Leopoldo Abadía, en el programa de Buenafuente, entró al detalle en algunos de los conceptos que componen su tesis de la Crisis Ninja que explica la crisis financiera mundial y que se ha convertido en un fenómeno “on line”.Internet ha cambiado en unos meses la vida de Leopoldo Abadía, ingeniero industrial, ex profesor del IESE de Política de Empresa, jubilado de 75 años de edad, nacido en Zaragoza y residente en Sant Quirze de Safaja (Barcelona), con 12 hijos y 38 nietos, cuyo artículo "La crisis ninja", (acrónimo de No Incomes, No Jobs and Assets), refiriéndose a las personas que no tienen ingresos, ni trabajos ni activos, y que han desatado la tormenta al, evidentemente, no poder hacer frente a los gastos con los que pagar los créditos hipotecarios que les fueron concedidos por esas empresas que no supieron medir el elevado riesgo en el que caían. Leopoldo Abadía explica conceptos técnicos como la crisis “subprime” en un lenguaje llano, simpático y coloquial.
“La crisis ninja” es un artículo escrito en orden cronológico que explica de manera sencilla el origen de la crisis inmobiliaria de EEUU y cómo se propagó por el resto del mundo hasta llegar a España. Hoy, viernes 16 de enero, presenta en Barcelona el libro titulado “La crisis Ninja y otros misterios” basado en el artículo mencionado que, mediante su difusión por Internet, le ha dado una fama desmesurada. Los visitantes de su bitácora (1), a fecha de hoy, superan los dos millones. En la nueva entrevista que le han hecho esta misma tarde en TV3 de Cataluña, donde goza de gran popularidad, ha dicho que tiene programadas más de 100 conferencias por todo el mundo. El propio Abadía manifiesta su sorpresa al comprobar que economistas, profesores, gurús de todo pelaje, periodistas y analistas financieros varios se iban a postrar de hinojos ante la claridad de sus palabras. La fama, aunque tardía, no se le ha subido a la cabeza. Sigue siendo jovial, con marcado sentido del humor y sencillo. Ahí y en su lenguaje pedagógico y coloquial radica su bien merecida popularidad.
Leopoldo Abadía dice que, en contra de lo que recomiendan los políticos, sólo hay que consumir lo necesario y que no hay que dar crédito a esos bancos que proponen inversiones mediante un lenguaje incomprensible. Igualmente hace un llamamiento a los jóvenes treintañeros y mileuristas para que no esperen en vano que los Estados resuelvan sus problemas y que sean valientes, creativos y esforzados en el desarrollo de las propias iniciativas personales.
No sólo es cuestión de tirar del humor para entender todo lo que está pasando, también es necesario ciertas dosis de sencillez y humildad a la hora de transmitir el mensaje. Se necesita entender los problemas y desde ahí, arrancar con las soluciones. Esta es la filosofía y la praxis de Leopoldo Abadía.
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Este señor merece todos mis respetos. Para que luego digan que la tercera edad no enseña, que es un estorbo... Vergüenza les debería dar a aquellos que piensan eso. Son cultura, patrimonio y bibliotecas andantes. Gracias por el vídeo y la información que has expuesto.
ResponderEliminarUn saludo ;-)
Leopoldo es un hombre muy inteligente y con una gran familia. Tiene don de gente, don de palabra y es un señor de los que quedan pocos, con un humor y un saber hacer infinitos.
ResponderEliminarqué hallazgo!!! Me lo como. Luis, pronto la señora andará por ahí (parece que la lipotimia le ha sentado bien, se la ve con la cara un poquito más rellena porque lo que hoy he decidido dejar de comer y nada de sal), me harías un favor? Le presentas a Leopoldo? Para que le cuente a los banqueros ¿o ya será tarde?
ResponderEliminarEl gobierno del mundo y de las personas se basa en un principio básico: la desinformación.
ResponderEliminarFranz Kafka lo entendió muy bien cuando supo reflejar el malestar de una civilización mostrando al individuo atrapado en la maquinaria del Estado y sin capacidad para entender lo que le estaba pasando.
Todo lo que sea desvelar los misterios que nos esconden es positivo y está por encima de la fecha de un carnet de identidad, de una profesión o de una ideología.
Lo curioso es que explica de forma sencilla lo que muchos creemos entender y no sabemos explicar...
ResponderEliminarSaludos,... y buen fin de semana...
Gracias. CONSTRUCTIVO DESDE TODOS LOS LUGARES. fíjate que destaca dos bellas virtudes en el hombre, la humildad que es la que lo ha hecho grande y la sencillez. Ja! brillante amigo!!
ResponderEliminarmi cariño
Estoy de acuerdo con que hacen falta dosis de sencillez y humildad. ültimamente casi todo el mundo va de sobrado y resabiado y nadie es capaz de reconocer sus limitaciones. Me parece genial que un señor de 75 años rompa los esquemas de medio mundo y los demás podamos aprender. Genial la entrada, Luís Antonio. Besos
ResponderEliminarRealmente este hombre estuvo sembrado al ponerle nombre a su artículo.
ResponderEliminarCreo que todos nos congratulamos de que "activos" como la sencillez, el sentido del humor y la humildad resulten ser valores al alza.
Por cierto, que el cosejo de Abadía para resolver los problemas de los mileuristas parece extrapolable a todo el mundo: valentía, creatividad y esfuerzo.
Un cordial saludo Luis Antonio.
Hola Luis Antonio. Alucinante cuánto se puede transmitir sobre economía con sentido del humor y pocas palabras. Este hombre es un comunicador nato. Al final, las cosas son más sencillas de lo que parecen.
ResponderEliminarVengo de visitar la nueva entrada del Dr. Krapp. La cosa no pinta bien por allí, están con suicidios. Ten cuidadito si te acercas.
Un beso, querido amigo.
Gracias a Caronte, Candela, Mara y Cuyá, Dr, Krapp, Borraeso, Nerina Thomas, Cristal, Sirena Varada y Angie por vuestros comentarios. Veo que todos coincidimos en valorar positivamente las aportaciones y enseñanzas que está haciendo este Sr. De alguna manera su acción contribuye a que valoremos más a las personas mayores que tienen acumulada una experiencia digna de todo el respeto y consideración. Yo, a veces, pongo el ejemplo de Don Quijote que, aunque un tanto errado, supo dar sentido y fondo a la última etapa de su vida, tras un larguísimo período de vida ociosa porque en aquella época el trabajo era sólo “privilegio” de la clase villana...
ResponderEliminarUn cordial saludo para todos con el deseo de que la crisis no os afecte en demasía.