Hasta ahora sólo tres grupos de castellers habían conseguido cargarlo: los “Castellers de Vilafranca”, y las dos “collas” (la "Vella" y la "Joves") de Valls (Tarragona); pero ninguno había conseguido descargarlo, puesto que si cualquier componente de la construcción humana pierde la posición, el castillo se hunde. Espectacular torre y descarga impoluta. Aunque no lo he vivido en directo, confieso haberme emocionado al verlo por la TV autonómica. Los asistentes no daban crédito a lo que estaban contemplando... El alborozo ha sido mayúsculo.
Más información técnica: AQUÍ
Toda una proeza.
ResponderEliminarPara eso están cosas imposibles, para hacerlas.
ResponderEliminarBesos
¡¡¡que emoción, verdad???¡¡¡ Y como trepan, que habilidad¡¡¡
ResponderEliminarMe encantan estas pruebas de superación. Debió ser emocionantísimo presenciarlo en directo....
Un beso fuerte, Luis, y feliz semanita
Desde luego me interesan más estas proezas que las de Fernando Alonso, Dani Pedrosa y similares. Es un esfuerzo colectivo y solidario. Bravo por ellos, aunque no suelo seguir el mundo casteller.
ResponderEliminarHermoso de verdad. No había visto nunca el espectáculo completo (bueno, ellos tampoco) pero me ha parecido un símbolo bellísimo de lo que es una fiesta en la que se necesitan hombres y mujeres, fuertes y frágiles, chicos y grandes. Se necesita el pueblo entero, y lo más difícil (y lo más insólito) es que la verdadera proeza sea deshacer lo hecho sin que se hunda, regresar sin traumatismos. Hasta el casco de hormiga atómica que le han puesto al anxaneta queda bien.
ResponderEliminarUn abrazo.
P.S.: la palabra borracha que tengo que verificar para publicar este comentario es "pineedes". ¿Será casualidad?
Simplemente bello o ¿hermoso?
ResponderEliminarSalud.
Es más fácil subir que bajar, una curiosa contradicción. Hay algo extrañamente sugerente en esas torres humanas aunque da miedo ver a esa gente subiendo hasta allá arriba.
ResponderEliminarUn maravilloso espectáculo de lo que puede hacerse si se trabaja en equipo y pensando en el bien común.
ResponderEliminarComo tú bien dices, toda una metáfora de la solidaridad.
Un fuerte abrazo, Luís.
La verdad es que a mi también se me ha contagiado la emoción y me ha sorpredido la juventud de algunos participantes. Me quedo sobre todo con el mensaje del logro conseguido gracias al tesón, la voluntad y lo más importante, el trabajo en equipo.
ResponderEliminarSonrío al leer tu último párrafo.
ResponderEliminarQué paradojas da la vida ¿eh?
Un aplauso para los participantes ...menudo equilibrio.
Besos
A Pedro Ojeda Escudero:
ResponderEliminarSin ninguna duda.
A Athena:
Supongo que quieres decir “difíciles”, ¿no?
Más besos
A Novicia Dalila:
He vivido eventos parecidos en la Plaça Sant Jaume de Barcelona y también en Vilafranca del Penedés y te aseguro que es tremendamente emocionante. A los niños les encanta la figura de el/la “anxaneta” que corona la torre o el castillo.
Besos cálidos, Novicia
A Joselu:
Cuando se logra un “castell” notable, tanto los protagonistas de las “collas” como el público asistente vibran colectivamente de una forma que supera con creces a ese otro tipo de éxitos deportivos de carácter más individual o técnico.
Un saludo cordial
A Bernardinas:
ResponderEliminarIncluso no es infrecuente encontrar participando en alguna “colla” miembros de tres generaciones de una misma familia. Se dan más fracasos a la hora de deshacer lo hecho que a la de hacerlo... El tiempo empleado es esencial. Lo de la palabra borracha me hace mucha gracia: “Vilafranca del Pineedes” no da pie a ninguna duda. No eres el primero en llamar hormiga atómica al “anxaneta”. ¿Te has fijado en la vuelta de campana que da sobre las cabezas de los que conforman la base?
Un cordial saludo, Antonio
A Groucho:
Bello, hermoso, emocionante, espectacular, solidario...Y más.
Salud
Al Dr. Krapp:
Suelen acudir muchedumbres que abarrotan plazas mayore, plazas de toros que guardan un silencio reverencial mientras se edifica hacia arriba, aplauden cuando el “anxaneta” llega a la cumbre y estallan los gritos y los aplausos cuando se descarga sin incidencias. Ciertamente curioso.
A Cristal:
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado, Cristal.
Un fuerte abrazo también para ti
A Sujari Bejarive:
Me alegra que también haya sido de tu agrado. Una cosa más a compartir.
Un abrazo, amigo
A Tesa:
La vida está llena de paradojas, contradicciones y mucho más
Besos y aplausos también para ti
Una duda, Luis Antonio: ¿cómo se colocan los 'baixos'?, es decir, ¿sobre qué se apoya la primera pareja visible, el de la barba y el otro?
ResponderEliminarA BERNARDINAS:
ResponderEliminarEl de la barba y el otro son, como bien señalas, los “baixos”, piezas fundamentales del castillo “dos por ocho” (estructura de máxima dificultad debido a su fragilidad porque carece de “pinya” suplementaria) porque soportan el peso de todos los pisos restantes. Ambos suelen repartir su peso entre dos hombros de dos personas diferentes que, a su vez, son apuntalados por otros elementos de “pinya”. Ésta es la base del castillo y es donde se encuentra el grosor de la gente para dar soporte al castillo.
Un abrazo, Antonio
Más información técnica:
http://www.lawebdelscastellers.com/castellano/tutorial.html
http://blog.pseudolog.com/article/introduccion-a-la-tradicion-castellera
http://blog.pseudolog.com/article/anatomia-y-clasificacion-de-los-castells
Gracias, Luis. Así da gusto.
ResponderEliminarA BERNANRDINAS:
ResponderEliminarSi observas a los dos "baixos" en la fotografía que ilustra esta entrada -el de la barba y el otro- están apuntalados por numerosos brazos de miembros próximos de la base ("pinya")