Luis Antonio de Villena en su libro “Biografía del fracaso” medita sobre una serie de personajes famosos que, a su vez, han sido unos perdedores. La conclusión a la que uno llega es que todos, famosos y humildes, perdemos algo o mucho en la vida y hay que aprender a asumirlo para seguir adelante. Es evidente que los que más tienen son los que más pueden perder. ¿Consolará esa evidencia a los que no tienen nada?
Enumerar las posibles pérdidas sería una labor prolija. Desde un objeto estimado, pasando por un amigo, un familiar, un paisaje, un trabajo, la fortaleza física, un amor... hasta la capacidad de soñar, que es casi lo máximo...
Cuanto mayor es uno, más experiencia perdedora tiene. Asumir esta evidencia y ADIESTRARSE EN LA PÉRDIDA Y EN LA RUPTURA CON LAS COSAS Y SERES QUE AMAMOS ES APRENDER A VIVIR. Algunos filósofos hasta sugieren que dicho aprendizaje se debe llevar a cabo con más alegría que resignación...
«Cosas veredes, Sancho, que farán fablar las piedras...»
«Cosas veredes, Sancho, que farán fablar las piedras...»
ResponderEliminarEs común la idea de que esta cita es quijotesca, con la forma completa: «cosas veredes, Sancho, que farán hablar las piedras». Pero por lo visto no es asi.
También hay quién defiende, con menos error, que la expresión proviene del romancero del Cid y debería ser: «cosas veredes, el Cid, que farán fablar las piedras». ¿Cuál es, entonces, el auténtico origen de la frase hecha?
Según señala don José María Iribarren en "El porqué de los dichos", la verdadera cita proviene del Romancero del Cid y del romance LXXII, que comienza:
Fablando estaba en el claustro
de San Pedro de Cardeña...
En dicho romance, el rey le propone al Cid conquistar Cuenca, y el Cid le replica que:
antes que a guerra vayades
sosegad las vuesas tierras.
Muchos males han venido
por los reyes que se ausentan...
Entonces el monje Bermudo le dice al Cid que si está cansado de pelear se vuelva a Vivar y deje al rey la empresa:
que homes tiene tan fidalgos
que non volverán sin ella.
El Cid, herido en su amor propio, se sulfura, discute con el fraile, y termina llamándole cobarde. El rey, entonces, interviene diciéndole al Campeador:
Cosas tenedes, el Cid,
que farán fablar las piedras,
pues por cualquier niñería
facéis campaña la iglesia
Como puede observarse, la expresión "Cosas tenedes" es la forma original que después cambió de forma y significado a "cosas veredes".
Salud
Lo he leido -y copiado- aqui:
http://www.devillasbuenas.es/blog/index.php?entry=entry100622-142931
El que perdió es porque tuvo y eso a veces ya es mucho.
ResponderEliminarBesos... (sí, sí ya me voy)
Incluso los ganadores pierden siempre al final.
ResponderEliminarSaber vivir es saber también cuando no hay que jugar para no seguir perdiendo.
ResponderEliminarQuizás cuanto más mayores más cosas hemos perdido por eso nos sentimos perdedores.
ResponderEliminarUn abrazo.
Alicia
Muy pesimista esa visión de saber vivir. No solo se pierde, también se gana aunque al final todos terminemos de la misma forma.
ResponderEliminarTe mando besos desde la playa.
YA LO DIJO EN UNA CANCIÓN EL GRAN FILOSOFO -Y CANTANTE- DYANGO:
ResponderEliminar"Pero es mejor TENER
Y despues perder
Que nunca haber TENIDO."
CLARO QUE EN LA CANCIÓN DICE QUERER Y QUERIDO DONDE YO COPIO TENER Y TENIDO...
CUESTIÓN DE ENFOQUE.
UN ABRAZO LUIS.
No comparto esa idea en el sentido de que yo creo que por mucho que vivas no aprendes nunca a perder. Aprendes quizás a recuperarte más rápidamente de los palos, pero a los descalabros, en sí mismos, no terminas de acostumbrarte nunca. La prueba está en que todos te duelen tanto o más que el primero....
ResponderEliminarNo por eso pienso que no se sepa vivir.
Un beso, Luis
Plas, plas, plas...
ResponderEliminarEs dificil aprender a perder, yo estoy con novicia, creo que quizá lo qui si podemos ap`render más facilmente es a recuperarnos de esas perdidas y guardarlas en la memoria, en ese cajón qui apenas sueles abrir...un saludo (después de tanto tiempo)
ResponderEliminarSi aprender a vivir nos hace más sabios, entonces es cierto lo que dice el filósofo: cuando se hace uno viejo, se aprende a perder.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo es que todavía sigo esperando a Godot. Para que me explique que hay de lo mío. Después de su explicación o le doy dos hostias, o le invito a unas cervezas.
ResponderEliminarA los explicadores, aunque son unos fantasmas, hay que tenerlos siempre contentos.
No creo en la sabiduría de la edad, ni de la experiencia.
La pérdida es un temor. Por lo tanto, con el miedo no hay aprendizaje que valga.
Todo el mundo da consejos, pero tienen tan corto recorrido como la luz de una bengala. Da igual si esos consejos los da un filósofo, un intelectual, o la estanquera de Vallecas.
Predicar no es dar trigo.
¿Disciplina para saber perder? No, gracias.
Con tantos libros de coaching, o entrenamiento o como se llame, que hay en el mercado con soluciones mágicas para todo, habríamos salido de la crisis y tendríamos superávit, y todo el mundo triunfaría en sus aspiraciones.
Pero no se dan cuenta que el método jamás es universal, y con suerte sólo le funciona a su inventor.
Todo me lo quitareis decía Cyrano, pues hala, si el final es ese, que cada cual se agarre a sus resortes para llevarlo lo mejor que pueda. Él fue fiel a su orgullo.
Quizás no sea tan malo perder como no jugar...
ResponderEliminarA GROUCHO:
ResponderEliminarEstás hecho un auténtico filólogo, Groucho.
Conocía esa polémica. En cualquier caso, que dicha frase tenga un origen u otro no le quita mérito alguno, pues ambas fuentes son auténticos monumentos literarios.
A ATHENA:
Cierto, pero aunque te vayas, sabes que siempre eres bienvenida a este espacio.
Besos
A PEDRO OJEDA ESCUDERO:
Al final, perdemos todos
AL DR. KRAPP:
Inteligente matización, Dr.
A ALICIA MARÍA ABATILLI:
Ese es el problema de ser muy mayor, pero creo que la mayoría deseamos pagar ese precio, ¿no?
Abrazos
A ANGIE:
ResponderEliminarMe quedo con tus besos y al pesimismo ni nombrarlo.
Más besos para ti, morena
A NOVICIA DALILA:
La cuestión es aprender. Los palos, dicen, también curten, pero mejor no tener experiencia de ello, ¿no?
Saber vivir es una asignatura harto difícil. Supongo que como todo, se aprende viviendo...
Más besos para ti, Novicia
A DANANN:
Un placer volver a saber de ti. Sabes que eres bienvenida.
Si las derrotas son inevitables, mejor saber recuperarse con prontitud.
Un beso
A MIGUEL:
La vida nos enseña continuamente. Cuestión aparte es que sepamos apreciarlo y aprovecharlo...
Un abrazo, Miguel
A ATALAYA:
ResponderEliminarEspero que invites a Godot a una buena cerveza. Según la marca que sea, me apunto...
Yo sí creo en la sabiduría y en la experiencia que conlleva la edad. En lo que no creo es en que ambas se puedan dar a quienes no las tienen...
Nada que objetar al resto de tus comentarios, salvo que rezuman pesimismo.
Siempre polémica y enriquecedora, Atalaya.
Gracias, una vez más
A P. VÁZQUEZ “ORIENTADOR”:
No jugar es no vivir.
Un cordial saludo y bienvenido
Cosas veredes, Sancho, que non crederes... e faran fablar a las piedras... yo conocía la locución en estos términos y la creía del Quijote, (y la creo, aprendí a leer en él)
ResponderEliminarEn todo caso tienes razón, bien podría ser, también, del cantar de gesta del Cid.
Y en otro orden de cosas, no parece eso lo importante de tus letras...
La pérdida, es siempre una enseñanza. Decía Lao Tsé, que era una forma de vaciar el ego por completo y abrazar la paz perfecta... lo que en castellano castizo equivaldría a un:
"el que no se conforma... es porque no quiere..."
¡Ay, el refranero sabio!!!
En fin amigo... teniendo en cuenta que la palabra de verificación es "sylentie" haremos mutis por el foro
Abrazos.
A Cristal00k:
ResponderEliminarHay que creer con fundamento y sin él en que los errores enseñan. Así resultan más llevaderos...
Pero, además, por si dicho motivo es fútil, estoy convencido de que SÍ se aprende de verdad. Salvo que no aceptes los errores como lo que son...
Abrazos