El profesor de
secundaria, filósofo, escritor y pedagogo, José Antonio Marina está a punto de
entregar al ministro de educación, Iñigo Méndez de Vigo, el Libro
blanco sobre la profesión docente que le encargó con ideas para mejorar
la educación en España.
En él propondrá
que los maestros hagan un máster de prácticas, tipo MIR.
Considera que
hay que evaluar, reconocer y premiar a los buenos profesores.
Califica de
"desastre" el volumen de interinos en las escuelas y dice que éstas
hacen poco para favorecer la implicación de las familias.
Marina opina que
los currículums de las asignaturas son "un disparate" ya que no dejan
tiempo para que los alumnos aprendan a pensar.
Entre sus
propuestas más novedosas, y que están provocando encendidos debates, se cuenta la exigencia de seleccionar mejor a
los profesores, la evaluación continua de sus méritos y la de adjudicar la dirección
de los centros a personas formadas y capacitadas para llevar a cabo ese desempeño.
Por lo que manifiesta, España es uno de los pocos países en que no se evalúa al
profesorado.
El protocolo de
evaluación debe reunir siete parámetros diferentes:
(1).-Su portfolio profesional, que
es la documentación sobre toda su trayectoria académica y profesional, su
itinerario profesional, los cursos a que ha asistido, las actividades que ha
hecho, etc.
(2).- El aprovechamiento pedagógico del alumno. No la nota, sino el modo
como el niño o la niña ha progresado.
(3).- La opinión del alumno.
(4).- La observación del profesor en el aula. Cómo da clase, cómo
se relaciona con el alumno, el clima del aula, etc..
(5).- La relación que mantiene con los padres de los alumnos. Si decimos
que la familia tiene una gran influencia educativa, buscar la colaboración con
las familias es esencial
(6).- El modo de colaborar con el resto de profesores del Centro. El
claustro en muy importante.
(7).- La calidad del centro. ¿Por qué es importante este factor? Porque es
una manera de preocuparse del modo en que el resto de docentes está
realizando su trabajo.
A esto hay que añadir un coeficiente corrector, sobre todo en el apartado
7, atendiendo a las características del entorno, y a la situación de inicio del
centro.
Algunos profesores cuestionan que los alumnos y los padres, como partes
implicadas, sean objetivos a la hora de evaluarlos y otros se preguntan que por
qué solo se pretende evaluar a los profesores. Hay muchas otras profesiones de
carácter público - médicos, enfermeras,
funcionarios, fuerzas de seguridad, etc. - que también podrían ser evaluadas.
En la labor educativa también participan los padres. ¿Por qué no evaluarlos en la faceta que tiene que ver con la educación de sus hijos, en el
grado de complicidad y colaboración que
mantienen con la escuela, en los valores que imparten, etc.?
Como es bien sabido, la educación en Finlandia obtiene los mejores
resultados de Europa en la pruebas PISA que se pasan periódicamente a los alumnos. Entre los
pilares de sus sistema educativo hay dos que me parecen esenciales y que están
en la base de su éxito:
a).-Los
docentes son profesionales valorados. La educación es una profesión con
prestigio y los profesores tienen gran autoridad en la escuela y en la
sociedad. El equivalente a Magisterio en Finlandia es una titulación
complicada, exigente y larga, que además incluye entrevistas personales, por lo
que los maestros son profesionales muy bien preparados y vocacionales.
b).-Los padres se implican. La sociedad y las
familias consideran que la educación es fundamental y la complementan con
actividades culturales. A esto contribuyen las ayudas que reciben los padres
para la conciliación de la vida laboral y familiar, para que dispongan de más
tiempo con sus hijos.