En tiempos pretéritos, dicen, el conocimiento era una especie de enriquecimiento de la condición humana. Sin más. Últimamente se piensa de otra manera, aunque no pocos siguen, “erre que erre”, considerando a la acumulación de conocimientos como lo más deseable en el proceso de la formación porque otorga un rasgo de superioridad. Muchos creemos que hoy, más que nunca, es necesario y primordial educar personas con la cabeza bien formada, que sepan pensar y razonar, mejor que personas con la cabeza atiborrada de conocimientos. Estos, por sí solos, tienen una importancia relativa. Además, las nuevas tecnologías, facilitan el acceso a los conocimientos con gran prontitud, sin necesidad de tener que acumularlos en la memoria.
En cualquier caso, tener muchos conocimientos o saber acceder a ellos no garantiza ser un experto en esto o en lo de más allá. La capacidad de pensar siempre estará muy por encima. “El saber no ocupa lugar”, nos decían antaño. Cierto, pero el saber, si no se sabe aplicar, sirve de bien poco. Y lo que es peor, no faltan los que alardean de lo mucho que saben manifestándose como personas pedantes, despóticas y harto envaradas...como si la humildad estuviese reñida con el conocimiento.
En el mundo de la docencia lo tenemos muy claro: mejor saber pensar y razonar que acumular datos. Pero enseñar a pensar y a razonar es harto difícil – mucho más que impartir datos - y ahí estamos...
El otro día haciendo zapping me quedé un rato viendo ese concurso cultural que emiten en las sobremesas de la segunda cadena de TVE desde hace siglos. Me llamó la atención ese tonillo displicente y culturetade su presentador, Jordi Hurtado. Me pregunté si es que pensaba que presentar un programa de ese tipo era convalidable como cátedra universitaria. La cuestión está en sentirse por encima con las armas que mejor tengas a mano. Aunque quizás mi impresión sobre este presentador sea puramente subjetiva.
ResponderEliminarQuise decir: La cuestión está en sentirse por encima de los demás con las armas que mejor tengas a mano.
ResponderEliminarComo profesora de Filosofía, sé de lo que hablas.
ResponderEliminarEn realidad en la Argentina ya no se puede comprobar tanto, han quitado de los planes de estudio del nivel medio todas las materias que hacían pensar a los alumnos, filosofía es una de ellas.
El intento hay que seguir haciéndolo.
Un saludo cordial.
Alicia
Lo apropiado sería una mezcla de las dos situaciones.
ResponderEliminarDesde fuera parece que ese click que te permite usar lo que sabes -sea lo que sea y en la cantidad que sea- para razonar, a mí se me antoja harto complicado de hacer entender. Pero difícil difícil. Y también pienso que justo ahí está la clave del asunto, porque es lo realmente útil, para todos, síp.
ResponderEliminarSi no... ¿para qué? :) Contenedores, uno en cada calle.
Besetes, Luis Antonio.
Opino igual que Tesa. Cada cosa en su justa medida.
ResponderEliminarAlgo en la vida actual hace que los estudiantes sean hoy muy distintos de lo que eran hace una o dos décadas.
ResponderEliminarQuieren recetas para todo y no son capaces de razonar.
Por supuesto que generalizo, pero son la gran mayoría.
Yo pienso que para razonar no es indispensable tener conocimientos muy profundos de temas concretos, pero ayuda muchísimo a la hora de tomar posiciones. Me quedo con la combinación de ambos.
ResponderEliminarUn beso, Luis
Como buen docente que eres, sabes que lo importante es "enseñar a pensar", es decir, a dotar a la persona de las herramientas que desarrollan su mente para razonar con sentido común, con coherencia, con adecuado empleo del lenguaje, con capacidad de convicción. Los conocimientos vienen por añadidura, se superponen, se solapan, se sustituyen, ceden paso unos a otros, se entreveran entre sí. Son los elementos que hay que manejar con las herramientas intelectuales que conforman el pensamiento y el raciocinio. Ya lo dijo el filósofo, "cogito ergo sum". Prefirió ese axioma a "conozco, luego existo". El conocimiento es coyuntural, el pensamiento estructural. He ahi la diferencia. Por cierto, le diría al Dr. Krap que a mí sí me gusta el programa "Saber y Ganar" de la sobremesa de la 2. Ojalá lo viera mucha gente. Un abrazo
ResponderEliminarNo se puede desdeñar la capacidad de acumular conocimiento. La sapiencia es para mí una virtud. Y la sabiduría estaría en saber administrar bien estos conocimientos sin caer en la pedantería. Por lo que respecta a la docencia, me temo, querido Luís Antonio, que privan más los conocimientos que la capacidad de pensar. Seguimos como siempre, con algunas excepciones, claro. Pero lo que mide la preparación de nuestro alumnado es si tiene acumulados conocimientos, no la capacidad de razonar. Lo que ocurre ahora es que se quiere hacer ver que en clase se enseña a rozonar (lo cual no es cierto) y por ello se confeccionan unos temarios que a nivel de contenidos son de risa. El resultado como es de preveer es desastroso. Por lo menos aquí en la Comunidad Valenciana.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues conforme pasa el tiempo, y tengo que decir que tambien hablo desde mi experiencia docente, cada vez veo más claro que tener algunos conocimientos, aunque sean básicos, no viene nada mal. Por supuesto, si tengo que priorizar, está claro que lo haría por el enseñar a pensar, pero hace falta algo de materia prima también para pensar.
ResponderEliminarEl sistema escolar francés, que conozco de primera mano, siempre ha puesto el acento en aprender a pensar, articular mecanismos de razonamiento. En los últimos años de secundaria, hacen las temidas "disertaciones" que son trabajos escritos de razonamiento a partir de un tema, con sus tesis, antítesis, etc. donde de nada sirve la consulta a la wikipedia, aunque también se valora la erudición del autor, siempre y cuando sea "pertinente" a la cuestión planteada.
¡Cuánta razón tienes, Luis!
ResponderEliminarPero todavía queda mucho lastre de la antigua escuela.
Un abrazo.
Al DR.KRAPP:
ResponderEliminarPues tengo buenas referencias del concurso “Saber y Ganar” que mencionas, pero no lo conozco como para opinar. Las apreciaciones siempre son subjetivas, como bien sabes, amigo Krapp.
A Alicia María Abatilli:
No me consuela, pero veo que estos problemas son bastante comunes, al menos, en los países latinos.
Un cordial saludo, Alicia
A Tesa:
Ya se mezcla, ya, pero el cóctel no acaba de tener buen sabor...
A V:
Es harto complicado y más aún si los que deberíamos enseñar – docentes y padres – no dominamos la materia...
Besazos, Vero.
A Groucho:
Pues te remito al comentario que le he hecho a Tesa, aunque no tengo claro cuál es la justa medida.
Un abrazo
A Gamar:
ResponderEliminarLo de las recetas también caracteriza a los estudiantes de aquí, pero lo de no razonar creo que también está muy arraigado en las generaciones anteriores. A veces me pregunto si educamos para que se integren en el sistema o para que lo transformen...Me temo que es lo primero y no me hace feliz.
Un cordial saludo
A Novicia Dalila:
Lo ideal es el término medio, pero cómo se calcula eso...
Besos, Novicia
A Fernando Manero:
Sólo se me ocurre aplaudir tu comentario. Es irreprochable. Sin embargo, el problema es cómo llevarlo a la práctica? ¿Estamos preparados la mayoría de los docentes para “enseñar a pensar”? ¿Educamos a los alumnos para que transformen la sociedad o para que se integren en ella dócilmente?
Tengo serias dudas a tal respecto...
Un abrazo, Fernando
A Miguel:
Los resultados, según el informe PISA, son muy deficientes en la mayoría de la comunidades que se llevan a cabo esas pruebas. Fallan, sobre todo, en lenguas y matemáticas. Casi nada...Y no se acaba de ver la luz en el horizonte...
Un abrazo
A Sujari Bejarive:
Todo es importante, pero a veces no tenemos claro cuáles son esos conocimientos básicos. Del sistema francés siempre he tenido las mejores referencias, pero ignoro la situación actual. Recuerdo de chaval haber mantenido comunicación epistolar con alguna chica francesa y siempre me quedé prendado de su caligrafía y de la corrección – un tanto academicista, la verdad – de sus cartas...
A JOSEMARCO:
Lastre que nos condiciona para avanzar, pero eso no nos resta complicidad.
Un abrazo, José Mª
De nuevo estoy de acuerdo contigo en que es mejor enseñar a pensar que acumular conocimientos, sobre todo cuando se fomenta el sentido crítico en el análisis de la realidad.
ResponderEliminarBajo mi punto de vista los enseñantes debemos formar seres que posean las herramientas para conocer la realidad y cuestionarla, más que en crear robots y meros receptores de cultura.
La tarea no es fácil, pero en eso estamos.
Un abrazo fuerte, Luís Antonio.
Hace tiempo que pienso así. Pero hay profesores que andan confundidos... pero no lo saben.
ResponderEliminarA Cristal:
ResponderEliminarMe gusta que una vez más coincidamos, pero si algún día hay discrepancia, mi abrazo va a seguir siendo tan fuerte y cálido como siempre.
A P. Vázquez "ORIENTADOR":
Bastantes lo saben, pero enseñar a pensar y a reflexionar no es tarea fácil...