lunes, septiembre 06, 2010

MI "MAYO DEL 68"


Sobre el Mayo del 68 se ha escrito mucho y de todos los colores. Predominan dos líneas antagónicas y muy distantes entre sí: la de los que lo idealizan románticamente dándole más relevancia de la que alcanzó en la realidad y la de los que lo desmitifican hasta el extremo casi de negar su existencia y, por supuesto, su incidencia social. Curiosamente, son los propios franceses los que menos comprensivos se muestran con este singular episodio. El mismo Sarkozy en el cierre de la pasada campaña electoral ante más de quince mil seguidores en la ciudad de Montpellier, hizo la siguiente proclama: «quedan dos días para decir adiós a la herencia de mayo del 68».

En los comentarios de la entrada anterior puede observarse esta dicotomía difícilmente conciliable. Unos y otros me merecen todos los respetos, pero hora es ya de mojarse: siento inclinación y debilidad por la primera opción, aunque revista un matiz nostálgico y peque de cierta ingenuidad. Diría que casi tengo los mismos sentimientos que tenía por aquel entonces... La distancia en el tiempo y en la perspectiva no me han hecho modificar mis opiniones o ¿emociones? Que dicha concepción sea objetiva o no me trae sin cuidado porque ni los historiadores ni los analistas especializados se ponen de acuerdo en la valoración de esta revuelta estudiantil ¿Las cosas son como son o como imaginamos o queremos que sean?

Europa entera estuvo pendiente de cuanto acaecía en Francia durante aquellos días del verano del 68. Anteriormente se habían vivido ya las proclamas de parecido corte en el campus californiano. En la España de aquella década, - mientras algunos nos consolábamos con las canciones de Raimón y otros estaban pletóricos con el triunfo del ”La, la, la” de Massiel en Eurovisión - toda aquella movida parisina parecía que sucedía en otro planeta. En mi Facultad, la de Filosofía y Letras de la U.B., vivíamos pendientes de aquel conflicto estudiantil – también, obrero - con pasiones desbordadas no exentas de admiración y envidia. Los medios, tan cicateros con la información nacional, no regatearon espacio para ofrecer aquellas noticias desde una perspectiva muy singular: la que da la carencia de libertades. Las noticias de aquellos disturbios callejeros que parecían poner en jaque al todopoderoso Estado francés dirigido por aquel legendario general pegado a una nariz quevedesca, resultaban extremadamente apasionantes. A no pocos se nos iba la “olla” recreando las escenas que recogía la prensa en blanco y negro.


Aquellos jóvenes bulliciosos querían romper con una sociedad autoritaria: la representada por sus padres. Había que luchar contra ese muro para alcanzar la liberación en todos los sentidos. Para ellos, tener el estómago lleno y las necesidades materiales cubiertas no era suficiente. Eran jóvenes burgueses irreverentes, cabreados e insatisfechos, aunque fuesen universitarios privilegiados. Querían, además, transformar los fundamentos morales del sistema, el concepto de autoridad, la manera de vestir y aspiraban, sobre todo, a tener una vida más plena y más libre. Así se nos vendió la película, y estábamos tan necesitados de horizontes y sueños que muchos nos quedamos ahí. Con o sin fundamento...

La chispa que provocó aquel conflicto no fue baladí: El 22 de marzo de 1968 la agresión fascista a una manifestación estudiantil provocó la ocupación de la universidad francesa de Nanterre por los jóvenes. La misma acción se hizo extensiva a la Sorbona y cuando los rectores cerraron ambas universidades, el activismo se radicalizó y alcanzó también a la clase obrera...

Era una rebelión en toda la regla. Sin ánimo revolucionario y con disensiones entre unos y otros sectores, pero no menos de diez millones de franceses se adhirieron a las huelgas. Las instituciones, el poder, el dinero y la autoridad estaban bien blindados para afrontar esa suerte de veleidades “neorrevolucionarias”, pero había llegado el momento de ponerlas, al menos, en cuarentena. Y no tengo la menor duda de que lo lograron.

Quizás a estas alturas de la película, con mucha tierra sobre su memoria, a la hora de hacer un balance, la ¿victoria? pueda resultar pírrica, pero fue bonito mientras duró...¿no?

Como consecuencia directa o lejana de los episodios del mayo del 68, algo, sin embargo, iba a cambiar: De Gaulle, viejo general trasnochado, perdería el referéndum y las reformas sucedieron a esta revuelta callejera parisina a partir del año siguiente, 1969. Aumento de salarios, nuevos modales en la forma de gobernar, reformas universitarias y más apertura, aunque resignada, a la crítica. Parte del anquilosamiento inmovilista que reinaba por aquel entonces quedó trastocado por algunos cambios, tiempo atrás, impensables.

Un aspecto que conllevó el mayo del 68 fue la participación en la vida política de los jóvenes y las mujeres. Y que conste que no lo digo por Caroline, un mero “florero”, por más que los medios sobredimensionaran su valor emblemático...

Otro fenómeno paralelo a estos hechos fue la desconfianza hacia el poder que se estableció en amplios sectores de la sociedad europea occidental. La autoridad implantada en el sistema familiar y educativo también experimentó un cuestionamiento imparable... Muchos detractores del mayo del 68 no disimularon que este asunto les sacaba de sus casillas. Los recelosos y enemigos de los cambios temblaban y siguen temblando ante esa suerte de sociedad permisiva que amenaza las tradiciones y los valores rancios...

Aunque no pocos pensamos que los cambios no vienen si no se exigen y se lucha por su logro; otros, sin embargo, atribuyen estos procesos al “maná” que cae gratuitamente del cielo, a los gobiernos progresistas, al devenir de la historia... Hasta es posible que los que piensan así tengan creencias taoístas y piensen que la mejor manera de mejorar el mundo es no esforzándose por mejorarlo... Me pregunto si el Mayo del 68 no tiene algo que ver con esa evolución... Insisto, me lo pregunto. Ya sabéis que soy enemigo de hacer afirmaciones categóricas...

Es cierto que en otros países de la Europa Occidental no hubo una revuelta tan llamativa, y sin embargo también avanzaron hacia los mismos objetivos. Mayo del 68 podría tomarse como emblema para los demás movimientos sociales.

Todos estos logros, sin embargo, vuelven a estar en cuarentena. Una nueva forma de autoridad cae sobre los hombros de la juventud y la somete: el poder sugestivo del consumo. Y los que, en su día, protagonizaron esos cambios, optan por esa corriente “neoconservadora” de corte neoliberal que aboga por la preservación y las creencias y los valores que han cimentado Occidente secularmente... Ante este panorama tan desolador y que provoca impotencia, que nadie se sorprenda de que algunos hayamos vuelto la vista atrás en busca de aquel mayo del 68, al que según algunos, le quedan los días contados...

P.D.:Soy consciente de haber divagado, pero me lo he pasado bien...

13 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo en todo lo que dices y no me siento en el banco de los acusadores sino en el de los escépticos. Yo hablé, en la entrada anterior, de visiones generacionales, nada más. Creo que si últimamente algo me hizo entender aquel fenómeno fue la novela de un inglés, 'Cecyl Beach', de Ian McEwan. La recomiendo a escépticos y apologetas. Por lo demás, y como decía García Márquez, la vida no es como se la vivió sino como se la recuerda.

    ResponderEliminar
  2. Nadie puede cuestionar, Luis, que los movimientos culturales y los debates políticos desencadenados en aquella primavera francesa tuvieron trascendencia en la forma de entender la vida y de interpretar las dinámicas sociales contemporáneas. No se trata de mitificar o de invalidar los hechos sin más sino de valorarlos en su justa dimensión, por lo que basta simplemente con leer los textos publicados entonces y los cambios introducidos en los análisis sociales, económicos y políticos para darse cuenta de lo que significó un movimiento de contestación que, si no modificó el sistema, sí llevo a entenderlo y enjuiciarlo de otra manera. Y no podía ser de otro modo, puesto que el mundo habia cambiado y bien es sabido hasta qué punto los franceses (Revolución de 1789, Comuna de Paris) han sabido canalizar y dar concreción social a dinámicas que estaban en el ambiente histórico y que ningún otro país ha sabido canalizar como Francia. Aunque el Sr. Sarkozy, cuya banalidad intelectual es asombrosa, diga lo que dice, importa bien poco. Como también resultan irrelevantes las descalificaciones que Aznar López hace del tema con la simpleza con pretensiones de solemnidad con que dice las cosas. El balance está ahí, y aunque los problemas sociales no se resolvieron (porque no fue una revolución social) si introdujo una ruptura en las tendencias y enfoques enteriores sobre aspectos esenciales del comportamiento ciudadano.

    ResponderEliminar
  3. Mayo del 68 es un movimiento de importancia incuestinoble en el siglo XX, a pesar de que algunos quieren reducirlo a folclórico.
    Ahora bien: no se entiende sin todo lo que estaba sucediendo en el mundo desde finales de la década de los 50. De todos los movimientos contraculturales, revolucionarios, etc., de aquellos tiempos a mí me interesan más otros que me parecen de mayor calado (en especial cosas que ocurrían en los EE.UU.), pero ha de reconocerse la atracción que tenía París en la España del momento, tan poco informada de lo que sucedía en otros lugares.

    ResponderEliminar
  4. Buenas noches Luis, pasaba a saludar y encuentro excelente tu divagacion, en aquellos tiempos tenia 12 añitos y con el Pavo a cuestas.
    Años mas tarde la cosa cambio, pero en aquella epoca las noticias exteriores no llegaban muy bien.
    Agradecemos tu visita y opinion en nuestra casa, que es la tuya para lo que deses ver u opinar.
    Fuerte Abrazo.
    Jesus

    ResponderEliminar
  5. Mayo del 68 no es Mayo del 68 en la Universidad de la Sorbona o Nanterre. Mayo del 68 no es la revuelta contra un general envejecido pero que habia salvado al país de los nazis y de una guerra civil cuando la guerra de Argelia. Mayo del 68 es la eclosión de un movimiento social, cultural y político que empezó en todo el orbe occidental cuando, como comenta Ojeda Escudero, aparecieron movimientos contraculturales que tocaron la campana de rebato después del abatimiento de la postguerra mundial, la paz atómica y la guerra fría.
    En la miserable e interesada división en dos bloques antagónicos: políticos, morales, culturales, sociales etc... Mayo del 68 en París, Praga, Berlín, Berkeley etc.. supuso una ruptura y una quiebra real. Desde entonces el poder ha intentado eliminar esa dicotomía, esa falla de San Andrés que es la única forma posible por la que el sistema puede naufragar. Por eso necesita integrar la disidencia o quitársela de en medio de cualquier forma que esté a su alcance.

    ResponderEliminar
  6. Me ha parecido superinteresante leer esta entrada y los comentarios sobre ella. Yo no puedo tener impresiones directas de aquella época porque era demasiado pequeña, sin embargo, Mayo del 68 siempre ha estado y estará ahí, en el inconsciente colectivo, como algo muy presente y real y creo que es muy difícil de erradicar por lo que simboliza. La lucha y el ideal siempre deben estar presentes. A nuestros jóvenes les queda mucho más lejos, no han vivido en una dictadura, se han encontrado muchas cosas hechas, mucho más fáciles. Es importante recordarles que el presente tiene un pasado. Esta entrada viene al pelo.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  7. Después de leer tu entrada y los comentarios que me han precedido, apenas me queda mucho que añadir, salvo que comparto la mayor parte de las opiniones y la fascinación por un movimiento social, político y cultural que por un tiempo nos hizo concebir que otro mundo era posible, y que gracias a él se avanzó en muchos aspectos relacionados con las libertades y en la lucha contra toda clase de prejuicios.

    He seguido tus entradas sobre Mayo del 68 con mucho interés y expectación. Te felicito.

    Un fuerte abrazo, Luís Antonio.

    ResponderEliminar
  8. Amigo... que difícil resumir en tan pocas líneas uno de los movimientos más importantes generados en la posguerra de la 2ª.
    Esa, ess la generación del primigenio "baby boom", que podría haber eclosionado en muchos otros lugares del planeta, y de hecho de otra manera, a través de movimientos contraculturales como el hippie, el beatnik, el underground, la psicodelia o el happening... hasta la Primavera de Praga... lo hizo. También movimientos pacifistas como el que se movilizó de forma planetaria contra la Guerra de Vietnam, incluso feministas y los primeros embriones libertarios de homosexuales surgieron y se hicieron escuchar en esos años. Por primera vez la juventud contaba como "calse social independiente", pero para ello tuvo que emplearse a fondo. Y lo hizo. (o lo hicimos...) incluyendo a tu adorada Caroline, que florero o no.... allí estaba... y evidentemente, no hay más que ver la foto, en posiciones de vanguardia, que es más de lo que pueden decir muchos, que hoy se apuntan al carro del 68. Todos los que con nuestra forma de vestir, de actuar, de vivir...etc... contraria a las arbitrarias buenas costumbres de la época contribuimos a ese cambio. Digan lo que digan.
    Desde el festival de Woodstock hasta el Movimiento Pro Derechos Civiles de los negros americanos, lo que está claro es que los jóvenes de esa época quisieron e intentaron cambiar el mundo en la medida de sus posibilidades y aunque sólo lo consiguieron en parte, al menos lucharon por ello. Y muchas de las libertades que hoy ni nos planteamos, tuvieron su inicio en esa revuelta. Y decía mi madre, que no se hizo Zamora en una hora...
    A los franceses con una tradición libertaria evidente y siempre tan jacobinos ellos, motivos no les faltaban para estar cabreados. Después de Indochina y Argelia... la Oas y la represión excesivamente violenta de la policia en Nanterre y la Sorbona, desencadenaron ese movimiento que articuló e hizo que los estudiantes se uniesen a obreros, intelectuales de talla y a una gran parte de la sociedad civil.
    Europa entera, incluso América se conmovió esos días y la revuelta tuvo réplicas en muchos países. Y me dejo la mayor parte de las causas... pero esto ya está demasiado largo.
    Y aunque veo que no te decantas con demasiada claridad, cosa legítima, yo sí lo haré. La sociología ha anlaizado esta revuelta por activa y por pasiva y está claro que todo el mundo arrima el ascua a su sardina y seguramente yo también. Pero para mí, esta revuelta fue un movimiento de progreso como la Ilustración o el Renacimiento... no en vano se quejan de ellos voces como la del oscuro Benedicto XVI, amén de otros muchos poderes, que bajo una pátina, de nuevo en mi opinión, falsa progresía intentan minimizar o demonizar estos hechos.
    Buena y documentada entrada Don Luis!
    Abrazos.

    ResponderEliminar
  9. Genial tu exposición Luis Antonio, has tocado un tema que me conmueve y entusiasma. Dejando al lador los logros, los motivos y las bases del movimiento, el mayo francés siempre me ha cautivado por el envoltorio, que a la postre se convirtió en contenido, de poesía, literatura, arte. Desde la gran cantidad de grafitis con eslóganes ingeniosos, desde todas las fotos, incluida la que nos muestras,las canciones que se cantaron, las que vinieron después, las pelis, etc etc, y la imagen por excelencia que más me gusta: levantad las calles y los adoquines, debajo está la playa...Esto componente creativo diferencia al movimiento de tantos otros que ha habido.
    En cualquier caso, una huelga hecha por un sector no productivo (los estudiantes) es una huelga fracasada en los social, pero lograda en otras cosas. Por eso creo que Mai 68 se vino al carajo en cuanto los obreros, comenzando por lo de la Renault, se unieron a la huelga, buscando logros mucho más materialistas que los que pedían los estudiantes. Y al conseguir los obreros esos logros, se acabó la huelga y todos a casa. Esta fue la parte antipoética del Mayo. En cuanto a Sarko intentando borrar de la historia lo imborrable, el mismo se retrata al decirlo.

    ResponderEliminar
  10. Anónimo12:29 a. m.

    algunos hemos nacido tarde con suerte..

    ResponderEliminar
  11. A TODOS LOS COMENTARISTAS:

    Entre todos, y gracias a vuestros ricos y elaborados comentarios, me habéis ayudado a tener una visión mucho más amplia y rigurosa de estos hechos que, por lo que veo, siguen despertando pasiones.

    Muchísimas gracias

    ResponderEliminar
  12. Siempre me ha agradado haber nacido finalizando la primavera del 68....romántica e idealista que es una jaja
    Un abrazo muy fuerte

    ResponderEliminar
  13. A Mamen:

    Otro abrazo para ti, Mamen

    ResponderEliminar

ME ENCANTA LA CONCISIÓN EN LA EXPRESIÓN

Estoy más que convencido de que cuando las ideas se presentan en forma condensada y breve, el texto gana fuerza expresiva. La explosión info...

VANESSA INCONTRADA: Hija de padre italiano y madre española: Nacida en Barcelona. Rostro del Año

VANESSA INCONTRADA: Hija de padre italiano y madre española: Nacida en Barcelona. Rostro del Año
LLEGAR HASTA EL FINAL TIENE PREMIO

De ANGIE para LUIS ANTONIO

"Haikuquero es
el beso que se entrega
cuando hay querer".