"Es la rebelión contra
los valores establecidos..."
Laura me prestó un pequeño librito de poemas titulado “Espantapájaraos” del poeta argentino Oliverio Girondo. Lo he leído de un tirón y la verdad es que me ha gustado y sorprendido tanto que no he podido evitar la tentación de buscar información sobre este escritor, para mí desconocido hasta esta circunstancia. Me encanta la narrativa hispanoamericana contemporánea, pero mi conocimiento de autores de otros géneros, salvo algunas excepciones como Rubén Darío, José Martí, Pablo Neruda, César Vallejo, Gabriela Mistral, Amado Nervo, Jorge Luis Borges, Octavio Paz, Juan Gelman, etc., es bastante limitado, por no decir, escaso.
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Oliverio Girondo nació en el año 1891 en Buenos Aires en el seno de una familia adinerada, lo que le permitió desde niño viajar a Europa. Gracias a esto estudió en París y en Inglaterra. Escribió y publicó desde muy joven.
Participó en revistas que señalaron la llegada del ultraísmo, la primera vanguardia que se desarrolló en Argentina. Girondo fue uno de los animadores principales de ese movimiento y ejerció influencia sobre poetas de las generaciones posteriores. Sus primeros poemas, llenos de color e ironía, superan el simple apunte pintoresco y constituyen una exaltación del cosmopolitismo y de la nueva vida urbana e intentan una crítica de costumbres.
Desde 1934 mantuvo una importante amistad con Pablo Neruda y Federico García Lorca, quienes por esa época se hallaban en Buenos Aires. A partir de 1950 comenzó también a pintar con una orientación surrealista, aunque nunca expuso sus cuadros.
Su libro La masmédula es un desesperado intento de expresión absoluta. Enrique Molina señaló: "Hasta la estructura misma del lenguaje sufre el impacto de la energía poética desencadenada en este libro único. Al punto que las palabras mismas dejan de separarse individualmente para fundirse en grupos, en otras unidades más complejas, especie de superpalabras con significaciones múltiples y polivalentes, que proceden tanto de su sentido semántico como de las asociaciones fonéticas”. (Prólogo)
En 1961 sufrió un accidente muy grave que lo dejó imposibilitado físicamente. Murió el 24 de enero de 1967.
Otras obras: Espantapájaros (1932); Persuasión de los días (1942); Campo nuestro (1946): Yo tan yo, Destino, Topatumba, Cansancio, Mi mito, Ella y otros poemas; Tradujo Una temporada en el infierno, de Arthur Rimbaud (1959).
Espantapájaros (Al alcance de todos) se publica en 1932, cuando las vanguardias literarias en Latinoamérica comienzan a debilitarse. En este contexto, la aparición de esta obra implica, para muchos, un anacronismo. Con 24 textos escritos, sobre todo en prosa. Oliverio Girondo crea un ejemplo de buena y sorprendente poesía. El sentido del humor en sus diferentes grados “de furor, de sarcasmo, de cinismo, de desesperación” es una de las características más reconocidas en este escritor argentino. Con una advertencia en forma de caligrama, Girondo advierte desde el principio que no debe esperarse nada definido de los espantapájaros, y eso es justamente lo que tiene: textos dispersos que tienen pocas cosas en común, entre ellos el malabarismo verbal y la perspectiva poco convencional en asuntos como el amor, la muerte, la familia y demás temas comunes.
Espantapájaros se expresa en una lengua,a veces ordinaria, desliza imágenes que intentan asir lo fragmentario huidizo, incorpora el humor y lo grotesco como estrategias subversivas, explora en el mundo de la vigilia y de lo onírico (en concordancia con el surrealismo y el existencialismo). Esto no implica que el escritor argentino "abandona todo intento estético", sino que procura superar las fronteras estéticas imperantes para proyectar otra manera de organizar su escritura. El verso se expande, crece, ocupa toda la extensión de la superficie textual, fracturando sus límites formales. Insiste en utilizar el poema en prosa dificultando a veces la identificación del género.
Selección de textos:
Texto 8 (fragmento, pág. 31))
Yo no tengo una personalidad; yo soy un cocktail, un conglomerado, una manifestación de personalidades. En mi, la personalidad es una especie de forunculosis anímica en estado crónico de erupción; no pasa media hora sin que me nazca una nueva personalidad. Desde que estoy conmigo mismo, es tal la aglomeración de las que me rodean, que mi casa parece el consultorio de una quiromántica de moda. Hay personalidades en todas partes: en el vestíbulo, en el corredor, en la cocina, hasta en el W. C. ¡Imposible lograr un momento de tregua, de descanso! ¡Imposible saber cuál es la verdadera!
Se miran, se presienten, se desean,
se acarician, se besan, se desnudan,
se respiran, se acuestan, se olfatean,
se penetran, se chupan, se demudan,
se adormecen, despiertan, se iluminan,
se codician, se palpan, se fascinan,
se mastican, se gustan, se babean,
se confunden, se acoplan, se disgregan,
se aletargan, fallecen, se reintegran,
se distienden, se enarcan, se menean,
se retuercen, se estiran, se caldean,
se estrangulan, se aprietan, se estremecen,
se tantean, se juntan, desfallecen,
se repelen, se enervan, se apetecen,
se acometen, se enlazan, se entrechocan,
se agazapan, se apresan, se dislocan,
se perforan, se incrustan, se acribillan,
se remachan, se injertan, se atornillan,
se desmayan, reviven, resplandecen,
se contemplan, se inflaman, se enloquecen,
se derriten, se sueldan, se calcinan,
se desgarran, se muerden, se asesinan,
resucitan, se buscan, se refriegan,
se rehuyen, se evaden y se entregan
Bibliografía: Espantapájaros (Al alcance de todos) de Oliverio Girondo: La relación de uno consigo mismo como respuesta al hastío de vivir de EDSON FAÚNDEZ V.
me gusta que te guste...besos
ResponderEliminarGracias, Susi. Fue mi hija Laura, que estuvo siete meses en Argentina, la que me introdujo en la poesía singular de este autor. Besos
ResponderEliminarsimple, bellisimo. Gracias!
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