La vida i les adversitats sempre han caminat juntes. No obstant, les d'avui semblen més nombroses i de pitjor mena. La lliçó que ens donen, i això sempre és positiu, és que ens ajuden a millorar el coneixement de nosaltres mateixos.
P.D. No tradueixo perquè tinc la certesa que tots els visitants d'aquest espai ho entenen perfectament.
La mejor versión explicada del simil de Sísifo, la leí en un libro llamado "En la llama", de Juan Eduardo Cirlot.
ResponderEliminarUn abrazo
Salut
Cirlot, poeta poco conocido, llevo a su obra lo esencial: la guerra, la oración, el juego, el amor, el juego y la contemplación. Todo lo demás no son más que tristes necesidades.
EliminarHabría que leer su obra porque vale la pena. El problema es que exige mucho esfuerzo...
"llevó" (perdón)
EliminarBueno, nuestras adversidades serían un chiste si las comparamos con las que sufren millones de personas en el mundo.
ResponderEliminarUn saludo
Molt d' acord amb el text.😘❤️
EliminarTienes razón Llamadme Daniel, pero ya sabes que nos afecta sobre todo lo próximo.
EliminarNos hacemos más fuertes contra resistencia; nuestras aptitudes se desarrollan más tratando de buscar soluciones ante la adversidad. Aunque lo de conocernos mejor a nosotros mismos lleva toda una vida y no es nada fácil... el espejo no refleja lo que somos, son nuestros actos quienes lo reflejan...
ResponderEliminar"Yo soy yo y mi circunstancia (hoy y siempre) y si no la salvo a ella no me salvo yo" que dijo Ortega y Gasset... Supongo que en ese afán de salvar las circunstancias, las de ahora, harto complicadas en muchos ámbitos (sanitario, económico-laboral, sociológico), no sé si nos harán más fuertes, más "sabios", más solidarios y más conscientes de nuestra personalidad o idiosincrasia... por lo que he visto, creo que hemos aprendido poco y no sé si correctamente... supongo que, como siempre, cada uno es cada uno con sus cadaunadas...
Abrazo
Si sacamos tantas cosas buenas de las adversidades, a lo mejor nos empachan con más...¡Cuidadín!
EliminarAbrazo
A veces las adversidades no son más que los efectos de las causas que nosotros mismos creamos con nuestras decisiones...
EliminarAbrazo
Amigo Luis Antonio, estoy convencido de que la adversidad y el infortunio son los mejores maestros. ¡Es una pena que tengamos que aprender a palos!
ResponderEliminarAhora nos encontramos con una generación que apenas ha conocido la adversidad y esto naturalmente trae sus consecuencias.
Salud
Francesc Cornadó
La adversidad curte, pero también hiere...
EliminarSalud y saludos cordiales
Solo ser conscientes de eso nos puede hacer mejorar, claro.
ResponderEliminarBienvenido todo lo que nos haga mejorar...
EliminarLas adversidades del presente, si te refieres al presente español y las circunstancias de la pandemia y la situación económica arriesgada, disponen de más medios de resistencia y teóricamente de recuperación entre la población que en el pasado. Para adversidades de difícil superación las de no muchas décadas atrás, no es necesario citar ejemplos.
ResponderEliminarTienes razón, pero lo que "duele" más es el presente....
EliminarNo tengo tan claro que sea así. Últimamente me acosa el pesimismo.
ResponderEliminarUn abrazo.
A veces, las circunstancias negativas nos empujan por espíritu de supervivencia a buscar aspectos de otro color. Con fundamento o sin él.
EliminarAbrazos
A seguir aprendiendo, de las faltas
ResponderEliminarque tenemos y adelante.
Besitos dulces
Siby
Sobre todo "adelante" y si es con ilusión, mejor...
EliminarBesitos, guapa
En la teoría puede ser así, pero nadie quiere adversidades en su vida, aunque eso signifique no aprender la lección que conllevan... Por mí que se queden su aprendizaje, aunque a veces no las puedes evitar y no te queda otra que tomar nota.
ResponderEliminarUn abrazo
Nadie quiere adversidades de ningún tipo, pero a veces vienen. ¿Qué hay que hacer en este caso?
EliminarNon sempre, Luis Antonio, non sempre.
ResponderEliminarApertas
Cierto. A veces, sin embargo, necesitamos animarnos con y sin motivo
EliminarAbrazos