domingo, abril 27, 2014

Texto de la Revista TURIA para debatir




Estoy intentado aprender a editar vídeos YouTube para insertarlos en la bitácora. La verdad es que estas actividades me hacen tomar conciencia, una vez más, de mis limitaciones, pero he conseguido la modestísima grabación anterior de un texto muy interesante de la Revista TURIA. A esta publicación cultural le he dedicado una entrada en TERUELANDIA con motivo del XXX Aniversario de su fundación. Os invito a que le echéis un vistazo y a que comentéis este breve texto oral...

jueves, abril 17, 2014

EN CASA DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ...


No me ha sorprendido el fallecimiento de García Márquez. Se esperaba... El legado de su ingente obra queda entre nosotros. Eso lo hace inmortal.

En su memoria, y como modesto homenaje,  reedito una entrada que publiqué en el año 200
7.


En otoño de 1973 tuve la oportunidad de conocer a Gabriel García Márquez en su propia casa del barrio de Sarrià de Barcelona. El mérito fue de uno grupito de alumnos míos de COU a los que había encomendado un trabajo sobre un libro de un autor contemporáneo al que tenían que entrevistar posteriormente a propósito de dicha lectura. A través de la mediación de Carmen Balcells, editora de García Márquez, dichos alumnos habían conseguido que éste les citase en su propia casa por la noche. Yo no me lo creía. Por aquel entonces Cien años de soledad era la novela que acaparaba todas mis preferencias literarias. Me sumé al grupo con la excusa de preparar el encuentro y nos reunimos en un bar del Paseo de la Bonanova donde redactamos un cuestionario y seleccionamos unos textos para comentar. Llegada la hora, un tanto intempestiva, nos dirigimos a su casa, ubicada en la calle Caponata del barrio de Sarriá, con nervios y emoción, sobre todo por mi parte...

Nos abrió la puerta Mercedes, la esposa del escritor, que se dirigió a su marido con el nombre de Gabo. Era la primera vez que escuchaba esta expresión que acabará popularizándose entre la muchedumbre de sus lectores actuales y futuros. García Márquez nos recibió con una amplia sonrisa, el bigote más recortado que ahora y una camisa floreada. Nos invitó a tomar un “cuba libre” con ron, como debe ser, y no con ginebra como acostumbramos a tomarlo en España. Tras unos saludos de rigor, no hizo falta hacer uso de las cuestiones preparadas. García Márquez estaba locuaz y apenas dejaba participar. Se sorprendió de que en un colegio religioso se leyesen sus obras, pero prefería que la tertulia no siguiese un guión preestabalecido. Nos explicó que en Colombia conoció a un librero catalán, Don Ramón Vinyes, que le habló con nostalgia de Barcelona y al que rendirá tributo incorporándolo en Cien años de soledad (“sabio catalán”). Nos habló largo y tendido de su estancia en París donde había pasado hambre y penalidades, pero allí también encontró a personas, como la dueña del hotel donde estuvo hospedado, que le protegió y ayudó mucho. Nos dijo que estaba encantado con Barcelona, según él, la única ciudad europea de España. También explícó que esta ciudad se había convertido en la preferida para escritores, arquitectos, fotógrafos, diseñadores y, sobre todo, de editores. No abordó, para nada, el tema político y dijo que le gustaba mucho pasear por las Ramblas, pero que cada vez tenía más problemas para pasar desapercibido.

Curiosamente, en la conversación de aquella noche, México, París y Barcelona fueron los lugares más recurrenes en su larga y  amena plática. También insistió en que le había costado más de cuarenta años poder vivir de la literatura. Ahora, por fin, incluso estaba pensando en comprarse un a partamento en la misma Barcelona. Un alumno, Pepe M., le interrumpió diciéndole:
 “Para los escritores como Vd. es muy sencillo escribir porque les viene la Musa y ya está”. Gabriel García Márquez pareció contrariado ante esta expresión ingenua. Golpeó un enorme cesto de mimbre que se hallaba en un rincón de la estancia desparramando por el suelo una considerable cantidad de papeles arrugados. Los presentes nos quedamos sorprendidos. A continuación abrió un cajón de un escritorio y sacó una hoja, tamaño holandesa –inferior a la actual DINA 4- escrita a máquina a doble espacio con algunas tachaduras y exclamó: “Lo que tú, muchacho, llamas inspiración, son ocho horas de trabajo con el resultado de todos estos papeles arrojados a la basura y esta mera hojita escrita y quizás aprovechable”. También se tocó los codos con énfasis expresivo como si quisiera identificarlos con las “musas”... Ya más tranquilo, nos dijo que estaba acabando una novela que se titularía El otoño del patriarca, que le estaba suponiendo mucho esfuerzo desde el año 1968 en que la comenzó, pero ya estaba llegando a su fin. Nos adelantó que trataba de la muerte de un dictador sin matizar nada más. Al mismo tiempo también escribía unos cuentos sin especificar titulo ni nada.

El cierre próximo de los Ferrocarriles Catalanes que tenían que tomar algunos alumnos para regresar a sus casas precipitó el final de este feliz y noctámbulo encuentro. Algunos alumnos me comentaron al día siguiente, y ya en clase, que el concepto de inspiración del escritor les había decepcionado, pero que ahora lo tenían muy claro. Yo me eché a reír porque siempre les he explicado la misma idea y de la misma manera, pero García Márquez es García Márquez y, sin duda, tiene mucha más credibilidad....

P.D.: La foto es de Gabriel García Márquez ante un quiosco de las Ramblas de Barcelona.

domingo, abril 13, 2014

Basta con 17 sílabas... (Con sinalefa)


En un simple y mero haikú se pueden expresar tantas cosas... Basta con saber elegir las palabras, someterlas al suave y flexible corsé de la métrica, tener clara la razón o sinrazón de expresarlas y saber, eso sí, a quién van destinadas...

A veces, con una mirada ya es más que suficiente... 

miércoles, abril 09, 2014

HUMOR EN LAS AULAS


Dedicado a Angie, con cariño

La presencia de los móviles en las aulas no siempre es motivo de conflicto. Este profesor tiene una política estricta para cuando suena un móvil en sus clases: los receptores deben contestar públcamente con el altavoz encendido...

P.D.: Si utilizas una tableta y no aparece la imagen del vídeo, clica AQUÍ


martes, abril 01, 2014

¿IGLESIA BELICOSA?


Hace 75 años que finalizó la Guerra Civil Española. Durante el largo período de la Dictadura solo existía una versión de esta contienda: la de los vencedores. Es cierto que la verdad absoluta sigue y seguirá siendo inalcanzable, pero no así las verdades parciales y relativas que aportan cierta grado de luz que permite atisbar, al menos, el porqué y las consecuencias de semejante contienda.

El porqué, aunque no pocos se nieguen a aceptarlo, es muy complejo, pero se puede formular de una manera que quizás peque de simpleza. La guerra comenzó porque un golpe militar contra la República fracasó y la sociedad quedó fragmentada en dos bloques antagónicos que no encontraron más camino que el de la contienda para dirimir sus enormes diferencias. La Iglesia en ningún momento desempeñó el papel de conciliadora que cabría esperar de una Institución que presume de principios y valores. Más bien todo lo contrario, se comprometió con una de las partes, bendijo ese alzamiento y lo elevó a la categoría de Cruzada.

Julián Casanova, autor del libro "España partida en dos", aborda el papel que desempeñó la Iglesia antes y durante la contienda civil. Ya iniciada la guerra, la sociedad estaba polarizada entre los enemigos y partidarios de la religión y del clero. Cito un texto muy expresivo de la obra mencionada:

"El caso es que en una zona los curas querían confesar a toda costa a los rojos y obligarles a gritar "¡Viva Cristo Rey!" antes de morir y en la otra quienes mataban a los curas les obligaban a blasfemar, a sumergirse en el último soplo de vida en la apostasía. Así de religiosa, por exceso o por defecto, resultó aquella contienda! (págs. 75-76) 

Las consecuencias, tras casi tres años de enfrentamientos, fueron trágicas. Los números lo dicen todo: casi 600.000 víctimas mortales; 270.000 reclusos del bando republicano; alrededor de 50.000 ejecutados entre 1939 y 1946 más los incontables muertos por enfermedad y desnutrición y cientos de miles más del bando perdedor que se vieron obligados a emprender el penoso camino del exilio hacia ámbitos más hostiles que hospitalarios. Los daños morales, inconmensurables. También se cifran en 108.000 el número de cadáveres de republicanos españoles que siguen enterrados en fosas y cunetas y cuyos familiares siguen sin comprensión ni ayuda del Estado para rehabilitar su memoria. 

Ayer, sin que viniese a cuento, el Arzobispo de Madrid, Rouco Varela, pronunció una homilía de carácter político en el funeral de Estado de Adolfo Suárez celebrado en la catedral de la Almudena. Instrumentalizar a los difuntos es, además de faltarles al respeto, indecente. Traer a colación el recuerdo de esa Guerra Civil que causo tanto dolor fue un acto de esa índole. Decir que si "los hechos y las actitudes" que desataron la Guerra Civil "la pueden causar" de nuevo es un auténtico disparate desde el punto de vista histórico y emocional. Por un momento tuve la sensación de estar escuchando un mitin en el que se nos adviertía que nos estamos haciendo merecedores de  otra guerra civil, como si las circunstancias actuales tuviesen algo que ver con las que precedieron a las de la Guerra Civil...

La división que hay en la sociedad actual no es entre creyentes o no; entre monárquicos y republicanos, sino entre los que (des)gobiernan desde la corrupción favoreciéndose a sí mismos y a unos pocos y la mayor parte de la sociedad que sufre las consecuencias. Suponiendo que lo que pretendía este prelado era advertirnos de ese riesgo, que es mucho suponer, lo que realmente consiguió fue echar más leña al fuego. A veces me pregunto por qué la Iglesia ejerce tanto protagonismo en toda suerte de conflictos bélicos y sociales... Que el Papa Francisco sorprenda al mundo porque hace campaña a favor de los más necesitados es significativo, ¿no? 

P.D.: Quizás habría sido más justo eludir el nombre genérico de Iglesia y hacer referencia a determinadas jerarquías eclesiales...

HAN KANG: PREMIO NOBEL DE LITERATURA, 2024

  Esta obra comienza así: Borges le pidió a María Kodoma que grabara en su lápida la frase: "Él tomó su espada, y colocó el metal desn...

VANESSA INCONTRADA: Hija de padre italiano y madre española: Nacida en Barcelona. Rostro del Año

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LLEGAR HASTA EL FINAL TIENE PREMIO

De ANGIE para LUIS ANTONIO

"Haikuquero es
el beso que se entrega
cuando hay querer".