Últimamente escucho tanto la expresión "políticamente correcto" que ya me empacha y hastía. Además no siempre se utiliza con propiedad ni
precisión y entonces a la indigestión aburrida se le suma el cabreo. Pienso que
es un buen tema para dedicarle una entrada de forma desenfadada, eso sí, y, como se suele hacer, voy presto al Google para buscar algo de
documentación. El primer documento que abro me encanta, me sorprende y me
divierte al mismo tiempo. No necesito más. Por eso lo reproduzco textualmente:
"Políticamente correcto: Adjetivo
de dos palabras aplicado a la doctrina del quererquedarbienismo aplicada al
lenguaje.
El quererquedarbienismo es una
tendencia de la doctrina social postmoderna consistente en evitar caer en
descalificaciones gratuitas para no ofender a minorías, medianías y mayorías
sociales tales como los maricones, los negros, los mendigos y los subnormales;
a los que se refieren como afeminados (aunque lleven bigote y se maten en el
gym), negritos (aunque midan tres metros), desafortunados (aunque la vida les
haya dado multitud de facilidades y hayan acabado en la calle por ser unos
putos vagos) y especiales (aunque lo único que tienen de especial es la
educación)
La diferencia entre la buena educación
simple y llana y el lenguaje políticamente correcto (en adelante L.P.C.) es que
el usuario del LPC tiene la voz ligeramente más aguda al decir ramera, debido a
la falta de cojones para llamar puta a una mujer que cobra por follar.
Nacimiento de palabras políticamente
correctas: En realidad, querer quedar bien con todo el mundo es una aspiración
de hombres y mujeres tan ancestral como comerse los mocos. Ciertas profesiones,
como la de político o política abogado o abogada, vendedoro o vendedora
ambulante, periodista o periodisto, jueza o juezo, necesitan utilizar un
lenguaje quererqedarbienista para su trabajo; ahí nació el lenguaje
políticamente correcto.
Comprobada su utilidad en estos campos,
el LPC fue adoptado a todos los ámbitos de la sociedad; hoy en día constituye
una muestra de la educación, altura moral y benevolencia del hablante, que ni
discrimina a las personas de piel más oscura que la suya llamándoles negros
(horrenda palabra) ni ofende a las
mujeres de moral relajada tratándolas de putas.
Este lenguaje pretende reflejar en el
habla lo que han sido logros sociales, políticos, etc. en cuanto a libertad,
igualdad y fraternidad. El problema es que el lenguaje vulgar está vivo y no
suele ser muy libertario, igualitario ni fraternitario. Por ello hemos de
concentrar todo nuestro esfuerzo en cambiar esta terrible situación, empleando
el LPC en nuestra vida diaria. En general, para poderse mantener dentro de lo
políticamente correcto es necesario tener mente de censor; no se puede dejar
pasar un mal pensamiento sin riesgo de que este repercuta en nuestra corrección
política y nos haga quedar en ridículo ante todo el mundo:
Observemos un ejemplo práctico:
Juan va por la calle y ve a lo lejos a
Luis, que camina con muletas. El primer pensamiento de Juan es decirle:
¡Vaya!, ¿Estás jodido de la pezuña, eh?
Pero esto, se dice Juan, es como
insinuar que no vale. Mejor decir:
¡Vaya! ¿Te has quedado inválido, eh?
Pero esto, se dice Juan, es como
insinuar que ya no vale, Mejor decir:
¡Vaya! ¿Te encuentras temporalmente
incapacitado, eh?
Aunque incapacitado es el que no tiene
capacidad, cosa que al pobre Luis no se le puede aplicar; por ello, cuando Juan
llega a la altura de Luis su comentario es:
¡Vaya! ¿Te encuentras en la situación
de ser una persona tan válida como el resto que debido a los infortunios de la
vida ha visto mermada su capacidad pero a la que todos queremos y apoyamos,
especialmente yo, eh? (porque soy muy buena persona y quiero que todo el mundo
lo sepa y me lo digan mil veces al día)
A lo que Luis, sin el menor tacto
replica:
¡No, estoy cojo, imbécil!
El lenguaje políticamente correcto en determinados ámbitos se ha
prodigado hasta la saciedad, sobre todo en el discurso de los políticos de
todas las tendencias, y se ha propagado sin reparo ni crítica en todos los
medios de comunicación. El problema que plantea, entre otros, es que se utiliza
el término tanto para apoyar una idea como la contraria y "La extensión hoy de lo políticamente correcto se ha convertido en
una enfermiza ocultación de la realidad a través del lenguaje eufemístico"
(Eugenio del Río). Otra moda es la de desmarcarse de lo políticamente
correcto, como forma de rebeldía, dado el desprestigio que suele acarrear dicho
adjetivo. Pero lo que resulta cansino, insisto, es la reiteración en el uso del dichoso adjetivo. Eufemismos siempre han existido...
Propongo a los comentaristas que aporten una frase que se ciña a
los cánones de lo que se entiendo por "políticamente
correto" Ahí va una muy en boga:
ERE (Expediente de regulación de
empleo): De esta empresa, 300 trabajadores se van a la puta calle
Fuente: http://inciclopedia.wikia.com/wiki/Pol%C3%ADticamente_correcto
Fuente: http://inciclopedia.wikia.com/wiki/Pol%C3%ADticamente_correcto
En realidad no deja de ser diseño de las palabras. Hay verdaderas torticerías al caso, y el usufructo político no tiene desperdicio. Lo políticamente correcto no es más que mentir descaradamente, o en el mejor de los casos, ser hipócritas.
ResponderEliminarLos políticos nos han deslumbrado con este lenguaje que no es nuevo, pero que hoy es descarado.
Salut
Creo que, como bien dices, es hipocresía pura. A mí no me han deslumbrado nada. Más bien todo lo contrario...
EliminarSalut i força
¡Qué curioso! Hace mucho que no lo escucho, pensaba que se había pasado de moda el término.
ResponderEliminar¿Qué es lo correcto? Me parece que depende de tantas cosas (status social, sexo, etnia, cultura...) que lo que es correcto para unos no lo es para otras. En el ámbito político ya me he perdido hace tiempo, así que no sé qué es correcto.
Recuerdo a Ibarretxe utilizando el masculino y femenino hasta en la sopa: "los y las vascos y vascas"...
Un abrazo!!
Pdt: la Luna es por esencia incorrecta :))
Tampoco sé decirte qué es lo correcto, pero todo lo que sea facilitar la comunicación es positivo. Cuando el receptor es heterogéneo, no es nada fácil, pero lo que decía Ibarretxe y lo que dicen otros políticos me provoca más rechazo que otra cosa...
EliminarLa Luna, sobre todo si es Llena, raya la perfección
Besos
Bueno, ejem, creo que algo tengo que ver yo con esta entrada, ejem, ejem, (notese mi fina y sutil ironia). En el blog de Miquel, tenia una frase que me marco, lo que dijo Mefistofeles a Fausto: "A falta de ideas , inventa palabras.." y en esas estamos.
ResponderEliminarUn buen ejemplo es la palabra "moro", cuando dices moro la mayoria de la gente lo asocia con una connotacion despectiva cuando no tiene porque, dicen (tu sabras más que yo) que moro es la derivacion de mauritano, habitante de Mauritania y se asocia a la gente del Norte de Africa. Sin embargo decimos pobladores norteafricanos para los moros y subsaharianos para los negros.
Otra expresion politicamente correcta es la de Violencia de Genero, cuando todos pertenecemos al Genero HUmano y lo que debiera decirse es Sexo en esta expresion.
Para estas cosas el oraculo es Ibarretxe como nos dice Luna y por otro lado la de Miembros y Miembras, que es summa cum laude de la gilipollez lingüistica.
Dentro de lo politicamente correcto tambien esta lo de la "discriminacion positiva" que daria para una entrada entera para abofetear de manera escrita a las riadas de estupidez que corren por este pais. Un saludo Luis Antonio.
Si tuvieses algo que ver, te lo habría dedicado, jajaja
EliminarCuando visité Marruecos, hace ya unos años, me dirigí a una persona del hotel en Fez diciéndole más o menos: "Ustedes, los árabes...." Me interrumpió dicha persona, con cierta indignación, diciéndome que él era moro berebere y que ya estaba harto del poder que detentaban los árabes en Marruecos , siendo la mayoría de la etnia berebere... Me explicó que en la escuela se enseñaba el árabe y el francés, pero se ignoraba la lengua que hablan la mayoría de los marroquíes...O sea, que, a veces queremos ser tan "políticamente correctos" que...la pifiamos.
Los ejemplos que citas, entre muchos otros, son los que convierten a sus autores en auténticos "gilipollas", según dice la inciclopedia.wikia.com
En todas las lenguas hay palabras malsonantes, cacofónicas y exabruptos que conviene reducir a su mínima expresión, pero todo lo que sea perder naturalidad y claridad es un tremendo error, por muy de moda que esté.
El machismo no está en la lengua, si acaso, en algunos de los usuarios...
Saludos, Temujín
hubo un presidente en Mexico que empezó la moda del LPC. él usaba muy a menudo: Como mexicanos y mexicanas, todas y todos tenemos derecho a mostrarnos contrarias y contrarios al nuevo anteproyecto de ley del Gobierno: ninguna ni ninguno debe permanecer callada ni callado ante la nueva tesitura.
ResponderEliminarMuy correcto su lenguaje...
siempre nos pones a pensar L.A.
Abrazos
carlos
Corto y pego lo que escribí hace tiempo en esta misma bitácora:
Eliminar"No creo que la lengua sea sexista. Si acaso lo será el proceso cultural que nos ha llevado en dicha dirección. La lengua, en definitiva, evidencia la realidad sociológica a la que sirve.
En las lenguas románicas es habitual, y así se nos ha venido enseñando, usar en plural los sustantivos masculinos de persona para designar a todas las personas, sean varones o mujeres. Es lo que se llama empleo genérico del masculino plural.
“Los espectadores recibieron con aplausos a los actores”
Sin embargo, actualmente estas construcciones están variando: la política de igualdad social, el acceso de la mujer a los puestos de responsabilidad y la influencia de los medios políticos, administrativos y periodísticos llevan a pronunciar:
“Los espectadores y las espectadoras recibieron con aplausos a los actores y las actrices”.
No creo que uno no se sexista o lo sea por utilizar respectivamente las fórmulas “os/as” o simplemente la de “os”...
Soy consciente de que en algunos casos, el uso de vocativos desdoblados se puede interpretar como un detalle de cortesía: “señoras y señores”, sustituto del clásico “damas y caballeros”, pero, salvo algunas excepciones que exigen esa matización de los géneros para evitar errores, me resulta un tanto artificiosa y redundante esta fórmula, “a los trabajadores aragoneses y a las trabajadoras aragonesas...”, aunque sea políticamente correcta. No me considero seguidor inquebrantable de los cánones gramaticales, pero no me gusta, insisto, esta moda de las duplicidades. Mucho me temo que, a estas alturas de la película, uno tiene tan asumido lo del masculino plural genérico que, aun con riesgo de ser condenado a la hoguera, va a continuar diciendo “todos” en lugar de “todos y todas”... Respetar al otro sexo va más allá de utilizar meras formas gramaticales. Digo...
Abrazos, Carlos
Coincido contigo al 100%
EliminarAbrazos
Carlos
Creo que una cosa es el tacto con el que, añadido al sentido común o dentro de él, se procura no ofender la sensibilidad de los demás y otra entrar en una espiral de esnobismo que nos eleva a las más altas cumbres del ridículo lingüístico...
ResponderEliminarSupongo que lo mejor es llamar al pan pan y al vino vino sin ofender a nadie...
Temujín ha puesto algunos ejemplos en lo que yo también había pensado... y habrá algunos más... parece ser que el Parlamento Europeo recomendo cambiar lo de "los miembros" en masculino por la expresión "cada miembro" donde ya se incluyen ambos sexos...
Al hilo de lo que escribes a mí me gusta una frase que una vez leí con respecto a las razas, decía: "Admiro a la gente que al rellenar el apartado del pasaporte donde dice "raza" contesta: humana"... y no me gusta porque sea o no "políticamente correcta" sino porque es cierta y justa...
Abrazo.
No puedo estar más de acurdo con tu comentario. Lo suscribo en su totalidad.
EliminarTodos utilizamos algún que otro eufemismo en función del interlocutor y la sensibilidad que pueda tener. Eso es buena educación, pero las pretendidas expresiones políticamente correctas que tanto se prodigan últimamente son ridículas.
En el comentario anterior que le he dedicado a Carlos Alberto, hago una defensa del empleo "genérico del masculino plural". Es lo que enseñamos la inmensa mayoría en las escuelas y es la norma académica y las normas, aunque no nos gusten, están para cumplirse. Creo
Un abrazo, amigo
"los" que estaba pensando...
ResponderEliminar"recomendó" cambiar
quise escribir...
Pues yo me quedo con aquello del "crecimiento negativo", que me parece un oxímoron que no me termina de encajar en el cuerpo. Porque lo del "finiquito diferido" ya lo tengo muy asimilado. Todo lo que sea finiquito para mi va a ir en diferido siempre y con cara de Cospedal.
ResponderEliminarBesos. (Ya estoy en el pueblo. Y llueve)
Los jerifaltes del PP son muy proclives a ser políticamente correctos: la Sra. Bibiana Aido, Mª ha pasado a los anales gracias a su conocida expresión. "miembros y miembras"...Los términos que citas también son de Juzagado de Guardia. Vamos....
EliminarQué disfrutes en el pueblo, Angie. Ya sabes lo que me encantan determinadas lluvias...
Besos
Veo que tus afanes te acercan a esos punkies de la Inciclopedia, la Frikipèdia y similares, una lectura de la que soy asiduo y con los que he compartido alguna composición.
ResponderEliminarLo que no me ha quedado muy claro es si lo que dices es algo personal o colectivo. Es decir, si tu cercanía el uso de lo políticamente correcto es más habitual que en el resto de personas o te refieres a un fenómeno generalizado en la sociedad. En el primer caso, estoy dispuesto a defenderte y sostener ante quien sea, que tú no eres políticamente correcto salvo en el caso de que se trate de una dama. Entonces, en ese supuesto, tú siempre te has comportado y te comportarás como un verdadero y tradicional caballero español.
Un abrazo
No conocía esa inciclopedia, pero creo que no será la última vez que la consulto...
EliminarEl otro día asistí a un debate en el auditorio de una biblioteca. Dos de los contendientes utilizaron 4 o (sin tilde) 5 veces la expresión "aunque no sea políticamente correcto..." Lo decían ambos defendiendo tesis antagónicas. No hubo espacio para ruegos y preguntas, pero me quedé con las ganas de decirles algo sobre tamaña y aburrida reiteración. No sabes lo mucho que me molestan los comodines, pero cuando son de esta guisa, me exasperan. Es posible que yo también tenga alguno, eh?
Creo en la utilidad de los eufemismos en según qué circunstancias con determinadas personas que tienen cierta sensibilidad especial, pero sigo siendo partidario del lenguaje claro y directo. Ya sé que los gallegos estáis en otra galaxia...
Lo de caballero español no sé cómo tomarlo... Últimamente la marca "España" goza de poca solvencia...
Un abrazo
Muy interesante tu planteo, estimado Luis Antonio. Yo soy de las que gustan llamar a las cosas por su nombre y no andarme con rodeos, desde luego, en el ámbito privado. Con las personas tomo recaudo para no resultar ofensiva, a menos que me ofendan, desde luego, pero un ciego es un ciego, un cojo es un cojo y un negro es un negro y no "una persona de color". ¿Se entiende? Y creo que lo malo está en la intención que se le pone al término y no en el mismo.
ResponderEliminarComo ejemplo de alguien muy "políticamente correcta", tenemos acá "una presidenta" que siempre recuerda hacer la diferencia entre "argentinas y argentinos".
Un abrazo.
Fer
Totalmente de acuerdo con tu frase: "Y creo que lo malo está en la intención que se le pone al término y no en el mismo" Algo parecido se podría decir de la lengua. Esta no es machista, si acaso, lo son algunos de sus usuarios...A Carlos Alberto se lo he explicado con más detalle. Te invito a que le eches una ojeada...
EliminarAbrazos, Fer
Para mí una persona políticamente correcta es aquella que dice y expresa justo lo que el oyente o el lector quiere oír o leer. De esto hacen un arte los políticos. Alguna vez un micrófono abierto a destiempo ha delatado a algún político sin la capa protectora de lo políticamente correcto. Y el resultado ha sido atroz.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
El problema es que no todos quieren oír y leer lo mismo. Y eso dificulta la comunicación...
Eliminar¿Y cuál es más auténtico, el políticamente correcto o el traicionado por el micrófono?
Mi entrada, sin embargo, trataba más de la reiteración del adjetivo de dos palabras, "políticamente correcto" que de todas esas expresiones que pretenden no herir susceptiblilidades sexistas y tal...o que utilizan eufemismos totalmente distorsionadores del concepto que se pretende transmitir...
Abrazos, Migjel
Cuando en una sociedad políticamente correcta los únicos que se saltan las normas son los gobernantes... algo falla.
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