La edad tiene su encanto: la leña seca arde mejor, Rocinante trota con más tiento, el buen vino añejo resulta más grato al paladar, los amigos mayores son más fiables y los libros clásicos también. Lejanos ya los sueños de la adolescencia y los delirios alocados de la juventud, los mayores pueden enfrentarse a la verdad con una sobriedad y con un realismo superiores a las demás épocas de la vida. Se hace más fácil descubrir lo que es importante y lo que es intrascendente, se distingue lo fugaz de lo permanente.
La debilidad inherente a la mayoría de edad - no me gusta la palabra "vejez" - es su mayor fuerza: ayuda a despojarse de todo vano afán, de toda estúpida vanidad... Se vuelve al sentido común, a la contemplación de la realidad más elemental. Es más factible el "conocerse a sí mismo" y aceptar las limitaciones de la condición humana.
Releyendo lo escrito no puedo dejar de hacerme esta pregunta: ¿Me estaré haciendo mayor?
100% de acuerdo. Sí, seguramente te estás haciendo mayor, pero... en el sentido de la 5ta acepción que el diccionario de la RAE le da al término: Principal, que tiene superior dignidad o autoridad entre las personas o cosas de su mismo grupo. Gracias por el post. Fabiana
ResponderEliminarMe gusta esa 5a. acepción. Muchas gracias, Fabiana
EliminarTodos nos vamos haciendo mayores, pero lo importante es no perder a ese niño que todos llevamos dentro. Así que dejemos a un lado la vejez, y sigamos siendo niños.
ResponderEliminarMe ha encantado volver a leerte, bienvenido mi estimado Luis Antonio, y que tengas un feliz mes de Septiembre.
Besos.
Sigo teniendo curiosidad y eso algo tiene que ver con la infancia, ¿no?
EliminarGracias por tus palabras. Son muy gratificantes.
Igualmente te deseo lo mejor para este mes y los venideros años.
Muchos besos
Uno se hace viejo cuando deja de estudiar.
ResponderEliminarSalut
Y cuando pierde la curiosidad por las cosas.
EliminarTambién te deseo salud e ilusión
Luis Antonio. No puedo por menos que rubricar cuanto dices, aunque matizaría algo. De mayores nos siguen acechando ocasionalmente algunas ilusiones de juventud, que enseguida medimos si podemos o no afrontarlas en la realidad. De mayores nos acechan los males propios de la degeneración natural del cuerpo, de esto no se libra nadie, pero es una fortuna si no nos condicionan esa otra visión mental de perspectiva, comprensión, sentido común, temple y conocimiento que ahora percibimos (aunque aún algo o alguien siempre nos saca un poco de nuestras casillas) Utilizar aleatoriamente los términos vejez, ancianidad, provecto no debe ser nunca insultante. Lo ridículo es lo de tercera edad o los del imserso. Salud y feliz vuelta al blog.
ResponderEliminarMuy razonable tu comentario. Lo asumo en su totalidad, pero sigo encontranado la palabra "vejez" poco grata, sobre todo a los oídos...(La "j" siempre me ha incomodado. En Europa la ignoran. Sólo el árabe le dispensa cierto protagonismo...
EliminarSaludos
En mi habitual faceta de "pepito grillo" y con la edad de 52 que no se uno es joven, maduro, viejo o mediopensionista, pienso que la edad en si no es nada, que el que es idiota de joven, de viejo no mejora. Siempre se puede recurrir a la experiencia, pero ¿experiencia de que? , hay muchas personas mayores que apenas han tenido experiencias y otras, que sin embargo, con treinta años menos ya han tenido más que suficientes. Como digo, para mi, la edad no es más que la suma de años y que depende de la calidad de estos años y del receptor de la experiencia, su valor.
ResponderEliminarUn saludo.
Atribuir méritos a ciertas edades es una manera de "consolarse" con o sin fundamento...
EliminarTomo nota de tu sabia aportación.
Saludos
Y yo que me empeño en pensar que solo envejece el que quiere porque el resto solo se hace mas grande y mas sabio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo de más grande y sabio es una manera de consolarse que queda muy bien. Intentaré asumirla y ser coherente con ella.
EliminarUn abrazo
Hacerse mayo no es malo. Sí lo es dejarse ir. De hecho, es pasando los cincuenta cuando servirmos para construir el futuro.
ResponderEliminarMe consuela saber que ya llevo unos cuantos años construyendo el futuro...
EliminarCompletamente de acuerdo, amigo Luis Antonio. El encanto está en nuestra mente, ahí reside la capacidad para relativizar toda decrepitud.
ResponderEliminarAbrazos
Francesc Cornadó
Será cuestión, pues, de cuidad la mente para que no pierda lucidez---
EliminarUn abrazo, Francesc
Amigo Luis Antonio, me alegro un montón de “verte” por aquí.
ResponderEliminarYo todavía me puedo considerar joven (cumpliré 53 en cuestión de pocos días), pero desde que hice el medio siglo estas consideraciones que nos traes revolotean con frecuencia sobre mi cabeza, en este asunto concreto, el de ir llegando a la cima de la vida… las palabras no me importan demasiado; vejez, tercera edad, viejo, mayoría de edad, no sé… lo determinante, para bien o para mal, es el talante con el que asumes el bagaje de tu vida, y ahí veo que tú vas bien provisto.
Un fuerte abrazo.
Estás hecho un chaval, amigo Paco. Cuidaremos al talante que, a veces, no hace acto de presencia cuando lo necesitas y te deja un tanto desalmado...
EliminarAbrazos
Pienso que todos llegaremos
ResponderEliminara esa edad de mayores, creo
que lo mas importante es llegar
con salud,lindo volver a leerte
mi amigo.
Besitos dulces
Siby
Que se cumplan tus deseos, estimada Siby.
EliminarMuchos besitos
Tu texto es una maravilla Luis Antonio, pero me parece que la edad no siempre produce esa actitud de la que nos hablas y hay gente en su mayoría de edad que resulta pedante, sabionda o ignorante, con mal humor y mal genio, etc. etc.
ResponderEliminarPero pensar que tu reflexión es cierta es consolador.
Un buen abrazo.
Tu aportación complementa las carencias de la mía. A veces nos pierden los buenos deseos...
ResponderEliminarAbrazos, estimada U-Topia
La edad nos produce un mayor número de experiencias... depende de cómo las gestionemos sabremos más o menos en edad avanzada... No siempre nos hacemos más sabios (más conocedores de la realidad) con el transcurso de los años, también podemos agrandar nuestros errores, nuestra ignorancia, nuestros prejuicios y alguna cosa más... si miramos la media de edad de la población mundial y vemos cómo está el mundo no sé a qué conclusión podemos llegar al respecto del tema que nos trasladas...
ResponderEliminarAbrazo