Un cuarto de millón de turolenses había en 1910 y hasta hace poco no llegaban a 140.000, lo que indica una manifiesta escasez de turolenses en nuestros días. Sólo en Soria hay menos habitantes. O sea, no somos los últimos. ¡Qué bien! La semana pasada se publicaba en El Diario de Teruel, con gran alborozo tipográfico, que la inmigración había supuesto un incremento del 6 %. Y que la capital ya había alcanzado los 35.000 habitantes.¿Estamos salvados o se alarga la agonía?
Según la coordinadora Teruel existe, el 90% de los 236 pueblos de la provincia "rebasan el umbral de los muy viejos y el 32,6% se consideran terminales". De hecho, hay 68 pueblos que no alcanzan los 100 habitantes, y otros 120 que sí pasan pero no mucho, porque no llegan al medio millar. Algunos argumentan que la situación a la que ha llegado esta parte de Aragón ha sido consecuencia de un olvido institucional que se ha arrastrado durante décadas y que ha convertido a esta provincia en una fuente de emigración hacia otras partes de España (Barcelona, Valencia, Zaragoza...)
Nada de esto implica que Teruel no exista, sin embargo. Lo que sí implica es que dejará de existir si quienes tienen potestad para tomas decisiones no ponen el acento en la creación de empleos que atraigan a personas de donde sea y en la mejora de los medios de comunicación que rompa con su aislamiento físico. Si Teruel se queda al margen de las vías modernas de transporte acabará convirtiéndose en una especie de reserva donde sólo acudirán los que busquen paz, sosiego y soledad. Y me temo que los interesados por estos valores son raros y pocos.
Sin embargo, las autoridades que han venido ejerciendo en esta singular provincia durante la dictadura y la democracia de uno u otro signo han demostrado una incompetencia difícil de superar. En lo que sí han destacado unos y otros ha sido en magnificar las pocas cosas que se han llevado a cabo tratándonos como si fuésemos niños, o lo que es peor, idiotas...La descentralización autonómica no se ha traducido en más consideración hacia esta provincia Zaragoza (nuestra “madrid” entrañable) se mira el ombligo a sí misma y prepara los fastos de la EXPO. Los de Teruel somos de 3ª y punto. Como decía aquel, inauguraciones de alguna que otra piedra en un descampado y para de contar. Eso sí, palabrería fútil, toda la que quieras.. .
Lo expuesto hasta aquí, a manera de desahogo visceral, se ha dicho y escrito hasta la saciedad. Ninguna aportación novedosa. Culpamos a las autoridades, nos lavamos las manos de forma “pilatoyesca” y amén.
Puestos a despotricar, en lo que sí destacamos, y a pecar de victimismo que también se nos da de perlas, quiero salir de este círculo vicioso que no conduce a nada, pecar de osado, seguir flagelando y preguntarme en voz alta para que me oigan –qué ilusión- todos: ¿no seremos los turolenses, mayoritariamente, los protagonistas y principales responsables de tamaña incompetencia? Sólo me lo pregunto, ¿eh?
Yo me siento particularmente protagonista principal, de "tamaña im competencia y responsable del abandono" de mi entrañable tierra turolense, eso sí por causas ajenas a mi voluntad, puesto que era muy pequeña cuando me trasladaron a otra tierra, también entrañable como es Cataluña.
ResponderEliminar¡Alguna solución tenemos que encontrar para que nuestro "querido Teruel Exista", sea posible. Etel.