Con la dichosa pandemia he adquirido el hábito de lavarme las manos con bastante frecuencia. Ahora resulta que eso no es lo que procede porque lavarse mucho las manos es uno de los síntomas del Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)
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ResponderEliminarYo no he notado la diferencia, debo tener el TOC que dices, porque desde hace mucho tiempo me las lavaba mucho... hay que tener cuidado porque, sobre todo en invierno, la capa de grasa protectora se te va al carajo y se agrietan... pero estamos en una época que toda precaución igiénica es poca...
Abrazo
Ni un extremo ni el otro, aunque a veces resulta difícil determinar o del "término medio"
EliminarUn arazo
"... precaución higiénica..." quise escribir, he visto ahora que se me perdió la "h"...
EliminarYo no tengo término medio, me las lavo muy frecuentemente desde hace muchos años y en invierno es imprescindible darse crema nutritiva para evitar las grietas...
Es o era ese trastorno cuando no había el virus. Ahora es un ejercicio repetitivo, supuestamente protector e higiénico, que si acarrea o no trastorno dependerá del propio miedo o de otros que ahora se justificarán. con la pandemia. Por supuesto, lo que sirve para unas cosas tal vez vaya en detrimento de otras, es decir, el agrietamiento de la piel que en invierno alcance niveles fatales. Y gracias. Cuánto me acuerdo yo esta temporada del jabón Lagarto o aquel incipiente algo más fino nombrado Lux.
ResponderEliminarMe gusta seguir las normas sanitarias aunque puedan resultarme incómodas.
EliminarMe suena eso del jabón "Lagarto"...
Saludos
ResponderEliminarYo lo del gel hidroalcohólico lo usaba ya antes, con dos hijas pequeñas y meriendas en el parque después del cole, jugando con la arena, etc, etc, el dichoso gel ya era habitual en mi mochila mucho antes de esta pandemia.
Hace años, siendo estudiante universitario recuerdo asistir a una conferencia, daba la charla un virólogo prestigioso que también había estado mucho por África, (como el señor Simón) y comentaba como esa obsesión de muchas mamás y papás por tener a los peques impolutos en los parques, sin ensuciarse jugando con la arena, mancharse con la hierba y esas cosas, provocaba que el sistema inmune de los pequeños estuviera siempre “relajado”, poco activo por la falta de “curro”, por así decirlo, y eso hacía que no se fortaleciese tanto (fíjate que cantidad de alergias infantiles y demás), o tardase bastante más, o que un problema los pillara desprevenidos (por eso hacen simulacros los policías, bomberos, médicos, etc… para tener la estrategia siempre a punto).
Así que… ¿dónde está el equilibrio justo?
En eso estamos ahora, en encontrarlo, nada fácil, ¿eh?
Son tiempos confusos... espero que pasarán.
Un abrazo, Luis Antonio.
Ese es el problema, no caer en los extremos...No tengo la menor duda de que estos "tiempos" pasarán. Lo que no tengo tan claro es saber cuándo...
EliminarUn abrazo, Paco
Siempre hay que tener cuidado de no pasarse. Un beso
ResponderEliminarPasarse de la raya no es bueno. Lo que pasa es que a veces está muy borrosa...
EliminarBesos
Si es que no salimos de una para caer en la otra...
ResponderEliminarNo perdamos la esperanza...
EliminarOtra vez, felicidades, Pedro.
Siempre he sido un forofo del Mussel, me puede el aroma, así que me las lavo y voy perfumado ¡¡¡
ResponderEliminarsalut
Me suena, incluso recuerdo el aroma...
EliminarSalut i força
De acuerdo con Fackel y Tot. . Siempre conviene apreciar el vaso medio lleno. Es un ejercicio virtual o que tiene virtud! La gracia está en encontrarla! .....y sonreír por muy complicado que se ponga eso que llamamos realidad.
ResponderEliminarLa realidad, como la vida misma, está llena de luces y sombras. Quizás ahí radica su encanto...
EliminarTodo ha de ser equilibrado Luis A., y este desmesurado proceso oblativo de agua y jabón también, dado que no en todas partes está el bicho y a veces con la acción timorata puede facilitarse el cultivo en nuestro propio organismo. Mesura y control sin exacerbar los modos o métodos de disuasión...Cuídate con mesura.
ResponderEliminarUn abrazo
No tengo claro dónde se halla la mesura, pero lo intentaremos. La clave está en no caer en ningún extremismo.
ResponderEliminarUn abrazo, Dionisio