De un tiempo a esta parte observo con cierta preocupación que mi
memoria me gasta alguna que otra jugarreta. Esta circunstancia me obliga a
tomar notas en la agenda, en el
móvil, en el iPad...La dispersión de las anotaciones pone de manifiesto mi
caos organizativo.
Así
pues he tomado la firme determinación de centralizar las notas en la agenda, de
nombre Myrga, antes Cervantes. Parece que es lo más inteligente y pragmático.
Espero no perderla...
Las agendas suponen varios problemas, uno que son fáciles de extraviar, junto con mis paraguas y bolis el mundo está lleno de las mías, dos, hay que apuntar bien y luego hay que recordar mirarlas..El principal motivo por el que agradezco infinito el invento del móvil es que hace de agenda y además con las alarmas te avisa de todo lo que tienes pendiente y seguramente de otra forma olvidaría y mira que he renegado de él, pero en forma de agenda es estupendo.. para lo demás, a veces un poco cansino : )
ResponderEliminarNo obstante que le saques mucho partido a la tuya!
Un beso grande!
Veo que sufres también un poco de nomofobia...
EliminarBesos, estimada María
Desde hace unos años ya no me fío de mi memoria y advierto a quien me cita para un día u otro que si no está escrito, no existe. A día de hoy, la agenda electrónica me recuerda los cumpleaños y tengo dos agendas en papel: una de bolsillo, que llevo siempre conmigo, y otra de mesa. Y cada día compruebo lo apuntado del día y de la semana...
ResponderEliminarComo puedes ver, no eres el único. Afortunadamente hay recursos.
EliminarPersonalmente, reconozco que el trabajo escrito a mano ( en la agenda, quiero decir) , es algo que me he planteado seriamente, porque creo que es lo más organizado, siempre que adquieres el hábito. Mientras tanto, me salva el " grupo de WhatsApp conmigo misma" , que de algún modo me permite un mínimo de organización.
ResponderEliminarTe deseo un muy feliz Año, Luis y te mando un abrazo fuerte. Ana
La cuestión es hallar una solución, la que sea...
EliminarBesos, estimada Ana