Anosognosia (desconocimiento de la enfermedad) es el nombre
científico que se utiliza para designar a las personas que se niegan a querer
saber lo negativo, tanto si se trata de una enfermedad como de cualquier otro
asunto. A según qué personas les diagnostican una grave enfermedad, pero no la
aceptan. Estas mismas personas u otras se ven feísimas en el espejo, pero
culpan a la luz o al mismo espejo de la imagen que se refleja. Los que padecen este
problema de carácter psicológico me recuerdan, aunque de lejos y no sé por qué,
a los avestruces. Considerarlos como personas positivas o insensibles sería un
gravísimo error. Son, además de enfermos, ignorantes...O quizás son ignorantes
porque están enfermos. No sé.
Algo parecido les pasa a muchos de nuestros gobernantes
políticos y económicos. Les cuesta admitir su ignorancia, su incapacidad, su...
y echan más leña al fuego diciendo sandeces como la de los "brotes
verdes", "repuntes al alza" y otras lindezas del mismo rango... Nos
mienten y creo que se mienten a sí mismos. La mentira es tan compulsiva y tan
crónica que no salen de ella. Todo mejorará a partir del 2015 sin saber cómo ni
por qué. En el 2015, me temo y ojalá me equivoque, nos enseñarán la zanahoria
del 2016 y así sucesivamente...
A veces me lamento de no contagiarme del virus de la
anosognosia. Pensar y creer que todo lo negativo es falso debe ser genial, por
no decir..."la leche".
George Berkeley llevó el empirismo al extremo, para decirnos que las cosas no son, salvo que nuestra mente la perciba
ResponderEliminarLos muchachos que gobiernan el mundo creen que pueden inculcarnos que las cosas no son tan malas, sino una percepción en el ideario colectivo, abogan por nuestra mesura, nuestra comprensión, nuestra paciencia
¡Va bien!
y nosotros empiristas acérrimos no lo vemos, porque nuestra mente no es capaz de percibir la bonanza que está allá, en el umbral del 2015
.
estos tipos creen que tenemos hojas verdes y somos una esfera blanca enterrada en la tierra, es decir UN NABO
.
saludos y mi solidaridad
Ya me gustaría que nosotros fuésemos "empiristas acérrimos" a la hora de juzgar lo que nos dicen los gobernantes de turno. Al que acostumbra a razonar no se le engaña fácilmente. Creo, más bien, que los sentimientos y la ingenuidad nos caracterizan a la inmensa mayoría y esa es la causa de que se nos "tome el pelo" una y otra vez...
EliminarGracias por tu solidaridad, Omar
Un abrazo
Los que nos gobiernan ignoran que ya nada puede ser igual, mientan o no. Nuestra juventud demanda otra clase de sociedad. Estamos entrando en fase de nuevos paradigmas y es hora de darle la vuelta a lo viejo y a lo que no sirve, a lo que los tiempos nuevos demanda, empezando por una forma nueva de educar a nuestros niños, y después todo lo demás. Añadiendo que me parece desastroso que en pleno siglo Xl se hable aún de pobreza.
ResponderEliminarEncantada de poder leerte
Un abrazo
mj
El problema de los nuevos paradigmas es que ni los supuestos entendidos aclaran las incertidumbres que despiertan. Y lamentablemente el presente, a pesar de su ingratitud, no alimenta quimeras...
EliminarGracias por tu visita, mj. En tu espacio poético se halla el sosiego que la realidad nos regatea...
Un abrazo
Sinceramente LUIS ANTONIO, ahora que leo esto que cuentas de esta enfermedad, no solo lo padecen los políticos que sí, bufff! aunque en su caso es más tirando a morro indecente, porque saben perfectamente lo que hay pero nos toman por lelos al resto soltándonos siempre esas bobadas de hojitas verdes, raíces, plantas trepadoras y narices fritas para animarnos a seguir aguantando. Total, tragamos con todo! lo más que hacemos es ejercer el derecho al pataleo, pues eso .. venga a darnos lechuga para quitarnos el hambre, encima de la dura, la de oreja de burra, si no sabes como es te cuenta MIQUEL, la venden en un mercado ahí en Bracelona:-)
ResponderEliminarAun así, creo que esta enfermedad la padecemos todos en mayor o menor medida, es muy difícil ser objetivo con uno mismo y nuestras limitaciones, defectos o carencias, primero nos instalamos en la negación, después cuando lo obvio es ineludible, toca el duelo... cuando lo pasamos y por fin somos conscientes de lo que nos ocurre... casi nunca tiene remedio ya! algo así como lo que le pasó a Don Quijote que fue consciente de su locura en su lecho de muerte;-)
Muchos besos LUSI ANTONIO , cuando te leí el título creí que te referías a algo que padecemos el DR KRAPP y yo jaja agnosia olfativa o anosmia.. eso que yo sepa de él, a lo mejor tenemos más desperfectos comunes jaja porque yo estoy totalmente averiada... en fin, seguro que tú funcionas todo perfecto Muaaks!
Supongo que la "oreja de burra" debe tratarse de alguna planta con hojas que recuerdan a las orejas de estos animales...Cuando vea a Miquel, le pregunto por las propiedades que puedan tener y si se toman hervidas o como ensalada. Prefiero lo último.
EliminarUna cosa es la subjetividad, que como bien dices, padecemos todos, y otra la enfermedad de la ANOSOGNOSIA. Parece ser que antes solo tenía una significación de carácter patológico y ahora amplía su campo semántico y se extiende hasta el lenguaje político. Nada que objetar al significado inicial, si acaso compadecer a quienes tienen la desgracia de padecer de esa dolencia psicológica, pero como término que define a determinados predicamentos políticos, me indigna. Debería soliviantarnos a todos...
Que sean ignorantes muchos políticos no nos sorprende a nadie, pero que nos traten como tales no me hace ninguna gracia.
Prefiero estar cerca de la verdad, por mucho que duela, que aceptar la mentira piadosa...
El Dr. Krapp y tú gozáis de buena saludo y hago votos porque os mantenga en tan espléndido estado de forma.
Muchos besos, María
jajaja Perdón! por poner LUIS al revés, es mi dislexia ¿te das cuenta? casi te llamo GUSI jajaja GUSI LUZ.. lo dicho, estoy averiada completamente! :-)
ResponderEliminarLlámame como más te agrade siempre y cuando no coincida el nombre con el de algún político de estos que nos han tocado en "suerte"...
EliminarIgnoraba que hubiese un nombre para esto...
ResponderEliminarY ya ves, creo que los políticos la tienen integrada en el ADN, para poder serlo; así sin más.
Pero también creo que todos de alguna manera a veces somos como esas avestruces que dices, sin ni siquiera estar enfermos, o sí, tal vez eso mismo sea una enfermedad.
Por otro lado...ahora sé lo que mi hermana padecía obviando su enfermedad...era esto precisamente: Anosognosia...
Y puedo entender el modo avestruz ante semejantes crueldades...
En fin, gracias por enseñarme siempre cosas nuevas.
Besos.
Yo también desconocía el nombre hasta que lo descubrí recientemente. No creo que tenga éxito, como para incorporarlo al Diccionario de la RALE, y no seré yo quien lo lamente...Menudo palabro.
EliminarUna cosa es esconder la cabeza para rehuir un peligro como parecen hacer los avestruces y otra pintar lo negro de color de rosa... Digo.
Besos, Marinel
Desconocía el término y estoy de acuerdo en que sería muy deseable contagiarse de este virus ante muchas realidades sociales y nacionales.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, estimado Luis Antonio.
Fer
Lo malo de ese contagio es que puede aislarnos psicológicamente de los conflictos, pero no ayuda a resolverlos...
EliminarAbrazos, Fer
Las personas que están enfermas de algún trastorno de la mente y se niegan a aceptar ayuda o simplemente a vivir con estas carencias: se puede aplicar, que por ignorancia, se niegan a aceptar ayuda.-Pero estos soberbios, que no admiten que no saben asesorarse y a la vez asesorar y, culpan a todo y a todos de sus miserias y ademas son incapaces de admitirlo cuando la pelota esta en su propio tejado.
ResponderEliminarEl otro día escuche que la política no es una profesión que se tiene que compartir con un trabajo al margen :o sea, que tiene que ser una vocación no un medio para lograr un fin. Como hacen la mayoría: por eso van al pillaje y les importa tres pitos el bienestar del pueblo.
Un abrazo.
No sé qué tiene la vida política, pero algo complejo acarreará su ejercicio cuando los más capaces se mantienen a distancia de ella...
EliminarAbrazos, Bertha
...todo se queda en parole, parole...
ResponderEliminarRecuerdo esa canción en boca de Mina y Alberto Lupo: "che cosa sei"...
EliminarHas dado en el clavo, eso mismo les pasa a algunos políticos, aunque no sea el caso.
ResponderEliminarNo conocía la palabra y me ha gustado poder aprender de tus letras.
Muchos besos.
Yo creo que este "palabro" se le puede empalagar a la memoria...Me quedo, eso sí, con el significado y espero encontrar un sinónimo más asequible...
EliminarBesos, Sakkarah
El problema es saber si esa anosognosia es un acto consciente o inconsciente, si es motivado para liberarse de las obsesiones, de los problemas de las angustias o no. Si es para vivir mejor el acto de no querer saber me parece muy digno, respetable y casi diría aconsejable. Estamos hablando en el plano personal
ResponderEliminarLo de no creerse lo que digan los gobernantes también es una necesidad para los humanos gobernados. Respecto a si ellos se creen lo que dicen tampoco es demasiado importante, la cuestión son los votos y mantener la falacia. Cualquier cuestionamiento sería un reconocimiento de la falsedad de sus vidas y eso casi nadie se lo puede permitir.
un abrazo
Supongo que lo realmente grave es hacer uso de esa supuesta patología para engañar conscientemente a los demás. Los políticos saben mucho de eso...Que un enfermo terminal se engañe a sí mismo me parece muy comprensible y respetable. Eso de "la verdad aunque duela" no es fácil de aplicar a determinadas situaciones.
EliminarUn abrazo
Es mucha palabra para los políticos.
ResponderEliminarPara mí es estupidez y perversión en algunos o en casi todos. Nada más.
Abrazos.
Salvaría o comprendería, como le decía al Dr. Krapp, a los que padecen situaciones trágicas y hacen lo imposible por ignorarlas... Por humanidad, claro.
EliminarGracias por tu visita, Alicia
Un abrazo
La mayoría de los políticos, sobre todo los de la clase gobernante viven en la mentira, en la mentira que nos tienen que contar para justificar sus actos y preservar sus privilegios, que vienen de antiguo. Saben que mienten y nosotros sabemos que mienten, pero les da igual porque tienen el poder para hacer con nosotros lo que les da la gana.
ResponderEliminarMenuda palabreja. Tomo nota.
Besos.
Ese es el problema serio: que nos dejemos engañar una y otra vez.
EliminarEstoy convencido de que nadie propondrá semejante palabreja para que se incorpore al Diccionario de la RALE. No seré yo quien lo lamente.
Besos, Angie
Ahora entiendo a nuestros políticos... pobres... están enfermos...
ResponderEliminarHabrá que llevarlos a Urgencias y de paso que los aparquen en pasillos durante largas horas para que se replanteen los recortes en Sanidad...
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