Siento una especial admiración por las personas que escriben bien. Nadie como un buen escritor para dar
consejos a los escritores que empiezan. Estos cuarenta consejos de
Umberto Eco, todos imprescindibles y certeros, pueden servir de ayuda. Es aconsejable analizar cada uno y pensar cómo
pueden contribuir para evitar los errores que empobrecen nuestro estilo narrativo.
1. Evita las
aliteraciones; solo gustan a los “estúpidos”.
2. No abuses del
subjuntivo: utilízalo solo cuando sea necesario.
3. Evita las frases
hechas: son como la “sopa recalentada”.
4. Escribe tal y como te
expresas.
5. No uses siglas
comerciales ni abreviaciones.
6. Acuérdate (siempre) de
que el paréntesis (aun cuando parece indispensable) interrumpe el hilo del
discurso.
7. No te propases con los
puntos suspensivos.
8. Limita el uso de las
comillas. Las citas no son “elegantes”.
9. No generalices.
10. Los barbarismos no son
de buen gusto.
11. Restringe las citas.
Emerson dijo con razón “Odio las citas. Cuéntame solo lo que sabes”.
12. Las comparaciones son
equivalentes a las frases hechas.
13. No seas redundante y
no repitas dos veces la misma cosa. Redundancia es explicar algo que el lector
ya ha entendido.
14. Solo los necios
emplean palabrotas.
15. Intenta siempre
concretar.
16. La hipérbole es una
excelente técnica expresiva.
17. No construyas frases
de una sola palabra.
18. Cuidado con las
metáforas demasiado atrevidas: son “plumas sobre las escamas de una serpiente”.
19. Pon las comas en el
lugar adecuado.
20. Aprende a distinguir
entre la función del “punto y coma” y la de los “dos puntos”: no es tarea
fácil.
21. Si no encuentras el
vocablo idóneo, no recurras a la expresión coloquial: “el parche es peor que el
agujero”.
22. No uses metáforas
incoherentes, aunque suenen bien. Son “como cisnes degollados”.
23. ¿Son de verdad
necesarias las preguntas retóricas?
24. Sé conciso y trata de
condensar tus pensamientos empleando el mínimo número de palabras y evitando
las frases largas; así evitaras que tu discurso esté contaminado (una de las
tragedias de nuestro tiempo dominado por el poder de los medios de
comunicación).
25. Los acentos no son ni
incorrectos ni inútiles, quien los omite se equivoca.
26. No se apostrofa un
artículo indeterminado antes de un sustantivo masculino (el apóstrofo [‘] es
una coma que se coloca en la parte superior derecha de una palabra. En
castellano apenas se utiliza, solo por influencia del inglés con el genitivo
sajón).
27. ¡No enfatices
demasiado! ¡Mide los signos de admiración!
28. Ni siquiera los
amantes de los barbarismos pluralizan las palabras extranjeras.
29. Escribe correctamente
los nombres extranjeros como Baudelaire, Roosevelt, Nietzsche y parecidos.
30. Cita sin perífrasis los
autores y los personajes a los que te refieres, tal y como lo hizo el más
grande escritor lombardo del siglo XIX, el autor de El 5 de mayo.
31. Al principio del
discurso utiliza la “captatio benevolentiae”, para congraciarte con el
lector (pero a lo mejor ustedes son tan estúpidos que no entienden lo que estoy
diciendo).
32. Cuida con detalle la
ortografía.
33. No hace falta decir
que las pretericiones (decir lo que no vas a contar) son desesperantes.
34. No pongas punto y
aparte muy a menudo; solo cuando sean necesarios
35. No uses el plural
“majestatis”. Causa una impresión pésima.
36. No confundas causa con
efecto: podrías equivocarte y cometer un error.
37. No construyas frases
en las cuales la conclusión precede a las premisas: si lo haces, las premisas
se podrían deducir de las conclusiones
38. No utilices arcaísmos
como “hapax legomena” u otros lexemas inusuales, así como estructuras profundas
de rizomas, que superen las habilidades cognitivas del destinatario.
39. No seas prolijo, pero
tampoco te quedes corto.
40. Cada frase ha de tener
un significado, con independencia del contexto.