1).- Una amiga de Facebook publicó el pasado domingo la imagen anterior y tengo que confesar que me indigné. Creo que aquello de que "las comparaciones son odiosas" tiene su razón de ser una vez más. Estoy cansado de debatir este tema con creyentes emocionales que no cuestionan su fe, que evitan razonar y escuchar a los que tienen otros argumentos y que todo lo ven de color rosa, pero en esta ocasión no pude controlarme y dejé este comentario en su biografía:
Luis Antonio: Comparar la situación de Cataluña con la de Palestina o el Sahara es un insulto a la inteligencia. El año pasado visité Cisjordania y sé de lo que escribo. También sé algo de la situación actual del Sahara y del campo de refugiados en Tinduf (Argelia). Si la situación de Cataluña tuviese algo que ver con la de esos territorios, yo sería un independentista converso...
2).- El mismo día, paseando por una de las amplias aceras de la recién modelada Av. Diagonal, me entregaron un folleto propagándistico firmado por la Assemblea Nacional de Catalunya con una portada enternecedora y plena de amores compatibles...(Lo de "España nos roba" parece haber pasado al olvido. No sé qué opinarán los más radicales...). Se observa un cambio de estrategia. ¿Por qué será...?
El folleto va dirigido, evidentemente, a esa Cataluña reacia al independentismo y que tiene una dimensión igual o mayor que la otra...Eso dicen las encuestas. En el interior del folleto se pinta una Cataluña independiente idílica: no hay problema que no pueda solucionarse en el marco de una República Catalana.
"Podemos construir un país nuevo, más justo, democrático y próspero, en un proceso que incluye a todo el mundo, venga de donde venga, piense lo que piense y hable la lengua que hable"...
En la última página, una conmovedora y entrañable carta firmada por un cordobés que lleva muchos años en Cataluña, dirigida a su primo explicándole las bondades que acarreará la independencia tanto para Cataluña como para España...