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De ANGIE para LUIS ANTONIO
"Haikuquero es
el beso que se entrega
cuando hay querer".
el beso que se entrega
cuando hay querer".
¿Y a los fuertes las compañías?
ResponderEliminarun abrazo.
Releyendo a Krishnamurti mientras escribo, me encuentro con sus conceptos sobre el miedo a la soledad. Es la idea más que el hecho de estar solos lo que más nos infunde temor, según este iluminado.
ResponderEliminarYo confieso que me desmonoraría el sentirme sola sin temor a asumirme como débil...
Un abrazo.
Bonito haiku nos has dejado, y me quedo pensando sobre él.
ResponderEliminarLos débiles siempre somos los peor parados en todos los sentidos.
Un beso.
A veces creemos que la soledad nos debilita, pero nos fortalece.
ResponderEliminarSaludos, Luis Antonio.
Alicia
A los débiles les desmorona cualquier cosa. Las soledades también.
ResponderEliminarBesos, Luis
A los avaros
ResponderEliminarno les permite vivir
la avaricia.
No quiero discutir tu haiku pero tal como sugiere Fer, tomando como referencia a Krishnamurti, es el pensamiento sobre la idea de la soledad el que desmorona tanto a los débiles como a los fuertes que creen que lo son.
ResponderEliminarLa soledad sólo es bienvenida cuando es buscada, si viene sin necesitarla desmorona a los débiles y a los fuertes.
ResponderEliminarBesoss
a los fuertes, tastabillar
ResponderEliminarsaludos
Estoy de acuerdo con Novicia en que, en principio, a los débiles les desmorona cualquier cosa porque para eso son débiles. Ahora bien, habría que ver quiénes son los débiles y quiénes los fuertes,cuándo y en qué circunstancias son fuertes o débiles, porque muchas veces pueden hacer cambiar los roles y el que pensábamos que era fuerte, no lo demuestra para nada y al que suponíamos débil, nos sorprende.
ResponderEliminarLa soledad es necesaria y nos hace fuertes, pero solo se disfruta cuando es una opción y no una obligación.
Besos, Luís Antonio.
Soledades es el título de un libro de Antonio Machado de 1903 y que luego prolongó en Soledades, galerías y otros poemas de 1907. Es una indagación sobre esos sentimientos tan modernistas como es la soledad, la melancolía, la búsqueda del alma. Hay muchas cosas importantes que aprendemos en soledad. La soledad nos curte para enfrentarnos a la compañía. Es importante haber estado solo durante periodos largos. La dialéctica soledad-no soledad nos va construyendo como personas. Y lo cierto es que moriremos solos y esa experiencia límite solo cabe vivirla en soledad, y la afrontan de igual manera los débiles y los fuertes.
ResponderEliminarNo hay mayor enemigo que la soledad propia, ni mejor aliado.
ResponderEliminarMal asunto cuando nacemos tan solos como morimos. Al menos los que no creemos en amigos telepáticos que pueden estar dentro de nuestra cabeza al tiempo que nosotros. El resto no sé cómo lo harán, pero tampoco me importa. Que se cuiden y punto. Yo en la mía estoy sola, y que sea hasta que la palme que ya estoy hecha y me gusta ser mía :)
ResponderEliminarBesos, Luis Antonio.
Ciertas soledades, diría yo.
ResponderEliminarY a los que no lo son...¿qué les desmorona?
Un beso.
Estoy sobradamente satisfecho con los comentarios que ha provocado un haikú simple, un tanto irreflexivo, fruto de una circunstancia muy particular...
ResponderEliminarGracias a todos y un abrazo
Pues nada hay que me recomponga más. Dime rara, que lo soy...
ResponderEliminarEn fin, un beso.
P.D.: palabro de verificación "ladre" ¿?
Soledad y debilidad son sinónimos que desmoronan y se desmoronan.
ResponderEliminarA cristal00k:
ResponderEliminarTe recompone porque eres, sin duda, una mujer fuerte.
Besos
A Fermín Gámez:
La soledad, no siempre, ¿eh?
En realidad creo que los que se desmoronan ante la soledad son aquellos cuya fuerza no reside en sí mismos, sino que la toman de quienes les permiten el mangoneo o manipulación, ya sea por comodidad o por haraganería, por pasotismo o por mera costumbre. Estos últimos siempre encontrarán a alquien dispuesto a guiar sus vidas y pensamientos, manipuladores nunca faltan; en cambio, quienes tomaban de ellos la fuerza, al quedarse solos, carecen de energía para buscar nuevos adeptos o adictos y se desmoronan si un buen terapeuta no pone remedio, o le convence de haberlo puesto.
ResponderEliminarEl débil, el verdaeramente débil, casi siempre ha estado sólo, así que aprendió a vivir con su soledad y hasta la necesita para su subsistencia.
Besos