domingo, octubre 09, 2011

MIGUEL S E R V E T, humanista, médico, teólogo, hereje, mártir... (500 años)



No sé qué imagen proyectamos al  manifestar afectos y sensibilidades varias  por  según qué noticias, pero qué queréis que os diga, a mí no me ha emocionado la boda de la duquesa de Alba y no pienso ojear la revista Hola que, según he leído,  dedica a este magno evento la friolera de 75 páginas de papel cuché. Tampoco me ha conmovido especialmente la muerte de Steve Jobs, cofundador de Appel, al que no pocos consideran más que un Edison moderno. Y esto último puede parecer una ingratitud con este señor porque ningún ordenador me ha despertado tanto afecto como aquel pequeño Macintosh  y dudo que haya artilugios que me enganchen tanto como el iPad actual. Lo cortés no quita lo valiente, a la duquesa y al nuevo duque consorte les deseo mucha felicidad y a Steve Jobs que descanse en paz.

Menos páginas está ocupando la celebración del 500 aniversario del nacimiento de Miguelo Servet, pero yo, y sin ánimo de provocar, sí quiero dedicarle unas líneas, aunque sólo sea a título de recordatorio. Se lo merece.

Miguel Servet, (1511-1553), quizás el aragonés por el que siento más admiración, además de descubrir la mecánica de la circulación de la sangre, que no es poco,  representa un modelo ejemplar de intelectual en tiempos aciagos para el ejercicio de semejante menester. Servet defendió la libertad de expresión y fue un precursor de la tolerancia y pionero de una forma de pensamiento político, que hizo suyas la Ilustración,  y que conducirán a la democracia moderna.

A Miguel Servet, aunque ha costado, ya nadie le niega haber sido una especie de adalid de la tolerancia y de la libertad de conciencia. Decir hoy que cualquier persona tiene derecho a seguir su propia conciencia y a expresar su  opinión personal está más que asumido y, salvo lamentables excepciones, no acarrea más consecuencias. Manifestar en el siglo XVI que todo lo que puede ser pensado, puede ser dicho, discutido y hecho era, como mínimo, temerario. Mejor dicho, suicida...

Miguel Servet  se convirtió en un experto conocedor del griego, del hebreo, del francés,  del italiano y por si todo esa bagaje fuera poco, escribía en latín, la lengua franca de la época. Le tocó vivir un momento intelectual caracterizado por los debates bíblicos, las traducciones y versiones de los antiguos, que no era otra cosa en el fondo que la discusión sobre la vida, la fe y las creencias de la época en continua controversia.

Todo resulta  fascinante en este personaje, su valor, su inteligencia, su cultura científica, teológica y humanista... Ejerció de médico durante años, huyendo de las ortodoxias católicas y protestantes, porque le tocó vivir los años borrascosos de la Reforma luterana y calvinista, y la Contrarreforma.

A diferencia de Erasmo, también enfrentado con católicos y protestantes,  que supo ser prudente ¿o cobarde?,  Servet pecó de ingenuo u osado, pero su arrojo en la defensa de sus ideas y la creencia de que el debate entre personas inteligentes no tenía límites le provocaron enemigos acérrimos tanto dentro de la ortodoxia católica como de la calvinista. Fruto de ello fue doblemente llevado a la hoguera, primero, en efigie, por los católicos en la ciudad francesa de Vienne y luego en carne y hueso, 27 de octubre de 1553, por los calvinistas suizos. La saña de los calvinistas llegó a tales extremos que pusieron lecha verde para que durara más la agonía.

Su muerte no fue baldía. Afortunadamente. Un pequeño núcleo de humanistas e intelectuales protestantes, reunidos en Basilea, acabarán reconociendo que  Servet se les había adelantado en varios textos e insistido en el derecho de toda persona a adherirse a la religión que su conciencia le indique y a exponer sus ideas con libertad. No la fuerza, sino la discusión es la mejor arma de todo pensamiento. Este principio se fue abriendo camino lentamente, hasta llegar a empezar a triunfar con la Ilustración. Hoy, gracias a la originalidad y el valor de Servet, constituye la base de convivencia de todos los pueblos civilizados. La trágica muerte de Servet generó la conocida reflexión del también hereje Sebastián Coastellio: “Matar a un hombre no es defender una doctrina, es matar a un hombre”. Históricamente hablando, Servet murió para que la libertad de conciencia se convirtiera en un derecho civil en la sociedad moderna.

En 1903, un grupo de calvinistas ginebrinos erigió un monumento al médico aragonés en la colina donde éste había sido quemado. En el texto que figura en la placa metálica se reconocen los valores de aquel personaje extraordinario ejecutado erróneamente  y también se pone de manifiesto la intención expiatoria de tal monolito. En España, aunque tarde, también se le valora, pero todavía se está muy lejos de hacerle la justicia que se merece.

Síntesis de lo que fue Miguel Servet  está reflejado en el monumento erigido en Annemasse (el pueblo francés más cercano a Ginebra) en su honor. En sus cuatro caras se lee, entre otras cosas:

“Miguel Servet, helenista, geógrafo, médico y filósofo, debe ser apreciado de la humanidad por sus descubrimientos científicos, su abnegación en favor de los enfermos y pobres, y la indomable independencia de su inteligencia y su conciencia”.

20 comentarios:

  1. Este es uno de los muertos causados por la ceguera humana que más nos debería doler. Buen y oportuno recordatorio el tuyo.

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  2. Me uno a este homenaje Luis pues lo considero más que digno, Miguel Servet abrió el camino a las libertades de expresión y marcó un hito en la historia que merece ser evocado.

    A veces nos olvidamos de lo que merece la pena recordar por el bien de nuestros mismos. Y es triste que la mayoria de la gente "va siempre donde va Vicente" en este caso el casorio de la duquesa (con minúscula no para quitarle señorío, sino importancia).

    Feliz resto de domingo Luis

    Besos

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  3. Fizeste muito bem em recordar um dos muitos mátires da verdade.

    Boa semana.

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  4. ¿Qué decir sino que es verdad todo lo que dices? Y que este hombre digno no sólo vivió por sus ideas sino que murió por ellas. Eso es algo que ennoblece una vida, y es antecedente de tantos y tantos que ponen en peligro su vida por poner en cuestión la verdad oficial. Hoy salir a la calle en Damasco a cuestionar el poder y la dictadura de El Assad puede llevar a la muerte. Nosotros vivimos en un mundo cómodo en el que no hemos tenido que arriesgarnos para defender nuestras ideas (si es que alguna tenemos) pero es bueno, como has hecho, poner de relieve la vida y el valor de personas como Servet que sí que lo hicieron hasta el final. Y sí, es cierto que no ha sido lo suficientemente valorado en España y en Aragón.

    Saludos.

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  5. Sin duda, Miguel Servet es uno de los precursores -y de los que no se desdijeron- de la lucha de la Razón contra el Dogma pagándolo con la vida.
    Por desgracia, y aunque parezca mentira, hoy en día sigue la batalla (si bien por suerte ya no se mata a los científicos)de la Ciencia contra el Dogma que se empeñan en defender las jerarquías de determinadas creencias que siguen condenando todo avance científico, que a su juicio, se oponga a sus creencias. Han perdido todas las batallas, pero siguen la guerra. Dicen que la fe mueve montañas, pero también entierra la Razón.
    Salud y un abrazo.

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  6. El dramatismo de una muerte tan atroz y su evidente injusticia no nos debe permitir perder la perspectiva. El hecho de que Erasmo o Galileo decidieran morir en su propia cama y no achicharrados en una parrilla no desluce la importancia de su obra. Su "cobardía", por decirlo así, no reduce su importancia que es a mi modo de ver superior a la del gran humanista que fue Miguel Servet.
    Tampoco nos debemos dejara arrullar por la leyenda y pensar que aquellos prohombres del pasado por vivir como vivieron y defendiendo lo que defendieron eran más grandes que los hombres del presente. Aunque todo ahora parece más fácil. Si Miguel Servet contribuyo con el ejemplo de su vida y palabras, otros como Jobs han contribuido con el suyo:

    "Nuestro tiempo es limitado, así que no lo gastes viviendo la vida de otro. No te dejes atrapar por el dogma que es vivir según los resultados del pensamiento de otros. No dejes que el ruido de las opiniones de los demás ahogue nuestra propia voz interior. Y lo más importante, ten el coraje de seguir a tu corazón y tu intuición. De algún modo ellos ya saben lo que tú realmente quieres ser. Todo lo demás es secundario"

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  7. Dr. Krapp, no había querido contraponer la figura de Jobs a la de Servet. Era un ejercicio inútil pero me agrada que hayas traído este fragmento de su discurso de Stanford de Jobs. No encuentro ni una brizna que sea desdeñable ni que no pueda inspirarme en mi vivir cotidiano. De todas maneras pienso que Servet siguió exactamente lo que era su voz interior y su corazón.

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  8. El comentario era genérico, Joselu, no iba destinado a ti. Por supuesto, no me cabe duda de que Servet fue fiel a su voz interior y a su corazón, aunque también la voz interior te puede jugar malas pasadas, como temo que le pasó a Miguel menospreciando a un tipo tan siniestro como Calvino

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  9. Interesante! Pasense por mi Blog tambien por favor. es de poesia en prosa y acabo de empezar soy un primerizo! En fin se los agradecere si se pasan por ahi... De antemano Gracias y una disculpa a Luis Antonio por usar su blog como publicidad :)

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  10. Dr. Krapp, me expresé mal. No pretendía hacer referencia a lo que habías dicho, sino reflexionar sobre mis palabras expresadas antes. En todo caso, aprovecho para saludarte y manifestarte que en muchas ocasiones planteas interesantes reflexiones.

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  11. Pero...Luis Antonio, en la inscripción de su monumento está la razón de su condena a muerte...
    saludos (y gracias por ilustrarnos)

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  12. Es curioso que fuera el calvinismo quien lo quemara por empecinarse en mantener un descubrimiento objetivo: la doble circulación de la sangre. Digo curioso porque el calvinismo está también detrás del desarrollo del capitalismo que, a la vista de estos días, se ha convertido en otro dogma indiscutible que nos achicharra con la exclusión.
    Recuerdo una afirmación de Gandhi que me parece que refuerza la cita traída por Dr.Kraps: hay tu verdad, hay mi verdad y luego está la verdad.

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  13. Mieguel Servet es un personaje, un martir de la ciencia y de la sinrazón humana. Pero gracias a personajes como él la humanidad ha ido avanzando poco a poco hacia la libre expresión de ideas. Todavía nos queda camino por recorrer.

    Un saludo.

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  14. A Pedro Ojeda Escudero:
    Me alegra coincidir contigo en la valoración y reconocimiento de este personaje.

    A Lisebe:
    Resulta gratificante verificar que, aunque en franca minoría, aún coincidimos algunos en valorar a quienes realmente se lo merecen.
    Besos, estimada Lisebe

    A Säo:
    Gracias por tu solidaridad,
    Un abrazo, amiga

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  15. A Joselu:
    Me alegra coincidir contigo en la valoración de la huella que dejó este paisano nuestro en la historia. No abundan los personajes de esta envergadura y por eso, como mínimo, les debemos reconocimiento. En Siria, como bien dices, muchos anónimos se la están jugando en la calle y todos deseamos que la sangre derramada no sea en vano. Los que no tenemos madera de héroes y contemplamos los toros desde la barrera no podemos ignorar estos hechos. Y si somos capaces de ir más allá de la mera contemplación, mejor que mejor...
    Un abrazo

    A Carlos Galeon:
    Sin duda, Servet fue un pionero en la lucha contra dogmas e intolerancias, pero como bien dices la guerra sigue y la necesidad de no abandonar las trincheras y buscar solidaridades sigue siendo perentoria.

    Afortunadamente el martirio de Servet dio sus frutos. Ojalá no haya necesidad de pagar precios tan altos para seguir avanzando.

    Salud y un abrazo, amigo

    Al Dr. Krapp:
    Hasta leer tu comentario ignoraba las palabras que citas de Jobs . Tengo que reconocer que aportan una dimensión del personaje muy importante y que no es gratuito asociarlas con las que en su día expresó Servet. Ahora comprendo lo justificado de tu admiración por este personaje. Gracias por descubrírmelo...

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  16. A Rainy Day:
    Deseo que te resulte educativo y gratificante el acceso al mundo de las bitácoras.
    Un saludo

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  17. A Omar(enletrasarte):
    Tienes toda la razón. Gracias a ti por la visita. Luego paso a leer tu soneto.

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  18. A Juan Navarro:
    La afirmación de Gandhi, con su permiso y el tuyo, la hago mía...

    Los calvinistas, como los católicos, tardan siglos en pedir disculpas. ( Me refiero a las jerarquías, claro)

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  19. A Miguel:
    Tienes razón, personajes como éste nos han ido quitando las piedras del camino. Lo mínimo que podemos hacer es reconocer su labor y su sacrificio.
    Un abrazo

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  20. Un héroe limpio sin duda. Sin sombras.

    Si un día se llegan a abrir los archivos del Vaticano, (pero de verdad) los torrentes de "mierda" acumulados ahí, serán inagotables.

    Aún así, aquí estamos, gracias a él y a otros como él. Menos mal.

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