Se suele llamar así a esas personas que tienen ideales elevados y se esfuerzan por defender causas nobles y justas, aunque no estén relacionadas con sus propios intereses.
Es importante tener sueños en la vida porque si no...esta pierde interés, emoción...
Desde el punto de vista psicológico, D. Quijote es un hombre terco, de firmes convicciones y valiente, rayando en la insensatez.
Su enorme imaginación le permite ver el mundo real como si fuese el de los libros de caballerías. En este sentido, D. Quijote no actúa como un loco sino como un niño que se cree su propio juego.
Es cierto que a los que presentan rasgos quijotescos se les considera idealistas y poco pragmáticos.
Al personaje de D. Quijote siempre se le han atribuido las características de ser un soñador, iluso, idealista...
¿Te gustaría que te tacharan de quijotesco-a?
Eso de ser un quijote es un halago, pero también es un riesgo. Para ser sincero, no te puedo responder, lo que sí es seguro es que somos quijotes cuando nos creemos nuestro antiguo mundo infantil, y de eso tenemos mucho los escritores.
ResponderEliminarNo puedo estar más de acuerdo con lo que expresas, Alí
EliminarQuien esté libre de alguna quijotada, en mayor o menor medida, que tire la primera pedrada.
ResponderEliminarSupongo que pocos...
EliminarEn esas andamos, pero con mezcla cada vez mayor de Sancho...
ResponderEliminarLa mezcla es, en general, aconsjable...
EliminarEn cierto modo todos tenemos algo de Quijote y algo de Sancho, Cervantes lo captó y expresó magistralmente, y en esencia así seguimos.
ResponderEliminarAbrazo, Luis Antonio.
La mezcla de ambos nos hace mejores.
EliminarAbrazos, Paco
Estoy más cerca de Sancho, la valentía de don Quijote es muchas veces temeraria y casi siempre insensata. Creo que es bueno tener ciertos ideales, por lo menos, son una razón para avanzar, pero hay que tener muy claro hacia donde se avanza.
ResponderEliminarSaludos.
Yo también, además es más fácil montarse en el burro que en el caballo...
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