
niegan el derecho a decidir y tienen un pensamiento supremacista están siendo
un poco la continuación de esos personajes”, argumenta
Jordi Avià. Aunque, matiza, entre estas personas que en el prólogo son
calificadas como "moralmente
responsables" de actos
"aberrantes", “el nivel de culpabilidad es diferente”.
Estoy
convencido de que las personas que piensan, tienen criterio, un mínimo de
cultura y de sentido común y no aceptan adoctrinamientos, independentistas o no, no se dejarán engañar por
esta miserable aportación que no tiene más propósito que vender y sembrar la
discordia.