Las expectativas favorables que las personas de nuestro entorno tienen sobre nosotros nos dan alas para alcanzar determinados objetivos. Es bien sabido, se le llama “efecto Pigmalión”
De la misma manera, el miedo al fracaso o la desconfianza que nos transmite dicho entorno nos provoca tal inseguridad que cualquier proyecto que tengamos está casi condenado al fracaso.
Y es que Pigmalión tiene una explicación científica: cuando alguien confía en nosotros, nuestro sistema límbico acelera la velocidad de nuestro pensamiento, enriquece nuestra lucidez y nuestra energía y como consecuencia mejoran nuestras capacidades de atención y eficacia.
Ignorar el “efecto Pigmalión” en el mundo familiar, educativo y laboral es un gravísimo error. Sin embargo la clase políica convencional escapa a estos estímulos positivos. Se les viene dando confianza a través de las sucesivas votaciones y parece ser que no se hacen acreedores de ella. Pigmalión se desespera... ¿Habrá que buscar una alternativa a esta descastada clase que una y otra vez nos viene desencantando?
Ni efecto Pigmalion ni efecto Pigmaleches... unos inutiles con acento en la u....
ResponderEliminary unos degenerados... y .....
(en los puntos suspensivos pon el epíteto que se te ocurra)
Un abrazo.
EL pueblo ¿BIEN?
Groucho tiene razón. A estos de casta le viene al galgo. Todos son hijos o nietos de antiguos representantes del franquismo en las Cortes, y están acostumbrados a no hacer nada, hacerlo mal o delegar en otro. Son los hijos de la España tarambana, que consideraban que trabajar era cosa indigna y de las clases bajas. A toda esta panda les quitas el chófer y el secretario y son incapaces de hacerse el nudo de la corbata. ¡Pandilla de vagos e ineptos! que se dedican a vivir de los demás porque son incapaces de vivir por sí mismos. Nos han hundido en la mayor de las miserias, mientras ellos viven en la comodidad y el lujo. Espero que llegue el día de la justicia, y paguen por lo que han hecho, o dejado de hacer, que es doble falta.
ResponderEliminarSalud (que no falte), y un abrazo.
¿Podemos hacer otra preguna?. ¿Tenemos un Henry Higgins -no retrocediendo tanto en el tiempo- para que nos de clases?.
ResponderEliminarTendemos con demasiada frecuendia a culpar exclusivamente a los políticos -¿quienes son estos seres tan extraños?- de resultados que tambien deberiamos contemplar nosotros desde nuestras decisiones. Estamos donde estamos no solamente con el mal hacer de ellos. Tambien hemos cometido errores nosotros.
Tengo algo grabado en mi mente. El hundimiento del "Pretige" motivó una de las movilizaciones más hermosas de este país. Miles de personas acudieron a Galicia a limpiar el llamado "chapapote" de forma totalmente voluntaria y desinteresada. Poco tiempo despues se celebraron elecciones municipales. ¿Que pasó?. Que los mismos alcaldes que tuvieron actitudes muy criticadas volvieron a ser elegidos. En algunos casos, con más votos.
Me temo que el "efecto Pigmalión" debería ser para toda la población. No hay más que fijarse en la televisión. Un programa que termina a las dos de la madrugada y que coloca delante del televisor a uno de cada tres espectadores.
“El futuro de una nación depende de su nivel educativo”. Así comienza el argumento del documental emitido por TVE "La escuela olvidada".
Voy a complementar el texto de Benjamín sobre el Prestige: se reeligieron a esos alcaldes porque la desgracia trajo currantes gratuitos y el dinero de las subvenciones. La gente pensaba que podría cobrar sin dar un palo al agua. ¿Es eso lo que les pasa a los políticos? ¿Les contamina el vil metal o ya vienen contaminados desde la cuna? ¿Es el ejercicio del poder y el manejo de la pasta el que trastorna a esos individuos? ¿La confianza ciudadana es de tal cariz que les permite pensar que pueden hacer lo que quieran a costa de lo que sea? ¿Como adquieren el derecho a la impunidad?
ResponderEliminarTienes toda la razón, Luis. Es una pena que los políticos no reaccionen como debería ser. ¿Qué tal por Aliaga? Mañana por la tarde voy por allí. Nos vemos la próxima semana.
ResponderEliminarVoy pensando que con la clase política choca todo...
ResponderEliminarNo conocía el efecto Pigmalión y me parece absolutamente interesante a nivel particular. Es que era eso lo que me faltaba, ponerle nombre a esa evidencia. Así que te agradezco enormemente el dato, porque ya te digo que para mí es completamente nuevo.
ResponderEliminarEn lo que a política se refiere, no me interesa. Los políticos no se rigen con las mismas normas de acción/reacción que la gente común.
Un beso, Luis, y muy feliz semana.
Tendremos que superar nuestro síndrome de Estocolmo.
ResponderEliminarPolítica, religión y deportes... son más viscerales que racionales.
un abrazo
Tengo un amigo que dice que los políticos no son humanos porque les falta humanidad. Y como ese efecto es un efecto humano, pues por este silogismo, no les afecta. Y es verdad que parecen máquinas a la conquista inhumana de poder, poder y más poder, para sí, y no para los demás. Algún día se morirán de una borrachera de poder.
ResponderEliminarUn abrazo.
A Groucho:
ResponderEliminarNo se me ocurre ningún epíteto que no se haya utilizado ya...
El pueblo, bien, tranquilo y con las noches fresquitas.
Un abrazo para todos
A Carlos Galeón:
ResponderEliminarTe veo tan alterado que hasta generalizas sin salvar a nadie de la "quema". Necesito pensar que habrá alguno honesto porque si no es así, "apaga y vámonos"...
Salud y un abrazo
A Benjamín:
ResponderEliminarTienes razón, los políticos de turno están ahí porque se les ha votado. No quiero librarme de culpa, pero en las 3 ó 4 convocatorias últimas he votado en blanco. Ya ves la confianza que me inspiran todos... Tmbién creo en la educación, pero tengo dudas sobre los valores que intentamos impartir y echo en falta los que no se imparten...
Al Dr. Krapp:
ResponderEliminarLos políticos hacen lo que hacen porque si tienen impunidad. ¿Hasta cuándo?
A Josemarco
ResponderEliminarPor Aliaga, tranquilidad, buenos alimentos y un fresquito nocturno envidiable. Lo sabes mejor que yo.
Espero que nos veamos porque tù llevas mucha marcha...
A Pedro Ojeda Escudero:
ResponderEliminarPues sería deseable que esos choques sirvieran de algo, ¿no?
A Novicia Dalila:
ResponderEliminarDar confianza a los demás acostumbra a ser gratificante y eficaz.
Como bien dices, los políticos se rigen por otros parámetros que les benfician a ellos, a los partidos y las migajas para el cacareado pueblo...
Besos desde el pueblo, que saben mejor...
A De cenizas:
ResponderEliminarLo visceral tiene muchos forofos.... Y así nos va...
Otro abrazo
A Miguel:
ResponderEliminarSin embargo la gente sigue acatando y reincidiendo...Algunos dicen que los políticos son feflejo de pueblo...
Quizás, mientras no se produzca el cambio en la sociedad, los políticos sigan cojeando del mismo pie.
Un abrazo, Miguel