domingo, marzo 27, 2022

USO Y ABUSO DE LOS MÓVILES

 

El pasado viernes, yendo en el Metro de Barcelona, Línea 1, contabilicé en el vagón a 23 personas con el móvil abierto. El total de viajeros era 28... También recuerdo una imagen de una pareja que estaban comiendo en un restaurante con el tenedor en una mano y el móvil en la otra. Cualquiera puede haber tenido una experiencia de este estilo.

Yo también soy un usuario de móviles y tabletas, pero desde que he caído en la cuenta de que mi afición a estos artilugios puede convertirse en adición, trato de moderar su uso. Incluso algún día me he propuesto no utilizarlos, pero no puedo presumir de haberlo logrado como hubiese querido

Italia ha presentado un proyecto de ley mediante el cual se propone controlar la adicción de los adolescentes al teléfono móvil limitando su uso. Efectivamente el riesgo de que un joven llegue a generar una dependencia es alto. Los factores que permiten identificarla son:

Pasa muchas horas cada día enganchado, tantas que no realiza otras actividades.

Deja de relacionarse con sus amigos y familia, mucho menos que antes o solo se relaciona de manera virtual.

Baja su rendimiento escolar de manera importante.

Deja de practicar deportes o abandona actividades que antes le atraían para seguir conectado más tiempo.

Experimenta ansiedad e irritabilidad cuando no puede conectarse a Internet. Busca desesperadamente alguna forma de acceder a un Wi-fi, recargar datos, cargar el móvil… para superar su síndrome de abstinencia.

Muestra cambios de humor frecuentes y aumento de la irritabilidad.

Sigue conectado durante la noche, lo que implica dormir mucho menos o tener problemas para conciliar el sueño.


21 comentarios:

  1. Es una batalla perdida de antemano. La ingeniería emocional de estos artefactos es tan poderosa que es prácticamente imposible sustraerse a ella. Este es el presente pero cuando se extienda masivamente la tecnología que soporte el metaverso, lo que ahora sucede se multiplicará por cien. Y falta poco, si es que el mundo no salta por los aires por una guerra termonuclear. Saludos cordiales.

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    1. Me temo que tienes razón. Rezumas pesimismo, pero no encuentro argumento para rebatir tus ideas. Espero, eso sí, que te equivoques en alguna de tus predicciones negativas.

      Saludos cordiales, Joselu

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    2. No, no soy pesimista, sí realista lo que no quiere decir que en todo cambio en la humanidad no haya posibilidades y retos. Estamos poseídos por los artefactos y lo vamos a estar más en un futuro inmediato. Es una realidad, igual que es una realidad que estamos bordeando conflictos difíciles y peligrosos. No obstante, el espíritu humano siempre ha sabido crecerse ante las dificultades y de las situaciones más oscuras han emergido islas de luz. Pesimista no, realista sí.

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  2. Otro mundo hecho a medida para nuevas generaciones. No hay nada que hacer.
    Un abrazo
    Salut

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    1. Veo que también rebosas escepticismo. ¿Hay alguna ilusión o se da la causa por más que perdida?
      Un abrazo

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  3. La adicción de la gente joven (incluso de niños y niñas) es preocupante y no creo que, de momento, tenga solución.

    Un abrazo.

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    1. De momento, como bien dices, también los dudo. Habrá que recurrir al aforismo de que "No hay mal que 100 años dure" para alimentar un "pelín" la esperanza

      Un abrazo

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. Yo utilizo el móvil muy poco ; hago casi todos los dias 30 o 40 km en bicicleta , siempre por los carriles bici , que dicho sea de paso en la zona donde resido hay muchos , entonces me cruzo frecuentemente con algunos ciclistas que están utilizando el móvil mientras pedalean con el riesgo que eso entraña y no solo para ellos mismos , ademas de que esta totalmente prohibido por la ley , no he visto a ninguna autoridad que les haya llamado al orden, también es frecuente ver a peatones que cruzan las calles sin mirar el transito pues estan hablando `por el dichoso móvil . Estamos en un pais en que hay MUCHAS normas , pero los encargados de hacerlas cumplir , que son muy numerosos , no se enteran o no se quieren enterar . Saludos

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    1. Las normas debería ser mínimas, consensuadas y controladas, pero el país es el que es...

      Saludos cordiales

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    2. Espero que te animes a publicar en tu blog. Tienes muchas cosas que compartir.

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  6. Cada vez me molesta más el prohibicionismo del Estado y su manifiesta incapacidad para resolver nada que afecte a la vida particular de las personas.
    Nos tratan como imbéciles, que nos sabemos lo que nos importa o lo que nos perjudica, pero es que su política prohibicionista NUNCA resuelve nada y es puro lloriqueo para la galería.
    Hace 30 años nos agobiaban con los peligros del cánnabis y el alcohol en la adolescencia. Pobres adolescentes siempre sometidos a toda clase de adicciones: que si se drogan, que si beben mucho, que si están todo el día con el móvil, ahora también que si son gordos porque no hacen ejercicio Pronto les obligarán a ir en bici o ir al gimnasio una hora al día.
    Todo es puro rasgado de vestiduras, pero nadie estudia porque prefieren hacer unas cosas y no otras.
    Es tan fácil demonizarlos, ¿para qué preocuparse por las causas profundas de su malestar, de su aislamiento, de su incapacidad, de comunicarse con los demás y cada vez más de su desesperanza cuando el índice de suicidios se ha disparado a niveles astronómicos nunca antes visto?
    Seguirán con sus tiritas y nadie buceará con lo que hay debajo.

    Un abrazo

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    1. Me temo que no te faltan razones. Lo malo es que no tengo argumento para animarte. Ya ves...

      Un abrazo

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  7. Contra más se prohíbe más curiosidades despierta.Al principio les obligaban a dejar
    los móviles en una bandeja durante las clases,
    después de unos cuantas protestas se llegó a un acuerdo, ponerlos en silencio y ya no hemos tenido más problemas .Son adolescentes no tontos y si hemos de seguir evolucionando en una era tan discordante los primeros que tendrían que ser un ejemplo son los que más contradicción ponen, ese absolutismo en las cosas o blanco o negro.Creo que simplemente se trata de ir adaptándose a los momentos y cómo en todo ,lo excesivo es contraproducente in grosso modo.China se queja de que hay muchos divorcios y que cada vez hay menos niños...
    Es una sociedad desilusionada y yo ya comienzo a sentir un poco ese asqueo a las pruebas me remito.
    Un abrazo





    insegur es mejor saber sortear obstáculos.Particularmente se hart un poco tNt

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    1. Efectivamente, lo excesivo empacha, pero es tan difícil hallar el anhelado "punto medio"

      Un abrazo

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  8. Se me ha quedado un trozo descolgado, maldita tablet:)

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  9. Coincido con tus opiniones sobre el aparato.

    Yo también estoy harto de la nueva servidumbre que tiene el personal con los móviles. Por la calle según andan. En los medios de transporte donde muchos no se recatan y mantienen conversaciones de las que maldita la gana tiene uno que enterarse; hoy mismo me tocó una mujer delante que encima gesticulaba con la espalda, la cabeza, las manos, como si el interlocutor estuviera frente a ella (que para su mente lo estaba, por supuesto) e incluso en las consultas médicas falta pudor y encima esos tonillos repugnantes cuando les suena...En fin. Servidumbre, dependencia, adicción, esclavitud...Una cosa es usar y otra vivir pendiente como si el mundo fuese ese aparato y la red. Lectura de libros...¿existe aún la lectura?

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    1. Coincidimos en el diagnóstico casi todos los comentaristas, pero no acabamos de pasar de ahí. Nos faltan soluciones, suponiendo que las haya...

      Me consta que todavía sobrevive la lectura. Doy fe de ello.

      Un abrazo

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  10. Comparto tu inquietud, pero existen otros aspectos más acuciantes si cabe.

    Los móviles son uno de nuestros dispositivos cotidianos más dañinos para el medioambiente.
    Cada modelo posee unos 40 elementos altamente contaminantes (arsénico, antimonio, berilio, plomo, níquel, zinc, plomo, cadmio o mercurio, entre otros).

    Pero la batería se lleva la palma. Se sabe que una sola batería podría contaminar hasta 600.000 litros de agua. Y sin olvidar el famoso coltán, mineral indispensable para fabricar las baterías, extraído de las minas africanas por numerosa mano de obra infantil (entre otras gravedades) en condiciones… pues eso.

    La hipocresía de siempre, expertos haciendo pedagogía sobre el uso razonable, y no insano, del móvil, pues entonces, pobres de nosotros… caeremos en aislamiento social, los adolescentes perderán el contacto comunicativo, tendrán bajo rendimiento intelectual, etc.

    Sí, se debe prestar atención a esto que reflejas, Luis Antonio, pero… ¿habéis notado que escasa visibilidad mediática (y de ahí, en la opinión pública) tiene la dimensión contaminante de los móviles?
    Claro, poderoso caballero es Don Dinero, pues ya entramos en el terreno de las grandes compañías tecnológicas.

    Así que mejor poner el foco en el asunto adictivo, y sacar puntualmente artículos (no lo digo por ti, amigo Luis Antonio, además yo también lo he referido en ocasiones), sobre el uso desmedido en nuestros adolescentes, etc …

    Y mientras nos concentramos en esto, los eficaces lobbies tecnológicos trabajando para que ese “temilla” de la contaminación pase muy, muy de refilón, pues de lo contrario se enfadarán, y los medios se quedarán sin el jugoso pastel publicitario de las grandes compañías.

    A medida que la tecnología se va sofisticando, más precario es el equilibrio en el que todo se sustenta, pues aún sabiendo estas cosas ¿vamos a restringir el uso de nuestros maravillosos aparatitos? La respuesta es no. No estamos por la labor.

    Un abrazo.

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    1. Las baterías de los móviles son muy pequeñas y tienen toda esa dimensión problemática y contaminante que señala Paco. Ahora, piénsese en las baterías de los coches eléctricos que pesan de doscientos a cuatrocientos kilos y que están montadas sobre elementos igualmente contaminantes pero que son cientos de veces más grandes y cuyo origen es la República Democrática del Congo, Filipinas, Indonesia, Brasil donde existe la mano de obra esclava para conseguir los elementos necesarios. De esto no era consciente hasta que leí un artículo del que dejo enlace AQUÍ

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  11. Tengo que agradecerte que hayas tocado un tema que me ha pasado desapercibido. Gracias por añadirlo

    Un abrazo, Paco

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