En el Siglo de Oro el trabajo, el negocio, el alto beneficio no están de moda. Lo que importa es el honor, la virtud, las hazañas heroicas. Debe ser exagerada, pero no disparatada, la afirmación de Pfandl, según la cual la desidia de los españoles por el trabajo, en dicho siglo, se debe a la masiva práctica de la caridad por parte de las clases poderosas, y especialmente por la Iglesia...
No me lo había planteado de esta forma, aunque al igual lleva parte de razón.
ResponderEliminarSalut
Algo de razón, como mínimo, no es descartable.
EliminarSaludos cordiales
De aquellos
ResponderEliminarlodos... .
De aquellos polvos vienen estos lodos...
EliminarMuy quijotesco todo, el trabajo se consideraba una actividad de villanos.
ResponderEliminarSaludos
Hola
EliminarEl trabajo deshonra, si acaso es cosa de villanos...
EliminarVVERDÚ
ResponderEliminarBienvenido a este espacio, V. Verdú
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ResponderEliminarMe recuerda todo esto a Podemos y ciertas ayudas caritativas de la Izquierda.
Podría poner en favor de nuestros tiempos clásicos el que al menos “empoderar” la virtud, era más “elevado” que el buscar el voto.
😂🤣💦💦💦
Es comprensible dicha asociación. Efectivamente, en aquellos tiempos no se buscaba el voto como ahora.
EliminarUn abrazo con el deseo de que vuelvas por estos espacios blogueros.
Perdona que me eche un poco por el camino de en medio con este autor.Su idealismo lingüístico y sobre todo lo referente al Siglo de Oro español., con la traducción de Cultura y costumbres del pueblo español de los s.XVI y XVII.Yo matizaría un poco con ello, cuando la historia la escriben quien no nos han podido doblegar ummm ahí hay que matizar, y mucho ...
ResponderEliminarComo el comentario de la entrada anterior , cuando la expulsión de los moriscos.
Un abrazo, Luis Antonio
Gracias Bertha por tu adecuada matización.
EliminarUn abrazo
---Y, si en vez de alemán, fuese inglés: ya ni constamos en el mapa desde los visigodos siempre hemos sido un pueblo de iras...
ResponderEliminarDe iras, envidias y agudezas...que no es poco
EliminarVeo que el ayuno intermitente ya estaba en boga...
ResponderEliminar"normalmente hacían una comida al día"
Abrazo, Luis Antonio.
El ayuno, voluntario o forzado, es más saludable que el comer demasiado, ¿no?
EliminarAbrazos, Paco
El caso es que trabajaban y mucho, pero el trabajo manual no tenía ningún valor social. De hecho, decenas de miles de españoles se lanzaron a la aventura americana arriesgando la vida solo por no trabajar de aquella manera. Una locura alentada por los gobernantes.
ResponderEliminarHay trabajos que promocionan irse a la ventura, sobre todo en este país.
EliminarEn esa España el trabajo manual o no estaba mal visto, la banca perseguida, los artesanos y burgueses mal vistos, el comercio se veía como una cosa vulgar. Ahí prosperaban los predicadores y cortesanos, en algunas ocasiones, predicadores y cortesanos a la vez. Si lo observas es igual que ahora, decenas de cortes, miles de cortesanos, y miles de predicadores que de misa y olla han pasado a "discursito y subvención", el empresario que crece es odiado y la banca perseguida. No espabilamos.
ResponderEliminarUn saludo
El empresario que crece debe de ser un ladrón o un explotador. Muchos los ven así, sin fundamento alguno.
EliminarSaludos cordiales
Entonces el trabajo era cosa de villanos, cierto, pero vamos, que trabajar trabajaban, solo que su remuneración ( de existir) era tan mísera, que aun así dependía de la caridad o del Sr. o de la Iglesia, ambo los dos, más opresores que misántropos...
ResponderEliminarVamos, que estoy con Bertha, esta interpretación que hace este autor me parece a mi muy influenciada por su visión de ferviente católico que tengo entendido era, de ahí la idea que traslada de la magnanimidad de la iglesia ; )
Un beso!
Me temo que no te falta razón en la inteligente interpretación que haces del texto.
EliminarBesos, María