Se atribuyen a Voltaire muchas frases de profundo contenido. Si la que dice así es de él, ya se hace merecedor del prestigio que tiene: “Piensa por ti mismo y deja a otros que también disfruten de ese privilegio”.
Todas las personas somos de la misma especie, pero diferimos en muchos aspectos: físicos, psicológicos, ideológicos, actuaciones, opiniones... Lo curioso y singular del caso es que, aun sabiendo esto, todavía está mal visto pensar por uno mismo y distinguirse de la mayoría.
Por este motivo es
imprescindible que sigamos machacando la máxima que da título a esta entrada y
ejerciendo lo que expresa.
Objetivo harto difícil, vivimos una época en la que nuestro cerebro es bombardeado sin parar por todo tipo de estímulos, a saber; saturado de información (o ruido informativo), publicidad, redes sociales, el teléfono móvil, la televisión, la radio, tertulianos políticos por aquí, el “Sálvame” por allá… parecen tiempos diseñados para todo lo contrario.
ResponderEliminarPor otro lado, dices “distinguirse de la mayoría”, pero… ¿qué es la mayoría? ¿quién es la mayoría? ¿cómo piensa la mayoría?
En relación a la idea que expones, eso de la mayoría me parece un concepto un tanto vago. Los antivacuna y otros acólitos de teorías conspiratorias afirman que quienes cumplen las normas sanitarias tienen el pensamiento doblegado al poder, que no piensan por sí mismos como querría Voltaire, los que sí las cumplimos concluimos que son ellos los tienen el pensamiento secuestrado (como decía la politóloga Susan George), a merced de los charlatanes, la Cataluña nacionalista versus la no nacionalista, los taurinos y los antitaurinos, los socialdemócratas contra los conservadores y los populistas por medio… así pues, ¿qué es la mayoría? ¿quién es esa mayoría para no pensar como ella, en que bando se sitúa?
Vivimos en sociedad, nuestro pensamiento como un verso suelto, libre, no tendría mucho recorrido, porque necesita retroalimentarse con el resto.
Desde que uno acepta las reglas de la convivencia social… nuestro pensamiento ha de asumir su dosis de contaminación, de tal forma que sea tolerable y no termine por anularnos, es como respirar el aire urbano, es imposible escapar a sus partículas contaminantes, por eso está bien huir al campo y su aire más renovado de vez en cuando, por eso es necesario leer, para “renovar el aire” de nuestro cerebro de tanto en tanto, sabiendo que el aire puro es casi inexistente, poco más que una quimera.
Voltaire alentaba a un noble propósito, tal vez fuera más plausible en su tiempo sin la globalidad de ahora, todo interconectado, hoy se me antoja una idea romántica, un ideal al que dirigirse. En todo caso, entiendo y aplaudo el sentido y significado que quieres dar a esta entrada, Luis Antonio, si tengo que enarbolar una bandera... que sea esa. Y sé que quieres reflejar la idea de tener un pensamiento crítico, algo factible si uno está por la labor.
Abrazo.
Como de costumbre, tu pensamiento es claro y muy ilustrativo. Tengo que agradecerte las enseñanzas que transmites y lo sugestivas que acostumbran a ser. Entiendo la pluralidad de ideas y no me cuesta ser tolerante con todas las que se expresan con un mínimo de fundamento. Me sublevan, eso sí, los dogmatismos
EliminarUn abrazo, Paco
¡Cuántas mentes ilustradas necesitamos!, necesitamos muchas mentes como las de Voltaire. Hace falta una nueva Ilustración que limpie la sinrazón y supersitción que nos invaden.
ResponderEliminarSaludos
Francesc Cornadó
Hacen mucha falta, pero me temo que la espera será en vano. Hoy por hoy no abundan los "Voltaire" o similares...
EliminarSaludos, Francesc
Me temo que pensar "por sí mismo" es más un esfuerzo -probablemente un método- que una realidad concluyente. Hay tantos factores que influyen de modo alienante...¿Cuándo pensamos entonces por nosotros mismos?
ResponderEliminarVoltaire siempre a mano, Luis Antonio.
Tomo nota de lo que dices de Voltaire...
EliminarSaludos
Masa y Poder, de Canetti, hace una introducción muy acertada sobre el asunto.
ResponderEliminarHoy no es fácil pensar por si mismo, nos dan las cosas masticadas, sólo hay que apretar el pulgar.
Salut
Canetti, habría que releerlo una y otra vez, pero me temo que no está de moda.
EliminarSaludos y salud, amigo
Nuestras raíces judeo-cristianas nos imponen una tendencia al apostolado que es difícil de vencer. No estamos contentos con saber algo o creer que lo sabemos, lo tiene que saber todo el mundo y compartirlo, si no, no estamos contentos.
ResponderEliminarUn saludo
Sería más práctico hacer apostolado sobre la conveniencia de pensar por nosotros mismos y tener criterio propio. El que sea...
EliminarSaludos
Estoy con Francesc Cornadó, pero me preocupa que ya existan esas mentes y están tapadas por un maremagnum de simplicidades, quizás es que escuchamos poco.
ResponderEliminarUn saludo
Es difícil no estar de acuerdo con la sensatez y sabiduría de Francesc Cornadó. Comparto tu comentario.
EliminarSaludos
Quizá por eso mismo, Voltaire estuvo en el índice de libros prohibidos durante tanto tiempo...
ResponderEliminarLo bueno y la calidad siempre han sido víctimas de mentes inquisitoriales...
EliminarPensar por uno mismo es, cartesianismo mediante, existir en uno mismo...
ResponderEliminarCreo que Coco Chanel dijo algo así como que "El mayor acto de valentía es pensar por ti mismo en voz alta"... Y es que hay que ser valiente para pensar por uno mismo en esta sociedad, pues tal cosa es arriesgada... y no es fácil hacerlo estando tan mediatizado y condicionado nuestro apendizaje y, por ende, todo el conocimiento que adquirimos...
Pensar por uno mismo es un camino difícil de recorrer... pero merece la pena... "El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo" (Friedrich Nietzche)
Abrazo
"Pero merece la pena" Estoy de acuerdo y por difícil que sea hay que intentarlo. Mejor solos que mal acompañados...
ResponderEliminarUn abrazo