Durante los días pasados en el pueblo, me ha llevado cierto tiempo hacer limpieza de papeles: apuntes de la etapa universitaria y de la docente sobre temas obsoletos ya y ajenos a los planes de estudio vigentes, exámenes de BUP y COU, comentarios de textos, etc. A mi pesar, pues me gusta guardar estas cosas, muchos de ellos ya duermen el sueño de los justos y espero que de su reciclaje se pueda obtener algún provecho.
Entre los salvados de la “quema”, se hallan algunas fichas de Hª del Arte de mis años de universitario. En concreto hay una, en cuyo margen escribí en su día: “Seguro que sale en el examen”, que lleva por titulo: “Una alegoría de las vanidades de la vida humana" por Harmen Steenwyck. Reproduzco parte de los apuntes tomados:
En el arte holandés todos los objetos exóticos son símbolos de carácter moral: velas apagadas, calaveras, jarras vacías...No están representados para deleite visual ni muchísimo menos. El calvinismo rezuma por todos sus “poros”. Bajo la apariencia de una naturaleza muerta, es una obra religiosa.
“Vanidades” trata de advertir al espectador del cuidado que ha de tener con todo lo referente a riquezas y placeres de esta vida, ya que podrían convertirse en obstáculos para alcanzar la salvación...
Los objetos de esta pintura han sido cuidadosamente elegidos para comunicar un mensaje de carácter evangélico:
El rayo de luz dirigido a la calavera recuerda la mortalidad. La luz es símbolo cristiano de la eternidad.
El reloj de bolsillo y la lámpara de aceite hacen referencia a la temporalidad de la vida terrenal.
La caracola simboliza la riqueza material.
Los libros, símbolo de la búsqueda del conocimiento y el aprendizaje, también constituyen otra forma de vanidad.
Los instrumentos musicales sugieren los placeres de los sentidos.
La espada de samurai japonés es un símbolo del poder mundano y expresa que ni siquiera la fuerza de las armas puede vencer a la muerte.
La seda es el más fino de todos los materiales, mientras que el color púrpura era el tinte más caro. Todo vanidad de vanidades...
El tarro de gres o urna, en el borde derecho de la imagen, probablemente contenía agua o aceite, ambos son elementos simbólicos que sustentan la vida. En esta vasija se puede observar un rostro de un emperador romano: un aviso de que la muerte se lleva consigo los poderes terrenales y la gloria...
La disposición de los objetos no es casual: Si trazamos una diagonal desde el ángulo superior derecho hasta el inferior izquierdo observaremos que los objetos que representan las «vanidades de la vida humana" llenan la mitad inferior de la obra. La ausencia de formas en la mitad superior representa nuestra existencia espiritual. Este es un espacio vacío en el que podemos proyectar nuestras creencias e ideas de lo que esto significa...
El haz de luz, que desciende en forma de diagonal, establece el tono dramático de la obra y sugiere simbólicamente el vínculo entre la vida terrenal y la espiritual...
El realismo de la pintura y la amplia gama de texturas que poseen los objetos individuales permiten captar sensaciones tales como los colores del iris que refleja la concha, la translucidez del hueso, la suavidad del cuero y de la seda, la frialdad del gres, la aspereza de la cuerda y una variedad de superficies de madera que van desde un barniz brillante a un mate opaco.
Resumiendo: la pintura nos invita a no acumular poder, riqueza ni cultura porque nuestra vanidad puede llegar a tales extremos que nos veamos privados del logro del auténtico tesoro: el cielo.
Moraleja: No hay mal que por bien no venga. La contemplación de este cuadro y el análisis de su simbología puede ayudarnos a aliviar nuestras vanidades y a valorar y mirar la crisis económica y financiera actual con otros ojos...
Me parece que no "cuela..."
P.D. No recuerdo si esta diapositiva salió o no en el examen, pero la ficha es todo un” primor...”