- Debes tener una viva imaginación.
- Debes ser capaz de escribir bien. Con eso me refiero a que debes ser capaz de hacer que una escena cobre vida en la mente del lector. No todo el mundo tiene esta cualidad. Es un don que se puede tener o no.
- Debes tener aguante. En otras palabras, debes ser capaz de seguir trabajando en un mismo proyecto sin rendirte jamás hora tras hora, día tras día, semana tras semana y mes tras mes.
- Debes ser un perfeccionista. Eso quiere decir que nunca estarás satisfecho con lo que hayas escrito hasta no haberlo reescrito una y otra vez, para hacerlo tan bueno como realmente puede llegar a ser.
- Debes ser disciplinado. Recuerda que vas a trabajar en soledad. No vas a tener ningún jefe. Nadie va a estar a tu lado para echarte la bronca si no te presentas a trabajas o si empiezas a hacer el vago.
- También ayuda mucho tener sentido del humor. No es del todo necesario a la hora de escribir para el público adulto, pero es esencial a la hora de escribir para niños.
- Debes ser humilde. El escritor que piensa que su trabajo es maravilloso se está buscando problemas.
- Notas: Roald Dahl fue un novelista, cuentista, poeta y guionista británico de ascendencia noruega. Entre sus obras más populares se encuentran Charlie y la fábrica de chocolate, James y el melocotón gigante, Matilda, El gran gigante bonachón, Agu Trot, Las brujas y Relatos de lo inesperado. Wikipedia
Sí, supongo que todas esas instrucciones de Dhal son útiles para quienes desen consagrarse en el mundo de la aceptación literaria. Supongo.
ResponderEliminarBuenos consejos, son los mismos que yo daría a un joven estudiante de arquitectura. Exactamente los mismos: imaginación, hacer que cada forma cobre vida, tener aguante y perseverancia, ser perfeccionista, tener sentido del humor y ser HUMILDE.
ResponderEliminarSalud
Ahora, en Netflix, se pueden ver magníficas adaptaciones de sus relatos. Más que recomendable.
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