Siempre he tenido fe en el progreso. Siempre he confiado en que el poder de la razón y del conocimiento acabará con toda suerte de supersticiones y toda sarta de patrañas que nos han malvendido y que mantienen al ser humano en minoría de edad, confunden su mente y le impiden pensar por sí mismo y con criterio.
La libertad y la capacidad de pensar, me he dicho y les he dicho una y mil veces, son los puntales que han de permitir a la humanidad mirar el futuro sin miedo.
Últimamente, sin embargo, estoy cuestionando estos principios, hijos de la Ilustración moderna, y me preocupa....
Porque no tengo recambio.
La reflexión podría ir por allanar en qué se circunscribe la libertad y de qué libertad se trata.
ResponderEliminarAsimismo, la capacidad de pensar, puesta al servicio de qué o cual cosa.
En todo caso, abstrayéndome de cualquier retórica filosófica, prefiero la libertad de mi conciencia, usar toda la capacidad que tiene mi mente para pensar en un tiempo mejor.
No obstante ello, hoy estoy terriblemente golpeado, he leído un graffitti que reza:
"la muerte no duele, lo que duele es esta vida de mier..."
Sé que lo escribió un joven, y me siento culpable de no haberle dado un mundo mejor.
¡aquí estoy, joven, para seguir tus pasos a un futuro mejor!
un abrazo, ¡qué profundidad lo tuyo!
Hay ciclos en la vida del ser humano que son aletargados, pero es parte del crecimientos espiritual, una señal de madurez interna que nos vuelve meditabundos y reflexivos.
ResponderEliminarAunque los tiempos cambien la consigna de vida no debe tambalear.
Abrazos, Luis Antonio!
Hoy has expuesto poco… es como si quisieras que fuéramos los demás los que hiciéramos el trabajo duro. La crisis forma parte, en todo caso, de todo ser humano. Sólo habrá un día en que dejará de haber crisis, y te imaginas cuál es.
ResponderEliminarUn abrazo.
Quizá deberíamos ir al principio de la Ilustración y aprender de los errores. Sin sus conceptos no quedaría nada más que la selva.
ResponderEliminarEs dificil, muy dificil no mirar el futuro con miedos, porque el camino está con muchas curvas, pero de todo se sale, lo que hay que hacer es esquivarlas como sea, todo pasará, nada permanece, y pensemos mejor en el presente.
ResponderEliminarUn beso.
El grave error, como han señalado tantos autores, fue darle a la razón el papel que antes había ocupado Dios o los dioses en general, o antes la mitología, la magia primitiva etc... En esa manía de encontrar un botoncito que ofrezca una explicación a todo. Lo malo es que llega un momento en que el mecanismo se traba, se agarrota, no tiene suficiente carburante y la gente busca otras alternativas "irracionales".
ResponderEliminarEl hombre es esclavo de pulsiones primitivas que la Diosa Razón no puede manejar. Por eso triunfa la medicina natural, la homeopatía, las prácticas orientales, el ocultismo y toda esa parafernalia donde convive lo auténtico con la más repugnante charlatanería.
El único recambio posible es ser fiel a lo que te pide el cuerpo. Sin más
Quizás haya que revisar el concepto de progreso. Lo hemos fiado, tal vez, demasiado al crecimiento económico, al enriquecimiento, sin tener en cuenta la casa en la que vivíamos. Aún se sigue pensando en esos términos y así se dice, por ejemplo, que hay que crear más puestos de trabajo para financiar las pensiones del futuro, es decir, izquierda y derecha andan atrapados en el crecimiento sin fin, cuando en un mundo finito, el techo del crecimiento es indubitable.
ResponderEliminarEntiendo que a todo esto han contribuido tanto concepciones religiosas, como el calvinismo, como la primacía de la razón sobre una concepción menos estricta de la idea de conocimiento. Hoy hay quien afirma por ejemplo que la mente es todo el cuerpo, es decir, que emociones, sentimientos y razón contribuyen por igual a la construcción del pensamiento, sin que ninguno sea necesariamente "más certero". La razón cartesiana y el pensamiento positivo no tiene ya la supremacía. De hecho, por ejemplo, hay quienes mantienen que no será posible construir ordenadores que emulen la mente humana, porque los ordenadores sólo emulan la "razón", en tanto que el pensamiento va más allá de lo "razonable", incluso cuando construye sobre la "lógica": por ejemplo, los conceptos de infinito, antimateria, física quántica, espacios de más de 3 y cuatro dimensiones, incluso infinitas, ... o resultados "absurdos", como el teorema de Banach, que conecta con afirmaciones "absurdas" del budismo. No es fácil separar razón de superstición, por varias razones. Dos: la superstición o la superchería, entiendo yo, están más ligadas a la manipulación por intereses que al mismo conocimiento. Jesús de Nazaret (y no soy creyente) dio para un movimiento como los parabolanos y para la teología de la liberación. La razón es con frecuencia una trinchera, al margen de la propia razón, para defender privilegios que otorga la propia ciencia oficial, y que da tanto para negar la posibilidad de que los aviones vuelen porque pesan más que el aire (alguien en la academia inglesa lo demostraba en una pizarra) como para tildar de superchería a la alquimia, que sólo ha venido afirmando la posibilidad de transmutar un elemento de la tabla periódica en otro distinto, cosa que sabemos es teóricamente factible, aunque no disponemos de las técnicas adecuadas, salvo la bomba atómica y las centrales nucleares.
En relación con la libertad: Sampedro lo ha dicho claramente: ¿de qué libertad estamos hablando cuando sólo se nos da a elegir en el interior de un discurso que es el discurso del sistema?
La ilustración moderna está por venir, los intelectuales que acompañaron y dieron cuerpo a la revolución francesa y, en consecuencia, a la revolución burguesa y a continuación al capitalismo, esos no han llegado todavía o se están construyendo, porque quizá ya no se pueda hablar en os mismos términos de entonces con Diderot y Voltaire, entre otros, sino de un modo nuevo de reflexión y elaboración de las ideas de un modo colectivo, es decir, quizá la nueva ilustración esté naciendo con la noosfera que nos trae el movimiento 15M.
"La libertad y la capacidad de pensar, me he dicho y les he dicho una y mil veces, son los puntales que han de permitir a la humanidad mirar el futuro sin miedo"
ResponderEliminarPues a mí esa sentencia me parece un buen punto de partida al menos para ser conscientes de que ni somos libres ni la capacidad de pensar va a solucionar tus problemas, el conflicto siempre va a a estar servido. A partir de ahí....cada cual hará... o se dejará llevar...
¡Ay, desilusión desilusión1 ¿Por qué eres tan presente en lugar de pasado?
Muchos besos. Te veo un poco pesimista últimamente....claro que si tú me vieras a mí....
Más besos.
El concepto de ilustración moderna no lo veo claro... cuanto más podría avanzar el racionalismo, más velos, trabas y subterfugios se le pone en aras del dios material de la economía y el poder.
ResponderEliminarun abrazo
No veo un resquicio en el mundo en que nos ha tocado vivir para pensar en un futuro con optimismo. Sin embargo, hemos llegado tan al fondo del pozo que, o nos ahogamos o damos una patada al suelo para coger impulso y salir de él.
ResponderEliminarUn abrazo Lola
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe gusta ese muñequito, abatido, delante de omnipresente signo de interrogación.
ResponderEliminarYa ves, al final, hasta los robots tienen dudas, vuelven al sempiterno punto de partida de la incertidumbre.
El progreso ha demostrado que si no es total y absoluto, o sea, que las máquinas trabajen para nosotros, y sean la única mano de obra, de forma que no fuera necesario explotar a los semejantes, en una especie de ciencia ficción impensable, sirve para poco.
El progreso, a la fuerza es una trituradora de excedentes de mano de obra. Sobran manos por todas partes, y lo peor, sobran improductivos a porrillo que cobran sueldos millonarios.
La ilustración aspiraba a liberar al hombre a través del conocimiento. Pero el ser humano no puede ser libre mientras necesite verse siempre sometido a sistemas económicos de distinto pelaje, que a la fuerza lo van a esclavizar.
Hoy ya no se tiene miedo a supercherías, pero se sigue siendo esclavo de un sistema, en principio ideado para liberarlo.
¿Habrá recambio? Está por ver.
Hoy las ideologías pintan menos que nunca. Se ha viciado el idealismo de una forma que parece algo trasnochado.
Ser práctico parece la panacea, ¿pero en qué van a basar ese pragmatismo?
Hoy no hay un enemigo a batir, un rey, un señor, una casta dominante.
Hoy hay un tutti frutti de ramificaciones que tiene más cabezas que una hidra.
Ni siquiera los estados saben por donde tirar. Quieren aplicar control al mercado y a la banca, pero no pueden, ni saben como hacerlo.
¿Como va a controlar el preso al carcelero?
El carcelero es el mercado, jugando con la deuda de los países, como en un casino de jugadores desquiciados, que encima dicen que los países tienen lo que se merecen.
Es largo el tema, y no se puede acotar.
Pero dejemos al muñequito que siga pensando, quién sabe, tal vez nos dé una sorpresa.
Saludos.
Pues yo, Luis Antonio, nunca he tenido esa fe en el llamado progreso. Aun a riesgo de parecer oscuro, me atrevo a decir que el progreso no es sino una elección de la conciencia, una preferencia por determinada sintaxis. Que puede estar bien para algunas cosas, pero no abarca ni de lejos la amplitud de la cuestión.
ResponderEliminarSuena raro si digo que la vida es inabarcable, y que la razón no puede más que hacer una tenue aproximación a la verdad. Pero así es como lo veo.
Libertad y capacidad de pensar... ¡Por supuesto! Pero teniendo consciencia de los límites que conlleva cualquier forma de pensar, y estando siempre abiertos a otras formas distintas.
Sinceramente, siento que mirar al futuro sin miedo, es no saber mirar. Y con ello no quiero parecer pesimista, pero... ¿quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos?, siempre será una triple pregunta sin respuesta concreta. Una pregunta con mil respuestas y ninguna. La vida siempre será un misterio. Pero un misterio muy digno de vivirse. Apliquémonos a eso: a vivir.
Un saludo.
A Omar(enletrasarte):
ResponderEliminarA veces, como tú bien dices, somos “golpeados” de tal manera por determinadas vivencias que acabamos cuestionando principios en los que teníamos fe. Me refiero a una fe en la cultura, en la razón, en la solidaridad, en los valores democráticos... Luego, con el tiempo y la distancia, todo vuelve a la “normalidad”, pero las dudas quedan alimentadas...
Un abrazo, poeta
De acuerdo contigo si no fuera porque el concepto de "progreso" que tenemos deja directamente en la estacada a los que no son capaces de subirse a su carro....
ResponderEliminarUn beso, Luis
A Diana:
ResponderEliminarPues esto de ser meditabundo y reflexivo no sé hasta qué punto conduce a buen puerto...
El problema de la “consigna de la vida”, como señalas, es que no la tengo clara. Tú, ¿sí?
Un fuerte abrazo, Diana
A Joselu:
ResponderEliminarHay temas que me superan y por eso los planteo. Tú, como varios de los comentaristas que pasan por aquí, acostumbras a ser muy generoso con tus comentarios y además tienes muchas cosas que enseñar. En esta ocasión tampoco eres la “alegría de la huerta”, ¿verdad? De todos aprendo y eso es impagable.
Un abrazo, Joselu
A Pedro Ojeda Escudero:
ResponderEliminarUno de los errores en los que caemos con harta frecuencia es en no ir más allá de verbalizar los pensamientos. Hablamos de solidaridad, de valores, de lo que debería ser y no es...Ejercer, sin embargo, es algo más que hablar o escribir... A veces veo a gente que apenas sabe hablar, pero sabe compartir lo que tiene...
A María:
ResponderEliminarNo es fácil esquivar las curvas sin otros caminos alternativos...Sin embargo quiero agarrarme a la confianza que se desprende de tus palabras...
Besos
Al Dr. Krapp:
ResponderEliminar¿Sólo a lo que me pide el cuerpo?
Tu reflexión sobre el papel de la razón y la desmesurada relevancia que se le ha dado me gusta. Creo que aciertas en el diagnóstico. Lo de las “pulsiones primitivas”, como bien dices, nos sigue gastando alguna que otra broma de dudoso buen gusto...
A Juan Navarro:
ResponderEliminarTu comentario me ha entusiasmado y enseñado mucho. Agradezco tu aportación y, gracias a ti y a los demás, encuentro sentido al hecho de plantear dudas e incertidumbres.
Lo de que “la razón cartesiana y el pensamiento positivo no tiene ya la supremacía” hace tiempo que lo vengo asumiendo, pero no puedo evitar un sentimiento de orfandad.
De la “la teología de la liberación” que citas, tuve hace ya tiempo la mejor de las consideraciones. Hasta llegué a admirar al P. Arrupe, General de la Compañía de Jesús... El giro que dio esta institución después no me ha gustado nada.
Ayer estuve en la manifestación de los indignados. Había gente de todos los colores, de todas las edades y, supongo, que de diversas ideologías. No faltaban semblantes serios ni festivos. Me gustó, a pesar de su aparente anarquía, que no estuviese organizada ni por partidos ni por sindicatos... Espero que sea el comienzo de una nueva era en la que no falte la esperanza.
Un abrazo
Hoy en día la razón priva sobre todo. Sobre todo en las mentes infantiles y juveniles. Por eso son esclavos de los mercados. la razón (léase el capital) les ha esclavizado. Y es que para ellos no hay otra razón. Habrá que reinventar o redifinir el concepto de pensar.
ResponderEliminarUn abrazo.
A Angie:
ResponderEliminarEstoy pesimista porque se me están derrumbando algunos cimientos, aparentemente sólidos. La cultura y el sentido común no bastan. Saber lo que está bien y lo que está mal no sirve de mucho si no se tienen valores éticos... Predicar es fácil, dar trigo...no tanto. Y ahí estamos...
Más besos para ti, Angie.
A De cenizas:
ResponderEliminarPues mira por dónde yo también veo, más que luces, las sombras de los “velos, trabas y subterfugios” que tanto se prodigan en la actualidad. Sin embargo, ayer, en la manifestación, pude respirar algo de oxígeno. Lo necesitaba.
Un abrazo
A Lola:
ResponderEliminarLa duda, estimada amiga, es si hemos llegado al fondo del pozo. Malos augurios anuncian que el descenso sigue en proceso...
Pero si tú me prometes que ya vamos a impulsarnos con la patada, yo me lo creo. Necesito creerlo...
Un abrazo, Lola
A Atalaya:
ResponderEliminarTu comentario, pleno de realismo y malos augurios, me parece muy acertado y me sabe muy mal tener que reconocerlo. Me gustaría tener argumentos para rebatirlo, pero no los tengo. Y, repito, bien que me pesa...
Me gusta que al menos el muñequito, que me costó tiempo hallarlo, nos despierte a ti y a mí un deje de esperanza. Sin embargo, la espalda encorvada del dichoso muñequito sugiere que lleva largo tiempo meditando sin encontrar respuestas... ¡Quién sabe!
Un abrazo y bienvenida, como siempre. Ya sabes.
A Antonio H. Martín:
ResponderEliminarTiempo atrás te habría rebatido algún pensamiento de los que expones y hasta te habría considerado un tanto pesimista y agorero. Hoy, y bien que me pesa, tengo que darte la razón de forma incondicional.
Hago mía tu idea sobre la vida y los misterios que entraña y trataremos de vivirla como mejor sepamos.
Un abrazo
A Novicia Dalila:
ResponderEliminarTienes razón, el progreso tiene más que goteras, pero para muchos sigue siendo un ideal casi inalcanzable.
Besos, Novicia
A Miguel:
ResponderEliminarIdentificar la razón con el capital expresa el grado de prostitución que ha alcanzado. ¡Habrá que reinventar tantas cosas...!
No sé si lo de pensar conduce a buen puerto. Observa al muñequito que ilustra la entrada. Ya se le está curvando la espalda...
Un abrazo, amigo
Siempre habrá charlatanes, supersticiosos y predicadores, al fin y al cabo, esas patrañas siempre fueron una herramienta de poder.
ResponderEliminarAbrazos.
A Tesa:
ResponderEliminarMe temo que tienes razón. Y lo lamento.
Un beso
Soplan tiempos de cambio y de trinchera, amigo Luis. Y cuando esta convulsa época se estudie, si antes no nos vamos al carajo, así se verá como una nueva "Ilustración", que está por ver donde nos llevará...
ResponderEliminarRoguemos a ese "azar causal y Universal" para que nos guíe sin demasiados "errores"... (otra vez ese concepto de Tiempo)
Esto se merecería horas (es un decir, jeje) de conversación...
Pero eso sí, la Ciencia nunca será mala o buena por si misma. eso, depende de la utilización que de ella hagamos... y mientras todo el mundo arrime el ascua a su sardina... así nos irá y nos va!
Pero bueno, decía mi madre, que nunca choveu que non escampara...
Pues eso!