Tengo que agradecer a Jesús Félez Bono, presidente del Centro Aragonés de Barcelona, que me haya prestado el libro titulado Escuela o barbarie. Selecciono un pasaje del mismo:
“El Nuevo Orden Educativo desea modelar individuos entrenados en diversas «competencias», «destrezas» y «habilidades» técnicas y emocionales que faciliten su encaje en el mercado laboral. De este modo, la escuela (y, con ella, la universidad) se convierte en un centro de selección de personal y deja de alimentar el anhelo de saber (la más noble aspiración humana, según nos enseñase Aristóteles), orientando la formación de los alumnos hacia aquellas áreas de la economía que favorezcan su «empleabilidad». Así, la transmisión cultural queda aparcada, o incluso vedada, para formar «emprendedores» flexibles y adaptables, siempre prestos a la movilidad geográfica, que no sepan nada de filosofía o latín pero en cambio sepan inglés, informática y «educación financiera» (si el oxímoron es tolerable), que es lo que interesa a las multinacionales”.
En la contraportada puede leerse: "El presente libro plantea una crítica radical del papel que en el terreno educativo está desempeñando el discurso de una pedagogía dominante cuyos sofismas -revestidos a menudo de una falsa apariencia progresista- conducen, muchas veces, a resultados extraordinariamente reaccionarios, y aspira a contribuir, desde el ámbito de la filosofía, a rearmar intelectualmente la educación frente al ataque neoliberal que acecha a la enseñanza pública".
Todas las cosas tienen precio, menos las personas, que tienen dignidad.
ResponderEliminarFrase aristotélica y donde era empleada a menudo en la clase de ëtica.
Hoy la enseñanza es a "medida" de lo que desean las multinacionales. A estas no les interesa las Humanidades, ni el latín, ni la geografía a no ser la económica, les interesa la producción, y el abaratamiento de costos.
El sistema nos ha ganado la partida.
Salut
Me gustaría ser más optimista que tú, pero no tengo argumentos.
EliminarSalud y saludos
Me gustaría ser más optimista que tú, pero no tengo argumento
EliminarSalud y saludos (perdonas los errores anteriores)
Creo que fue el magnífico cocinero Arzak que en una ocasión dijo: "yo prefiero que mis cocineros y colaboradores sepan latín, esto les dota de sentido común, y este sentido es lo que más se necesita en la cocina". Sin los conocimientos teóricos no se va a ninguna parte, se puede, eso sí, lograr un mundo de zoquetes y de envanecidos incultos.
ResponderEliminarSi de la universidad y de todo el sistema educativo eliminamos las humanidades y las disciplinas teóricas, o sustituimos la inteligencia racional por la inteligencia emocional, conseguiremos tener una sociedad estropeada, unos hombres y mujeres incapaces de distinguir los diferentes matices de la realidad.
Saludos
Francesc Cornadó
No puedo estar más de acuerdo contigo. Soy un forofo de las humanidades
EliminarSaludos cordiales, Francesc
Es un tema antiguo. La universidad nació como prolongación de las escuelas catedralicias con la finalidad de formar al personal que se quería formar en el sacerdocio y posteriormente a los que se formaban en las llamadas artes liberales.
ResponderEliminarLa formación profesional era puramente práctica y se aprendía en los gremios con mínimas nociones teóricas.
En el siglo XIX, tras la revolución francesa apareció el concepto de educación universal y para todos, cosa que no gustaba nada a las élites que consideraban a la universidad y a la educación secundaria como un lugar para privilegiados. Fue un dura lucha el acceso de la población general a la educación pero en una etapa como la actual donde el neocapitalismo utilitarista tiende a la uniformización colectiva era previsible que ocurriese esta situacion.
Es la educación humanista la que me ha permitido escribir esto, y aunque sé que la situación es lamentable dudo mucho que la oligarquía que domina el mundo pueda evitar que nos sigamos preguntando e intentando entender las cuestiones esenciales de la realidad y la vida.
Son unos falsos triunfadores condenados al fracaso.
Un abrazo
Soy un forofo de las humanidades y enemigo declarado de todo tipo de dogmatismos.
EliminarUn abrazo
“Es la economía, estúpido” que decía un asesor político norteamericano.
ResponderEliminarLas grandes corporaciones; Amazon, Visa, Netflix, Samsung, Coca Cola, Banco Santander, Iberdrola, etc, etc, necesitan desarrollar un relato (expresión de moda ahora) para inducirte a pensar que están creando un mundo hecho a tu medida, y para crearlo acuden, como es de esperar, a los publicitarios, éstos tienen la deferencia de señalar tus necesidades (tú no te molestes, no pienses, ya lo hace el sistema por ti), unas necesidades que obviamente no son las tuyas, sino las de las compañías, y te animan a satisfacerlas, porque tú lo vales.
«Porque tu vida cambia deprisa.
Estrena coche.»
Reza un eslogan del Santander para animarte al renting, porque aunque tú no lo habías pensado… lo necesitas, por supuesto. Te lo dicen ellos que saben.
Iberdrola:
«En Iberdrola somos sostenibles, como todos nuestros Planes a tu medida.»
El genial Julio Camba ya señalaba con su humor crítico y mordaz el “pensamiento de fábrica”, para referirse al “producto social” de esa transición hacia lo que hoy conocemos como mundo capitalista.
Vivimos bajo la lógica mercantilista y todo pivota en torno a una ley fundamental, que es el alma mater de nuestras sociedades capitalistas; ganar dinero para volver a gastarlo en la producción mercantil, y es un bucle que se repite sin fin; ganar dinero y volver a gastarlo, ganar dinero y volver a gastarlo, aquí no hay que pensar, pasa de las Filosofías y las Filologías.
Tú solo tienes que gastar y contribuir a sostener el engranaje, ese es tu valor…utilitario, el humanístico déjalo que repose en esos libros que ya casi no se enseñan y menos aún se leen.
Abrazo, Luis Antonio.
Intentaremos pensar por nosotros mismos sin aceptar dogmas ni ideas carentes de argumento.
ResponderEliminarUn abrazo