viernes, febrero 18, 2011

LA LITURGIA DEL PLACER Y DE LA ABSTINENCIA

Los placeres solos son más limitados. La compañía de un entorno adecuado los enriquece. Por ejemplo, abordemos el tema de un  buen vino (1): poco placer puede proporcionar el mejor de los caldos de la cosecha más excelente de un viñedo reconocido si se toma en un vulgar vaso de plástico en un sitio sórdido, engulléndolo como si no existiese el paladar y en la más sombría de las soledades... Ese mismo vino, que en las condiciones mencionadas puede ser hasta execrable,  adquirirá la condición de excelencia si se escancia en una copa de fino cristal transparente – no hace falta que sea de Murano – y se comparte con grata compañía a la luz de unas velas y con los acordes de la trompeta de Miles Davis desgranando los acordes tenues de "SUMMERTIME"...

Una antigua teoría del placer, ¿todavía vigente?, dice que para alimentarlo hay que cultivar la abstinencia. Un trago de agua (1) no es prácticamente nada placentero si se toma de cualquier manera, en cualquier lugar y de forma continuada y compulsiva. Y hoy está de moda beber agua  como si se tratase de una obligación perentoriamente vital y saludable. Supongo que más que la búsqueda del placer se persiguen otros objetivos. Y es una pena porque para degustar el placer de beber agua hay que pasar sed un buen rato (2)  para disfrutarla en toda su plenitud. Y si en vez de beberla directamente de esos sórdidos y manoseados envases plastificados, la tomamos en un vaso entelado por el frescor del líquido a pequeños sorbitos, lentamente, pasando la lengua por la comisura de los labios... alcanzaremos el cenit del placer. ¿O no?


(1).- Agua y vino  podrían ser “metáforas” de lo que tú quieras...
(2).- Donde dice  “rato” podría entenderse unas horas, unos días...

18 comentarios:

  1. Hay dos tipos de sensualidad: la del exceso y la de la abstinencia. Otro tal vez añadirá la del justo medio, la áurea mediocritas de Horacio, pero a mí no me va, aunque a muchos les parece la clave de la felicidad. En la privación existe mucho placer. Entiendo a los místicos en ese sentido. El dulzor de la soledad, el dulzor de la llaga regalada, el placer inerrable del vacío, de la oscuridad, del dolor tal vez.

    Pero es cierto, un buen vino en compañía es una buena experiencia, llena de matices y calor.

    ResponderEliminar
  2. A JOSELU:

    Con lo de la abstinencia no iba tan lejos como tú. Una cosa es esperar a tener bastante sed para beber y otra morirse de inanición...

    Menos mal que, al menos, podemos compartir una copa de vino...

    ResponderEliminar
  3. Entrada esta entre el sibaritismo de la etiqueta y el erotismo que se desprende de las notas al margen. Estoy de acuerdo en casi todo... con matices. Un buen vino seguira siendo buen vino (1) en un vaso de plastico si cuidamos temperatura y compañia.
    En cuanto al agua(1) si se tiene la suficiente sed por que llevamos mucho rato (2) sin beber, incluso el agua tibia nos deleita y nos quita de penas.
    (1).- Agua y vino podrían ser “metáforas” de lo que tú quieras...
    (2).- Donde dice “rato” podría entenderse unas horas, unos días...

    UN ABRAZO LUIS (a ver si quedamos para un vinito)

    ResponderEliminar
  4. A GROUCHO:

    Veo que a ti no se te escapan las segundas intenciones.

    Tienes razón que el buen vino seguirá siendo buen vino aunque se vista o no de "seda" y lo mismo podríamos decir del aguan, pero llegar al nivel de excelencia exige cuantos más elementos "litúrgicos", mejor. ¿O no? Recuerdo una escena en la playa de Calella de Mar: unos alemanes estaban bebiendo cava "Juve i Camps" sin copas ni nada y a pleno sol... Un auténtico pecado mortal beber un buen cava caliente con la botella rebozada de arena. ¡Qué horror!

    Cualquier día echamos unos vinitos como mandan los cánones.

    Un abrazo, Groucho

    ResponderEliminar
  5. Opto por tomarme la entrada de forma literal y el vino, el bueno, es un placer para mi paladar. Una copa, el fin de semana, es un placer degustarla acompañada de una buena comida. Tuve una pareja que entendía mucho de vinos. El agua, para mí, tiene otras funciones menos placenteras y más necesarias.
    Besos y buen fin de semana.

    ResponderEliminar
  6. El buen vino tinto acompañado de un buen jamón, si Jerez con langostinos... el agua... fresca.

    ResponderEliminar
  7. Hay placeres y placeres, y abstinencias y abstinencias.... si me tomo la idea del post literalmente, me moriría de asquerosa abstinencia, porque a mí el vino no me gusta, aunque me lo pongan en el mejor cristal del mundo... El agua es mi bebida por excelencia (de la única que no podría prescindir), pero si tuviera que prescindir del vermut o la cervecita.... No sé si merecería la pena vivir sin eso (aquí estoy tomándome el post en el sentido figurado)... Es cierto que cuando llevas mucho tiempo sin tomarlo, lo haces con más gusto. En el sexo, sin embargo, la abstinencia es muy perjudicial. Que se lo digan a los que están privado de él involuntariamente...

    Un beso, Luis, y buen finde

    ResponderEliminar
  8. Escucho Summertime, con Mile Davis a la trompeta, mientras escribo estas líneas y tengo la sensación de que con esta melodía la inspiración se enriquece. Entiendo que el placer va asociado a la libertad que lleva a desearlo y a disfrutar con aquello que lo produce. No creo que haya reglas predeterminadas para fijar qué es lo más adecuado o no para que una cosa sea placentera. Basta simplemente con dejarse llevar por los cánones de lo que cada cual entienda por placer en cada momento, lo que puede llevar a situaciones contradictorias, de hartazgo unas veces y de abstinencia en otras, simplemente porque así se desea sumergirse en ellas sin forzar a nadie a compartir un espacio y un tiempo que es exclusivamente nuestro. Un abrazo, Luis

    ResponderEliminar
  9. "Lo poco gusta y lo mucho cansa", es así con todo. Tenemos q practicar la abstinencia obligada, para seguir deseando con todos nuestros sentidos, lo q podríamos tener a todas horas.
    Besoss!

    ResponderEliminar
  10. Uno puede emborracharse (en el peor de los sentidos) de placer y por ende llegar a saturarse de placer. Y esto desvirtúa la esencia placentera. En cambio, si uno mesura las gotas de placer, con una inteligente mesura, el placer se acrecienta.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. Estoy total y absolutamente de acuerdo contigo: la vida hay que ambientarla que ya tenemos bastante con sufrirla. A pesar de todo me repatean un tanto los profesionales del sibaritismo que te dan la murga con sus relamidos chasquidos bucales mientras te ofrecen gratuitas lecciones sobre su buen gusto.

    ResponderEliminar
  12. Opino lo mismo: cada cosa necesita un envoltorio distinto para que nos proporcionen todo el placer que prometen.

    Me gustan también las cosas en pequeñas dosis, apuesto siempre más por la calidad que por la cantidad.

    Afortunadamente en la vida, además de algunos grandes placeres, también los hay pequeños con los que alegrarnos muchos momentos cada día.

    Un beso, Luís Antonio.

    ResponderEliminar
  13. Luis Antonio, depende de lo que pienses en cada momento sobre cada cosa. No es el vino ni el vaso lo que funciona sino nuestra cabecita.
    Reconozco que me he reído mucho cuando habéis pasado del vino al jamón y al Jerez y a los langostinos... no tenemos remedio...

    Además, todo eso tan preparado: el buen vino, el vaso, supongo que la compañía..... mira esas cosas no salen bien... cuando mejor salen es cuando surgen sin que las pienses, eso es lo mejor.

    Bueno, aunque bien pensado, a mi los baños me gustan con sales, no sería igual con jabón lagarto.

    ResponderEliminar
  14. A ROSALÍA:
    Donde tú estés, Rosalía, el agua y el vino serán elementos secundarios...
    Besos para ti

    A P. Vázquez “ORIENTADOR”:
    Los elementos “litúrgicos” que añades mejoran la propuesta inicial. Veo que también estás hecho un sibarita...

    A NOVICIA DALILA:
    La abstinencia ha de ser voluntaria y con el objeto único y exclusivo de agudizar el deseo... Los que lo tienen crónico no la necesitan para nada.
    Un beso, Novicia

    ResponderEliminar
  15. A FERNANDO MANERO:
    No tengo la menor duda de que “Summertime” te ha inspirado y de qué manera...
    Nada que objetar a tu comentario, sobre todo a esta frase que entresaco de tu escrito: “Basta simplemente con dejarse llevar por los cánones de lo que cada cual entienda por placer en cada momento”
    Un abrazo, Fernando

    A VANESSA:
    Como bien dices, desear es esencial para incrementar el placer.
    Más besos para ti, Vanessa

    A MIGUEL:
    La mesura bien entendida es una buena medida. Como bien dices... Naturalmente hay gustos y gustos...
    La saciedad acostumbra a dejar mal sabor y empalaga.
    Un abrazo, Miguel

    ResponderEliminar
  16. AL DR. KRAPP:
    Me dejas sin palabras. ¿De verdad estás total y absolutamente de acuerdo? ¿Te encuentras bien? También me repatean los de “relamidos chasquidos bucales”....

    A CRISTAL:
    Comparto todo lo que dices y sólo me resta enviarte un fuerte y cálido abrazo, estimada Cristal.

    A ANGIE:
    Preparar las cosas no está reñido con la improvisación y con la espontaneidad. Si yo tengo sed y no tengo un vaso a mano, la beberé dónde sea. Faltaría más...
    Mejor que el jabón lagarto es que te frote quien tú desees, ¿no?
    Un fuerte abrazo improvisado y sincero

    ResponderEliminar
  17. Hola, amigo Luis Antonio:

    Hoy me quedo en este post.

    Para sentir un gran placer hay que degustar las cosas despacio, y saboreando a pequeños sorbos del licor que se está degustando o comiendo del manjar que se está tomando, poco a poco, incluso el agua puede ser un placer.

    Feliz día del padre.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  18. A María:

    Ha sido una grata sorpresa encontrarte por estos lares...

    La circunstancia, la manera y, sobre todo, la compañía hacen de todos los placeres, sin excluir a ninguno, que sean únicos.

    Gracias por tu felicitación. Yo también te deseo un feliz domingo y una próxima semana muy venturosa

    Besos, María

    ResponderEliminar

LA VALENTÍA

   La valentía es una cualidad poderosa que surge del corazón y nos impulsa a enfrentar miedos y desafíos. Es algo así como el fuego interno...

VANESSA INCONTRADA: Hija de padre italiano y madre española: Nacida en Barcelona. Rostro del Año

VANESSA INCONTRADA: Hija de padre italiano y madre española: Nacida en Barcelona. Rostro del Año
LLEGAR HASTA EL FINAL TIENE PREMIO

De ANGIE para LUIS ANTONIO

"Haikuquero es
el beso que se entrega
cuando hay querer".