Hoy mismo, y simultáneamente, “Mara Cuyá”, autora de la bitácora Capítulos, y yo hacemos sendas entradas sobre los inconvenientes y las ventajas del uniforme escolar. Hemos tomado la decisión de mutuo acuerdo y el propósito, más que generalizar sobre el controvertido tema, es desarrollarlo a partir de nuestras mutuas experiencias en el ejercicio de la docencia.
El hecho anacrónico de que, aun hoy, existan colegios con uniformes marcadamente elitistas (“Eton Colleg”, cerca de Windsor), militaristas (“Leoncio Prado”, en Lima), nacionales (Cuba, Vietnam,...) o monjiles retrógrados en gran parte del orbe católico contribuye a que muchos tengan un concepto desfasado de estas prendas. Quedarse ahí, anclado en el tiempo, no tiene sentido en el S. XXI. El uniforme escolar, como tantas otras cosas, ha de adaptarse a las circunstancias actuales, aun sabiendo que es incompatible con los dictados de la moda que impone un consumismo exacerbado.
Creo que ambos estamos en contra tanto de la imposición a ultranza como de la prohibición incontestable, a cual más ingrata. Mientras la igualdad de oportunidades y la calidad de la educación deberían ser los objetivos prioritarios a conseguir por todos los medios, no tengo ningún prejuicio al afirmar que éstas no están afectadas por el uso o no del uniforme escolar. Ambas opciones –con o sin uniforme- deben preservarse. Sin embargo, nuestras respectivas experiencias que, sin duda, tienen mucho que ver con diferentes circunstancias nos han llevado a conclusiones diferentes.
En lo que a mí respecta, y basándome en dichas vivencias personales, quiero dejar claro que las ventajas superan a los inconvenientes si al uso del uniforme escolar se le da:
A).- Un tratamiento más acorde con los tiempos que estimula la participación democrática y colegiada (Consejos Escolares, Asociaciones de Padres, Claustro de Profesores, Asambleas, etc.) de todos los elementos de la comunidad educativa (padres, profesores, dirección, alumnos con criterio, etc.) que cíclicamente lo abordan desde una perspectiva educativa para intentar llegar a un consenso deseable. A nadie se le oculta que la posición de los padres a favor o en contra del uniforme es la que acaba teniendo más peso, salvo en aquellos colegios en que el Ideario Educativo es incuestionable para los ajenos a la propia Institución. Se da el caso de madres que, teniendo un ingrato recuerdo del uniforme que “sufrieron” en su infancia, desde la perspectiva maternal lo acaban viendo con otros ojos.
B).- Un uso limitado a los alumnos comprendidos entre los 3 y 14 años como mucho. A partir de los 14 años, o quizás antes, los jóvenes expresan su personalidad y sentimientos a través de la ropa que llevan y tienen todo el derecho del mundo a tomar decisiones personales.
C).- Opción a las alumnas de poder vestir pantalón para dejar de lado el estereotipo de la mujer siempre vestida con falda.
También quiero hacer una relación de algunas ventajas, un tanto tópicas, a las que obviamente se les pueden dar la vuelta cambiando la perspectiva y transformarse en inconvenientes, pero aquí están:
1).- Se evitan las odiosas comparaciones entre lo que hay detrás de unas y otras vestimentas. Al tapar las diferencias sociales entre los alumnos, favorece la unión entre ellos. El uniforme hace lo contrario: rompe la competitividad permanente en el vestir y quiebra el uniformismo de las marcas.
2).- Se reducen el consumismo y las distracciones (ropa de marca, ir a la moda, etc.)
3).- Se ahorra, hay menos gasto de ropa. Con uniforme, la familia "optimiza la utilización de la vestimenta". No se puede generalizar, pero numerosas familias reconocen que una equipación puede durar hasta dos cursos escolares si se tiene la precaución de adquirir una talla holgada que, mediante los consiguientes dobladillos, puede acompañar al crecimiento lógico del escolar. Incluso, en muchos casos, pueden aprovecharlo los hermanos. Hay colegios que han optado por la vía de en medio, o sea, por una bata blanca para todo el alumnado, desde los más pequeños hasta los bachilleres. (1)
4).- Puede ayudar, así lo reconocen numerosas madres, a evitar conflictos entre padres e hijos agilizando la rutina matutina de las familias. Se ahorran tener que elegir cada día la ropa. "¿Qué me pongo?"
5).- El uniforme contribuye al orden y la disciplina, el alumnado asiste vestido de forma acorde con la actividad educativa que va a realizar y se evitan indumentarias inapropiadas que distorsionan la propia actividad. Contribuye también a que los profesores no tengan que debatir con alumnos y padres por llevar una indumentaria inadecuada.
6).- El uniforme envía el mensaje de que no se puede ir a la escuela como se va a la playa, a la montaña, a la discoteca. No es lo mismo educarse que divertirse.
7).-En las salidas extraescolares es fácil controlar e identificar al alumnado del mismo centro escolar.
(1).- Algunos estudios indican que sin uniforme, "el número de mudas suele ser mucho más elevado" ya que "en cada trimestre se renuevan hasta llegar a la decena de combinaciones al final de curso". De esta forma, con la uniformidad "hay un desembolso inicial más importante que ya no se repite hasta el curso siguiente", mientras que "con la no uniformidad, se adquiere ropa al menos una vez al trimestre y en mucha mayor cantidad". Soy consciente de que cada alumno es un caso y que generalizar es harto difícil.
El hecho anacrónico de que, aun hoy, existan colegios con uniformes marcadamente elitistas (“Eton Colleg”, cerca de Windsor), militaristas (“Leoncio Prado”, en Lima), nacionales (Cuba, Vietnam,...) o monjiles retrógrados en gran parte del orbe católico contribuye a que muchos tengan un concepto desfasado de estas prendas. Quedarse ahí, anclado en el tiempo, no tiene sentido en el S. XXI. El uniforme escolar, como tantas otras cosas, ha de adaptarse a las circunstancias actuales, aun sabiendo que es incompatible con los dictados de la moda que impone un consumismo exacerbado.
Creo que ambos estamos en contra tanto de la imposición a ultranza como de la prohibición incontestable, a cual más ingrata. Mientras la igualdad de oportunidades y la calidad de la educación deberían ser los objetivos prioritarios a conseguir por todos los medios, no tengo ningún prejuicio al afirmar que éstas no están afectadas por el uso o no del uniforme escolar. Ambas opciones –con o sin uniforme- deben preservarse. Sin embargo, nuestras respectivas experiencias que, sin duda, tienen mucho que ver con diferentes circunstancias nos han llevado a conclusiones diferentes.
En lo que a mí respecta, y basándome en dichas vivencias personales, quiero dejar claro que las ventajas superan a los inconvenientes si al uso del uniforme escolar se le da:
A).- Un tratamiento más acorde con los tiempos que estimula la participación democrática y colegiada (Consejos Escolares, Asociaciones de Padres, Claustro de Profesores, Asambleas, etc.) de todos los elementos de la comunidad educativa (padres, profesores, dirección, alumnos con criterio, etc.) que cíclicamente lo abordan desde una perspectiva educativa para intentar llegar a un consenso deseable. A nadie se le oculta que la posición de los padres a favor o en contra del uniforme es la que acaba teniendo más peso, salvo en aquellos colegios en que el Ideario Educativo es incuestionable para los ajenos a la propia Institución. Se da el caso de madres que, teniendo un ingrato recuerdo del uniforme que “sufrieron” en su infancia, desde la perspectiva maternal lo acaban viendo con otros ojos.
B).- Un uso limitado a los alumnos comprendidos entre los 3 y 14 años como mucho. A partir de los 14 años, o quizás antes, los jóvenes expresan su personalidad y sentimientos a través de la ropa que llevan y tienen todo el derecho del mundo a tomar decisiones personales.
C).- Opción a las alumnas de poder vestir pantalón para dejar de lado el estereotipo de la mujer siempre vestida con falda.
También quiero hacer una relación de algunas ventajas, un tanto tópicas, a las que obviamente se les pueden dar la vuelta cambiando la perspectiva y transformarse en inconvenientes, pero aquí están:
1).- Se evitan las odiosas comparaciones entre lo que hay detrás de unas y otras vestimentas. Al tapar las diferencias sociales entre los alumnos, favorece la unión entre ellos. El uniforme hace lo contrario: rompe la competitividad permanente en el vestir y quiebra el uniformismo de las marcas.
2).- Se reducen el consumismo y las distracciones (ropa de marca, ir a la moda, etc.)
3).- Se ahorra, hay menos gasto de ropa. Con uniforme, la familia "optimiza la utilización de la vestimenta". No se puede generalizar, pero numerosas familias reconocen que una equipación puede durar hasta dos cursos escolares si se tiene la precaución de adquirir una talla holgada que, mediante los consiguientes dobladillos, puede acompañar al crecimiento lógico del escolar. Incluso, en muchos casos, pueden aprovecharlo los hermanos. Hay colegios que han optado por la vía de en medio, o sea, por una bata blanca para todo el alumnado, desde los más pequeños hasta los bachilleres. (1)
4).- Puede ayudar, así lo reconocen numerosas madres, a evitar conflictos entre padres e hijos agilizando la rutina matutina de las familias. Se ahorran tener que elegir cada día la ropa. "¿Qué me pongo?"
5).- El uniforme contribuye al orden y la disciplina, el alumnado asiste vestido de forma acorde con la actividad educativa que va a realizar y se evitan indumentarias inapropiadas que distorsionan la propia actividad. Contribuye también a que los profesores no tengan que debatir con alumnos y padres por llevar una indumentaria inadecuada.
6).- El uniforme envía el mensaje de que no se puede ir a la escuela como se va a la playa, a la montaña, a la discoteca. No es lo mismo educarse que divertirse.
7).-En las salidas extraescolares es fácil controlar e identificar al alumnado del mismo centro escolar.
(1).- Algunos estudios indican que sin uniforme, "el número de mudas suele ser mucho más elevado" ya que "en cada trimestre se renuevan hasta llegar a la decena de combinaciones al final de curso". De esta forma, con la uniformidad "hay un desembolso inicial más importante que ya no se repite hasta el curso siguiente", mientras que "con la no uniformidad, se adquiere ropa al menos una vez al trimestre y en mucha mayor cantidad". Soy consciente de que cada alumno es un caso y que generalizar es harto difícil.
Yo fui a colegio de monjas, Al Amor de Dios, y el uniforme creo recordar que era obligado solo hasta quinto de egb. Sexto, septimo y octavo era ya considerado "cursos de mayores", jeje, y era optativo,. por lo que nno lo llevabamos. Personalmente, creo que es lo mismo que llevar uniforme en el lugar de trabajo: no has de comerte el coco con que te pondras, pero el uniforme para niños suele ser caro y has de tener mas de uno para poder cambiarlo en caso de ensuciarse y esas cosas. Pero no se, deberia ser optativo.
ResponderEliminarLuis: Ya hemos hablado del tema y sabes que no me gustan los uniformes, pero menos aún los que impone la moda. En mi IES donde nadie se atreve a explicar a los alumnos cúal es la vestimenta decorosa, por temor a que lo tanchen de "facha", se ve de todo un poco, pero predomina la exhibición de tangas, marcas de calzoncillos, pantalones con los bajos arrastrados por el suelo, chancletas playeras y wambas de marca con los cordones arrastrados...Si la vestimenta expresa la personalidad, ésta deja bastante que desear...
ResponderEliminarSalud y que te sea leve...porque te va a llover de todo.
¿Y si se opta por una solución intermedia aunque pueda sonar utópica?
ResponderEliminarSi hay una vestimenta para el deporte y obligatoriamente todos pasan por el vestuario ¿por qué no hay un uniforme para uso exclusivo en el centro escolar?
Los carteros, los albañiles, los revisores, los maquinistas e incluso los militares llevan un uniforme DENTRO del centro y lo que más nos molestaba a los escolares eque lo usábamos era el uso del uniforme FUERA del centro.
Si por falta de infraestructuras esta solución no fuera válida, podría optarse por la voluntariedad de su uso, sin más.
Veo más radicalismo e intransigencia en los enemigos del uniforme escolar que en los partidarios. Tampoco me gustan las burlas que sufren los escolares uniformados por parte de los que no lo usan.
ResponderEliminarSolo podría discutirse el tipo de uniforme y buscar consenso en que no sea una cuestión de mantener el mismo por años aunque fuese incómodo. No veo muchas desventajas.
ResponderEliminarEn mi país lo usan obligatoriamente en los colegios privados pero en los públicos ya no es obligatorio. Salvo excepciones como la de mi escuela en la que los propios alumnos decidieron usar uniforme. En este caso, sólo es un guardapolvo que usan las mujeres, pero nos llamó la atención que ellas mismos lo pidieran. La escuela en la que trabajo es técnica y ya no se exige el overol que antes era parte del uniforme y eso trae problemas. Tanto sea por seguridad, cuidado de la ropa diaria e identificación en lugares peligrosos. Creo que en este caso debería ser obligatorio.
Les dejo un saludo desde muy lejos.
Mi querido Luis Antonio:
ResponderEliminarTan solo copio lo que dejé en el blog de Susi (maracuya)
Con lo cargadita que estoy todavia de mi gripe, catarro o vete a saber que tengo, voy a decirte lo que opino después de mi propia experiencia.
Verás yo nací en el seno de una familia media en la que para más inri somos 6 hermanos, ni que decir, que mis padres tuvieron que hacer master en economia para sacarnos adelante, en mi caso por desgracia tuve que ir a una escuela privada, digo por degracia, porque de los seis hermanos fui la única que tenía que ir con "uniforme" más una bata blanca guardapolvos.
Por la época era discriminada como la pudiente sin serlo, en aquella época quien se podía permitir pagar una escuela privada eran solo los ricos, en mi caso mis padres solo tuvieron que pagarme el primer año, de escuela, te preguntarás y por qué tuve que ir ??
A los cuatro años contaba con un coeficiente intelectual muy por encima de lo normal, mis padres orgullosos me pagaron el primer año, que después a base de becas ganadas no tuvieron que pagar más, ellos no contaban que iba a ser totalmente desgraciada, viendo como los de mi barrio, me discriminaban por ser la niña pelirroja de rizos con su uniforme de corbata. Un horror!!
Un gasto innecesario para los padres conforme vás creciendo, y un complejo que llevas arrastrando hasta que llegas a ser adulta y entonces todo te resbala, pero hasta que llega, te sientes muy, pero muy mal..!!!niñez, adolescencia.... ya sabes la edad del pavo, en la que los chicos ni te miran porque te llaman la empollona (sabelotodo) sin serlo!!
Por eso estoy tan en contra de los uniformes, y me perdonarás, por ser tan contundente.
Mi querido Luis, espero haber cubierto tu curiosidad con este comentario negativo hacia los uniformes.
Muchos besitos acatarrados.
Mi estimado Luís Antonio, no discuto ninguna de las ventajas que, objetivamente, pueda tener el uso del uniforme, como muy bien has detallado, pero a mí no me gusta. Me trae malos recuerdos, me da grima...Pienso, como he visto reflejado en algún comentario que como medida opcional consensuada, vale, pero nunca como una imposición unilateral. Un abrazo.
ResponderEliminarComo estudiante nunca he llevado uniforme así que no puedo hablar de lo que se siente con él. No me gustan las imposiciones pero si es lo acordado lo acepto.
ResponderEliminarYo le pondría uniforme, o bata, a algunos profes que no tienen decoro en el vestir (porque siempre hablamos de los alumnos). También hay que tener en cuenta que los traseros de las profes son más mirados que los de muchas modelos y eso causa mucho despiste entre el personal adolescente con las hormonas por los techos.
Ah, no, no nos priven de ver a las profesoras bonitas.
ResponderEliminarHablando en eserio, es ese un tema que charlamos en mesa de profesores.
Los hombre tenemos por acuerdo ir de camisa y zapatos, bien afeitados y demás, pero las mujeres, hablo de profesoras, no respetan las reglas y es cierto que van al salón a saciar su ego haciéndose ver. No todas, por supuesto, pero se ve y es parte del mismo problema, la falta de criterio.
Si hay que decirle a un docente lo que es correcto y no en su forma de vestir, que podemos esperar de su desempeño.
Saludos a todos.
Luis
ResponderEliminarhola ¿a qué no sabes que he venido a hacer apenas abrí la puerta de casa? Veo que expones razones considerables, pero ya sabes no es mi idea, aunque si hay consenso se usa. Creo que lo ideal es concientizar a los alumnos sobre la necesidad de llevar una vestimente acorde a las actividades, que a la larga, alumnos y profes lo terminan haciendo. Lo de la bata o guardapolvo estoy menos de acuerdo, salvo cuando sea para proteger la vestimenta en actividades que así lo requieran, Y ya ves lo que dice Gamar, las "señoritas" acordaron llevarlo en su escuela...ya le voy a preguntar qué clase de guardapolvo llevan, si el que oculta o el que muestra, porque he visto modelos de ellos o de chaquetillas que son un desfile de alta costura. Pienso que si en las escuelas priorizamos la libertad bien entendida, ella debe pasar también por la forma de vestir y de aprender a vestirse para la ocasión. En lo que respecta a las diferencias sociales reflejadas en la ropa, es poco probable en las escuelas porque la mayoría del alumnado que asiste a una, al menos aquí, es del mismo nivel. Ya ves, lisebe no era discriminada en la escuela y sí en el medio en que vivía. Tratar con los chicos sobre la discriminación es el tema, y yo creo que el no uso de uniforme brinda una rica situación para hacerlo. Me gustó tu entrada y me encantó participar contigo que lo has hecho de maravillas, creo que por ahí no lo hice tan bien porque me dices en el comentario que lo he hecho pro uniforme. Bueno ya sabes que pienso que nada es blanco o negro, y no lo sería este tema tan controvertido y que involucra a todos. Te doy un gran abrazo.
Buenas! Estoy de acuerdo en un todo, salvo en la parte de que "iguala las diferencias sociales" y "baja el consumo"...lamentablemente creo que no es tan así, ya uqe lo que hace es simplemente trasladarlo a otros ámbitos ( la marca de la cartuchera, o de los lápices, o las zapatillas, etc)
ResponderEliminarEl que está pendiente de eso, lo lleva a otros ámbitos.
Con respecto a la moda y ese tipo de cosas, se ven en los eventos sociales, en mi casa, por ejemplo lo que sí ocurre es que se diferencia claramente la ropa de "colegio" de la de "salir"...pero los chicos en general ( hablo de los adolescentes) saben muy bien qué está "de onda" y lo incorporan en donde pueden: pins de las mochis, tipos de mochis, cortes de pelo o accesorios...
En todos los otros conceptos, de acuerdo.
un saludo!
Quería aclarar, que en mi caso, no son del mismo nivel, de ningún tipo.
ResponderEliminarMe olvido que no todos viven como yo en una pequeña comunidad. Aquí existe sólo una escuela técnica y en total dos escuelas secundarias, asi que van desde la escala social o económica mas alta a las mas bajas, todos juntos.
Las mujeres llevan guardapolvo blanco del mas clásico. Por supuesto que algunas llevan unos con puntillas mejor arreglado, de exultante blanco y recién planchados...y otras no tanto. Pero en la vida van a encontrarse con eso. En el banco tienen su uniforme, en la municipalidad tienen su uniforme y en nuestro caso se vive mas como una cuestión de pertenencia que de obligación.
Eso si es bastante distinto a las grandes ciudades. Nuestros alumnos sienten una pertenencia, un cariño a la escuela que no se ve en otros lugares. Creo que pasa más por ahí.
Saludos
Pues mire vd. Don Luis A. yo creo mucho más en la responsabilidad que en la disciplina. Quizás es que acabe muy harta de hacer filas escuchando himnos que nunca me sirvieron de nada... y de humillaciones de ponerme de rodillas y si el uniforme no arrastraba "pacasa". Yo crecía muy deprisa.... No me parecen mal las "batas" evitan manchas innecesarias, sobre todo en Primaria, incluso en ESO...aunque los uniformes, en la mayoría de ocasiones, no son más que una marca de "calité" de la Escuela. Podríamos comparar los recibos. Igualar al alumnado no es posible, siempre están los "maravillosos estuches"(que cuestan un Congo) esas bambas (de explotación de infantes por un ojo de la cara) las consolas de pequeño tamaño (pero carísimas) las motos (pedazo de motos algunas) los móviles (con negro que te rasca la espalda incluído) los relojes (impropios de esas edades pero ahi estan...) ¿Sigo?
ResponderEliminarEso no es posible amigo mío.
Por otra parte, los adolescentes, ahora y en todas las épocas, necesitan integrarse en la "tribu" y epatar. Va con la edad y no hace daño a nadie. Prohibirlo, sólo consigue convertirlo en un acto de rebeldía... Yo recuerdo mis minifaldas de escándalo y las melenas y tejanos rotos de algún estimado calvo super-yuppie de hoy en día... El tiempo se encarga de poner a todo el mundo donde le toca Luis Antonio. Como te decía creo mucho más en la información y la responsabilidad, que en la disciplina y el apretar. La de la ropa, y el aspecto en general, es una batalla inútil que no lleva a niguna meta... No conozco a ninguna Universitaria de último carrera a la que se le vea el tanga... y por casa vienen unas cuantas. Las mismas, que a los 15 se les congelaba el ombligo y "aledaños" con aquellas mini camisetas y cazadoras. Mejor dar la batalla de la limpieza, vayan como vayan, o la de la información, para no llevarse sustos innecesarios... Y si empezamos a "marcar" por los atuendos ¡mal vamos! sobre todo a las féminas. La moda solo es moda y no incomoda. Y hoy se enseña el ombligo y mañana se lo tapan como si tal cosa...
Sin olvidarnos, de que son las grandes cadenas de ropa, todas regentadas por adultos, of course, las que tiranizan con una u otra tendencia... incluso a los mayores...
Peeero creo también en la libertad de los padres para escoger el tipo de Educación para sus hijos... Allá cada cual...
Muy buena y polémica entrada Luis Antonio. Un abrazo.
Yo de pequeña, en EGB, llevé uniforme y me gustaba, pero cuando pasé al instituto me gustó poder llevar mi ropa normal.
ResponderEliminarAhora que tengo hijos y van a un colegio donde solo es obligatorio el chandal del colegio los días que hay gimnasia y está prohibido llevarlo cuando no toca educación física, me parece demasiado estricto. Es que no dejan llevar ropa deportiva de ningún otro tipo, y a mi eso me parece fatal para niños pequeños, o hasta los 14 años, como dice uno de los puntos. Creo que sería mucho más cómodo para ellos y para nosotros.
Si tuviera que decantarme, lo haría a favor del uniforme hasta los 14 años, pero que fuera algo cómodo, práctico y si es posible, barato, porque todos los que tenemos hijos sabemos que 1 solo sería insuficiente. Tendríamos que comprar al menos 2.
Luis Antonio, vengo del blog de Mara y voy a intentar comentarte porque estoy en contra del uso de uniforme escolar
ResponderEliminarPrimero expresar que lo hago desde el desconocimiento (nunca jamas tuve que utilizar uniforme escolar y mis hijos tampoco).
a) Lo siento pero estando de acuerdo en la necesidad de la gestión colegiada de los centros creo que hay temas ne los que es importante tener un conocimiento profundo de la meteria para poder opinar, es decir a nadie se le ocurriria que el consejo escolar del centro interviniese en configurar el temario de determinada materia, pues eso, el uniforme se deberá poner solo basandose en criterios de idoneidad educativa y no en función de la comodidad de los padres.
B) Igual que hay niños que a los 15 años no han formado su identidad todavía, los hay que con 10 años ya tienen muy claro como les gusta ser, es el la infancia cuando se forman las personalidades y coartar una capacidad de formarla como es elegir su propia vestimenta no me parece oportuno ni con 14 ni con 8
C) De acuerdo
las uspuestas ventajas que tu mismo dices que se pueden dar la vuelta yo creo que no son tales y a continuación te explico porque:
1) Las odiosas comparaciones van a serguir existiendo (Tu llevas ropa heredada de tus hermanos y a mí mis padres me la han comprado nueva, tu llevas la ropa del año pasado, etc) y ademas se seguiran dando en la cartera que llevan, en el calzado, en el material escolar, en al coche de los padres, etc, ¿no sería mejor tratar de educar a los niños en las bondades de las diferencias importantes y en la poca importancia de las otras?
2) El consumismo seguira existiendo en la ropa de calle, lo único que hacermos es apartarlo del entorno educativo, con lo cual perdemos la capacidad de hacer eso que llaman "educar en valores"
3) Eso depende de cada caso, podriamos hablar de familias que educan a sus hijos a preservar y cuidar la ropa y sus hijos se ponen la misma ropa para ir al colegio que para salir a la calle y familias que al cabo del año tienen que comprar hasta 3 0 4 uniformes por la falta de cuidado de los niños (volvemos a la educación)
4) Eso que puede evitar peleas, tambien es perder una forma de educar al niño a tomar sus propias decisiones al elegir la ropa que se pone y lo único que hace es reducir el papel de los padres quitándoles capacidad de educar a sus hijos
5) Para que los alumnos lleven vestimenta adecuada a la actividad a realizar siolo hace falta definirles unas pautas claras en cuanto al tipo de vestimenta a utilizar en cada una de las actividades y no tiene por que ser la de todos los alumnos igual.
6) Eso es cierto, pero eso se evita dotando a las salidas fuera del centro del número suficiente de personal para poder controlar a los alumnos.
En cualquier caso entiendo que es un debate con dos posturas claramente marcadas
Un saludo desde mi rincón que desde ahora tienes abierto a tí
Gracias a Candela, Joan Carles, Dr. Krapp, Montse, Gamar, Lisebe, Cristal, Angie, Mara y Cuyá, Mona Loca, Cristal00k, Novicia Dalila y Tumulario por todas las aportaciones hechas. En un tema tan controvertido, como el del uniforme escolar, es necesario estar abierto a lo que piensan los demás sin prejuicio alguno.
ResponderEliminarQuiero decir, en primer lugar, que replantear el tema del uniforme escolar una vez más, responde a las "modas y modos" de vestir de muchos escolares, sobre todo de Secundaria, que, en opinión de un colectivo considerable de padres y profesores de la enseñanza pública en Cataluña, donde la ausencia del uniforme es total –salvo el uso de batas para escolares pequeños en algunos centros-, merece la pena replantearse. Es posible que esta reconsideración obedezca también a la impotencia manifiesta de unos y de otros para transmitir a los alumnos ese concepto del "decoro" tan difícil de delimitar y que, para muchos, puede suponer interceptar el concepto de libertad personal.
Creo que los partidarios del uniforme en España estamos en minoría y albergamos más dudas que los detractores que parecen tenerlo más claro, puesto que rechazan de plano la posibilidad de hacer un replanteamiento, dado el ingrato recuerdo que arrastran de sus propias experiencias. Mi sugerencia, lejos de imposiciones y principios obsoletos, pretendía abordarlo desde una perspectiva más acorde con los tiempos y sin más objeto que los fines educativos.
Los padres, mientras los hijos alcanzan la madurez progresivamente para tomar decisiones propias, tienen mucha “cancha” en este tema, pues son los responsables de cubrir las necesidades, no sólo afectivas, sino también materiales de sus hijos. Por eso, creo que su implicación en cuestiones educativas de esta índole (uniformes, comedor escolar, salidas extraescolares, etc.) es necesaria tanto si se manifiestan a favor como en contra del uniforme escolar.
Algunos proponen usarlo sólo en el colegio, para evitar las burlas que tanto afectan a los usuarios. Sería una buena medida si no fallase la logística organizativa. Yo añadiría algunos interrogantes a manera de reflexión: ¿Por qué se burlan muchos alumnos de los que llevan uniforme? ¿Han podido influir en ellos los detractores? ¿Se les corrige cuando se tiene constancia de estos hechos? ¿Los que llevan uniforme se burlan de los que no lo llevan?...En una sociedad pretendidamente democrática tan aceptable y digno debe ser llevar uniforme como no.
Alguien propone que se dé la opción de llevar o no uniforme en el mismo centro escolar. La medida puede resultar democrática y respetuosa con las dos opciones, pero me temo que el remedio sea peor que la enfermedad y dudo que se alcance el fin educativo que se persigue. Es preferible una opción de Centro, la que sea mayoritaria, sin duda.
Soy consciente de que la pretendida función igualadora del uniforme va poco más allá de disimular un poco las diferencias sociales. Yo llevé una bata gris oscura, tipo guardapolvo, durante el bachillerato, en un colegio mixto de pueblo. Los "galones" en la manga y el nombre bordado en azul constituían la diferencia entre unos y otros. La susodicha bata, vista desde hoy, resulta bastante penosa. Sin embargo, no tengo constancia de que generara ningún trauma ni problema alguno. Mi generación tenía otros problemas de mayor relevancia, sin duda....He trabajado durante bastantes años en centros escolares públicos y más aún en privados concertados. En uno de estos últimos, con uniforme, y sin ignorar los conflictos cotidianos de relativa entidad, la experiencia no me ha dejado mal recuerdo igual que la de los centros sin uniforme. O sea, nada de maniqueísmo, por mi parte.
Como conclusión y a manera de despedida quiero añadir que ha sido una estupenda experiencia la de compartir este tema con Mara y Cuyá, aunque los respectivos contextos geográficos estén ciertamente distantes.
Gracias, otra vez, y un abrazo para todos con sincero afecto.
Día a día luchamos por una educación individualizada, que tenga en cuenta al individuo, que atienda la diversidad de las aulas. ¿Y qué hacemos?. Los vestimos todos iguales,no se vaya a notar que son diferentes que tienen personalidad, que quieren mostrarla. A padres y profes, ¿nos incomoda como visten? démosles argumentos para que tengan criterio en la elección de ropa.
ResponderEliminarLuis, citas en tu entrada varias veces a las mamás (muchas te han dado la vara), es cierto que mayoritariamente, sobretodo si no son madres de adolescentes, estan a favor del uniforme, por comodidad. Alguién tendrá que decirles que lo más cómodo no és lo mejor pedagógicamente hablando. Ah, por cierto, espero que algun día los papás también tengan algo que decir sobre la idoneidad del uniforme.
Amigo Orlando(pi314): Si yo tuviese la más mínima sospecha de que el uso del uniforme escolar va a condicionar el futuro del usuario o le va a incapacitar para tomar decisiones en su vida, me dedicaría en cuerpo y alma a luchar contra semejante vestimenta pérfida y castradora de voluntades...
ResponderEliminarPero pensándolo bien, a lo mejor, como llevé bata en la escuela durante algunos cursos, ahí está la causa de que agradezca a mi mujer que me asesore sobre la ropa que tengo que comprarme...
Es broma. Gracias por tu visita, por tu comentario, ingeniero de
Informática. Cualquier día te consulto alguna cuestión técnica porque los de Letras, ya sabes...
Un cordial saludo
gracias Luis!!! Fue una linda experiencia contigo
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEn mi época de estudiante nunca llevé uniforme, pero me gustaba ver esa unión que ejercía en todos los niños que pertenecían a un centro con esas características. Exactamente pensaba en lo beneficioso que era para todos usar la misma ropa. Tanto para los padres como para los hijos llevar un mismo vestuario evita que un alumno destaque sobre el resto, o vaya presumiendo de algún zapato o camiseta que otro no pueda disfrutar.
ResponderEliminarUn saludo :-)
Gracias por tu comentario, Caronte. Tiene una significación especial porque tú eres más joven que la mayoría de los participantes en esta especie de Foro.
ResponderEliminarUn cordial saludo
Gracias a ti. Esta entrada me recordó a mi primer año de carrera, donde se hizo un mini debate donde se expusieron las ventajas de usar uniforme en las escuelas :-)
ResponderEliminarCreo que hay un aspecto que nadie ha comentado: ¿no es un poco antihigiénico ponerse la misma ropa cinco días seguidos?
ResponderEliminarA Bernardinas:
ResponderEliminarTienes toda la razón, pero no deja de ser un problema material que tiene soluciones materiales: otro uniforme o secadora eléctrica...Ya sé que estas solucones están reñidas con el objetivo del ahorro.
Salud
Bernardinas, siempre se encargan dos pares. Los días que tienen Educación Física cambian el vestuario por uno más deportivo :-)
ResponderEliminarTienes toda la razón. También es un símbolo de la disciplina.No ahí que olvidar que también tiene desventajas
ResponderEliminar¡Muy buen post!
ResponderEliminarA pesar de los detractores del uniforme escolar, un gran número de personas defiende el hecho de que los niños lleven prendas idénticas, ante los múltiples beneficios que esta opción presenta, desde la cohesión del grupo hasta la enseñanza de valores como la responsabilidad y la igualdad.
¡Un saludo!