“Cada jugador debe aceptar las cartas que le reparte la vida; una vez que las tiene en la mano, sólo él o ella debe decidir cómo jugar sus cartas para ganar el juego” (Voltaire)
No son pocos los que comparan la vida con un juego de naipes. Suponiendo que haya sobradas razones para ello, expongo algunas consideraciones basándome en mi relativa experiencia lúdica con los naipes (1):
1º.- El buen jugador con buenas cartas (lo de naipes no acaba de salirme natural) no tiene rival. Gana siempre.
2º.- El buen jugador, con las mismas cartas que sus rivales, siempre obtiene mejores resultados.
3º.- El jugador normal, con mejores cartas que sus rivales, también acostumbra a ganar.
4º.- El mal jugador, al margen de las cartas que lleve, lo más sensato es que se dedique a otros divertimentos lúdicos.
5º.- En el juego de cartas, cualquiera puede ser agraciado o no por la fortuna. Lo que diferencia a unos jugadores de otros es el saber jugarlas mejor o peor.
Y en la vida, ¿pasa lo mismo? Creo que no
porque las circunstancias – más que el azar - de unos u otros propician ya mejores o peores cartas de entrada;
porque muchos ignoran las cartas que les han tocado en “suerte” y el valor que tienen;
porque el adversario, además de los otros, también es uno mismo;
porque no todos reciben las misma enseñanzas;
porque...
Aunque me gustaría que la realidad fuese otra:
“Cada jugador debería recibir las mismas cartas que los demás; una vez que las tiene en la mano, sólo él o ella debe decidir cómo jugar sus cartas para ganar el juego”
La realidad, nos guste o no, es la que expone Voltaire y como la igualdad de cartas es una utopía, no hay más solución que aprender a jugar para sacar el máximo partido de las cartas que nos da la vida... Quizás esto suene a resignación...
(1).- Guiñote, tute, mus, póker...
cuanta razón llevas, yo también digo que la vida es un tango y como no lo sepas bailar malo malo, un besin de esta asturiana y muches gracies por compartir tus sentimientos, opiniones y sabidurías con todos nosotros.
ResponderEliminarPues yo pienso que en esta vida algunos ya llevan las cartas marcadas y eso les hace ganar mucho más que los demas.
ResponderEliminarPor lo demás tanto en el baile como en el juego son muchas las circunstancias que pueden hacer variar los resultados.
Pero estoy de acuerdo contigo en que un buen jugador siempre será capaz de gestionar mejor sus cartas.
Un placer como siempre jugar contigo.
Un abrazo fuerte.
La resignación es un suicidio cotidiano. H.Balzac.
ResponderEliminarMe ha encantado tu entrada, y, si guarda relación con la mía, hablamos un poco de lo mismo, es cierto que en la vida nos pasa como el las carreras de Fórmula 1 ¿quien es el mejor piloto? si no corren en las mismas condiciones y aun así a veces se ven la peripecias del buen piloto que con coche inferior hace autenticas destrezas.
Pues así es la vida y debemos hacer todo lo contrario a resignarnos, si aceptar según que,HAY QUE SER REALISTAS, pero debemos poner toda la carne en el asador porque todos, YO misma, podemos hacer mucho, muchísimo más de lo que hacemos,pero que fácil es echar la culpa de todo a la vida, a la crisis en fin que, SI, q las cosas no están nada fáciles que me lo digan a mi, que estoy en una situación económica precaria con una salud precaria y aquí estoy dando ánimos a los demás.
Un placer tu comentario, y aun más tu maravillosa entrada.
Feliz martes
Prácticamente comparto todo tu argumento, tan sólo difiero en lo relativo al reparto de cartas....Soy de la opinión que a medida que nuestra vida va avanzando vamos recibiendo nuevas cartas y a la vez perdiendo otras, a veces nos mejora la mano y en otras ocasiones no, esto no solo depende de nuestra manera de jugar, también depende y mucho de esa incógnita temporal llamada "Suerte"
ResponderEliminarUn placer haber pasado por aquí.
Saludos.
¡Que magnífica entrada Luis Antonio y qué cierta! Las cartas no se escogen pero se pueden jugar bien o mal.
ResponderEliminarUna reflexión que no solemos hacer pero tan acertada como la vida misma.
Besos
A mí no me suena a resignación. Me suena a realidad. Y mejor aceptarla tal cual, que vivir flotando. Te evitas unos cuantos hostiones de los brutales. Que algunos te los vas a llevar igual, pero si puedes evitarlo por ser consciente de lo que el azar -o lo que sea- te ha dado y no. Mucho mejor.
ResponderEliminarEs como yo la veo. A la Naturaleza, digo :-)
Besines, Luis Antonio :):)
En realidad la vida es como un juego de cartas, pero que que se juega en distintos momento y con diferentes jugadores. También hay que tener en cuenta al que reparte las cartas, recibes de él buenas o malas manos. Lo importante es como aprovecho las buenas cartas recibidas y como me desprendo de las malas. Si uno aprende eso, tiene una alta posibildad de triunfar en el juego de la vida.
ResponderEliminarUn cordial saludo y abrazo
P.D. Me ha gustado mucho esta entrada.
Seguramente tienes razón. Pero hay gente,incluso, a la que no dejan jugar... ni a las chapas.
ResponderEliminarSí lo es: trucado, la mano es siempre tahúr y la banca no pierde nunca.
ResponderEliminarMe ha encantado la comparación de la vida con las cartas que te tocan y está clara la importancia de saber jugar con ellas.
ResponderEliminarTe descubrí a través de un blog, el de Pury. Y volveré por aquí.
Siempre puedes probar a descartarte...
ResponderEliminarBesos
Luis, lo bonito del guiñote en pareja es que es un juego solidario.
ResponderEliminarEn ese caso la vida en un juego de cartas
De todo tu post hay algo que me ha resultado especialmente interesante: el caso de los jugadores que no entienden las cartas que les han tocado en suerte y el valor que tienen. Es tarea de la propia inteligencia luchando contra la adversidad entenderlas. No olvidemos que un mala jugada puede ganar partidas a jugadores que tienen un juego superior.
ResponderEliminarEsta muy bien la reflexion, Luis, sin embargo al igual que algunos creo que la la baraja de la vida esta marcada por aquell@s que descubrieron los pingues beneficios que de ello les resulta, jugar con ventaja es denigrante, a los que nos toca esforzarnos por saber con que carta jugar en cada momento, nos resulta muy dificil ganar alguna mano, a veces y en la mayoria de los casos es hasta imposible, por lo que nos toca conformarnos como perdedores en una mesa vital que siempre se decanta por los que dominan la situacion.
ResponderEliminarDe lo contrario hay que sacar las pistolas, como en las peliculas del Oeste cuando se descubre que el tramposo nos la ha jugado y pum..pum. hasta la proxima.
Para una vez que tengas suerte, si la tienes, tendras que disponer de algo mas que los demas.
Saludos cordiales.
Jesus
No me apasiona esa comparación aunque proceda de un hombre al que admiro tanto como Voltaire. Sí hay que jugar con la que te da la vida pero teniendo siempre el valor necesario de intentar llegar un poco más allá. Gracias a Voltaire y otros enciclopedistas ya no estamos en aquel mundo compartimentado que les tocó vivir y aunque muchas veces los sueños de la razón se convirtieron en pesadillas mereció la pena que nos hayan sacado de aquella sociedad estamental.
ResponderEliminarNo me gusta ese ambiente un poco prepotente, chulesco y excesivamente machista que rodea las partidas de cartas. Hablo de las partidas que los jugadores habituales consideran serias, no las de tipo familiar y casera. Es un mundo tan sexista que las mujeres tienen sus propios juegos y campeonatos. A estas alturas.
Para ser feliz, cada uno debe aceptar las cartas que le son dadas en la vida y, desde luego, ser hábil después al utilizarlas.
ResponderEliminarDesde ya paso a desearte felices fiestas!
ResponderEliminarte dejo un abrazo!
A OZNA OZNA:
ResponderEliminarMe gusta más la comparación de la vida con el tango que con el juego de cartas, pero creo que es más difícil de aprender, ¿no?
Petons (= besines, pero en cátala)
A CRISTAL:
En el juego, como en la vida, hay auténticos tahúres y tramposos, pero eso no ha de condicionar la necesidad de aprender a jugar y a vivir como mejor sea posible...
Un fuerte abrazo, Cristal
A PURY:
Que desde esa circunstancia personal que estás viviendo aún te quede ánimo para contagiarlo a los demás dice mucho y bueno de ti, Pury
Un abrazo
A UN ACRÓBATA:
Tienes razón, en la vida seguimos recibiendo cartas y nos vamos descartando de otras. LA SUERTE INFLUYE MUCHO, PERO REQUIERE TAMBIÉN SABER ADMINISTRARLA.
GRACIAS POR TU VISITA Y UN CORDIAL SALUDO
A ROSALÍA:
ResponderEliminarA veces, y también hay que confiar en ello, la suerte también nos gratifica con alguna que otra carta buena... Pero saber jugar las que tenemos es lo fundamental...
Gracias por tus generosas palabras.
Besos, Rosalía
A V (de Verónica):
A la realidad, por aciaga que sea, no hay que quitarle la luz de la esperanza...para que sea más llevadera, ¿no?
“Petons”, Vero
A HÉCTOR AGUILERA:
Gracias por tus gentiles palabras, Héctor.
Un saludo afectuoso, también para Chile que lamentablemente estos días también protagoniza tristes sucesos...
A P. Vázquez “ORIENTADOR”:
Tienes razón, y por si eso fuera poco, les dan las peores cartas...
A PEDRO OJEDA ESCUDERO:
ResponderEliminarTienes toda la razón. Con tramposos y bancas abusivas, en el juego como en la vida, el que está en frente tiene muchos números para perder...hasta la camisa.
A YURIA:
Un placer tenerte por estos pagos, Yuria
A ATENHA:
Siempre y cuando te quites las malas cartas, porque algunos no las distinguen/guimos...
Más besos
AL DOCTORVITAMORTE:
La solidaridad, en el juego y en la vida, ayuda a ganar...esas batallas/cotos que la vida nos depara un día y otro
A JOSELU:
ResponderEliminarLa suerte, como el azar, pueden deparar que se ganen partidas a rivales y adversidades que nos superan, pero es tan “cara” de ver...
A JESÚS Y ENCARNA:
Jugar contra según qué rivales y afrontar determinadas adversidades es harto difícil. Y si además están los tramposos, ventajistas y marcadores de cartas...¡no veas!
Si lleváramos un colt del 45, como aquellos del lejano Oeste, quizás nos tentaría desenfundarlo alguna que otra vez para barrer a esa escoria... Afortunadamente, aquí las armas no se compran por internet...
Un abrazo (luego os visito)
AL DR. KRAPP:
Gracias a esos franceses ilustres que nos labraron un mundo más llevadero. Ahora no vendría mal que volviesen a hacer acto de presencia, dadas las circunstancias.
Sigue habiendo, como señalas, jugadores machistas, prepotentes y bocazas...Afortunadamente, la mujer va entrando más en estos “juegos” y humaniza y sosiega ánimos... Te lo dice uno que teme a las mujeres que juegan al guiñote porque casi siempre pierde con ellas. Y esto no es “paternalismo”, es la pura verdad...
A TESA:
Debe aceptarlas y saber jugarlas sin perder la esperanza....de que la suerte nos de también alguna que otra sorpresa, ¿no?
A ALLEK:
Un cordial saludo con los mismos deseos
La esperanza es algo que no me gusta. Igual que no me gusta la fe. Prefiero la alegría :) Para mí son cosas muy distintas :):)
ResponderEliminarA V (Verónica):
ResponderEliminarVivir sin esperanza es tanto como renunciar a los sueños... Lo de la fe es un asunto más complejo, sobre todo si hace referencia a cuestiones trascendentales.
La alegría es difícil que no guste a nadie, ¿no?
Besos
Para mí vivir con esperanza no tiene sentido. Ya te digo, cuestión personal :) Y a mí sí me parece muy similar a la fe. A fin de cuentas es vivir creyendo también. Creyendo que las cosas serán mejores, que cambiarán si no van bien. Eso, soñando... :) pero soy muy mala para los sueños. Hace tiempo que dejé de soñar, tanto, que casi te diría que perdí esa capacidad. Y a veces me gustaría poder incluso, pero cuando lo pienso fríamente, también pienso que prefiero no vivir soñando. Me gusta tener los pies clavados en la Tierra. Me gusta lo que veo, dejando a un lado las desgracias, obviamente. De modo objetivo, te diría que veo belleza en todas partes, fíjate :):) En lo que somos, en lo que nos rodea... más allá de nosotros. Se vive en general demasiado centrado en los humanos, cuando hay tanto y tantas formas distintas de observar ese todo del que somos parte... No sé... ya te digo, es lo que ven mis ojos y lo que intepreta mi cerebro, sin más :)
ResponderEliminarLa alegría es lo mejor que nos ha tocado por estar. El mayor premio de todos, pienso :D Sí, ciertamente es difícil que no guste a nadie. Pero ni todo el mundo la conoce, ni sabe cuánto vale la pena vivir con ella encima. Ahí la cruz, que es la pena :/
Besines, Luis Antonio :)
A V (VERI)
ResponderEliminarSin duda hay que vivir el presente a tope y como si fuese el último día, pero es inevitable que, a veces, la ingratitud de determinados "presentes" nos empujen a recordar con nostalgia momentos del pasado o a esperar - "soñar" - momentos mejores...La vida es así, nos guste o no...
Lo inaceptable sería estar exclusivamente en el "limbo" del futuro lleno de incertidumbres o lastrados por el pasado y su añornza...
Más besos para ti, Vero
Jo! Luis, vas rápido para mí... eres prolífico escribiendo.
ResponderEliminarTe diré, abreviando al máximo, y por poner un ejemplo de bulto... que en las mismas condiciones de partida, no es lo mismo ser jorobado y tuerto que Sharon Stone...
Y es que en la naturaleza, la desigualdad es ley...
A Cristal00k:
ResponderEliminarNo debes sentirte obligada para nada a hacer deberes atrasados. Los que dormimos poco disponemos de más tiempo. Sería más acertado escribir menos y esmerarse más en hacerlo mejor, pero qué le vamos a hacer...
Me ha costado entender lo de Sharon Stone...pero creo que lo he captado y tengo que darte una vez más la razón...
Últimamente...apenas discrepamos.
Te mando él último abrazo que me queda