Días atrás manifestaba mis dudas, "quasi" agónicas, sobre a qué partido votar. Al final de este
proceso, que provoca cierto malestar, me decidí por votar a los malos ya que
los otros me parecían malísimos o peores. Ejercí mi derecho a participar, que no es
poco. Me gustaría tener en mejor concepto a los partidos y a sus dirigentes,
pero me faltan argumentos...Quizás la media de nuestra sociedad sea tan mediocre como la de
nuestros políticos...
El resultado de tales elecciones ha dejado un panorama
bastante desolador. No pocos se asombran de que se siga confiando en un
partido salpicado por la corrupción manifiesta. Se reproducen las dudas sobre
si los líderes que nos representan serán o no capaces de alcanzar una
coalición que tenga como objetivo abordar los problemas mayoritarios de la
sociedad. Vistos los antecedentes, las dudas se alimentan solas.
El contubernio entre el ministro del Interior,
Sr. Fernández Díaz, y el director de Antifraude, Sr. De Alfonso, es deleznable, pero... ¿no lo es
también el espionaje que ambos sufrieron para publicarlo dos años después en
plena campaña electoral? A veces tengo la sensación de que solo observamos una
cara de la moneda. En este caso, ambas son a cual, peor.. .A lo mejor resulta que quien espía a otros espías merece una distinción.
Afortunadamente, me decía una excompañera, el
Brexit británico y la derrota de Inglaterra en su confrontación con Islandia en
la Eurocopa han provocado el hazmerreír más generalizado y ha dejado en segundo
plano, a la sombra, las miserias de esta denostada y mediocre Celtiberia.
Triste consuelo, me digo yo...Y añade en tono de broma que UNIDOS PODEMOS ha
perdido muchos votos y están a la greña, pero han recibido muchos pedidos como
si de una sucursal de IKEA se tratara...Y concluye vaticinando que si Garbiñe Muguruza gana en Wimbledon, la autoestima nacional subirá hasta las nubes.
En esto me llega un WhatsApp titulado: Reflexión
de Forges sobre el triunfo de los mediocres...
Como veo que su visión de este país está a la par
de la mía o incluso por debajo, pero redactada
y argumentada mucho mejor, además de reenviarla a unos cuantos contactos, la publico
aquí con un objetivo muy claro: que mis amigos comentaristas me digan que esa
mediocridad que se atribuye a esta España de nuestros dolores no tiene mucho
fundamento y que todo, si acaso, es pura leyenda negra...
"Quienes me conocen saben de
mis credos e idearios. Por encima de éstos, creo que ha llegado la hora de ser
sincero. Es, de todo punto, necesario hacer un profundo y sincero ejercicio de
autocrítica, tomando, sin que sirva de precedente, la seriedad por bandera.
Asumir que nuestros
problemas no se terminarán cambiando a un partido por otro, con otra batería de
medidas urgentes, con una huelga general, o echándonos a la calle para
protestar los unos contra los otros.
Quizá ha llegado la hora de
aceptar que nuestra crisis es más que económica, va más allá de estos o
aquellos políticos, de la codicia de los banqueros o la prima de riesgo.
Reconocer que el principal
problema de España no es Grecia, el euro o la señora Merkel.
Admitir, para tratar de
corregirlo, que nos hemos convertido en un país mediocre.
Ningún país alcanza
semejante condición de la noche a la mañana. Tampoco en tres o cuatro años. Es
el resultado de una cadena que comienza en la escuela y termina en la clase
dirigente.
Hemos creado una cultura en
la que los mediocres son los alumnos más populares en el colegio, los primeros
en ser ascendidos en la oficina, los que más se hacen escuchar en los medios de
comunicación y a los únicos que votamos en las elecciones, sin importar lo que
hagan, alguien cuya carrera política o profesional desconocemos por
completo, si es que la hay. Tan solo porque son de los nuestros.
Estamos tan acostumbrados a
nuestra mediocridad que hemos terminado por aceptarla como el estado natural de
las cosas. Sus excepciones, casi siempre, reducidas al deporte, nos sirven para
negar la evidencia.
- Mediocre es un país donde
sus habitantes pasan una media de 134 minutos al día frente a un televisor que
muestra principalmente basura.
- Mediocre es un país que en
toda la democracia no ha dado un solo presidente que hablara inglés o tuviera unos mínimos conocimientos
sobre política internacional.
- Mediocre es el único país
del mundo que, en su sectarismo rancio, ha conseguido dividir, incluso, a las
asociaciones de víctimas del terrorismo.
- Mediocre es un país que ha
reformado su sistema educativo tres veces en tres décadas hasta situar a sus
estudiantes a la cola del mundo desarrollado.
- Mediocre es un país que
tiene dos universidades entre las 10 más antiguas de Europa, pero, sin embargo,
no tiene una sola universidad entre las 150 mejores del mundo y fuerza a sus
mejores investigadores a exiliarse para sobrevivir.
- Mediocre es un país con
una cuarta parte de su población en paro, que sin embargo, encuentra más
motivos para indignarse cuando los guiñoles de un país vecino bromean sobre sus
deportistas.
- Mediocre es un país donde
la brillantez del otro provoca recelo, la creatividad es marginada –cuando no
robada impunemente- y la independencia sancionada.
- Mediocre es un país en
cuyas instituciones públicas se encuentran dirigentes políticos que, en un 48 %
de los casos, jamás ejercieron sus respectivas profesiones, pero que
encontraron en la Política el más relevante modo de vida.
- Es Mediocre un país que ha
hecho de la mediocridad la gran aspiración nacional, perseguida sin complejos
por esos miles de jóvenes que buscan ocupar la próxima plaza en el concurso
Gran Hermano, por políticos que insultan sin aportar una idea, por jefes que se
rodean de mediocres para disimular su propia mediocridad y por estudiantes que
ridiculizan al compañero que se esfuerza.
- Mediocre es un país que ha
permitido, fomentado y celebrado el triunfo de los mediocres, arrinconando la
excelencia hasta dejarle dos opciones: marcharse o dejarse engullir por la
imparable marea gris de la mediocridad.
- Es Mediocre un país, a qué
negarlo, que, para lucir sin complejos su enseña nacional, necesita la
motivación de algún éxito deportivo".