Publiqué la entrada siguiente en esta bitácora en octubre de 2007. No se hizo acreedora de ningún comentario porque el blog tenía solo unas semanas de vida. Hoy, haciendo limpieza, me he encontrado con un disco de este autor titulado "Lágrima negra". Así pues, repito la publicación porque Bebo V. se lo merece:
"De
mi viaje a Cuba en el verano de 2004 me traje muchos y entrañables recuerdos:
su buena gente, sus paisajes, el sentido del humor con que afrontan la
“singularidad” ciertamente anómala de su situación social, política y material
y el amor y la veneración que profesan a la música, que supongo también
desempeña una función, además de rítmica y espiritual, terapéutica... A veces
pienso, no sé con qué fundamento, que la música para los cubanos es la razón de
su vida. Entre otras, por supuesto. La riqueza de la música cubana,
principalmente en lo que se refiere al color instrumental y a la opulencia
poderosa de sus patrones rítmicos, la hace contagiosa. Y este contagio le da
tal resonancia y trascendencia que muchos la sentimos como propia, con permiso
de los cubanos, claro está. La música cubana nace de una amalgama de las
fórmulas del folklore musical español y de los ritmos africanos, éstos últimos
traídos a Cuba por los esclavos negros, sin descartar una mínima influencia
francesa trasladada por esclavos haitianos y por terratenientes franceses que
habían huido a la parte oriental de Cuba tras las insurrecciones en Haití. La
riqueza fenomenal del folklore español, mezclada con el vigor de la música
africana, creó velozmente un exuberante y explosivo tejido musical Por encima
de tendencias, modos de hacer, postulados estéticos y actitudes
histórico-políticas, tanto dentro del marco de la música popular como dentro
del de la música de arte, la música cubana permanece vigorosa y sigue siendo
influyente. Si se toma en cuenta las dimensiones físicas de Cuba y la cantidad
de sus habitantes, contando todos los que están dentro y fuera de la isla, el
número de compositores, instrumentistas, cantantes y conjuntos musicales que ha
producido Cuba es realmente notable. Es evidente que, en el presente, la música
de Cuba, en todas sus manifestaciones, constituye una poderosa revelación de la
originalidad de la cultura cubana.
Mis conocimientos de la música en general son muy limitados. El jazz es la música que escucho más a menudo. Pero de Cuba también tengo algunos CD de salseros como Compay Segundo, Ibrahim Ferrer, Arsenio Rodríguez, Ray Barreto y sobre todo de Celia Cruz a la que profeso una admiración muy especial. Además , de vez en cuando, escucho a Alfredo Rodríguez, Gonzalo Rubalcaba y a Bebo Valdés y su hijo Chucho. He visto actuar a Bebo Valdés en Barcelona y no puedo hacer comparaciones con otros, pero creo que es una figura central de la época de oro de la música cubana. Bebo, en sus inicios, se suma a la orquesta de Armando Romeu en Tropicana, el cabaret más famoso de la Isla. Crea un nuevo ritmo, la batanga, y continúa componiendo. Uno de sus temas, "Rimando el cha-cha-cha" es todo un éxito. Al comienzo de los sesenta en Méjico, es director musical del bolerista chileno Lucho Gatica, el de la mecha blanca... Va de gira por Europa con los Havana Cuban Boys. Decidió exiliarse en 1960 a Suecia adonde echó raíces y creo su propia familia permaneciendo alejado de la música durante muchísimo tiempo. En Estocolmo, se enamora, se casa, y se sume en el más profundo anonimato. Pasan más de treinta años. En 1994, Bebo recibe una llamada de Paquito D´Rivera, invitándole a grabar un nuevo disco en Alemania. D’Rivera produce Bebo Rides Again, colección de clásicos cubanos y originales de Valdés, compuestos especialmente para la ocasión. El tiempo no pasa en vano. Suena mejor que nunca. Comienza una nueva carrera a sus setenta y seis años
En el año 2000 se lanza la película dirigida por Fernando Trueba, Calle
54, junto con un doble CD de la banda sonora de la misma. El éxito fue
extraordinario; se trata de unos encuentros históricos entre los más grandes
del Jazz Latino entre los que han participado, entre otros, Bebo Valdés, Tito
Puente, Eliane Elias, Jerry González, Michel Camilo, el propio Paquito
D'Rivera, Cachao y tantos otros extraordinarios músicos afrolatinos. Su
reciente disco, con Lola Records, titulado "El Arte del
Sabor" junto con Cachao y Patato salió en 2001. Le han otorgado
por el mismo el Grammy al Mejor Álbum Tropical Tradicional.
A sus 85 años, Bebo Valdés es ya reconocido como una de las grandes figuras
vivas de la música internacional. Su disco Lágrimas Negras junto
al cantaor flamenco, Diego el Cigala, ha situado de nuevo al pianista cubano en
plena actualidad. Lágrimas Negras es un éxito mundial y se
publica en todo el mundo, ganando un Grammy Latino. El último proyecto de Bebo
por ahora es su participación en la última película de Fernando Trueba
titulada: "El Milagro de Candeal", un film que cuenta, entre
otras muchas cosas, la historia del viaje de Bebo Valdés a Salvador de Bahía
(Brasil) para reencontrarse con sus orígenes africanos".
Bebó falleció en marzo de 2013 en Estocolmo, pero su música sigue viva en el ánimo y en la memoria de bastantes. Creo
Canta: Diego el Cigala.