La "pisantrofobia" es un término que se utiliza para señalar el miedo o la desconfianza excesiva hacia los demás. También se conoce como "filofobia", pero a veces se distingue de esta última, ya que la "filofobia" se refiere específicamente al miedo a enamorarse o establecer relaciones románticas. La "pisantrofobia", por otro lado, se centra en el miedo generalizado a confiar en las personas, ya sean en amistades, relaciones personales o laborales.
Las personas que experimentan "pisantrofobia" temen a ser traicionadas o lastimadas emocionalmente. Esta desconfianza puede dificultar la formación de relaciones sólidas y conducir a evitar entornos sociales, y terminar en el aislamiento.
¿Pisantrofobia o Pistantrofobia?
ResponderEliminarBueno, se escriba como se escriba y se diga como se diga, te diré que yo soy todo lo contrario, así que un montón de veces, una vez decepcionada mi confianza inicial, me siento como un gilipollas, pero eso no me hace cambiar, de entrada siempre pienso que todo el mundo es de confianza... Lo que viene a confirmar que Pistántrofo no soy, pero gilipollas puede que sí...
Abrazo
Es mejor pecar de confiado que de lo contrario.
EliminarUn abrazo
No he sido precisamente de esa caracterísitica, sino la opuesta y por ello me he llevado muchas tortas, pero con el tiempo y los callos que uno va teniendo se atreve uno a ser reticente ante ciertas personas y mantener distancias. No es miedo, es precaución.
ResponderEliminarLa precaución nunca viene de más.
EliminarSaludos cordiales
Quienes la padecen comienzan a presentir que todo el mundo tarde o temprano les decepcionará o traicionará.
ResponderEliminarTriste padecimiento...
EliminarDesde luego , no
ResponderEliminarhay que dejarse
llevar de los
que cambian
de opinión
a cada
momento.
No son fiables en líneas generales. Eso no está reñido con cambiar de opinión cuando uno toma conciencia de sus error...
EliminarCreo que los años te enseñan un poco a distinguir y lo mejor es la distancia o cambiar de carril y en cuanto a la filofobia debe de ser terrible tener ese miedo a dar rienda a tus sentimientos.
ResponderEliminarUn abrazo Luis Antonio
La experiencia es un grado...dicen
EliminarAbrazos, Bertha
En cuestión de afectos, simpatías y antipatías, siempre me he guiado por mi intuición y pocas, poquísimas veces me ha fallado, por eso me siento infinitamente afortunada, me he llevado poquísimas desilusiones y ninguna de consideración. Soy confiada por naturaleza, pero a la vez me gusta observar los detalles y dar tiempo a las relaciones para verlas en perspectiva, así es difícil llevarte grandes chascos. Debe ser terrible vivir bajo un caparazón por miedo a las traiciones o las desilusiones, como dejar de conducir por si tienes un accidente.. los riesgos de vivir hay que asumirlos con precaución, pero sin dejar de vivir por miedo. Un beso LUIS ANTONIO.
ResponderEliminarNo puedo estar más de acuerdo con lo que manifiestas, María.
EliminarBesos...muchos
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ResponderEliminarGracias administrador del blog
Este no es lugar para tratar de esos temas.
EliminarAquí se comenta el texto de la entrada y punto...
Antes no era así, pero con el tiempo y las circunstancias, creo que me estoy convirtiendo en una solitaria empedernida.
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