El doblaje de películas tiene muchos detractores, especialmente en países donde esta práctica no es común. Alegan que hace la película menos auténtica. También arguyen la pérdida de matices interpretativos: la voz original del actor es un medio más de transmisión de información, a través de ciertos aspectos como el tono o el acento empleado. Argumentan también que un beneficio añadido, y no baladí, es que facilita el aprendizaje de otras lenguas, sobre todo el inglés....
Que Julia Roberts, Sharon Stone, Catherine Zeta-Jones o Michelle Pfeiffer tengan la voz de la dobladora Mercedes Montalá da que pensar...Y que Ricard Solans doble a Al Pacino, Robert de Niro, Stallone y Dustin Hoffman, otro tanto. ¿Te habías dado cuenta?
Los defensores del doblaje, tal es el caso de España, sostienen, sin embargo, que el subtitulado "contamina la imagen del original", además de distraer al espectador, pues no puede estar del todo concentrado en la imagen de la película por estar pendiente de las frases escritas.
La principal ventaja del doblaje es sin duda la de hacer más accesible las películas al público: el hecho de poder seguir los diálogos sin necesidad de apoyarse en los subtítulos convierte su visionado en una actividad mucho más sencilla y cómoda.
En España, el nivel de los dobladores es francamente bueno. Algunos están a la altura de los actores que interpretan. (No puedo decir lo mismo de la mayoría de los dobladores al catalán. Dejan bastante que desear y esto explica que el cine doblado a esta lengua, además de otras razones de orden económico y político, tenga escaso público. Esto se puede comprobar mediante la verificación de la audiencia del cine en TV3).
No sé si tiene que ver con nuestro pobre bagaje de conocimiento de lenguas extranjeras, sobre todo la inglesa para los que tenemos cierta edad, pero la verdad es que los cines que proyectan películas en VOSE son escasos y tienen contados espectadores. Digo esto porque, si he asistido a alguna película rodada en cualquier lengua latina y con los consiguientes subtítulos, he sentido un cierto grado de satisfacción. No puedo decir lo mismo cuando la lengua original es anglosajona...
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Y es una verdadera lástima porque esta limitación, y por culpa del doblaje, me impidió apreciar durante mucho tiempo, dado su relativo talento interpretativo, uno de los dos dones que tenía la actriz Marilyn Monroe: la sensualidad de su voz. El otro, como no, su imagen seductoramente bella. Cuando escuché por primera vez aquella canción mítica titulada "Happy Birthday Mr. President", tuve la sensación de que el doblaje mutiló a esta mujer y por eso he acabado cuestionándolo...