Sin duda alguna, las gesticulaciones son las que aportan la mayor información de carácter afectivo y emocional. Tanto es así que la falta de movilidad facial se asocia con la frialdad.La mirada es un gesto facial muy importante para la comunicación no verbal. La forma, la intensidad y la duración de la mirada conforman códigos de carácter cultural: mirar francamente o mantener la mirada fija en alguien durante tiempo prolongado se considera de mala educación en según qué culturas; rehuir la mirada o mirar hacia abajo se interpreta generalmente como modestia, ingenuidad...En la conversación espontánea un correcto manejo de la mirada es indispensable para ejercer su función reguladora; la apertura, el cierre, la regulación de los turnos de palabra y la manifestación de una escucha activa se establecen generalmente a través del contacto visual, al cual debemos estar muy atentos.En el supuesto de comunicarse con una audiencia colectiva, la mirada debe distribuirse por todo el auditorio, evitando las miradas perdidas en el vacío o detenerse demasiado tiempo en un solo oyente (es un error muy común el de quedarse anclados en un oyente cuya mirada denota atención y comprensión)
martes, mayo 11, 2021
LA CARA ES EL ESPEJO DEL ALMA: LA MIRADA
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De ANGIE para LUIS ANTONIO
"Haikuquero es
el beso que se entrega
cuando hay querer".
el beso que se entrega
cuando hay querer".
Esa retirada de la mirada, que refieres como síntoma de frialdad, modestia, o mejor aún, ingenuidad, me viene bien para exponer lo siguiente.
ResponderEliminarHe viajado varias veces por Escandinavia, Suecia, Dinamarca, Noruega o Finlandia, con algunas estancias largas en la dos últimas; salvo los daneses, el resto suele tener bastante reprimido el contacto visual, los jóvenes no tanto, pero cuesta que de buenas a primeras alguien te mire a los ojos, no es un desprecio, es cuestión del pudor luterano y, por qué no, la frialdad nórdica.
Pienso que se desestima un poderoso estímulo comunicativo, algo tan meridional como mirarse a los ojos cuando se hace de manera sutil, no de modo amenazante… aunque esto también comunica, y mucho (y bien que lo hacemos los sureños).
A mí me gusta mirar a los ojos cuando hablo, sin ser invasivo claro, pero no lo hago concentrado en ese metodismo que explicas; regular los turnos, etc, etc. Me sale como me sale… jaja.
Eso sí, guardo en mi recuerdo algunos cruces de miradas memorables, apenas unos instantes, pero ya inmortalizados… lo dejo ahí.
Los asesores de comunicación se esfuerzan mucho para que sus políticos se apliquen en sus discursos, de cara a la audiencia, todas esas reglas que explicas ( en su día fueron asignaturas que tuve en la Facultad).
Hoy Ayuso se ha revelado como una formidable comunicadora gestual, a la vista de su éxito, y eso parece haber compensado su deficiente oratoria, rayana en lo ridículo muchas veces… pero poco ha importado, Ayuso ha manejado como nadie el sentimiento, la emoción, la comunicación gestual. Otros brillan en la oratoria… y sin embargo los concurrentes se van a sus casas fríos, como teniendo la sensación de que el político no es uno de los suyos, que su púlpito queda demasiado distante del terreno que pisa la audiencia.
Ayuso no ha tenido rival en la comunicación gestual, ha sido la maestra en las distancias cortas… como decía ese anuncio de la colonia Jacks, cuyo olor competía en contundencia con el del whisky.
Algunos rivales deberían tomar nota, no parecen tiempos para que el brillo de la oratoria sea suficiente, ahh, estos tiempos.
Un abrazo, Luis Antonio
Interesante e ilustrativo todo lo que expones, Paco. Como siempre
EliminarYo me guardo en la cartera una frase que tuve de un buen profesor: No hay una segunda primera impresión.
ResponderEliminarDe la manera que te presentes, hables, saludes, te sientes, vistas y te des a conocer, quedarás analizado por tu interlocutor.
Le dije al profe que yo le pondría un corolario, ¿cuál?, me preguntó, "y si la hay, es para mal".
Recuerdo que rió. Y es cierto. ¿quién no ha escuchado esa frase?: ¡tan buena persona que parecía¡
Un abrazo
Supongo que cuando la gente actúa entrará en conflicto con la naturalidad. Hay personas que desdicen con la mirada lo que manifiestan con palabras.
EliminarUn abrazo
Sobre todo la espontaneidad de un rostro. Cuando se transmiten emociones sin la censura previa del entorno. Confirmo lo que opinas. No obstante, el hablar para un auditorio es una actitud especial, donde ordinariamente se sacrifica -salvo en una minoría de comunicadores- la sencillez, la espontaneidad, la gesticulación natural, el lenguajes que brota auténtico. Pasa con grandes catedráticos, ocurre con los políticos profesionales, y hasta con aspirantes a serlo, que yo lo he visto y mucho en el pasado.
ResponderEliminarPor mi parte, paso de la tal Ayuso, no la valoraría más allá de lo que el que está detrás de ella le ha sugerido, pero ya se sabe cualquier aprende las artimañas si necesitas de ella. También se pone de ejemplo al número uno de los asesinos nazis como comunicador. O más recientemente a Trump. Sí, recurrir a los bajos instintos, falseando, provocando, exagerando, prometiendo lo imposible (o lo posible a costa de otros) y utilizando medios depravados y tajantes debe ser cosa de oportunistas comunicadores. Yo no les concedería el criterio del valor. Ya vendrán muchos reclamando al maestro armero, ya, en Madrid.
Fackel, es muy comprensible tu cansancio de Ayuso, a mí también me cansa, más teniendo en cuenta que la aguanto como madrileño.
EliminarAhora bien, desde el respeto por tu postura, me consta que en cuanto a potencial comunicativo, especialmente en la vertiente que nos expone Luis Antonio, ha sido un fenómeno sumamente interesante, se la ha minusvalorado como reconocieron sus oponentes, y desdeñar su valor en ese aspecto fue un error como dijeron. En ese sentido sí me parece acertado valorarla con más detenimiento, seguro que su campaña ya se debate en las aulas de la Facultad de Ciencias de la Información.
Es un hecho que conviene analizar con atención, ponerla en valor desde un criterio comunicativo, como estrategia , pues de todo se aprende.
Un saludo.
Me encantan las personas que se expresan bien y miran a los ojos, independientemente de sus ideas...
EliminarGracias a ambos
Atentos a las miradas que traicionan a las palabras.
ResponderEliminarCierto. Creo que son más fiables que las palabras
EliminarEstoy muy de acuerdo en casi todo, excepto en lo de los auditorios. Mucha gente que habla en público prefiere fijarse en alguien o en un punto fijo por la sensación de vértigo que ocasiona la mirada de la muchedumbre. Mejor que sea alguien conocido para no abrumar con la mirada.
ResponderEliminarUn abrazo
Suele ser así, tal y como tú manifiestas, pero dirigirse a todo el auditorio con la mirada y con las palabras es lo que procede. También es compatible hacer lo uno y lo otro de forma simultánea, ¿no?
EliminarUn abrazo
Me dedico a hablar de forma profesional, me gano la vida hablando. Se que los primeros dos minutos con un desconocido deciden el 90% del resultado, saber captar lo que quiere y adaptarlo a lo que tienes. He hablado en publico cuatro veces, creo que lo he hecho bien, pero he cuidado mi vestidura y mi postura, he adaptado mi visión casi al fondo de la sala, sin mirar a nadie pero mirando a todos y como hablaba de cosas que sabia, pues me ha salido bien, o eso me dijo todo el mundo.
ResponderEliminarA la gente no se la engaña tan fácil como se piensa el personal, hay cosas que aunque sepas lo que hay que hacer nunca las haces bien va con el individuo, es como si te dicen que para ganar una carrera de motos solo tienes que salir mejor que el resto, frenar más tarde cuando llegas a una curva y acelerar antes cuando sales, es fácil decirlo, el papel lo aguanta todo, pero hacerlo ya es otra cosa.
Respecto a lo que comentan arriba sobre Ayuso no ha tenido que hacer ni campaña, se la ha hecho Sanchez con sus actos, ella no ha hecho nada. Es fácil vender un producto cuando tu competencia vende otro deteriorado con una etiqueta que miente descaramente, que dice una cosa cuando la anuncian y un producto final que da otra, además caducado y cuyos beneficios al final se muestran como perjuicios. La gente espabila y no le gusta que le mientan de forma tan obscena, además con efectos secundarios muy perjudiciales. No es merito del primero, es defecto del segundo, si los camiones que vende mi competencia hicieran lo que ha hecho el pesoe con Sanchez, prometer un camión alemán de 500 CV cabina alta, con retarder y clima en parado y entregar una furgoneta amarilla china de segunda mano con agujeros en la carrocería y una cuadrilla de incompetentes como mecánicos me iba a forrar a vender camiones, desgraciadamente para mi, en mi sector, la competencia es seria y de nivel, entregan al 99,9% (por no decir al 100 por 100 )lo que prometen, tienen muy buen nivel de mecánicos, profesionalidad y no se miente, porque si mientes no vendes más. Así que me toca pelear lo mío, es duro y muy competitivo, ya me gustaría a mi tener como competencia a gente como Sanchez, en mi sector me iba a forrar.
La frase de moda seria:
"Así se lo ponían a Ayuso.."
Un saludo.
Se nota que dominas el "oficio" A mí, una persona que se exprese bien acaba vendiéndome "la moto"...
EliminarDaludos