Con fecha 9 de abril, mi amigo y paisano José Ma. Ariño Colás, Doctor en Filología Hispánica, publica en "aragondigital.es" el siguiente artículo sobre las bibliotecas
"Desde la injusta y cruelmente invadida Ucrania nos llegan imágenes
escalofriantes de edificios destrozados, cadáveres por las calles y desolación
en las ciudades y los pueblos. En medio de este vacío y de este sinsentido,
después de socorrer a las personas amenazadas por los bombardeos y proteger a
los refugiados, surgen iniciativas para salvar para la posteridad aquellos
templos de la cultura que conservan miles de volúmenes como joyas de la
historia y de la tradición. Nadie quiere que se repitan los incendios y
saqueos que acabaron con la desaparición de grandes bibliotecas de la
antigüedad, como la de Alejandría o la de Constantinopla. Todavía se recuerda
con tristeza la destrucción de la biblioteca de Sarajevo –un insustituible templo
de la cultura– en agosto de 1992. ¿Ocurrirá lo mismo con esas diez grandes
bibliotecas del país ucraniano? Toda precaución será poca para evitar lo
inevitable.
En estas situaciones tan dramáticas, cuanto se rompe radicalmente
cualquier latido cotidiano, cuando la sinrazón y el caos se erigen en dueños de
un paisaje urbano desolado, es cuando se valora todavía más el papel de las
bibliotecas como hilos casi invisibles que unen generaciones y se convierten en
una siembra silenciosa de creatividad, convivencia y palabra viva. La semana
pasada visité una de las 26 bibliotecas municipales de Zaragoza que no conocía,
la biblioteca Manuel Alvar, enclavada en pleno corazón del Parque Delicias y
ubicada en el antiguo pabellón psiquiátrico de mujeres. A pesar de su apariencia
exterior, es un centro cultural moderno, especializado en materiales
multiculturales. Hay que valorar el esfuerzo del ayuntamiento de la ciudad –del
actual y de los anteriores– por restaurar edificios antiguos en bibliotecas o
centros culturales. Tal es el caso de la biblioteca Ricardo Magdalena, ubicada
en el antiguo matadero; de la biblioteca Cubit, en lo que fue la azucarera o la
biblioteca María Moliner, situada en las instalaciones del antiguo convento de
San Agustín, del siglo XVII. Son tres ejemplos de una apuesta clara por la
cultura. Una cultura que también llega a los barrios rurales y a numerosos
municipios de la geografía aragonesa.
Precisamente, una biblioteca rural, la de Villanúa, localidad
oscense de unos 400 habitantes, acaba de obtener uno de los premios nacionales
de la XXI Campaña de Animación a la Lectura María Moliner, otorgado por el
Ministerio de Cultura. Es un motivo más para valorar la labor de estas personas
que están al frente de estos pequeños oasis de la cultura. Y lo más importante
es que esta distinción es la punta del iceberg de otras bibliotecas que, día a
día, llevan a cabo una labor callada y eficaz, en coordinación con entidades,
colegios e institutos y abiertas a nuevas iniciativas que incluyen a niños y
adultos. Podemos citar como ejemplo –sin olvidar a las demás– una de cada
provincia: la biblioteca pública municipal de Zuera y la biblioteca del pueblo
turolense de Cedrillas. Ambas siguen la misma línea innovadora que la de
Villanúa y mantienen un nivel cultural que se hace extensivo más allá de sus
municipios. Por eso es tan importante conservar para las futuras generaciones
este acervo cultural y literario. En la capital aragonesa hay bibliotecas
históricas que son un tesoro a preservar. Entre ellas hay que destacar la
biblioteca del Paraninfo de la Universidad y la biblioteca del Palacio de
Sástago, de la Diputación de Zaragoza.
A pesar del auge del libro electrónico, de las tabletas y de los móviles inteligentes, la plasmación en papel de las palabras, la literatura impresa y el hechizo de las páginas llenas de creatividad, imaginación e impronta personal siguen en las estanterías de nuestras bibliotecas y cada día aguardan una mano que rescate las palabras del olvido y las transforme en vida, a pesar del paso de los años y del poso de los siglos."
Claro que me agradan las bibliotecas aunque yo sea más de libro digital. Son enclaves románticos. Me gusta tu evocación de las bibliotecas aragonesas. En Barcelona las bibliotecas de la Diputación de las que soy socio son muchas cosas pero algunas de ellas no me gustan como que sean plasmación de una manipulación ideológica y lingüística de los usuarios. Son representativas de una selección de libros mediática, perversamente ideológica y eso que ahora se llama cultura woke que nos persigue por todos los canales políticos y sociales. Uno va a la biblioteca a leer no a ser manipulado ideológicamente. Esa es la otra cara de las bibliotecas de por aquí.
ResponderEliminarNo puedo estar más de acuerdo contigo. Sin embargo, no estoy al día. Desde antes de la pandemia no he visitado ninguna. De joven iba con frecuencia al Ateneo porque cerraba a las 12 h. de la noche.
EliminarSaludos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarComo indica tu paisano y amigo en este buen artículo, no hay mayor tragedia que la matanza de inocentes en las guerras y el posterior drama de los refugiados, algo atroz.
ResponderEliminarHecha esa consideración, señala con acierto otro enorme daño colateral en las guerras; la destrucción de la cultura en las ciudades y pueblos, por ejemplo de las bibliotecas como menciona, y eso es otra manera de aniquilar la identidad de una ciudad, saben al objetivo que apuntan.
Más allá de ser instituciones que salvaguardan la cultura (los libros), también son lugares de concordia, de hermanamiento (lo opuesto a las guerras)… Accedes a una biblioteca y enseguida sientes complicidad hacia los lectores que allí encuentras, íntimamente percibes en ese silencio que estás en buena y segura compañía, un lugar de paz. Así lo vivo yo, asiduo inquilino de las bibliotecas en mi localidad, pues aquí nunca padecí esas ingratas experiencias que comenta Joselu en determinadas bibliotecas catalanas.
Qué interesante periplo cultural nos ha mostrado tu amigo, de biblioteca en biblioteca por esa esa acogedora tierra maña.
Abrazo, amigo Luis Antonio.
No me sorprende que te haya gustado el artículo. José Ma. Ariño escribe muy bien. Me enorgullece ser amigo y paisano de él.
EliminarUn abrazo, estimado Paco
Coincido con Joselu, LUIS ANTONIO. La red de biblios de Barcelona funciona muy bien, aunque ahora y por falta de presupuesto no te traigan los libros desde otras bibliotecas si es que en la de tu sector no está el que deseas, son grandes profesionales, pero hay el pero, desde el tinglado de nuestros prossessistas y preossessitses, la cosa ha empezado por embarrarse, tal como explica Joselu en su entrada.
ResponderEliminarAhora vivo en el Prat. Sólo hay una biblio pero no está tan politizada, o al menos me lo parece, y es extraordinariamente funcional. No me puedo quejar.
Ahora bien, lo que he dicho antes, si deseo algún ejemplar que no esté en el recinto no lo puedo pedir, porque no hay intercambio como antes. Esto también es otro adelanto del prosses, donde se derivó montones de millones de euros que se han quitado de otras partidas en la que se incluye las bibliotecas.
Un abrazo
Deduzco, por lo que explicas, que por causas políticas las bibliotecas catalanas han ido a peor...Mal asunto, porque eso ahuyentará a más de uno.
EliminarUn abrazo
Una biblioteca puede ser solo un libro o miles. Siempre refugio.
ResponderEliminarSiempre refugio y apertura a otros "mundos".
EliminarLas bibliotecas son los monumentos de la República del Conocimiento.
ResponderEliminarSaludos
Francesc Cornadó
Me gusta lo de "Republica del conocimiento"...
EliminarSaludos cordiales
Soy mas partidario de comprarme los libros que considero que me pueden interesar , pero creo que de bibliotecas las habrá como de todo , buenas ,malas y regulares , el problema podría ser que algunas estén politizadas .Saludods
ResponderEliminarYo tengo bastantes libros y falta de espacio para colocar más. El libro electrónico resuelve este poema y resulta mucho más económico porque también hay muchos títulos gratuitos. No me importa leer en la pantalla del e-book...Rechazo totalmente la politización de las bibliotecas
EliminarSaludos cordiales
Las bibliotecas fueron mi refugio en mis tiempos de colegio y las recuerdo con nostalgia.
ResponderEliminarY en cuanto a lo de Ucrania... Dios tenga misericordia de ellos y de nosotros
Yo me refugié más en tiempos de universitario.
EliminarRespecto a lo de Ucrania, comparto tus ruegos.
Un abrazo
Cuánto debería lamentar la Humanidad la pérdida de bibliotecas clásicas antiguas. En viejos tiempos ya se cometían crímenes con ellas.
ResponderEliminarAas bibliotecas siempre han tenido algunos enemigos irracionales . ¿Por qué será? Quizás a no pocos les asusta el conocimiento
EliminarSaludos cordiales
Caben dos posibilidades respecto a comentarte algo sobre una actividad y un espacio a la que he dedicado 30 años de mi vida: hablarte de lo que las bibliotecas deberían ser o hablarte de lo que las bibliotecas han acabado siendo.
ResponderEliminarEs curioso que el articulista empiece escribiendo sobre la invasión de Ucrania porque aquí las bibliotecas del tipo que sean -universitarias, públicas, de enseñanza media etc… han sido invadidas y convertidas en espacio de estudio para estudiantes y opositores.
Hermosas bibliotecas en edificios históricos o modernas bibliotecas en edificios funcionales que se salvan por actividades de acceso público: conferencias, proyecciones, congresos, horas del cuento, funciones teatrales, seminarios etc... pero en las que en sus instalaciones no puedes consultar un libro o una revista sin que un idiota encima de unos apuntes te haga callar.
Permíteme el uso de las mayúsculas por una vez:
HAN EXPULSADO DE LAS BIBLIOTECAS ESPAÑOLAS A AQUELLOS QUE QUIEREN HACER USO DE SUS SERVICIOS Y AHORA SON SOLO SALA DE ESTUDIOS PARA ESTUDIANTES Y OPOSITORES
Pregunten a los bibliotecarios y encargados de las bibliotecas en sus diferentes puestos si esto que acabo de escribir se aparta de la verdad.
Lugo podemos seguir con el discurso teórico de lo útiles y maravillosas que son las bibliotecas y lo importante que es el mantenimiento del patrimonio bibliográfico:
También ese mal uso es un crimen contra las bibliotecas.
Un abrazo
Si alguien sabe de bibliotecas eres tú. Me consta, como bien dices, que las bibliotecas "ahora son solo sala de estudios para estudiantes y opositores". Siento el pesimismo que reflejan tus palabras, pero lo comprendo.
EliminarUn abrazo
DR KRAPP:
ResponderEliminarLa frase que ud inserta : "HAN EXPULSADO DE LAS BIBLIOTECAS ESPAÑOLAS A AQUELLOS QUE QUIEREN HACER USO DE SUS SERVICIOS Y AHORA SON SOLO SALA DE ESTUDIOS PARA ESTUDIANTES Y OPOSITORES" ¿aqué hace referencia?
a) A que con la entrada de este tipo de "clientela" (estudiantes y opositores) se impide que entren otras?
b) A que los servicios de las Bibliotecas no estaban pensadas para este tipo de específico de personas.
c) A que las Bibliotecas están puestas sólo para lectura y no para sala de estudios
Pone ud. con mayúsculas esta frase que inserto y que seguro ha llamado la atención a toda la colectividad que ha pasado por aquí, y es por ello que yo, que no la he entendido rogaría me lo explicase.
No iré a pedirle este tipo de explicación a los bibliotecarios donde asisto, porque creo ud. la puede ampliar.
Gracias de antemano
Salut
c)
No tenía la menor duda de que el Doctor Krapp daría una respuesta extensa y profunda a esta pregunta...
EliminarHe dedicado gran parte de mi vida laboral a la biblioteconomía y a la documentación. He trabajado en 12 bibliotecas diferentes, en el ámbito universitario y en la red municipal de bibliotecas. También conozco como funciona las bibliotecas públicas del Estado y mis preguntas y respuestas son las mismas que las que se hacen cada día los miles de profesionales que trabajan en el sector. Por desgracia, no son nada originales y contestan conjuntamente a sus preguntas.
ResponderEliminarSe impiden que entren otras personas porque se usa la biblioteca como puro centro de estudios, reduciendo el espacio disponible para préstamo, investigación, hemeroteca y consulta bibliográfica de fondos tanto impresos como digitales.
Lo que hemos pedido muchas veces es que los centros educativos dispongan de salas de estudio separadas de las bibliotecas.
Las iglesias son para que vayan los creyentes a rezar o a practicar sus ritos, la hostelería está para que la gente vaya a beber o comer, los estadios y polideportivos para que la gente vaya a ver sus deportistas y equipos o a practicar deporte, las bibliotecas están para que se consulten sus fondos, para que se puedan prestar documentos o para actividades culturales, es ridículo convertirlas en meras salas de estudio.
Imagínese visitar una biblioteca universitaria, premiada en un certamen de arquitectura, de cuatro plantas diseñada, con una enorme sala de ordenadores en la planta baja, salón de actos y una hemeroteca donde se pueden consultar revistas en formato impreso y digital, también microformas, CDROMs etc... Abajo el depósito de libros y revistas y luego un montacargas para subir y bajar libros y revistas hasta los pisos superiores. Tres plantas y 6 salas con estanterías dedicadas en cada una a una temática, con manuales y libros genéricos del tema en la propia sala.
Pues bien, yo le garantizo a usted que si ese montacargas ha trasladado más de 40 libros en una jornada de mañana o de tarde es un éxito. Si se ha consultado más de 12 veces revistas y publicaciones es otro éxito. Si media docena de personas se ha interesado por ver un microfilm o un disco compacto es una buena jornada de trabajo etc... Eso sí, puede que haya habido una media entre doscientos o cuatrocientos estudiantes con sus apuntes.
Pase lo que pase, los técnicos tienen que seguir catalogando, clasificando, indizando, colocando tejuelos, sellando, poniendo alarmas y colocando en las estanterías o bajando al depósito las publicaciones.
En resumen: las bibliotecas españolas son como un banquete de bodas donde hay que tener los platos preparados y las mesas bien dispuestas, pero donde casi nunca llegan los novios ni sus invitados y los canapés se los comen unos tipos que pasaban por allí y vieron las bandejas llenas de viandas.
Salud, Tot Barcelona.
Es evidente y comprensible que al Dr. Krapp no le gusta el derrotero actual que han tomado las bibliotecas
EliminarGracias por esta aclaración que yo, usuario y además autor que tiene depositado ejemplares en la red de Bibliotecas (con mayúsculas), desconocía.
ResponderEliminarDe ahí mi interés en saber más, porque sólo se ve, como en mi caso, desde el exterior, pero no sabía de su funcionamiento
Salut, Dr Krapp.