Estimo las peculiaridades de mi tierra natal y de la adoptiva como propias, y a veces alardeo ingenuamente de ellas, pero no me cuesta nada experimentar parecidas sensaciones por las tierras que, dada mi afición a viajar, he conocido. Entiendo, por supuesto, que se valore más lo que se conoce que lo que se ignora. Sin embargo, me indigna en grado sumo el pavoneo y la presunción de aquellas personas que consideran que haber nacido aquí o allá lleva aparejado un plus de excelencia o indecencia. ¿Alguien quiere explicarme por qué es más digno y meritorio haber nacido en Zaragoza que en Teruel, en Cataluña que en Extremadura, en España que en Gambia, en USA que en México...?
En el supuesto de que la respuesta sea la que cabe esperar de personas racionales, o sea, que no hay mérito alguno en nacer aquí o acullá y que, en todo caso, es consecuencia del azar o del destino, ambos ajenos a nuestra voluntad, ¿por qué hay tanto troglodita patriotero suelto por esos lares de Dios alardeando de algo que no supone mérito personal alguno, sin que nadie ose llamarles la atención? ¿Acaso, por temor?
En el supuesto de que la respuesta sea la que cabe esperar de personas racionales, o sea, que no hay mérito alguno en nacer aquí o acullá y que, en todo caso, es consecuencia del azar o del destino, ambos ajenos a nuestra voluntad, ¿por qué hay tanto troglodita patriotero suelto por esos lares de Dios alardeando de algo que no supone mérito personal alguno, sin que nadie ose llamarles la atención? ¿Acaso, por temor?
Por imitación, seguramente, de los mayores. Yo diría mas, porque hay quien nace perro o cucaracha o gusano y así pasa el resto de su vida por puro azar. Siempre me pregunto qué mecanismo nos hace introducirnos subjetivamente en un cuerpo. Cómo hemos entrado en nuestro propio cerebro desde el que comtemplamos el mundo.
ResponderEliminarSí, por temor a la propia desnudez.
ResponderEliminarNecesitamos aferrarnos a las cosas y sentirnos unidos a algo superior a nosotros, una comunidad territorial por ejemplo, para esconder nuestra insoportable soledad en un mundo que sabemos indiferente a nuestra angustia.
Uno nace donde nace por azar, por tradición familiar, por razones circunstanciales diversas. Pero es evidente que el lugar de nacimiento condiciona por dos razones: porque genera una identidad y, sobre todo, porque va asociado a una realidad social y económica que es clave para el futuro de su vida. Nacer en Europa no supone lo mismo que nacer en Africa para una persona. Las oportunidades no son las mismas y los procesos de apego y desapego con la realidad estarán siempre determinados por el origen y por el entorno en el que se haya de desenvolver su vida. Ha sido un placer conocerte. Te seguiré de cerca.
ResponderEliminarComo dicen las camisetas de mi tierra: Lo siento, picha, no to el mundo puede ser de Cai.
ResponderEliminarYo tampoco lo comprendo. Nacer en un sitio u otro no te da automatico derecho a una tarjeta VIP. Miserables los hay en todas las partes de la geografia.
Es muy triste que se siga pensando así, y que incluso se mire mal a determinadas personas a las que se encasillan por ser de este o aquel lugar. Pero mientras el mundo sea mundo, parece que va a ser algo habitual. Además, mucha gente también mira si viene esa persona de un país rico o pobre para confiar más o menos de él, como si el dinero ya te regalase de nacimiento la educación, el respeto y la idea de no hacer mal en la sociedad...
ResponderEliminarPor cierto, amigo, te dejé un meme en mi blog, si quieres responderlo en tu blog, adelante :-)
Un abrazo.
Luis Antonio:
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo en lo que dices, Pero la etiqueta del lugar donde nací está colgado en mi ser. Me enorgullece que mi pueblo o villa sea conocida por lanzar al mercado doscientos millones botellas de cava al año. Y me hace igualmente feliz sentirme ciudadano del mundo. Me gusta hacer la pregunta: Y tú. De donde eres? Para establecer a partir de aquí, puentes y puntos de contacto.
El valorar a las personas según sean de aquí, o allá sin conocerlas, sólo puede tener un nombre: prejuicios. Yo me he pasado la vida casi teniendo que pedir perdón por haber nacido en Madrid y, sin embargo a mí me encanta conocer personas de todas partes, porque me apasiona la diferencia, lo que de único y original tiene cada cultura. Todo lo diferente enriquece, y cerrarse en lo propio y no estar abierto a conocer otros mundos, otras maneras de vivir, de hablar, de hacer música... a la larga te termina reduciendo a un espacio restringido en el que cada vez vas air admitiendo menos margen. Pero como tú muy bien has dicho, todo eso se cura viajando. Un abrazo, profe.
ResponderEliminarLuis Antonio, me siento muy orgulloso de haber nacido en Chile, pero como te comenté en alguna de tus entradas anteriores soy nieto de españoles. España es mi segunda patria y la admiro. Un español Alonso de Ercilla y Zúñiga, escribió durante la conquista de España a esta tierra de Chile el libro "La Araucana" que retrataba de alguna manera lo que el percibio cuando los conquistadores espñaoles llegaron a estas tierras.
ResponderEliminar"Chile fértil provincia de la región antártica famosa,
de remota regiones respetadas
por fuerte principal y poderosa,
la gente que produce es tan granada, tan soberbia gallarda y belicosa, que no ha sido por rey jamás regida, ni a extranjero dominio sometida".
Un abrazo y cordiales saludos,
A P. Vázquez “Orientador”: Me gustaría poder responder a tu pregunta, pero es harto difícil. Gracias por tu comentario.
ResponderEliminarAl Dr. Krapp: Estoy de acuerdo con la existencia de esa necesidad de identificarse con una u otra comunidad territorial, pero sin jerarquizarlas en mejores y peores, ¿no?
A Fernando Manero: Gracias por tu visita y por el comentario lleno de contenido y sentido común. Sólo quiero añadir que si uno nace al otro lado de la cordillera del Átlas
seguro que también se identifica con ese entorno, aunque las circunstancias adversas del mismo le obliguen a tomar una patera en busca de la supervivencia...
A Candela: Muy plástica la frase de tu tierra. Imaginate lo que diremos los de Teruel, tierra que ha de proclamar su derecho a existir. Yo siempre digo que la condición de turoçolense es una especie de D.O. en trance de extinción..
A Caronte: Contra esa realidad que describes alzo mi voz de protesta aunque no tenga ningún eco...
A Pedro Baques: Como nos conocemos, te contesto por e-mail. Pero me siento un profundo afecto tanto por mi tierra natal como por la adoptiva (Aragón y Cataluña). Pero estas "pequeñas patrias" no son más, pero tampoco menos que las demás, ¿no?
A Héctor: Te contesto de forma más extensa para clarificarte mi pensamiento por si no ha quedado claro. Distingo dos conceptos:
ResponderEliminar1.- Patriotismo-patrioterismo: Identificar el grado y la calidad del patriotismo con la frecuencia de uso de las palabras "Patria" o "España", expresadas con pomposidad, o con el tamaño y número de las banderas exhibidas o veneradas no me merece ninguna consideración. A eso le llamo patrioterismo, o sea, exageración, palabrería frívola, fácil , vacía de contenido y con ecos marciales, fuera de contexto, y con resonancias de pasados indeseados. Patriotismo de vivas estentóreas y gestos teatrales. Patriotismo exclusivo de ideologías concretas. Si realmente el patriotismo fuese eso, yo preferiría llamarme apátrida.
2.- Patriotismo: Es amar a la Patria y desear lo mejor para ella y todos sus componentes. El orgullo por la Patria no se siente porque nos lo marquen consignas. Motivo de orgullo es que en nuestra Patria imperen y se respeten todos los derechos humanos y las leyes que nos hemos dado, la convivencia, la tolerancia, la aceptación de la diferencia, la pluralidad política sin autoritarismos, los principios democráticos, la libertad, la solidaridad sin fronteras, el civismo, los derechos ecológicos, la laicidad del Estado y el valor de la religión, el amor por las lenguas y sus culturas, las banderas por lo que representan, la utilización del diálogo como mejor solución de los conflictos, los éxitos deportivos, etc. Si algún día se llegan a alcanzar estos objetivos en grado satisfactorio habrá motivos sobrados para sentirnos felices y orgullosos de tal condición. Mientras tanto, lo que procede es ser muy prudentes y humildes a la hora de utilizar las palabras "Patria", "España" y "bandera", pues son lugares y símbolo de acogida, de encuentro, de reconciliación sin exclusiones
Espero que ahora queden las cosas más claras. No tengo la menor duda de que tu orgullo como chileno y también español es patriotismo no patriotero.
Un cordiaoçl saludo
A Cistal: A veces se crítica a Madrid como centro del poder político, pero eso nada tiene que ver con el pueblo madrileño que siempre ha sido muy acogedor con todos los que van de fuera. Agradezco tu comentario y comparto lo que expresas. Viajar, como bien dices y yo repito, cura muchos de esos prejuicios un tanto “aldeanescos”
ResponderEliminarQuerido Luis Antonio, trabajo voy a tener en tu blog, que he andado de viajes inesperados y quiero leerlo Tó!
ResponderEliminarEn cuanto a esta entrada, te diré:
recetas de vida, haylas en todas partes y no siempre iguales... aunque los sentimientos de dolor, de alegría, de amor etc... sean muy similares, cualesquiera sea el lugar de nacimiento ¿verdad?.
Pero no se vive igual en Gambia que en Australia. Ni se reacciona de igual modo, ni se valoran de la misma manera situaciones, en principio, "similares". No hay más que ver, lo que hacen millones de Chinos-as, (por hablar de la etnia mayoritaria del planeta) cuando comprueban con una ecografía, o peor todavía, al nacer, que el hijo que tendrán será hembra...(OXFAM y la ONU han calculado que faltan 30MM de ChinAs, abortadas o asesinadas al nacer, sólo por ser mujeres) algo impensable, hoy en día, en Europa...
Cuando era niña, siempre pensaba (y no he cambiado de pensamiento) que si hubiera nacido 2000km más al Sur (soy del Norte) mi vida hubiera sido muy distinta...
Aún creyendo ciegamente en la igualdad de todos los seres, debo aceptar que muchas veces me separa de muchos de ellos determinadas actitudes "culturales" (vamos a ser generosos a la hora de poner el calificativo)determinadas por absurdas religiones, inhumanas tradiciones, o por políticas interesadas e inaceptables que se dan en determinados lugares del planeta. Unos lejanos y otros aquí al ladito mismo... Sí que marca, ¡y mucho! el lugar donde se nace. Gran entrada Luis Antonio, en tu línea de "remover".
Sobre este tema se podría hablar, toda la vida y siempre se quedarían cosas en el tintero.
Un abrazo amigo.
Estoy completamente de acuerdo contigo... Es que ni siquiera es algo que se pueda atribuir a uno mismo. No es un mérito personal. Es una circunstancia que marca, eso sí.
ResponderEliminarA mi me gusta mucho la expresión esa de "ciudadanos del mundo"... Es una utopía, ya lo sé, pero me encanta.
Un beso y buen finde, Luís
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ResponderEliminarPero no me irás a negar que Aliaga tira un poquillo.
ResponderEliminarCreo que tú lo has dicho: "por temor"
ResponderEliminarA Cristal00k: Te agradezco el amplio, denso y acertado comentario que has hecho y que comparto ampliamente. La única matización que quiero hacer es que mientras tú te centras en lo que supone el hecho de haber nacido en un sitio u otro – herencia cultural, contexto social, política, etc.- yo sólo he querido referirme al hecho puntual de nacer en un sitio u otro: eso de por sí no tiene, repito, ningún mérito o demérito aparejado... No sé si logro explicarme. Otro cordial y afectuoso abrazo
ResponderEliminarA Novicia Dalila: Veo que tú me has entendido. Lo de "ciudadano del mundo o cosmopolitismo" es un ideal por el que vale la pena luchar. Es la única manera de combatir los excesos nacionalistas. Besos
ResponderEliminarAmigo Félix: Por Aliaga sinto auténtica pasión y debilidad. Tú lo sabes, pero mi entrada va por otros vericuetos... Me alegra que des señales de vida, amigo
ResponderEliminarA Fermín: Es dfícil persuadir a los que no tienen más razón que la fuerza, ¿verdad? De ahí, el temor más que fundado.
ResponderEliminarNacer en un lugar o en otro, nacer hombre o mujer son circunstancias que no hemos elegido. Conocer otras culturas, respetarlas, aprender de ellas, reconocer que cada pueblo tiene una identidad que no es mejor ni peor a la nuestra sino diferente, es muy difícil para algunos. Lo mismo con el sexo. Soy mujer y me siento muy bien siéndolo, pero no se me ocurre pensar que no me hubiese gustado nacer hombre. Somos diferentes, no mejores ni peores. En fin, creo que lo enredé.
ResponderEliminarBesitos
A Mara y Cuyá: Te has expresado con absoluta claridad y comparto todo lo que dices sin añadir ni quitar nada. Lástima que tantos lo vean de otra manera.
ResponderEliminarBesos