Quejarse es necesario y sano.
Todo lo que ayude al desahogo y a echar fuera la indignación y los demonios que
nos embargan es positivo. Hasta ahí, no tengo nada que objetar... Pero algunos
se pasan porque no saben hacer otra cosa que quejarse incansablemente. Provocan
hastío y deseos de alejarse de ellos. Hay que marcarles unos límites, aunque cueste
hacerlo. A lo mejor el camino a seguir es darles la razón, si consideramos que la tienen, pero rogarles al
mismo tiempo que cesen ya. Lamentarse, sin más, conduce al más sonoro de los fracasos.
Quejarse no debe confundirse con
la crítica constructiva. Abstenerse de quejarse no necesariamente significa
soportar conductas o actitudes intolerables o mirar hacia otro lado, ¿eh? Cuando veo a una persona en
la frutería palpando y madurando los tomates o las cerezas con las manos le
regalo una cordial sonrisa al tiempo que le recuerdo con un gesto muy expresivo dónde se hallan los
guantes de plástico... No reproduzco alguna de las respuestas que me dedican...
Y lo más penoso es que los
quejicas se lamentan/nos lamentamos sobre todo de lo que no depende de
nosotros. Ignoran/ignoramos, eso sí, lo que nos compete a título personal. Por
eso me cuesta soportar a los que carecen de autocrítica y solo tienen ojos para
reprochar lo que hacen o dejan de hacer los demás...
He utilizado la tercera y la
primera persona del plural de los verbos lamentar e ignorar para no caer en una
contradicción flagrante y ser coherente con la petición de autocrítica. En el
fondo, esta entrada no deja de ser una queja...
P.D.: Estaré ausente del mundo virtual
del 15 al 23 de este mes. A la vuelta, haré los deberes pendientes. Prometido.
Para mi que dentro de muchas quejas hay algo de vagancia. Queremos que nos hagan todo, incluso que decidan por nosotros, ser libre es duro, tener que decidir que camino coger y asumir las consecuencias no esta de moda. Nos gusta ser libres y ademas ser inpunes, y eso no es muy consecuente. Un saludo
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. Quejarse es lo más fácil...
EliminarSaludos
Antes me quejaba de lo que consideraba injusticias. Ahora chitón, meditación y acción pertinente en el ámbito que mejor me parezca.
EliminarEs muy cómodo dar rienda suelta a los mal humores y a los salvapatrias que es el mísmo ingrediente pero con distinto envoltorio...
ResponderEliminarFeliz ausencia nos leemos a la vuelta.
Besos.
Hay quejas puntuales que no podemos evitar, pero como sistema no sirven para nada. Si acaso, para incordiar...
EliminarAbrazos
Yo tampoco soporto a los quejicas. Son unos cansinos y además te roban la energía a puñados. A mí me parecen unos cansinos y normalmente tiendo a ignorarles cuando se quejan, sin más.
ResponderEliminarBesos, Luis Antonio.
Además de cansinos, son incordiantes... Me gustaría saber ignorarlos, pero no siempre lo consigo...
EliminarBesos, Vero
Soy una de esas quejicas por naturaleza, y reconozco que es inconducente, pero es más fuerte que yo.
ResponderEliminarQue disfrutes de estos días de descanso.
Un fuerte abrazo, estimado Luis Antonio.
Fer
No te considero quejica crónica porque acostumbras a mostrar el porqué de tus críticas. Ya quisiera yo que los quejicas - de los que me quejo - fueran como tú...
EliminarMe gusta saber de ti y espero que pronto puedas compartir tus entradas con nosotros. Se te añora...
Besos, Fer
Disfruta de la desconexión y te esperamos a la vuelta, con quejas y comentarios constructivos, claro... Un abrazo.
ResponderEliminarCon quejas y comentarios constructivos... como debe ser.
EliminarUn abrazo estimado y admirado Pedro
Disfruta de estos días, espero que lo pases muy bien.
ResponderEliminarEn cuanto al post, me pregunto cómo sabremos si hemos superado el límite aceptable de queja, ¿cuál es? ¿cuándo incurrimos en la cronicidad? ¿Tal vez cuando increpamos a la tele? No lo sé, últimamente parece que nos sobran los motivos y nos faltan las respuestas. Besos y a disfrutar.
Si todos los quejicas se parecieran a ti, les dedicaría una entrada plena de loas y aplausos. Quejarse con fundamento es un ejercicio sano y necesario. Y si además se sugieren soluciones...En este caso sería ejercer la crítica constructiva. Es lo que más echo a faltar... Los quejicas crónicos se quejan de vicio. Sin más...
EliminarBesos, Anabel
Lamentarse, no sirve de nada, cierto... pero tiene un par de cosas positivas: es gratis, alivia y está al alcance de absolutamente todo quisque. (que ya son tres) No obstante, la queja como fin último y disculpa es un error común en los incapaces de hacer auto-crítica Y también los hay "profesionales" de la misma. Estos últimos, son un auténtico "coñazo" (con perdón).
ResponderEliminarY como el derecho al pataleo, es el derecho pataleo, yo finalizo quejándome de que no estés, hala!
;) ;)
Hay quejicas de todas las especies, pero los que más me exasperan son los docentes que sistemáticamente se quejan de los alumnos y de las leyes educativas No hay alumnos buenos para ellos y esto es una tremenda injusticia. Algunas leyes se pueden obviar... Dentro del aula existe lo que viene a llamarse "libertad de cátedra"... Me consta que también hay alumnos que se quejan de todos los profesores y se colocan a la misma altura de los anteriores...
EliminarTu queja, sin embargo, me ha llegado al alma. Ya estoy aquí para que no tengas motivo de queja....
Besos
Ah! y que te sean leves las evaluaciones, además de feliz verbena!
ResponderEliminarBesossss!!
Siempre he aplicado el mismo criterio, en caso de duda subo la nota...Prefiero equivocarme por exceso que por defecto...
EliminarGracias por tus buenos deseos. Bona revetlla de Sant Joan i petons
Pero hay quejas que son coherentes y justificadas y por tanto tolerables, como ésta.
ResponderEliminarEl mejor arma contra los quejicas es ponerte sus zapatos, si escuchan tu primera queja, en cuanto empieces con la segunda desaparecen hastiados de escucharte y se van con su llantina a otra parte, es decir, quedas liberado. Uffffffffff. qué descanso.
Besos
Tomo nota, pero no tengo la certeza de que dé resultado con según quién...
EliminarBesos, Narci
¿O sea que eres tú el que da la tabarra con los dichosos guantes? ¿Pero no ves que los seres civilizados no se comen las mondas de las naranjas y además los chefs en los programas de cocina en la tv. no usan guantes de cocina para confeccionar los platos?
ResponderEliminarRespecto a los quejicas abusivos estoy de acuerdo aunque ciertas formas de lloriqueo no dejan de ser terapéuticas. Lo malo es pasarse.
Otra expresión que me da cierto repelús con todos mis respetos ese eso de "critica constructiva". Normalmente solo la dice el criticado nunca el que la ejerce, pero es que siempre es contradictorio plantear las cosas así. Si quieres criticar algo porque no te gusta tampoco le vas a quitar el trabajo al que lo ha hecho mal haciéndola tú de nuevo. Solo faltaría.
Un abrazo
Palpar las naranjas no es lo peor, pero hacerlo con los tomates, con las cerezas,,,,es de juzgado de guardia.
EliminarAhora que no nos ve ni escucha nadie te envío el Aviso que colocaron en una frutería:
"LAS SEÑORAS QUE PALPEN LA FRUTA, SERÁN SOMETIDAS AL MISMO TRATAMIENTO POR EL FRUTERO"
Yo utilizo, de vez en cuando, la expresión CRÍTICA CONSTRUCTIVA para diferenciarla de la queja crónica. Otra cosa es que presuma de saber hacerla, ¿eh?
Un abrazo
Los quejicas en el trabajo, me fastidian mucho!! Una cosa es la queja taladrante y estéril y otra la protesta con algún propósito (que puede ser, incluso, silenciosa).
ResponderEliminarBrindo por la autocrítica y por tus vacaciones/desconexión.
Muchos besos!!
Los quejicas en el mundo de la docencia, que es el que más conozco, son muy abundantes.Provocan un clima muy desazonador. Me taladran, sobre todo, los que siempre culpan a los alumnos de los resultados académicos...
EliminarMolts petons i bones vacances
Bueno mi querido LUIS ANTONIO, un poco quejicas lo somos casi todos jaja al menos yo.
ResponderEliminarAunque creo que sin pasarse, tal cual comentas, es más que saludable desahogarse, de lo más reconfortante sacar fuera lo que preocupa. Ootra cosa son los llorones profesionales, estos que cuando no les duele una cosa les duele otra, cuando no protestan por frío es por calor, nadie sufre mas que ellos, ningún trabajo es más duro que el de ellos y nadie tienen más motivos que ellos para quejarse. Vamos! que el resto de los mortales hemos venido a este mundo a soportar sus quejas y a consolarles, nada más:))
En fin, que disfrutes muchísimo de tus días donde quiera que estés y a la vuelta puedes quejarte toodo lo que te quieras .. a ti, te dejamos ;)) Mmuaaaaaaaaaaaaaaaakksss!!
Me quejo de los que solo saben quejarse. La queja esporádica y con base nada tiene que ver con la queja sistemática. No sé consolar a estas personas y tampoco pongo mucho empeño en aprender a hacerlo... Creo que no tienen remedio y bien que lo siento...por la parte que me toca.
EliminarEl día que me queje sin fundamento, puedes echarme la bronca y retirarme tu afecto. Seguro que se me cura la "quejumbre"
Muchos, muchos besos, estimada María
Pues sí, los quejicas fastidian. Y fastidian porque no aportan nada. Solo se quejan. Su palabra favorita es "no". Nunca se sienten a gusto. Todo hay que cambiarlo. Porque no hay nada que esté bien. Un rollo de personas, vamos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo quieren cambiar, pero no proponen nada. Eso lo sabe hacer cualquiera.
EliminarMe consta que tú no perteneces a ese gremio. Eres una persona positiva. Tienen suerte en tu entorno.
Un abrazo
Muy de acuerdo contigo en lo que dices, cuando uno se queja sin remedio no siendo sus quejas constructivas de poco sirve al contrario se hace él mismo pesado.
ResponderEliminarFeliz día de San Juan.
Me alegra saber de ti, Mari-Pi
EliminarUn abrazo y feliz verano
que puedo decirte...
ResponderEliminartengo un amigo que es justamente así... el otro día que estaba en mi casa, le dije: Oye cabrón, cuando me vas a decir cosas buenas, solo vienes a quejarte... Y ME RESPONDIÓ: Para eso son los amigos... para escuchar...
Respiré profundo y tuve que quedarme callado.
PD... voy regresando poco a poco aunque todavía sigo de vacaciones mundialistas.
Saludos
Carlos
Si los amigos sirven solo para escuchar siempre lo mismo, casi es mejor no tenerlos...Escuchar es una virtud, aguantar reiteraciones de la misma especie no creo que lo sea.... Digo...
EliminarSaludos y feliz verano, Carlos
Ay ay ay ay... es broma...
ResponderEliminarBueno, a este tema hay que darle un poco de perspectiva... también hay gente que se queja mucho y con razón... bueno, incluso aun quejándose mucho se quejan poco para lo que les sucede... yo conozco algun@s...
A mí los que más me fastidian son los que se quejan de lo que despés también hacen... eso sí que me toca la moral y otras partes que el decoro me impide citar...
Bueno, yo soy un poco quejica... pero estoy en proceso de enmienda...
Abrazo.
Me había pasado desapercibido este comentario tan interesante, amigo Impersonem.
EliminarMuchos nos quejamos alguna que otra vez. Normal. Pero, como pasa con tantas cosas, todo tiene un límite.
Espero que ya te hayas enmendado del todo.
Un abrazo
hola! Tengo una amiga que se queja absolutamente de TODO!! La quiero mucho y es buena amiga pero a mi me desgasta mis energias completamente!!
ResponderEliminarLo que procede en este caso - lo que yo haría - es hablar seriamente con tu amiga y rogarle que, al menos, espacie sus quejas. Y si no te hace caso, es que te tiene en poca consideración y es menos amiga de lo que pensabas...
EliminarSaludos