A veces mostramos fachadas de nosotros mismos que nos desfiguran. Otras optamos por máscaras que cumplen la misma función. Parece ser que compararse es una tentación difícil de controlar. Si
continuamente nos comparamos con los demás, difícilmente llegaremos a
conocernos profundamente. Compararse no suele ser una decisión inteligente para
mantener una buena autoestima, incluso puede llevarnos a tener una percepción
deformada de nosotros mismos.
Todos somos
diferentes. Nadie ha vivido todas las experiencias que cada uno de nosotros ha
vivido ni de la misma manera. Cada persona tiene su historia. Por lo tanto comparamos cosas diferentes, tomando tan solo unas cuantas
características o rasgos. Por eso la oportunidad de ser uno mismo resulta tan
valiosa.
Cada uno de
nosotros tiene múltiples características, unas que nos hacen la vida más fácil,
mientras que otras puede que nos la dificulten en ocasiones, pero juntas hacen
que seamos irrepetibles.
Llegar a
conocernos a nosotros mismos, formar parte del proceso de autodescubrimiento,
hará que nos sintamos más cómodos en nuestra propia piel, además de
ser uno de los viajes más emocionantes en el que nos embarquemos.
A todos nos gusta que nos miren. A nadie , que nos observen.
ResponderEliminarsalut
A eso se le llama "narcisismo", ¿no?
EliminarSaludos y salud
Tienes toda la razón. Somos únicos, y no debemos imitar a nadie. Cada uno con sus defectos y virtudes.
ResponderEliminarFeliz 2021.
Besos.
A eso se le llama aceptación de uno mismo. Como debe ser
EliminarTambién te deseo un feliz Año Nuevo. Esperemos que sea muchísimo mejor que el pasado---
Besos, María
La personalidad es nuestra seña de identidad y es parte de nuestro ADN.
ResponderEliminar-Después, está esa parte social; que tenemos que ser conscientes: de que si queremos vivir en grupo tenemos que ser un poco menos nosotros y más empáticos.Con nuestra propia mente por supuesto.
Un abrazo
Totalmente de acuerdo, Bertha
EliminarAbrazos
Parece una tendencia natural de los adolescentes, imitan, quieren asemejarse a los de su grupo, aunque luego, individualmente, digan que son únicos y especiales. Además ocurre que cuando alguno se distingue, se expone a ser expulsado de la “manada”, ahora le llaman “bulling”.
ResponderEliminarLas experiencias vividas van configurando una personalidad, una historia personal que nos hace diversos, probablemente irrepetibles (aunque esta exclusividad de cada humano no sé si se mantendrá en el futuro, cuando los medios de manipulación y formas de consumo vayan siendo más agresivas)
Creo que cada vez será más difícil sostener una individualidad personal teniendo en cuenta la imposición forzosa de un pensamiento único uniformante.
Ciertamente resulta una aventura dura y emocionante poder mantener el pensamiento libre. Para lograrlo necesitamos un buen cargamento: cultura, tolerancia, amplitud de miras, y sobre todo conocernos a nosotros mismos, aunque esto último tienen sus riesgos. –Podría ser que por conocernos a nosotros mismos no retiráramos el saludo, -perdona lo jocoso de esta última frase, ja, ja, ja.
Un abrazo
Francesc Cornadó
Cada vez más difícil, pero como bien dices hay que intentar mantener el "pensamiento libre", aunque pueda estar errado.
EliminarUn abrazo, Francesc
Yo pienso que casi todas las personas nos movemos por parecidos resortes, lo que marca la diferencia es nuestra actitud ante determinados estímulos o la determinación a superar determinadas barreras. Así para algunos es importante correr maratón porque le beneficia de forma espiritual y física y para otros es más importante leer a Sócrates.
ResponderEliminarComo dice Descartes:
" esto demuestra que la facultad de juzgar y distinguir lo verdadero de lo falso, que es propiamente lo que llamamos buen sentido o razón, es naturalmente igual en todos los hombres; y, por lo tanto, que la diversidad de nuestras opiniones no proviene de que unos sean más razonables que otros, sino tan sólo de que dirigimos nuestros pensamientos por derroteros diferentes y no consideramos las mismas cosas".
Yo no veo buen sistema la imitación de conductas ajenas, porque lo que a ellos les puede salir bien a nosotros no.
Un saludo.
Estoy de acuerdo con tu comentario. Me preocupa el futuro del arte porque hoy por hoy la valoración de la estética es muy secundaria. Predominan otros valores o "sinvalores"...
EliminarSaludos
Ciertamente nos imitamos, emulamos, tomamos ejemplo, queremos ser como tal o cual, nos comparamos, como bien dices. Yo creo que el paso del tiempo, llámalo edad avanzada, va puliendo ese proceso que de jóvenes o maduros competitivos tomábamos de referencia. El tiempo nos hace asimilar muchas vivencias, formas de vida, actitudes personales, nos lleva a desalojar todo aquello que nos resulta oneroso o superfluo. Se hace poco a poco y en ese desprendernos, logrando una desnudez en mayor o menor grado ante nosotros mismos es cuando las máscaras se nos caen. No sé si algunos tendremos tiempo de percibir el encuentro con nosotros mismos definitivo, aunque pienso que todo lo que hemos hecho en la vida ha servido para saber de nosotros, para conocer nuestros puntos débiles o aquellos luminosos que no supimos aprovechar en su momento. El autodescubrimiento acaso es toda la vida, es decir, lo vivido, aunque suene a redundancia. Pero hay que digerirlo. Saludos.
ResponderEliminarLo interesante sería que el auto conocimiento se tradujese en mejora personal y no en triunfalismo/derrotismo.
EliminarSaludos
Hola amigo, tus palabras me han calado hondo, hace tiempo comencé una relación en el que la ex era la fantasma al acecho y yo termine comparando y queriendo imitar. Ahora que te leo y releo comprendo porque me lastime tanto. Todos tenemos nuestra historia y batallas. Te mando un abrazo
ResponderEliminarMe despiertas la curiosidad por tu historia.
EliminarTambién te envío un abrazo fuerte y cálido
Ese viaje a conocerse a uno mimos jamás tiene final. Algunos, lamentablemente, ni lo inician.
ResponderEliminarAhí radica su interés, en que no tiene final...
EliminarInteresante. Saludos
ResponderEliminarSaludos y gracias
EliminarEs imposible no compararse con nadie en un momento dado con nadie ya que como dice el famoso poema de John Donne:
ResponderEliminarNingún hombre es una isla
entera por sí mismo.
Cada hombre es una pieza del continente,
una parte del todo.
Si el mar se lleva una porción de tierra,
toda Europa queda disminuida,
como si fuera un promontorio,
o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia.
Ninguna persona es una isla;
la muerte de cualquiera me afecta,
porque me encuentro unido a toda la humanidad;
por eso, nunca preguntes
por quién doblan las campanas;
doblan por ti.
Un abrazo
Buen poema. Gracias y un abrazo
EliminarGracias por tus palabras. No dudes de que te devolveré la visita.
ResponderEliminarAbrazos, Lisa