Ayer, 2 de febrero de 2015, me bajé una novela de "Silver Kane" en mi Kindle. Su título, "Una
tumba en las estrellas", novela negra... Tropecé con ella por caprichos
del azar porque lo que realmente pretendía buscar era la novela "También esto pasará" de
Milena Busquets, la escritora revelación de la actualidad... Calculo que desde los 15 años no leía ninguna
obra de "Silver Kane". Inicié la lectura con cierta fruición, movido
por la nostalgia emocional, más que por el
interés literario. De chaval leía, sobre todo, novelas del Oeste. "Silver
Kane" era mi autor preferido. A él, primero, y a Zane Grey, después, les
debo el inicio de mi pasión por la lectura. Tampoco quiero omitir que, antes que estos
autores, coleccionaba tebeos de la época: "El guerrero del antifaz",
"El Capitán Trueno", "El
Jabato", "Roberto Alcázar y Pedrín", "Hazañas
bélicas"... Mis gustos por las lecturas cambiaron radicalmente cuando mi
profesora, Doña María Lozano, me regaló un librito con las Poesías Completas de
Garcilaso de la Vega. Me encargó preparar una charla sobre la biografía de Garcilaso, además de
recitar y comentar tres poemas. La experiencia fue tan grata que, a partir de
entonces, mis aficiones se decantaron por otros derroteros: Walter Scott, El Lazarillo, El Buscón, La
Celestina... Esto acabará llevándome a
la Edad de Oro, al Romanticismo y al Realismo del XIX...
Ayer, 2 de febrero de 2015, por
la noche, me llegó la noticia de que Francisco González Ledesma (1925-20159),
abogado, escritor y periodista acababa
de fallecer. "Silver Kane" era uno de sus pseudónimos. Sin duda
alguna, el que le propició más popularidad. El primer reconocimiento le llegó
en 1948 cuando ganó, con Somerset Maughan y Walter Starkie en el jurado,
el Premio Internacional de Novela
gracias a "Sombras de viaje". Esta obra fue censurada por el régimen
franquista, que veía en ella "pornografía, traición y rojerío" y se frustra el prometedor futuro del autor.
A partir de entonces, González
Ledesma comienza a escribir, bajo
diversos pseudónimos -"Enrique Moriel", "Rosa Alcázar", "Taylor Nummy", "Fernando Robles", "Silvia Valdemar" - novelas populares
para la Editorial Bruguera. "Silver Kane" fue el que le dio más
popularidad. Sin duda alguna, es uno de los pioneros de la novela negra en
España, aunque la mayor parte de su
producción - alrededor de 1300 novelas - gira en torno al tema de los folletines de cuatreros y bandidos del
Oeste americano... No exagero: Aquí, todos sus títulos.
En 1966 fue uno de los fundadores
del Grupo Democrático de Periodistas, asociación clandestina durante la dictadura
en defensa de la libertad de prensa. A partir de 1977, ya en democracia, publica
con su nombre y apellidos obteniendo diversos galardones. Los de más notoriedad, Premio a la mejor novela
extranjera en Francia - donde gozó de gran prestigio - por la novela "La
dama de Cachemira" y el Premio
Planeta de 1984 por su novela, "Crónica sentimental en rojo".
Como abogado recibió el Premio Roda
Ventura y como periodista, fue redactor jefe en los diarios: El Correo
Catalán y La Vanguardia, también fue distinguido con el premio El Ciervo...
Con este autor, para mí siempre
será "Silver Kane", tenía una
deuda de gratitud. Por eso le he dedicado, con cierta improvisación, esta
modesta entrada. ¡ Gracias, maestro !
Una gran disculpa, sigo complicado de tiempo, y poco a poco me pondré al día. Se me han juntado muchas cosas y casi no dispongo de tiempo para navegar por el Ciber-Blog-Space...
ResponderEliminarAbrazos
Carlos
PD. Es temporal, pronto regresaré.
Me hago cargo. Tranquilo. Lo primero es la obligación...Esto es un mero pasatiempos.
EliminarUn abrazo
Es de bien nacido ser agradecido.Leyendo el énfasis y siendo uno de tus autores preferidos ya esta más que justificada esta entrada.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Luis Antonio..
No es que sea uno de mis autores preferidos; es, si acaso, con el que comencé a aficionarme a la lectura. A decir verdad, pertenece a un pasado remoto. Su fallecimiento me ha hecho rememorarlo y no descarto leer alguna de sus obras firmada ya con su nombre y apellidos. Tengo curiosidad por verificar que siento hoy al leerlo...
EliminarUn fuerte abrazo, Bertha
No lo conocí lo siento (nunca fui de novelas de vaqueros ni policiacas) pero ayer (hoy aun para mi ;-)
ResponderEliminarvi este artículo en el periódico y lo he copiado para ti, en su honor y en el tuyo. Quizá te guste.
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Balada triste por Silver Kane
Una triste balada resonó en el mundo de la literatura para despedir a Silver Kane. La misma que en el mundo del periodismo se dolía por la pérdida de Francisco González Ledesma, identidad real de Kane. El periodista, abogado y escritor barcelonés, precursor de la novela negra en España, esforzado autor de narraciones del oeste bajo el seudónimo de Silver Kane, y creador del comisario Ricardo Méndez, falleció en la madrugada de ayer, a punto de cumplir 88 años. Ganador del Planeta en 1984, fue además de narrador infatigable un aguerrido y batallador periodista que desarrolló su carrera en medios catalanes. Colegas de sus dos oficios lo despidieron como un grande.
La nebulosa se había instalado en los últimos meses en la mente de González Ledesma (Barcelona, 1927), que se mantuvo a salvo de los embates de la desmemoria hasta hace apenas tres años, cuando publicó Peores maneras de morir, última novela de Méndez, la número once de la serie.
Fue un mercenario de la novela popular antes de ser reconocido como uno de los padres del género negro ibérico, con el que estuvieron y están en deuda autores como Manuel Vázquez Montalbán, Andreu Martín o Lorenzo Silva. Estudió la carrera de Derecho, pero mientras la cursaba un contrato leonino lo ligaba a la editorial Bruguera, para la que escribió centenares de novelas del oeste bajo el seudónimo de Silver Kane.
Sombras viejas fue la primera ficción que publicó con su nombre en 1948. Tenía 21 años y mereció ya el Premio Internacional de Novela. También se llevó un mazazo de la censura, que prohibiría su publicación. Sería el primero del franquismo, que veía pecado, traición y rojerío en sus relatos. «Situé la acción en un barrio pobre de Barcelona y ya por ese detalle me tildaron de rojo», explicaba. «Mientras viva el Caudillo, usted jamás publicará nada en este país»
El folletín de cuatreros y bandidos fue su refugio, su bálsamo y su medio de vida. «Bruguera ganó mucho dinero conmigo, y yo también me embolsé mis buenos cuartos; había meses que se llegaron a vender 60.000 ejemplares de mis novelas», contaba el autor.
Su carrera tomó velocidad de crucero en 1984. Un año después de publicar Expediente Barcelona, donde aparece el comisario Ricardo Méndez, se le concedió el Planeta por Crónica sentimental en rojo. Gracias a Méndez, su personaje más legendario, el noir español ganó credibilidad y creció como género, otorgando a González Ledesma una popularidad que superó nuestras fronteras. Su palmarés siguió acumulado galardones en los últimos años hasta obtener en el 2007 gracias a Una novela de barrio el primer premio internacional de novela negra RBA (con 125.000 euros, es el mejor dotado del mundo en el campo de la intriga policíaca).
El primer embate de la enfermedad llegó en el 2012, con un ictus del que se recuperó y tras el cual escribió Peores maneras de morir: en ella aparece un Méndez crepuscular, muy castigado por la vida y atrapado en una Barcelona que apenas reconoce. El año pasado se publicaba aún El adoquín azul, novela corta en que relata el caso de una víctima de la brigada político-social del franquismo. «Méndez es sobre todo humano: detiene a un comunista pero es capaz de preocuparse por su familia», decía de su atípico comisario. Un personaje al que trasladó todas las experiencia de su infancia en los barrios populares de Barcelona donde creció: «Era un niño muy pobre, que vivía en un barrio pobre y de padres rojos», recordaba el autor de Tiempo de venganza.
Miguel Lorenci.
La Voz de Galicia, 3 de marzo de 2015
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Ha sido bonito tu homenaje, sobre todo tus ganas al hacerlo.
Un beso grande LUIS ANTONIO , hasta dentro de un ratito ( no mires la hora por favor ;)
Las niñas de mi época infantil leían cuentos de hadas, princesitas, etc. Las novelas del Oeste y del FBI eran cosa de chicos y de hombres...
EliminarTe agradezco el artículo que has adjuntado. Me ha sorprendido verificar que la prensa, en general, le ha dedicado bastante espacio...
Muchos besos, María
Me apunto la sugerencia y comparto gran parte de tu lista...
ResponderEliminarMe choca esa coincidencia, porque tú eres más joven. Ahora las novelas y las películas del Oeste están sumidas en el olvido...
EliminarMuchos escritores antifranquistas, caso de Marcial Lafuente Estefanía o Victor Mora el guionista del Capitán Trueno sobrevivieron gracias a los comics o a la literatura popular. Por cierto, reivindico el arte gráfico como arte mayor equiparable en sus mejores manifestaciones a la mejor literatura. No he leído a Ledesma para muchos considerado el padre de la novela negra española junto a Vázquez Montalbán pero si conozco a su hijo, Enric González, uno de los grandes articulistas de este país.
ResponderEliminarUn abrazo
Lafuente Estefanía también se hallaba entre los autores de este género, pero dejé de leerlo cuando describió una escena en la que el "bueno" mataba a siete cuatreros con seis balas. Una de ellas, tras atravesar la sien de un bandido, rebotó en un yunque y mató al séptimo. Hasta aquí llegó mi paciencia...
EliminarRoberto Alcázar, como bien sabes, tenía un extraordinario parecido con José Antonio Primo de Rivera. No sé si era casualidad o habría alguna intencionalidad oculta...A lo mejor tú lo sabes...
No conozco mucho a Enric González, pero intentaré leer algo de él, en vista de la propaganda que le haces.
Un abrazo, amigo Krapp
El único que hacía esas cosas era Kim Il Sung según dicen los norcoreanos: con una sola bala mató a cautro tipos. Date cuenta que escribió, según las mismas fuentes, 15.000 libros en 82 años de vida. En cambio, Cao de Benos, el portavoz catalán del régimen, matiza diciendo que en su mayoría son discursos a lo largo de su vida.
EliminarConfirmado: había un propósito de que Roberto Alcázar, piense en el apellido, se pareciera a José Antonio. El guionista José Jordán era un comandante republicano.
Enric González fue corresponsal de El País en Londres, Roma y Nueva York. Ahora fue de los expulsados del periódico y escribe en Jet Down y en El Mundo. Tiene tres libros de crónicas que te recomiendo fervorosamente: Crónicas de Nueva York, Crónicas de Londres, su ciudad favor4ita y Crónicas de Roma. Mezcla historia, leyenda y geografía. Pude comer en la mejor pizzería de Roma y el considerado mejor café del mundo leyendo estos libros tan sugerentes.
Un abrazo
Ya me he descargado los tres libros que me propones y otro que se titula Crónicas del Calcio. Muchas gracias por la bibliografīa que me vienes sugiriendo últimamente.
EliminarOtro abrazo
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe sumo a este homenaje.
ResponderEliminarYo también leía a Silver Kane en mi adolescencia. Hace poco descubrí quien estaba detrás de este pseudónimo y su historia.
Pues me sorprende mucho que una chica leyese por aquel entonces novelas de esta guisa. Seguro que eras un poco rebelde...Gracias por tu aportación.
EliminarUn abrazo
Yo, pidiendo perdón humildemente, he de reconocer que jamás he leído nada de él. Las novelas del oeste y los cómics, jamás han sido santo de mi devoción, tal vez por no pararme a leerlos, que no digo que no, pero es que yo siempre he sido, y sin que ningún profesor o profesora me lo pidiese, de otro tipo de lecturas...
ResponderEliminarPoesía, sí, pero también, éstos sí a demanda, de esos otros que citas, como La Celestina o El libro del buen amor, o Apuleyo y el asno de oro, El Quijote, etc, etc, etc...
Y no sé si lo mejor o lo peor, por aquello de ser calificada de rara...me gustaron y mucho.
:)
Más besos.
Si tuviéramos que pedir perdón por cada escritor al que no conocemos...
ResponderEliminarEn la etapa de mi pubertad y en mi pueblo era lo que se estilaba y no sobraban opciones. A este autor y a otros similares tengo que agradecerles que cogiese el hábito de la lectura. Luego vendrían otros autores. Y eso es lógico porque más de lo mismo acaba hastiando...
Cuando algún alumno o padres me preguntan sobre qué aconsejo leer, siempre suelo decir lo mismo: lo que más guste. Lo importante es leer. El género es lo de menos. Cada uno tiene sus gustos y todos son respetables.
Besos, Marinel