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De ANGIE para LUIS ANTONIO
"Haikuquero es
el beso que se entrega
cuando hay querer".
el beso que se entrega
cuando hay querer".
La "intrahistoria" de la que hablaba Unamuno, es la base de la historia; como los pequeños detalles son la base de la felicidad. Completamente de acuerdo con Vd.
ResponderEliminarun abrazo
Con lo cotidiano hay que convivir y sí, los pequeños detalles, nuestros propios rituales, nos ayudan a sentirnos mejor. Cuántas cosas echamos de menos cuando estamos lejos de casa.
ResponderEliminarPor otra parte, me encantan pequeños cambios estacionales como cambiar al pijama de manga corta, sentir la sábana en la piel después del invierno, sentir la arena entre los pies.... Todas esas cosas que vuelven con el tiempo pero han permanecido medio olvidadas me alegran la vida muchísimo.
Besos.
LA VIDA YA ES BASTANTE COMPLICADA, COMO PARA COMPLICARLO TODO AUN MAS.
ResponderEliminarEl cuidado de las pequeñas cosas en lo cotidiano, allí está todo, no esperar que todo sea grande para vivir un día más felices.
ResponderEliminarUn abrazo
La felicidad está en lo simple, eso es lo que ejerzo, el comer mandarinas al sol en invierno, el reír con un niño al saltar la cuerda, el ver como toman agua las palomas en la plaza de mi barrio... Tantas cosas.
ResponderEliminarYo también detesto los libros de autoayuda.
Un abrazo
Absoluta y rotúndamente de acuerdo. Y lamentablemente nos damos cuenta de la importancia y el valor de lo simple y lo cotidiano cuando sucede algo que no encaja en la cotidianeidad y nos expulsa de esos pequeños rituales,algo que desentona, que nos sacude. Es entonces cuando lo valoramos y lo añoramos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo cotidiano no puede ser nunca trivial. Creo que lo trivial radica precisamente en no cuidar las pequeñas cosas de la vida. Y vivir y convivir, en cierto sentido, se arrinconan en demasiadas ocasiones donde lo trivial.
ResponderEliminarEstupenda la exposición del texto en un cuaderno.
Siento predilección por los cuadernos.
Voy a chismorrearte algo, un pequeño detalle, un apunte ínfimo en medio del mundanal ruido:
ResponderEliminarLa felicidad no es otra cosa que la concatenación de pequeñeces agradables.
Esas que nos hacen amarla tanto y no querer despegarnos de ella a pesar de las otros momentos que no lo son tanto.
O esa es mi opinión, naturalmente.
Yo procuro recordarlo constantemente.
Me ha gustado la presentación; es un bonito detalle :)
Besos.
Frente a lo extraordinario y lo lejano lo cotidiano supone cercanía y familiaridad. Huir de lo cotidiano es huir de uno mismo y por lo tanto pierde su sentido. Como tengo colgado en el facebook "la vida es lo que hay mientras esperas momentos que nunca llegan"
ResponderEliminarLa felicidad está en las pequeñas cosas cotidianas, si no las cuidamos nosotros ¿quién lo va a hacer?
ResponderEliminarBesoss
Pues sí, lo cotidiano es el ritual de lo irredimible, de lo que nos concierne sin excusas... y donde muchas veces se encuentra la fuerza para seguir adelante sin mirar atrás... ( ni a los lados jeje)
ResponderEliminarTú me entiendes. Beso.
La cotidianeidad, y si me apuras, la rutina, es la base de la felicidad. Pero claro, uno ha de montarse una cotidianeidad acertada, porque si no... la infelicidad le abrumará.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Pues no es nada lo que planteas, amigo! Lo cotidiano. ¿Qué es lo cotidiano? Es algo con un valor subjetivo que nosotro le damos a cosas diferentes que hacemos a diario, en ocasiones conscientemente, y en otras de forma mecánica. Pero, estas cosas ¿las valoramos correctamente, o por el contrario la infravaloramos? Normalmente tendemos a ver su importancia en su ausencia, (la salud, un amistad, un disco, un libro, un recuerdo...)
ResponderEliminarTambién lo cotidiano es algo cambiante a lo largo de nuestra vida, y que las vamos valorando de forma diferente con el paso del tiempo. Por ejemplo, nos puede haber gustado mucho ir a bailar, al cine, a ver partidos de fútbol, durante una época de nuestra vida, que más tarde no nos atrae en absoluto, lo que quiere decir que esa valoración que damos es relativa.
Igualmente el concepto temporal de cotidiano a lo largo de nuestra vida es cambiante, aparecen nuevos conceptos, como la muerte, concepto que de joven no existía y que comienza a hacerse patente a partir de una cierta edad, cuando ves desaparecer amigos, compañeros, familiares, e incluso empiezas a pensar en tu propia muerte.
Resumiendo; es algo que solemos infravalorar, que le damos un valor subjetivo y relativo, y que es cambiante con el paso de los años. Como verás, un tema para escribir todo un libro, y es que cada vez que propones algo sencillo, es terriblemente complicado. ¿O lo hacemos nosotros complicado?
Saludos, y un abrazo.
Qué gran verdad, Luis Antonio. Y qué triste que no lo tengamos en cuenta cada uno de esos instantes. El precio a pagar es la cantidad de tiempo, de vida, que perdemos entre tanto, y cada momento hay que cuidarlo, porque no se volverá a repetir, no.
ResponderEliminarGracias por el apunte, vaya que sí.
Un besazo, encanto.
Lo cotidiano son todas aquellas cosas que hacemos con habitualidad, algunas con agrado y otras no tanto, pero las hacemos porque son parte de la rutina de nuestra existencia. Pero esta cotidianeidad va cambiando a lo largo de nuestra vida. Creo que lo importante es disfrutar de aquellas cosas que libremente elegimos hacer de nuestra vida.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Cuando escribí esta entrada pensaba en las pequeñas cosas de la vida cotidiana que tienen relación con las personas de nuestro entorno familiar, profesional... Cosas como saludar, sonreír, tener detalles gentiles, escuchar con atención a los que nos hablan, colaborar en los quehaceres... Cosas así.
ResponderEliminarGracias a todos por las aportaciones, siempre enriquecedoras, y un fuerte abrazo
precisamente es en las pequeñas cosas en las que nos definimos.
ResponderEliminarA Pedro Ojeda:
ResponderEliminarSin embargo, la mayoría las menosprecia...