En tu boca,
en tus pechos y
en tus muslos
esculpí con
mis besos
mis grageas
más cálidas
y densas.
Y ahora,
otros labios
de gélido
cincel
las están
raspando.
en tus pechos y
en tus muslos
esculpí con
mis besos
mis grageas
más cálidas
y densas.
Y ahora,
otros labios
de gélido
cincel
las están
raspando.
¿Y ahora poeta? ¡caray con el Sr. profesor!
ResponderEliminarEn cuanto al contenido, sólo se me ocurre un ¡es lo que hay!
Un beso.
P.D. Y yo, que no sé porque, me pensaba que dabas Mates...
ooooohhhhhh Luis!!!!!
ResponderEliminarsólo puedo adaptar unas palabras de Galeano que coincidemente están hoy en mi espacio
"creaste grageas y caricias, para que no sean mudas
su realidad ni su memoria, mientras gélidos cinceles la raspan. Ahí están grabadas para siempre"
Un beso inmenso
Luis Antonio, lo más bello siempre es lo más efímero.
ResponderEliminarSolo un momento para decirle que le tome algo prestado.
ResponderEliminarMejor no pensar en ciertas cosas.
ResponderEliminarMi querido Luis Antonio:
ResponderEliminarBello poema con un final triste.Como la vida ocurre lo mismo a veces.
La vida te ofrece lo bueno para después quitártelo.
C'est la vìe.
Besitos mi querido maestro
Qué barbaridad, Luís Antonio, cómo estás hoy...Está claro que no se puede vivir de las rentas, ni mirar para otro lado, porque en el momento que te descuídas llega alguien y te arrebata lo que considerabas tuyo. Un beso de estos labios.
ResponderEliminarMenudo giro has pegado en la temática, Luis Antonio. Claro que ya había antecedentes en los zapatos de aguja y la silueta sugerente. A ver qué va a ser lo próximo.
ResponderEliminarAhora en serio, el poema tiene mucho estilo.
Realmente bueno y en pocas palabras, como a mí me gustan estas cosas. Lo cierto es que duele leerlo, ya que transmite ese sentimiento de abandono y pérdida de una manera sobresaliente. Te felicito :-)
ResponderEliminarLabios gélidos que raspan... desde la mirada del que escribe o desde el tacto del otro?
ResponderEliminarMe gusta... Pero es doloroso en ambos casos...
Saludos...
Mas vale rescatar lo bueno de aquello que vivimos, que morir en la tristeza de lo que hemos perdido.
ResponderEliminarPobre de aquella que se quedó sin el calor de tus besos...
Muy interesante , da para muchas interpretaciones, con el cincel y los labios que raspan podría tratarse de homosexualidad latente.
ResponderEliminarA Cristal100k, Mara y Cuyá, Dr. Krapp, Gamar, Lisebe, Cristal, Angie, Caronte, Borraeso, Marisol:
ResponderEliminarOs recuerdo, amigos y amables comentaristas que no debéis identificar al autor de la gragea con el “yo grageático” (los poetas, no es mi caso, le llaman el “yo poético”). El “yo grageátco” es el que se manifiesta, el que siente, el que sufre las ausencias y los abandonos, el que expresa sus emociones. Es un personaje diferente del autor, que no es más que un simple instrumento en manos del creador. Los que acostumbran a interpretar los poemas o las grageas como la proyección del autor lo hacen desde una concepción romántica que, en muchos casos, carece de fundamento. Por lo tanto doy las gracias en nombre del “yo grageático” a las muestras de condolencias y pesares que han manifestado en sus comentarios y un servidor –mero amanuense- se queda con los parabienes y besos (el de Cristal, increíble) ya que el salario de estos quehaceres está muy por debajo del mínimo interprofesional.
A Tumulario: De nada. Como si estuvieras en tu casa.
Al Dr. Freud: La imaginación es libre, pero un científico como se le supone a Vd., debe saber maniatarla en aras del rigor y todo eso...
"El “yo grageátco” es el que se manifiesta, el que siente, el que sufre las ausencias y los abandonos, el que expresa sus emociones. Es un personaje diferente del autor, que no es más que un simple instrumento en manos del creador"
ResponderEliminarMe alegra que al fin uses como propia la concepción del mundo de este que escribe. ;-)))
No, no te pediré derechos de autor, soy partidario del software libre.
Cierto, pero mientras algunos sólo lo hacemos en contadas ocasiones, y en función del género, otros hacen de ello su seña de identidad...¿no?
ResponderEliminaraaaayyyyyy por qué nos quitas el romanticismo!!!...NOOO, me niego. Al fin has borrado con el codo tu gragea anterior. Seguiré hablándole al yo que imagino, y el yo que quiera se lo toma para él. Ahora tendrás doble trabajo, cuéntale al yo poético nuestros comentarios...un beso al grageático ése.
ResponderEliminarMara y Cuyá: No siempre se escribe a dictados del otro "yo". En ocasiones te deja solo y en otras uno mismo busca esa soledad sin interferencias...
ResponderEliminarUn beso de ambos para ti
Fuiste el maestro, qué más anhelas? quien marcó su territotio, pero nad dura para siempre.
ResponderEliminarMientras dure, a vivirlo intensamente. Todos nos enriquecemos con algo de lo compartido, aprendemos mucho si estamos atentos. Y no debemos repetir las mismas situaciones, sino se repetirán hasta que lo logremos.
un abrazo, se feliz!!
O sea, Luis Antonio, que a veces escribe el propio yo, a veces es el yo grageático, vamos, para que no nos aclaremos para nada entre las féminas, y después de que nos hemos formado una idea, volcáis el cubo y nos echáis el agua encima. "Yo" lo que intuyo es que tenéis todos un "yo escaqueitor", palabrota acabada en r, ¡que parecéis todos de la misma secta!
ResponderEliminarEsteeee, estoy con Angie al 100% escaqueitor es el "palabro" jajaja!
ResponderEliminarBesos grageáticos...
A Nerina Thomas: Tomo nota y se lo paso a mi otro “yo” para que tenga en cuenta tan sabio consejo. Muchas gracias y un abrazo.
ResponderEliminarA Angie y Cristal00k: Sois unas malvadas. Cometéis el error de generalizar sobre los hombres. Nos llamáis sectarios y encima, el beso es “grageático”. ¡ No vale ¡ Mi beso, para ambas, podrá parecer virtual, pero os aseguro que no es esa la intención...
No tengo perdón al dejar pasar por alto esta gragea que no había visto.
ResponderEliminarMagnífica.
Gracias, Fermín. No sabes lo mucho que valoro tus opiniones. Sé cauto y ponderado porque voy a acabar creyéndomelo...y eso puede ser grave.
ResponderEliminarLa verdad es que tus grágeas no pueden pasar desapercibidas, siento habérmelas perdido, por eso quiero leer, cada día, unas pocas, porque todas me parecen preciosas.
ResponderEliminarUn beso.
de casualidad, me encontre con tu poema.... precioso, lo disfruté....
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