Curiosidad es el querer saber algo mediante la investigación, la observación y el aprendizaje. Las personas curiosas suelen tener una mentalidad abierta y están dispuestas a asumir riesgos para cosechar los frutos de nuevas experiencias. También caracteriza a las personas curiosas cuestionar el porqué de las cosas, su funcionamiento y dejar de lado los argumentos banales como “siempre se ha hecho así”. A la curiosidad se le denomina de diversas maneras:
Indagación
Observación
Fisgoneo.
Espionaje.
Indiscreción .
Cotilleo.
Chismorreo.
Entrometimiento.
Atrevimiento.
A Ramón y Cajal se le atribuye la frase:
"Se es verdaderamente anciano cuando se pierde la curiosidad".
Se es verdaderamente anciano psicológica y físicamente cuando se pierde la curiosidad intelectual , y cuando, con la torpeza de las piernas, coinciden la torpeza y parsimonia del pensamiento.
Me
pregunto, os pregunto: ¿Qué tal andamos de curiosidad?
La carencia de curiosidad y de ganas de aprender es un mal síntoma, cuando desaparecen, todo ya es cuesta abajo.
ResponderEliminarPensar sin limitaciones, el cuestionamiento y la duda sistemática son las bases del librepensamiento.
Saludos.
Muy de acuerdo con lo que expones, Francesc.
EliminarSaludos cordiales
Pienso que el niño es por lo general y por naturaleza curioso. Si mantiene curiosidad a medida que crece y sobre todo utiliza un método para que le proporcione resultados su íntimo bienestar personal será un hecho. La cuestión es si a medida que los individuos avanzan en edad siguen alimentando la curiosidad/conocimiento o se dejan llevar por el dirigismo mediático/desconocimiento. Llegar a edad avanzada con ganas de saber un poquito más, no importa si el método es libre y caótico, pienso que es una satisfacción que mantiene las ganas de vivir. Pero ojo, que hay que saber distinguir también, para que no nos lleven a mal huerto, a un huerto cizañoso.
ResponderEliminarCreo que la inmensa mayoría de los seres humanos queremos saber más y la curiosidad tiene mucho que ver con ello.
EliminarSaludos cordiales
Cada día más curiosa, eso si, no me va el cotilleo.Observo y plasmo en solitario y después comparto y reparto..
ResponderEliminarUn abrazo L.A.
- Soy Bertha
Eso es bueno. Mantener el ansia de saber nos mantiene vivos cerebralmente.
EliminarUn abrazo, Bertha
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarYo de curiosidad con ansias de aprender y comprender ando bastante bien...
ResponderEliminarDe la columna de denominaciones que se le da a la curiosidad, me interesan las dos primeras y la última, las otras no me interesan nada...
Pienso que la curiosidad es necesaria para ampliar el campo de los conceptos y avanzar hacia una comprensión holística del medio en el que vivimos y de las reglas naturales y "artificiales" (acordadas o impuestas) que lo rigen... A ver, pienso que la racionalización de la existencia necesita el impulso de la curiosidad y, a ser posible, en todas las direcciones... Hasta la más insignificante pista puede ayudarnos a descubrir el mejor de los caminos...
No obstante, pienso que la curiosidad hay que saberla gestionar y que persiste o cesa en función de parámetros de recompensa o "castigo" (daño, desengaño, aversión, etc.)...
En fin, pienso que la curiosidad es el motor del aprendizaje, pero ya sabemos lo que dicen que le pasó al gato... Por decirlo de otra manera: una cosa es ser curioso (para saber) y otra ser un cuzo (para cotillear)... La primera curiosidad la aplaudo y animo, la segunda la detesto y combato...
Abrazo
Muy sensato lo que manifiestas, Impersonem. Es difícil no estar de acuerdo con ello.
EliminarUn abrazo
Yo la mantengo, por ahora.
ResponderEliminar¡ Qué dure !
EliminarYo, sobradísima!! jaja de hecho a veces tanta, que en ocasiones me mata : ) pero mi naturaleza es así, no lo puedo evitar, sobre todo cuando no comprendo algo o me chirría.. ahí buceo hasta todo lo profundo que puedo hasta conseguir comprender y por supuesto aprender.. por eso me gusta tanto la blogosfera es una escuela impagable en todos los aspectos, no sólo intelectualmente, sieeempre se puede aprender, de hecho lo que me asombra es observar las pocas ganas que tienen algunos, de verdad no sé cómo se puede ir por la vida sin esa necesidad.. No sé si perderé algún día mi curiosidad, lo dudo y desde luego espero que no...
ResponderEliminarAquí en la blogosfera estáis sin ninguna duda todos los jóvenes que jamás envejeceréis, tengáis los años que tengáis!
Un beso grande chiquitín ¡!! : )
Ah! por precisar, soy curiosa, mucho, pero nada cotilla : )
EliminarPreciso lo que escribes, María. Lo hago mío y te mando también un besazo pequeñito (valga el plagio)
EliminarPues yo sigo siendo muy, muy curiosa. Gracias por tan interesante exposición.
ResponderEliminar¡ Qué dure ! Gracias por tu presencia en este espacio.
EliminarUn abrazo