RAFAEL SÁNCHEZ FERLOSIO:
"Los simpáticos me caen antipáticos; los antipáticos me resultan incómodos
mientras dura la conversación, pero cuando esta acaba se han ganado mi aprecio
y simpatía" (Campos de retamas)
El reciente descubrimiento de esa
frase me ha animado a expresar lo que he sentido en algunas ocasiones, pero que
no me he atrevido a verbalizar públicamente. Quizás ambos se enmascaren en mayor o menor
grado, pero estoy bastante convencido de que, en general, los antipáticos son
más honestos que los simpáticos y la honestidad está más cerca de los que
muestran lo que son sin trampa ni cartón...Y no sé por qué, pero tengo la
intuición de que los simpáticos son más falsos que los contrarios...
Este pensamiento no está reñido
con la convicción de que la honestidad pueda ir de la mano tanto de la simpatía como de la
antipatía auténticas, ¿eh?
A los maleducados, aunque puedan confundirse con los antipáticos, los considero de otra especie y no los soporto tanto si son auténticos como si no lo son...
A los maleducados, aunque puedan confundirse con los antipáticos, los considero de otra especie y no los soporto tanto si son auténticos como si no lo son...
La personalidad del individuo, Luis Antonio (creo yo), que no se manifiesta en un acto de relación común, ni con la sonrisa puesta en los labios, ni con el morro torcido hacia un lado; éste pondrá de manifiesto su virtualidad, si es que pose alguna, en total desinhibición, a no ser que esté teatralizando sus intervenciones y en este caso serán carentes de toda valoración por incluirse en un farsa…
ResponderEliminarUn abrazo
Totalmente de acuerdo en el rechazo de todo lo que suene a teatralización, pero mucho me temo que los convencionalismos sociales y los prejuicios nos empujen sobremanera a la pérdida de la naturalidad...
EliminarUn abrazo, Dionisio
Coincido contigo. Muchas veces detrás de la simpatía se esconde solamente unas ganas de quedar bien, un parajismo o una acomodación a lo políticamente correcto. Tampoco vamos a decir, sin embargo, que todo antipático es sincero, en todas partes cuecen habas. Completamente de acuerdo en cuanto a los maleducados, especie que últimamente abunda demasiado.
ResponderEliminarUn abrazo
Francesc Cornadó
Pues yo, reflexionando sobre lo que he expuesto en la entrada, ahora tengo mis dudas...Eso de las generalizaciones nunca me ha gustado...De los maleducados, por supuesto, pienso lo mismo...
EliminarUn abrazo
coincido,
ResponderEliminarpero te caeré antipático querido Luis Antonio, te dejo un gran abrazo y un hasta siempre
No me caes antipático y eso no quiere decir que no tenga una impresión óptima de lo que escribes y lo que sugieren tus palabras sobre tu personalidad y valores...
EliminarUn abrazo
¿ No te referirás aunque sea veladamente a Rivera y a Pablo Iglesias con esto de los simpáticos y los antipáticos ? , pero no me hagas mucho caso , solo son " manías " mías . Encantado de volver a leerte Luis
ResponderEliminarNo pensaba en ellos y sí en otros menos conocidos que me han inspirado esta entrada, pero sí me gustaría saber, ya que los citas, cuál de los dos te cae más simpático o antipático...Y de paso, de cuál te fías más o menos... ¿Me responderás?
EliminarGracias por tu presencia, amigo.
Un abrazo
Claro que te respondo , faltaría mas . Rivera me parece un oportunista y no me fio , Iglesias me parece mas sincero pero en ocasiones le " pierden " las formas . . El tiempo dará o quitara razones . Un abrazo virtual
EliminarGracias por "mojarte" un poquito... Nada que objetar a lo que manifiestas sobre ambos.
EliminarHay que huir de la idea de que todo lo que parece agradable es falso y pretencioso porque es como decir que todo tiene truco y que no nos podemos fiar de las apariencias. Las apariencias son importantes y no es de ingenuos fiarse de ellas siempre que se sepa dilucidar las diferencias entre la verdad y la impostura. Por lo tanto, pensar que lo desagradable por serlo es mejor que lo agradable por falso nos llevaría a temibles consecuencias.
ResponderEliminarSaludos, feliz retorno.
Aplaudo tu comentario ponderado, serio y riguroso. No tengo nada que objetar. Si acaso, darte las gracias por tu positiva y sabia aportación.
EliminarUn abrazo, amigo Krapp
Te comprendo y comparto si bien la educación y las diversas capas culturales enmascaran demasiado engaño.
ResponderEliminarTe has planteado que a veces un antipático lo puede ser por pura pereza?.
A mi me ha engañado demasiada gente simpática.
O a lo mejor alguien es simpático en unas facetas y no en otras.!!
Puestos a elegir, considero menos rechazable al falso antipático que al simpático. No me preguntes por qué...
EliminarSupongo que, como bien dices, todos somos un poco de todo según las circunstancias, el paisaje y el paisanaje que tengamos al lado...
Un abrazo
Nunca lo había pensado, pero los "graciosillos" me ponen de los nervios, esas personas que siempre hablan medio en broma y sin gracia. Tengo un compañero así, pero tengo que dejar claro que es muy buena persona. La gente maleducada no la soporto, como bien dices es otro tema diferente al antipático/a.
ResponderEliminarBienvenido de vuelta y un fuerte abrazo!!
Y de los "pelotas, qué me dices... Solo los que se los creen, vanidosos de pos sí, me parecen más insufribles...
EliminarBienvenida también tú y gracias por compartir por una u otra red esos viajes tan interesantes que has hecho por el centro de Europa.
Un fuerte abrazo
No tengo yo un concepto claro de los estereotipos "antipático" o "simpático"... pues tales conceptos tienen más que ver con el animus del receptor u observante, que con las del emisor u observado...
ResponderEliminarNo creo que la sinceridad o la falsedad estén vinculadas a la simpatía o antimpatía... creo que tienen que ver con muchas otras cosas (o factores) que conforman la idiosincrasia de cada cual...
Imaginemos a alguien desconocido que, por esas coincidencias que tiene el ir y el venir cotidianos, coincide con un grupo de personas y se comporta como es o como cree que debe ser o como cree que debe proyectar su imagen y personalidad; imaginemos que está en una conversación con esas personas; imaginemos que después se va y esa otra gente hace una valoración sobre ese desconocido; imaginemos que tras dicha valoración más o menos ponderada, a unos les cae simpático y a otros antipático... ergo ¿se puede deducir su sinceridad en base a la simpatía o a la antipatía que transmite? ...
Todos tenemos días buenos y días malos; pensamientos positivos y negativos; buenas y malas intenciones; todos tenemos confianzas, desconfianzas y reservas... no creo que la cosa sea tan lineal...
No sé quién dijo que "no vemos las cosas como son, sino como somos"... y creo que es así... creo que es conveniente meditar sobre lo que no soportamos de los demás... pues suele tener sus causas... y algunas tienen que ver con el efecto espejo...
"Si quieres conocer a alguien, no le mires, escúchale"... dijo alguien... creo que es cierto... pues, escrito está: "De la abundancia del corazón, habla la boca"...
Supongo que en este tema de la simpatía y de la antipatía no está de más invitar a la empatía...
Veo que estás de vuelta... espero que hayas tenido unas felices vacaciones.
Abrazo.
Esta entrada pretendía provocar debate, pero tengo que confesarte que solo respondía al conocimiento reciente de dos personas que tenían esas características. Pretender generalizar a partir de experiencia tan menguada es una osadía y un error.
EliminarAprovecho, una vez más, para agradecerte el comentario enriquecedor, concienzudo, minucioso e inteligente que has aportado. No quiero resultarte simpático ni halagador, pero sí quiero presumir de serte totalmente sincero.
Es un lujo -¿te lo había dicho antes? - tenerte de comentarista, Impersonem
Abrazos y feliz inicio de curso (yo divido el tiempo en cursos, más que en anualidades)
No lo se amigo Luis Antonio, pero es que hay gente antipática que conozco que me caen fatal, pero imagino que los habrá bellas personas, y nada tenga que ver la simpatía, es que no se puede generalizar.
ResponderEliminarUn beso enorme , amigo mio.
Al margen del teatro que puedan hacer unos u otros, es evidente que los simpáticos nos caen mejor...Cierto, no se puede ni se debe generalizar
EliminarMuchos besos, estimada María
Probablemente no haya nada más antipático que la falsedad, en eso estamos de acuerdo.
ResponderEliminarUn beso!
Fer
Lo que pasa es que a veces la falsedad de presenta disfrazada...
EliminarBesos, estimada Fer
Probablemente no haya nada más antipático que la falsedad, en eso estamos de acuerdo.
ResponderEliminarUn beso!
Fer
Feliz vuelta, Luis Antonio.
ResponderEliminarQue las apariencias engañan, vaya. Lo que pasa es que al simpático en principio le das más cancha, porque igual es más cercano, es el paso del tiempo lo que al final contradice o corrobora tu primera impresión.
Y luego está la gente que tiene dos caras, que no es de aquí ni de allá, pues allá ellos.
Y de los "pelotas" qué te voy a decir yo de los pelotas, pues casi lo mismo que de los maleducados. Mira, los pelotas y los maleducados que se vayan a hacer bolillos.
Besos.
Muchas gracias, Angie. Lo mismo pienso de ti. Acertado e inteligente comentario. Como siempre...
EliminarEl problema de los pelotas es que no pocos los escuchan con agrado...
Muchos besos y, repito, bienvenida
Nada, que estoy aquí con los estándares de aprendizaje y no hay forma de que organice yo esto con las competencias y los contenidos. Pero tú has visto cuántos estándares hay en la ESO? ¡Está lleno! Jajaja. Siete y veinte, venga, ya me pongo. Ahora ya es fijo que me centro. Jajaja.
ResponderEliminarOtro beso.
Que te sea leve. Si supieras la fe que tengo en esos quehaceres...No te centres mucho porque te criticaran los de uno y otro lado. Jajaja
EliminarMás besos