En este país pocos ciudadanos carecen de opinión. Describir, argumentar, razonar, etc. no tienen tantos partidarios porque requiere formación, criterio, esfuerzo... Sin duda alguna, es más difícil explicar que opinar. Infinitamente más arduo. En vista de lo cual todo el mundo opina.
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De ANGIE para LUIS ANTONIO
"Haikuquero es
el beso que se entrega
cuando hay querer".
el beso que se entrega
cuando hay querer".
Yo diría que todo el mundo suelta la lengua. Pero opinión fundamentada, la justa. Se critica alegremente, se juzga sin conocimiento de causa, se emiten chascarrillos y bulos como si fuesen opinión. El argumento razonado suele estar ausente. Informarse cuesta. Tener método analítico es un esfuerzo que no se plantea la mayoría. Y además se suele repetir a la brava, sin valorar en su término correcto, lo que otro va soltando por ahí. No nos extrañe entonces que la mentira y el bulo cundan, con toda su carga visceral, tantos se presten a multiplicar su difusión y lo peor: que eso vaya configurando el voto. Aviados estamos, diría mi abuela.
ResponderEliminarTe explicas como un libro abierto. Y como de costumbre, amplías y profundizas en la idea que propongo. Otra vez, gracias
EliminarY también lo que se da muy bien a la gente es criticar y juzgar.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Criticar y juzgar sin criterio ni argumento. Ese es el problema.
EliminarMuchos besos, María
He estado viendo la entrevista de Jordi Évole a Joaquín Sabina, y Évole comentaba con Sabina, más bien se lamentaban los dos, el panorama en el parlamento… ni en esta situación devastadora para el país, es posible contemplar un hemiciclo constructivo y unido ante la pandemia, observando como buena parte de las agrupaciones políticas se entregan a uno de nuestros vicios nacionales, el cainismo, y la hipocresía.
ResponderEliminarLa pandemia pone de relieve nuestra doble cara, una que habla de nuestra solidaridad y otra que refleja ese cainismo endémico que nos caracteriza.
En cierto modo, el coronavirus está suponiendo, a nivel mundial, una inmejorable radiografía social, tal vez la más reveladora que se ha hecho (que se está haciendo, mientras continúe la pandemia) de nuestras grandezas y miserias desde la II Guerra Mundial, dadas las consecuencias y el impacto planetario que está teniendo. Un experimento sociológico sin parangón, ahora bien, hay escepticismo porque esto nos cambie y nos haga tener altura de miras, parece que eso es mucho pedir…
Cuídate, Luis Antonio.
Si la circunstancia que estamos sufriendo no se aborda de forma colectiva y solidaria por todos los partidos políticos, ideologías aparte, la democracia saldrá seriamente dañada. Y ya sabemos cuáles son las alternativas a la misma...
EliminarUn abrazo, Paco
¿Y que hacemos?, ¿los que tienen menos cultura o menos formación no pueden opinar?, ¿debieran votar?. Visto lo que hemos visto, por ejemplo con el tema de las mascarillas que hace un mes eran malas y ahora imprescindibles, ¿debemos meter en este cajón a los "técnicos" de los informes, (si los hubo, que los dudo)?. las crisis sanitarias tienden a unir a las personas (hasta cierto punto y mientras el solidario individuo e individua no vea un peligro real, que entonces se acabó la solidaridad), las crisis economicas tienden desde su principio y con los "lideres" delante a crear enemistades, un buen ejemplo lo tenéis allí, en Cataluña, en 2011-12 plena crisis y surge con fuerza el nacionalismo más casposo. Cuando los que tienen que dialogar están preocupados solo de lo que van a decir y como, en vez de escuchar y construir, pasan estas cosas, que no se construye nada y lo que dicen lo dicen mal y a destiempo. Después del coronavirus, seguiremos igual, llevamos cientos de miles de años haciendo lo mismo y como especie no nos ha ido mal, de hecho nuestro éxito evolutivo es innegable.
ResponderEliminarUn saludo y salud.
Panorama desolador el que describes y me apena no tener argumentos para contradecirte. Una pena de país
EliminarSaludos, salud y mucho ánimo
Imagino el silencio que se produciría si todo el mundo hablara sólo de aquello que conoce. ¡Un silencio total, qué bien nos vendría! Sería magnífico, podríamos leer con tranquilidad, estudiar, pasear sin ruidos molestos y contemplar los colores de la aurora.
ResponderEliminarSalud amigo mío.
Francesc Cornadó
Buena idea. Mejor callados que decir tonterías...Lástima que caigamos en contradicciones e ignoremos lo que es la autocrítica.
EliminarSaludos cordiales y mucha salud, Francesc
En la opinión está el voto.
ResponderEliminarUna cosa es opinar (se puede y se debe), y otra es juzgar y eso debería de estar claro desde un principio para saber diferenciar.
Los que no quieren que se opine, son los que opinan que los demás no deben opinar. La demostración está en Corea del Norte.
He dado mi opinión, tal cual han hecho los demás opinantes que tengo en la parte superior.
salut
¿Por cierto? ¿qué opinas de pagar a las clínicas privadas mil euros diarios durante 43 días por tener ingresado en la UCI un enfermo de COVID19?
Salut
La opinión sin argumento no me gusta. Es muy fácil. Contestar al por qué, para qué, con qué, etc. requiere esfuerzo y ahí solemos fallar la inmensa mayoría.
EliminarSaludos cordiales
Respecto a la última pregunta, pienso que es una barbaridad. Muy pocos pueden permitirse tales dispendios. Lástima que la Sanidad Pública haya sufrido tantos recortes. No era mala...
EliminarMe viene a la cabeza una máxima de Tzara: "pensamos con la boca"
EliminarSalut
Aquí somos todos expertos de taberna. Y con el guirigay se nos impide escuchar a quien sabe...
ResponderEliminarLa virtud de escuchar brilla por su ausencia...
EliminarNo podemos prescindir de las opiniones tenemos que respetar el pluralismo, eso no nos impide rechazar aquellas que resulten maliciosas, desestabilizadoras, infundadas u obscenas. Lamentablemente las redes sociales e Internet son su mejor levadura madre y se sostienen por la falta de credibilidad de aquellos que podrían desmentirlas
ResponderEliminarUn abrazo
Me gustan las opiniones fundamentadas aunque puedan o no coincidir con las propias. Se aprende si se escuchan con interés- Tampoco abundan, ¿eh?
EliminarUn abrazo
¿ Entonces que es mejor que todo el mundo opine o que nadie pueda opinar porque para eso están los Lideres, los Caudillos , los dogmáticos o adoctrinados que tienen la única verdad absoluta ? Saludos
ResponderEliminarLo ideal sería que todo el mundo opine con criterio. Sería indicio de un alto nivel. Para decir tonterías, mejor estar callado.
EliminarCuando hay formación y opinión propia, los dogmáticos y similares lo tienen "crudo"---
Saludos
Pues me has paralizado, porque ahora no sé si lo que yo hago es opinar o razonar...
ResponderEliminarCreo que la opinión necesita información, exposición y razonamiento... yo no sé donde está esa diferencia que estableces... evidentemente hay opiniones o razonamientos técnicos y otras que no lo son... hay criterios acreditados oficialmente y otros que no se acreditan (caben muchas variables)... no sé, Luis Antonio, me temo que esta vez no te he pillado el concepto... no sé si te refieres a opiniones informadas y a opiniones no imformadas... a opiniones con exposición razonada o a las opiniones sin esa exposición... es que creo que toda opinión exige una mínima exposición de argumentos y un mínimo razonamiento aunque sea erróneo... no sé, me has dejado pensativo y un tanto bloqueado, porque intento opinar sin razonar y no lo consigo, entonces me pregunto si tal cosa será una carencia en mí... bueno, sigo pensando en busca de conclusiones...
Abrazo