jueves, septiembre 02, 2010

CAROLINE DE BENDERN: Icono contra su voluntad (y II)



La acogida que ha tenido la entrada anterior me ha sorprendido gratamente. Entre los comentarios, quiero destacar la sagacidad, la curiosidad, el espíritu observador, la capacidad de asociación y la sutileza irónica puesta de manifiesto por unos y otros. Me atrevería a decir que entre los comentaristas se observan dos generaciones: la de los jóvenes y la de los "menos jóvenes" (a estos últimos, entre los que me incluyo, se nos palpa una mayor proximidad temporal a los hechos del legendario Mayo del 68 en París...).

Poco queda que añadir, salvo poner nombre a esa chica y algún que otro detalle, con atisbos de nostalgia. Sobre los hombros de Jean-Jacques Lebel, un hombre de 32 años que ocupó el Teatro de Odeón, se halla nuestra protagonista de cabello lacio rubio, con flequillo en la frente y mirada solemne. Su brazo izquierdo en alto enarbola la bandera de Vietnam. Nuestra horoína se llama Caroline de Bendern. Emula, como bien se ha dicho, a la mujer del cuadro de Delacroix que representa  la Libertad. Caroline es una manifestante atípica:  maniquí, inglesa y de familia aristocrática. Junto a un grupo de amigos se unió a la manifestación cerca del Jardín de Luxemburgo. Caroline de Bendern vive actualmente en Normandía, según parece, soportando la carga de haber sido un icono histórico sin desearlo.

El que Caroline de Benderm agitara la bandera del Frente de Liberación Nacional de Vietnam durante la manifestación del 13 de mayo no fue ni excentricidad ni azar. La resistencia del pueblo vietnamita en contra de la invasión estadounidense formaba parte de la cultura política de la juventud francesa.


Al igual que sucede en todos los grandes movimientos de inspiración emancipadora, mayo del 68 inventó un idioma. La fuerza de sus palabras, la vitalidad de sus consignas, perduran hoy día. Ellas son testimonio de la esperanza y la posibilidad de la rebelión que se vivió esos días. Son eco de la profunda renovación cultural que el movimiento catalizó:

http://www.youtube.com/watch?v=YURKRzVV0G0

En una célebre entrevista que Jean-Paul Sartre hizo a Daniel Cohn-Bendit al calor de la sublevación, el dirigente estudiantil señalaba: “Lo importante para nosotros no es elaborar una reforma de la sociedad capitalista, sino lanzar una experiencia de ruptura completa con esa sociedad; una experiencia que no dure, pero que deje entrever una posibilidad: percibimos otra cosa, fugitivamente, que luego se extingue. Pero basta probar que ese algo puede existir” (Realidad social y expresión política). El 68 mostró, efectivamente, que otro algo puede existir.

Desde hace varios años se ha puesto de moda criticar al 68. Antes de ser electo como presidente de la República, Nicolas Sarkozy dijo que había que “liquidar” la herencia de mayo del 68. Distinguidos filósofos – más que aburguesados, hoy - algunos de los cuales fueron dirigentes de la revuelta, aplaudieron la ocurrencia y se subieron al viaje de ajustar cuentas con el pasado.”Cosas veredes...”

El filósofo Cornelius Castoriadis, uno de los pensadores que mejor comprendieron la naturaleza de la revuelta, escribió que el 68 fue “la última gran llamarada de los movimientos que comenzaron con la Ilustración”, y que dio continuidad al movimiento emancipatorio de la modernidad. La rebelión fue, según él, expresión del deseo de autonomía que cíclicamente ha irrumpido en la Historia. Una llamarada en la que lo insólito se hizo cotidiano.

Creo que cíclicamente ya toca  y la coyuntura que estamos sufriendo reclama otra "llamarada renovadora", pero los jóvenes de hoy no sé si están por esa labor...

Fuente: Casi todos los datos los he extraído de consultas llevadas a cabo a través de esos prodigios de buscadores que Internet pone en nuestras manos. De las fotografías actuales de Caroline, he elegido la menos actual...Se lo merece.

La fotografía que he conservado sólo tenía esta anotación hecha a mano: “Caroline de Bendern, mayo del 68. Cuenta con mis hombros si se cansa el de las barbas...”

13 comentarios:

  1. Eso es lo que quisieran, cargarse el 68 como se cargaron tantos movimientos políticos anteriores. Lamentablemente para ellos el 68 no era una revolución política de ahí que haya triunfado a diferencia de otros. Cuando hablo del 68 no me refiero al francés si no al vuelco que se produjo en todo el mundo. Las costumbres, la forma de vestirse, el progresivo derrumbe de la familia tradicional, los derechos de las minorías, la ecología, la preocupacion por el Tercer Mundo, el escepticismo y la ironía ante la realidad del poder...hay tantos etcéteras. Si no fuera por el 68, Sarkozy no haría cucamonas con su chica a la vista de todo el mundo. Pobre hombre, es más cegato que Rompetechos.

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  2. Curiosidad más que satisfecha, desde luego.

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  3. Con el 68 he llegado a dos conclusiones. Primera, que sus apologetas tienen conciencia irrebatible de haber cambiado el mundo. Segunda, que yo pertenezco a otra generación, más cáustica, menos ingenua, más punk. Las aguas se salieron de sus cauces y, como suele suceder, volvieron a ellos. En mi generación ya estaba todo lleno de barro, y se consolidó como un tópico señalar al 68 como una agencia de colocación para estudiantes de posibles. Luego llegaba el invierno y ocurría lo que ocurre en las fiestas de los pueblos, que, como ha sucedido desde los hombres primitivos, solo folla el que folla durante todo el año. A veces tengo la impresión de que la gente se miraba en un espejo de minorías selectas que no lo parecían. Estoy de acuerdo en que la revolución textil fue la más importante de todas, la única que rompió del todo las barreras. Lo otro ha venido con los tiempos. Ya no cambiamos el mundo, es el mundo el que nos cambia a nosotros. Funcionamos con una inercia ideológica que, desde la distancia, emparente el mayo del 68 con Voltaire y con Montaigne, pero que ahora, después de la última revuelta en los guetos de París, daría un poco de risa. Es definitivamente historia. Europa ya no admite lecciones de juventud por parte de las élites, y la propia juventud sigue como fue aquella. El índice de embrutecimiento no creo que haya disminuido. Esta mujer tan atractiva, ahora mismo, estaría celebrando un título de liga. Los jóvenes contestatarios viven en sus tribus, el plasma social se ha compartimentado en burbujas infranqueables. Esta señora es el icono de toda una generación, y ahora eso ya no tendría sentido. Cada burbuja es su república ideológica independiente, y, más que cuidar la mente, cuida el vestuario. Pero en fin, todos aquellos que estuvieron allí, que debieron ser muchos, dicen que se lo pasaron estupendamente y cambiaron el mundo. Formaba parte de su carácter primaveral un inquebrantable narcisismo. Ahora llevamos todos el colmillo retorcido.

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  4. Ya quisieran todos ellos eliminar cualquier ejemplo pasado de revolución organizada y exitosa para no dar pie a ningún posible brote que pueda surgir ahora...
    Ya quisieran.

    Gracias por todos los datos, Luis. Ha sido un gustazo conocer la continuación de esta historia que en principio era anónima.

    Un beso

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  5. Parece que haya una tendencia a cuestionar todo: el 68, las tesis de Darwin, el holocausto...

    Besos (no he leído el anterior. Lo leo ahora).

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  6. En efecto, Angie, leyendo algunos comentarios, parece que las cosas ocurran por generación espontánea, que no le debamos nada a la historia. Que los derechos sociales han caído del cielo: no sé para que se molestaron en hacer la revolución francesa o la revolución industrial, todo habría llegado igualmente según algunos. La única explicación a tales interpretaciones es que hay ya una generación que piensa que todo es gratis, que todo fue siempre ya así y que los huevos que comen se los pone la nevera por las noches. Entre la ignorancia y la ingratitud solo hay un paso...

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  7. Coincido con la certera reflexión de Bernardinas y poco más puedo añadir salvo subrayar el significado que posee ese afán de evocación que sigue suscitando lo sucedido en Francia a finales de los sesenta y que sigue siendo aún un tema controvertido. Posiblemente significó menos de lo que sus portavoces nostálgicos reclaman, pues el mundo no cambió sustancialmente, los viejos paradigmas de la autoridad de mantuvieron inamovibles y los esquemas económicos y laborales prevalecieron sin haber experimentado modificación alguna. En todo caso, su resonancia se limitó a una cierta renovación de los parámetros culturales y estéticos, que pusieron fin a las pautas obsoletas en las que se movía la creatividad desde la Segunda Guerra mundial. NO creo que pueda equipararse a la Ilustración ni muchísimo menos. Pero la verdad es que sí coincido en la pertinencia de asumir ese aire de renovación autocrítica en unos momentos como los actuales en los que la deriva inducida por los mercados que todo lo dominan nos ha llevado lamentablemente a la cultura perversa del sálvese quien pueda. Excelente provocación la tuya. Un éxito de audiencia y clarividencia.

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  8. Aquello del 68 francés fue una revolución encubierta con resultados más que dudosos. Ahora, admitámoslo, no queda nada de aquello. Fue bonito mientras duró. Y estéticamente nos han quedado imágenes exquisitas. Pero nada más. Aquello pasó. Y hoy, hoy los jóvenes están en otra órbita, el consumismo les ahoga y son esclavos de él. Ese es su dios. Nada saben ni quieren saber de ideologías.

    Un abrazo

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  9. Gracias a esas llamaradas periódicas, que han sido las distintas revoluciones, hemos ido avanzando en algunos aspectos, aunque el fundamental, el sistema económico y las desigualdades sociales, apenas hayan cambiado.

    Coincido contigo en que en estos momentos se dan muchas de las condiciones para que se diese un nuevo estallido renovador, ojalá las nuevas generaciones mirarán un poquito más allá de su propio ombligo.

    Excelente entrada y excelentes comentarios todos los que me han precedido. Te felicito por suscitar un debate tan interesante y necesario.

    Un fuerte abrazo.

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  10. Así que "cuenta con mis hombros..." jajaja! ¡menudo eras tú! que lisssto!
    Evocadoras entradas, amigo.

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  11. Krapp: ¿no te gusta la Sra. Sarkozy?
    A mí tampoco. jeje! y él además de cegato es un capullo de tomo y lomo.
    Y el mayo francés, significó todo eso que dices y mucho más, mal que les sepa a algunos.

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  12. A TODOS:

    En la próxima entrada os contesto a todos exponiendo lo que pienso del "mayo del 68". Vuestros comentarios, todos, me han enriquecido mucho. Gracias

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  13. Tengo la edad suficiente para haber participado en dicha "movida", pero éste País no estaba para bromas en aquellas fechas. Entiendo lo lejos que queda los movimientos franceses, quizás un poco "aburguesados" y muy soñadores para las edades actuales. Pero no debe uno olvidar que el la misma fecha, Praga, tambien tuvo la suya. Y no resultó "gratis". Muchos jóvenes pagaron muy caro el dasfío. Cosa que hoy día dudo fueran capaces de hacer. Respetando todas las opiniones, si creo que el Mayo francés sirvió para demostrar que se puede retar al Poder. Espero que los griegos tengan imitadores. De lo contrario todos jóvenes actuales, no van a tener nada que contar en el futuro.
    Saludos.

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