España tuvo durante décadas como jefe del Estado a un corrupto y defraudador fiscal que cobraba comisiones millonarias de dictaduras.
Solo aquellos que prefieren vivir en la sordera, ceguera y en la ignorancia más supina pueden haberlo olvidado...
Estoy más que convencido de que cuando las ideas se presentan en forma condensada y breve, el texto gana fuerza expresiva. La explosión info...
Hay una cosa que debemos tener en cuenta: Todas las cosas tienen precio, menos las personas, que tienen dignidad.
ResponderEliminarJuan Carlos puso precio a su vida. Putas, juergas, cobro de comisiones y defraudar a la misma casa de la que cobra, o sea a España.
Su dignidad acabó en el mismo momento que dejó de ser fiel a su familia y al Estado. Sólo él sabe el precio que ha cobrado.
Ahora que se quede en la Arabia de los sultanes y los jeques y que no fastidie más por aquí, que el panorama que ha dejado es de mucho olor a mierda.
Poco más a decir.
Salut y buen calor
Juan Carlos de Borbón llega a la corona por azar pues en un accidente mata a su hermano mayor. Es un muchacho de inteligencia normal tirando a bajo. El dictador lo educa para enfrentarlo a su padre, don Juan, tampoco demasiado inteligente. Y Juan Carlos se muestra dócil ante Franco adaptándose y reprimiendo su ilimitada ansia de poder que algún día llegará. Y llegó ese día y se encontró con una situación privilegiada como rey de España al que todo se le disculpaba y nadie inquiría demasiado sobre lo que hacía o dejaba de hacer. Se había casado con una mujer rígida y moralista y él quería hembras jóvenes y sensuales. Carecía de fortuna personal y vio que podía resguardar su posición mediante comisiones en negocios internacionales en lo que favorecía siempre a España, aunque él se llevara su pedacito del negocio. Todo se le perdonaba y él se aprovechó de su estatus intocable. Creía tener un instinto político para saber por dónde le llegaba el viento para adaptarse. Fue un hombre mediocre que se aprovechó de su situación pero fue tremendamente positivo para España como representante internacional ante los poderes fácticos de la tierra. Fue un hombre que creó relaciones con el mundo árabe y era enormemente respetado hasta que llegó un tiempo en que una tremenda crisis económica volatilizó todas las certezas y en poco tiempo se quedó desnudo ante nosotros y aparecieron sus venalidades, su ansia de dinero, sus ligoteos y amores apasionados que lo dejaron al pie de los caballos. No era un hombre superior, era un hombre común como lo somos todos nosotros pero nosotros no tenemos la posibilidad de corrompernos ni nadie nos ofrecerá diez millones de euros por una participación discreta nuestra. Me gustaría ver a los blogueros moralistas y puritanos renunciando a diez millones de euros por asistir a una reunión. A mí nunca nadie me ha ofrecido nada, pero no sé qué hubiera hecho si la tajada hubiera sido considerable. Ahora estoy a la venta pero nadie quiere comprarme. La historia de Juan Carlos es una historia estremecedoramente humana: un hombre del montón que llega a ser rey de España y lo hace excepcionalmente bien para un país como el nuestro que llega a ser mundialmente respetado. Y él es el emblema de la democracia conseguida por la vía del pacto y la reconciliación en una nación que se ha enfrentado repetidamente en conflictos civiles terribles. Se aprovechó de su situación, está claro, sin perjudicar a España, mantuvo relaciones sentimentales que sonrojan, no fue un espejo y ejemplo para nuestros hijos, pero me pregunto qué políticos han pasado a la historia desde la transición hasta ahora que merezcan la pena y que en cierta forma no se hayan aprovechado y corrompido. Todos me han decepcionado. Nadie queda en pie. Juan Carlos no es una excepción pero me seduce la humanidad de la historia: comisiones, amantes, elefantes… En conjunto su figura ha sido más positiva que negativa pero sus errores ahora levantan la furia de los puritanos a los que nadie nunca ha intentado comprar. Ya digo que yo estoy a la venta.
ResponderEliminarVaya recibimiento que le han hecho. Parece ser que ya lo han olvidado.
ResponderEliminarBesos.
Y tan demérito, Luis Antonio, y tan demérito.
ResponderEliminarY la ciudadanía española tampoco se muestra mérita precisamente. Permite todo. No exige nada.
Y leídos aquí y acullá comentarios que obvian lo gordo de la presunta defraudación fiscal solo se me ocurre: Pobrecito Rey, que salvó a España, qué mal te tratamos, hip hip hip (elíjase entre onomatopeya de lloros o hurra)
¿Dónde dicen que habita la Justicia?
Francamente, estoy más cabreado con la ciudadanía que con el personaje y entorno análogo. Y muchos empeñados en blanquearlo todo.
Puedo estar de acuerdo contigo y en alguna cosa, JOSELU, pero no en todo.
ResponderEliminarTu puedes ponerte precio, de acuerdo, pero tu no representas al conjunto del país, ni cobras como un rey viviendo directamente de él.
Estoy convencido de que por actos intentas pagar el iva en todo, aunque te fastidie, porque sabes que es lo que debes de hacer. Él, que vive de un sueldo de "ivas", y tiene guardias pAGdos con el "iva", y coches emolumentados con el "iva", y guardaespaldas a sueldo de ese "iva" que defrauda, no hace lo que el resto de los mortales de España, cuando debería dar ejemplo. Esa es a la dignidad que me refiero.
No niego, ni dudo ni juzgo lo que hubiera podido pasar si no hubiera estado el 23F en el poder. Lo que digo es que no da ejemplo de nada , y que todas las cosas tienen precio, él se ha puesto el precio de "cosa", menos las personas que como tu, y no lo dudo un instante, tienen dignidad y como tal , y aunque te fastidie, insisto, pagas lo que Hacienda te reclama
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Un abrazote grande
Miquel, no quiero exonerarlo, solo intento comprender, eso sí, sin furia vengadora. Pienso que el mundo y las relaciones comerciales incluyen algo que no es visible y es el mundo de las comisiones por intermediación. En Cataluña nada se mueve sin que haya comisiones no reconocidas de por medio. Toda contrata lleva comisión, y esto lo niegan las dos partes, la que paga y la que recibe la bonificación. Juan Carlos tenía importantes contactos en el mundo árabe y él intermedió en contratas con empresas españolas en diferentes y elevados presupuestos con países del Golfo. Era una actividad que no se podía reconocer ni hacer pública. Él recibió decenas de millones de euros por su participación. El rey no podía aparecer como comisionista y este dinero no entraba en los circuitos de la banca española ni era comunicado a Hacienda. Feo, muy feo, ciertamente, pero es lógico que no se hiciera público que él trabajaba como comisionista. La discreción formaba parte de la situación. No está bien, sus gastos eran muy elevados y mantenía un nivel de vida más allá de la escasa dotación pública de la corona. Le pudo su ambición y su nivel de vida, amantes, viajes... Puedo entender que esto sea motivo de grave censura pero la principal no es que él no declarara el IVA, no podía hacerlo. Estas comisiones no existían. Él probablemente lo justificaba porque eran negocios que beneficiaban a empresas españolas como el AVE a la Meca y otras. Era un héroe con los pies de barro. Podría haber sido santo pero no lo fue. Perdona si no lo veo con empeño inquisitorial y lo vea más como una construcción literaria. El héroe ha caído, pienso que la amargura será su acompañamiento, y no lo envidio. Ni envidio a su hijo. Si yo fuera Felipe VI un día de estos reuniría a los medios de comunicación y abdicaría de la corona para sí y para su hija. Dejaría a los españoles con la 3ª República lo que, sin duda, con la calidad de los políticos españoles actuales, daría al mundo brillantes páginas de cordura y sensatez. Salud.
EliminarGracias, JOSELU, un abrazo.
EliminarAhora entiendo mejor tú argumento.
Cuídate!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAcabo de leer con detenimiento los comentarios, además debo decir que desde afuera, siempre me ha interesado lo que pasa en Espana mucho antes del período democrático. Por otra parte, debo confesar que la conducta reciente de Juan Carlos I me ha resultado decepcionante, por decir una frase legera. No obstante me parece que JOSELU acaba de colocarse en la postura más equilibrada y que hace una suma argebráica de más contra menos cuyo resultado haríamos bien en apreciar. Digamos que ha hecho algo como "el que esté libre de pecado que lance la primera piedra"... el caso es que a persar de todo el desfalco, Juan Carlos hizo algo bueno por Espana y la puso en la palestra internacional por décacas... en cambió hay otros que no han hecho nada de esto y tienen acusaciones tan nefastas como la del monarca.
ResponderEliminarInsisto en apreciar el comentario de JOSELU... se agradece.
Pues como sigamos por el camino del blanqueamiento de las conductas como la que se cita, en este y otros temas, nos espera un futuro más corrupto todavía.
ResponderEliminarEl tema central es la presunta defraudación de ese monarca. Y cómo se están buscando sistemas y procedimientos para que no sea sometido a la justicia. Hasta Felipe VI, hijo del demérito, tiene más claro que muchos comentarios que escucho el mal que está haciendo el progenitor.
No le doy ya más vueltas a lo que parece que no tiene solución ni quiere el español medio que la tenga. Lástima que los poderes públicos estén traicionando lo constitucional.
Hola Luis.
ResponderEliminarA mi, de toda esta historieta, lo que más pena me produce es la cantidad y calidad de personas que consideran que los actos se deben valorar en función de quién sea el protagonista, de tal forma que un mismo hecho está bien o está mal en función del personaje. ¿Qué estarían diciendo esas y esos que lo perdona, lo excusan o incluso le aplauden si la mitad de la mitad de lo que la hecho este elemento lo hubieran hecho otros?. Es triste pero esta es nuestra España, esa en la que se dan vivas a un chorizo demostrado, rodeado y protegido por personas socialmente distinguidas, mientras se ondea la bandera de España y se dan vivas a la Patria. Tan triste como real.
Un abrazo, Luis.
Al parecer la culpa es de los que nos indigna y abochorna este patético personaje, muñeco tragicocómico de las mil tropelías
ResponderEliminarNo, no podemos escribir nada de él ya que a la mínima te sacan el cuadro comparativo y puedes ver en él a un héroe de la Ilíada o la Odisea comparado con los políticos actuales.
Receta: coja a un viejo izquierdista que no encuentra su sitio en el mundo actual, límpielo de excrecencias ideológicas oxidadas preferiblemente estalinistas en un baño de María y luego espolvoréelo con fruición. Hágalo hasta que se convierta en adalid de la incorrección política frente a los que hoy representan lo que él pensaba en el pasado, y conseguirá defender lo que hace unas décadas atacaban de forma descarnada desde su estalinismo escolar y militante.
Mejor que sea locutor o escritor de la prensa decente de derechas aunque puede proceder de otros ámbitos.
Un abrazo
Realmente divertido. Felicidades por tu inspiración. No puedo dejar de reírme tomándome una cerveza a vuestra salud. Saludos.
EliminarNo podía el Dr. Krapp estar más acertado. El PP, Cs y Vox han acogido en su seno a unos cuantos de estos personajes que hoy defienden lo indefendible en nombre de una supuesta moderación.
ResponderEliminarEl asunto rey emérito es de una gravedad de primer orden para un Estado que se considera constitucional y que nos exige a todos cumplir lo establecido. Si yo me cuelo haciendo la declaración de la renta me cae el hacha a la primera. Otros se van de rositas. Y por cierto, estoy de los mitos hasta el gorro. Uno de ellos es que ese personaje salvó a España. Mal vamos creyendo en leyendas, mitos y falsificaciones de la historia.
Otro brindis por ti.
EliminarMUCHÍSIMAS GRACIAS A TODOS LOS COMENTARISTAS POR VUESTRAS ENRIQUECEDORAS APORTACIONES.
ResponderEliminarYA SABÉIS QUE TEPORALMENTE NO VOY A COMENTAR VUESTROS COMENTARIOS. OS RUEGO COMPRENSIÓN.